Alejandro Amenábar cumple hoy, 31 de marzo, 48 años.
Siempre he creído que lleva un enfervorizado amante del cine dentro, un apasionado de este mundo. Algunas cosas, como 'Los otros', le salen prácticamente redondas; otras fueron demostrativas de la eclosión de su futuro talento, como 'Tesis', a algunas les pierde su academicismo, como 'Ágora' o 'Mientras dure la guerra', pero no cabe duda de que si estrena película hay que ir a verla. Porque como sucede con el espejo en el que se mira sin disimulo -Steven Spielberg- Amenábar siempre tiene algo que contar y lo hace con atinadas maneras cinematográficas.
Se hartó, se fue de la Facultad tras recibir el suspenso de un profesor al que 'homenajeó' en 'Tesis' colocándole su nombre al malo de la película, y nunca se licenció en Imagen y Sonido. Ni falta que le hacía, como a muchos otros que han demostrado sobradamente que nacen con la virtud de saber hacer cine.
Pero el tema diario son las bandas sonoras, y aquí llegamos a un polémico asunto. Amenábar siempre fue un confeso melómano, y le dio también por componer las músicas de sus películas. Tras los cortos experimentales, llegaron sus scores para 'Tesis', 'Los otros', etc.
No tiene ni idea de solfeo, lo confiesa, no sabe escribir en el pentagrama, lo hace de oídas... pero dice que compone música. ¿Cómo se hace eso?
Entre las respuestas, la que considero más cercana se encuentra en los créditos finales de las películas o en los libretos de los CDs de sus bandas sonoras. Basta ver que 'Los otros' cuenta con cuatro orquestadores, entre ellos Xabier Capellas y Lucio Godoy, este último productor y muy presente en la trayectoria musical de Amenábar. Es decir, que es muy probable que a nuestro director-músico se le 'ocurran' temas, melodías, los grabe y el desarrollo y plasmación en los pentagramas sea trabajo de los 'chicos' que orquestan, que son brillantes compositores y técnicos.
¿Es justo entonces decir que Amenábar es compositor? Hay respuestas de todo tipo, porque hacer música es muy complejo. Pero lo cierto es que sus bandas sonoras cumplen generalmente y con creces en sus películas.
Amenábar tiene preferencial talento para crear melodías armónicas cuya belleza se basa en alargar las notas especialmente con las cuerdas, y le funciona con solvencia en 'Mientras dure la guerra' o 'Mar adentro', y en otras temáticamente más próximas al cine tensional de terror las ha resuelto con leit motivs también pegadizos con los que ha demostrado saber de sicología musical cinematográfica. En 'Los otros', en su tema principal -podéis comprobarlo en el vídeo de hoy adjunto- juega con el misterio en sus notas a través del instrumento de viento y pasa inmediatamente a unos compases similares a una nana infantil, reflejando por lo tanto el elenco protagonista del filme. Os pongo seguido a este tema la secuencia final, clamorosa en el desarrollo musical del convencimiento del personaje de Nicole Kidman con los pequeños de qué es lo que son ellos realmente. El tema adquiere en determinado momento tintes 'espirituales' con unos tímidos coros que revelan de qué naturaleza son nuestros tres protagonistas...
Antes, en 'Tesis', más que la calidad musical, Amenábar demostraba su perfecto sincronismo con las imágenes y el estado tensional del filme. En 'Mar adentro' resulta espeluznante el momento de la muerte de Sampedro, y al tema os enlazo la orquesta con los sones gallegos inspirados en el origen del protagonista. Finalmente, en 'Mientras dure la guerra' os ofrezco la mejor secuencia de la película: la demostración de 'las dos Españas' presentes en los dos personajes que discuten. España representada en la guitarra que coloca Amenábar de fondo del debate, hasta eclosionar con las cuerdas.