viernes, 26 de junio de 2015
martes, 23 de junio de 2015
James Horner (1953-2015)
James Horner ha muerto. No es ninguna broma de mal gusto. Leer la frase puede parecerlo. Pero no es así. Su avioneta se ha estrellado, como Denys Finch Hatton en 'Memorias de
África'.
Precisamente la banda sonora de John Barry para esta película y 'Tiempos de Gloria' de Horner fueron dos referencias continuas en mi programa de radio a finales de los ochenta y principios de los noventa. Y con ella 'Krull' como sintonía varios años, y los análisis con mi gran amigo Francisco Javier Belizon Perez de 'Buscando a Bobby Fisher', 'Alien' o el vello erizado con canciones maravillosas como la interpretada por Diana Ross en 'En busca del valle encantado'.
Horner fue un autor con obras maestras en los noventa. Después, la industria vino a acomodarlo, como a todos, y vendió sobre unos mismos patrones. Pero su aportación al cine, a su música, ha sido crucial. Y a nuestra vida de jóvenes unidos para siempre entorno a unos vinilos, unos CDs, con un nombre inmortal en sus carátulas. Por mucho que una avioneta haya truncado su vida.
http://cultura.elpais.com/…/actualid…/1435037010_717148.html
Precisamente la banda sonora de John Barry para esta película y 'Tiempos de Gloria' de Horner fueron dos referencias continuas en mi programa de radio a finales de los ochenta y principios de los noventa. Y con ella 'Krull' como sintonía varios años, y los análisis con mi gran amigo Francisco Javier Belizon Perez de 'Buscando a Bobby Fisher', 'Alien' o el vello erizado con canciones maravillosas como la interpretada por Diana Ross en 'En busca del valle encantado'.
Horner fue un autor con obras maestras en los noventa. Después, la industria vino a acomodarlo, como a todos, y vendió sobre unos mismos patrones. Pero su aportación al cine, a su música, ha sido crucial. Y a nuestra vida de jóvenes unidos para siempre entorno a unos vinilos, unos CDs, con un nombre inmortal en sus carátulas. Por mucho que una avioneta haya truncado su vida.
http://cultura.elpais.com/…/actualid…/1435037010_717148.html
jueves, 18 de junio de 2015
Tiene que haber una explicación
Cada vez me sorprende más ese caballo desbocado y desdibujado que es
facebook, en el que damos por buena cualquier información, la
viralizamos sin comprobarla, engordamos los intereses de portales de
internet con apariencia de medios de comunicación y ponemos en boca de
políticos o actores cosas que nunca han dicho.
Por eso quiero dar el beneficio de la duda con esta fotografía. Procede de Europa Press, es decir, una agencia nada sospechosa de manipular la información. Pero quiero pensar que quizás es una sala anexa a la principal, un desborde de periodistas que ha obligado a habilitar otra dependencia, un problema coyuntural de falta de espacio... Alguna razón por la que se vuelva a repetir la imagen del presidente del Gobierno de este país apareciendo ante la prensa en un televisor y no en carne y hueso.
Quiero pensar que hay una explicación, para poner un poco de cordura en el maniqueísmo al que estamos llegando, sobre todo en las redes sociales, creando de nuevo un tufo de dos, tres Españas, favorecida por una demagogia informativa y tremenda y por la ceguera de la que hacemos gala a la hora de pulsar la opción de compartir.
Si alguien cercano a Rajoy -presuntuoso yo al creer que me puedan leer- es capaz de explicar esta imagen, por favor que lo haga. Fundamental que lo haga a todos los españoles, no solo a un ciudadano perplejo. Porque una cosa es explicar y otra justificar decisiones que bajo ningún concepto pueden tener razón de ser en un estado de derecho a la información y en pleno siglo XXI.
Por eso quiero dar el beneficio de la duda con esta fotografía. Procede de Europa Press, es decir, una agencia nada sospechosa de manipular la información. Pero quiero pensar que quizás es una sala anexa a la principal, un desborde de periodistas que ha obligado a habilitar otra dependencia, un problema coyuntural de falta de espacio... Alguna razón por la que se vuelva a repetir la imagen del presidente del Gobierno de este país apareciendo ante la prensa en un televisor y no en carne y hueso.
Quiero pensar que hay una explicación, para poner un poco de cordura en el maniqueísmo al que estamos llegando, sobre todo en las redes sociales, creando de nuevo un tufo de dos, tres Españas, favorecida por una demagogia informativa y tremenda y por la ceguera de la que hacemos gala a la hora de pulsar la opción de compartir.
Si alguien cercano a Rajoy -presuntuoso yo al creer que me puedan leer- es capaz de explicar esta imagen, por favor que lo haga. Fundamental que lo haga a todos los españoles, no solo a un ciudadano perplejo. Porque una cosa es explicar y otra justificar decisiones que bajo ningún concepto pueden tener razón de ser en un estado de derecho a la información y en pleno siglo XXI.
jueves, 4 de junio de 2015
Herrmann y 'Psicosis', en Barcelona
Curioso
tipo, el gran Bernard Herrmann. Cascarrabias, introvertido, antipático
por naturaleza... y uno de los más grandes compositores de música de
cine de todos los tiempos.
Hitchcock jamás hubiera sido el que
recordamos si Herrmann no llega a formar con él un dúo que, como era de
prever, terminó con ambos enemistados.
Maestro de la psicología
musical, no existió otro director tan ideal como el de 'Marnie' o
'Psicosis' con el que pudiera exponer más acertadamente sus atormentadas
notas, las cuerdas más vibrantes que ha conocido el séptimo arte. Sus
violines por agudos en la secuencia del asesinato de la ducha
relacionaban nuestro subconsciente con el chirriar de unos pájaros y
éstos con la taxidermia descubierta anteriormente en Norman Bates. Es
decir: Herrmann nos 'dice' con su música quién está asesinando a Marion.
Si en aquella huida en coche de la protagonista en las primeras
andanzas del filme no aparecieran los apresurados acordes de Herrmann,
solo estaríamos viendo a una chica conduciendo que bien podría ir a
comprar al Telepizza, por decir algo. Pero el compositor nos introduce
en la mente una melodía machacona, preocupante, 'huidiza': está dejando
atrás una historia de una manera poco ortodoxa y se va a enfrentar a
algo que no es precisamente un restaurante de comida rápida.
¿No os
lo creéis? Corred a la vídeoteca. Si no la tenéis, pinchad en uno de
los dos enlaces que os pongo. Visionad la secuencia con el volumen alto.
Después, hacedlo con el volumen a cero. Incluso Marion sonríe en alguna
ocasión. ¿Qué impresión tenéis?
Es la magia de la música de cine.
De Bernard Herrmann, del mayor compositor huraño del mundo. Con ocho
años, su profesor de violín le dijo que no servía para rascar. El
pequeño Herrmann le partió el violín en la cabeza y se marchó a su casa
tan tranquilo. Está claro que su enseñante se equivocaba, pero de eso a
merecerse un chichón...
Una de las diferencias más sonoras entre
Hitchcock y Herrmann fue precisamente la secuencia de la ducha de
'Psicosis', en la que el director no quiso colocar música a las escenas.
Le dijo al compositor que había decidido traer unos melones y un gran
cuchillo, de manera que utilizaría un efecto de sonido solamente, el de
la hoja de acero entrando en la fruta, que produce la sensación y
audición más cercana a un arma penetrando en el cuerpo. Herrmann le dio
una palmadita en la espalda y le dijo que se marchara y lo dejara a él.
Tras dimes y diretes, surgieron aquellos violines.
Su estilo dejó
paso, en el crepúsculo de su carrera, a otro tipo de música, pero jamás
dejando a un lado el tormento plasmado en sus partituras. Su obra
póstuma fue 'Taxi Driver', en la que comenzaba una etapa de influencia
jazzística sumamente interesante, adaptada al personaje que encarnaba
Robert de Niro, ideal para que Herrmann se introdujera en otros campos
musicales sin abandonar su estilo. Pero el compositor fallece
escribiendo las últimas corcheas para la película de Scorsese.
La
Orquesta Simfònica del Vallés ofrecerá un espectáculo en Barcelona, el
próximo mes de octubre, en el que se proyectarán secuencias de
'Psicosis' con la interpretación de la banda sonora en directo. Ya
podeis comprar las entradas en el enlace que también os dejo.
En la
foto, Orson Welles y Bernard
Herrmann que, con Miklos Rozsa, se convierten en mis dos compositores de
cine favoritos.
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