jueves, 22 de julio de 2021

Alan Menken cumple 72 años



Alan Menken cumple hoy 72 años.

Disney tiene bandas sonoras inmortales en un buen puñado de sus clásicos antes de que llegara Menken a la compañía, a finales de los ochenta, y empezara a componer obras que han quedado ya para la historia del cine. 'La sirenita', en 1989, fue la apuesta de la empresa para resurgir o irse a por tabaco, y la banda sonora de Menken desempeñó un papel fundamental en ello, circunstancia refrendada en 1991 cuando se estrenó la estupenda 'La bella y la bestia', en la que el compositor demostró que era aun capaz de dar más a la hora de crear un musical, ampliando registros y construyendo una obra que era evidente se trasladaría a otros formatos, como el teatro, ante su grandeza.

Después vendrían 'Aladdin', 'Pocahontas', 'Hércules' y la 'gran' banda sonora de Menken: 'El jorobado de Notre Dame'. Se trata de una película adulta, poco apreciada por el público mayoritario, de connotaciones sexuales explícitas: la secuencia del ruego de Frollo a la Virgen María para que le aparte los pensamientos lascivos hacia Esmeralda es tenebrosa, perturbadora, imponente y musicalmente lapidaria; en otra, el baile de la zíngara supera con creces la sinuosidad de Jasmine en 'Aladdin' y embrutece el concepto melifluo de la Blancanieves original... Y así podríamos seguir ante la gran cantidad de atractivos de un filme que solo tiene como merma el abuso del ordenador, demasiado descarado en ocasiones.

Pero yo hablaba de Menken, del que me quedo con esta obra maestra que es 'El jorobado de Notre Dame'. Otra vez el estilo coral de 'La bella y la bestia' cuando surge ('Topsy Turvy'), un impresionante prólogo con el gregoriano y la acción como protagonistas o el extraordinario 'Out There', con un in crescendo narrativo impecable que se inicia con un Quasimodo humillado en su merma para avanzar en las ilusiones del protagonista sobre lo existente fuera de su campanario y acompañarlo musicalmente en su recorrido por los exteriores con la plenitud de una orquesta pletórica.

Lástima de premios de postín, casi siempre tan injustos. Sí es cierto que los Oscar, con Menken, han sido prolíficos, obteniendo ocho estatuillas en su carrera, solo superado por Alfred Newman, pero justamente en 1996 no fue de recibo que 'El jorobado de Notre Dame' se quedara solo en la nominación. Porque si hay que reivindicar la película en su totalidad, no se puede quedar atrás el análisis de la banda sonora no solo de las canciones que a muchos nos sonarán, sino también la partitura que encumbra las imágenes de una película que fue, realmente, la que cerró una etapa del resurgimiento de Disney (1989-1996) que dio paso a otro modelo de animación en la compañía que es el actualmente vigente.


miércoles, 21 de julio de 2021

Falderos y el día que nos dejó un maestro



Hay ámbitos en los que ver a la gente doblar la cerviz para babosear con sus comentarios, los 'me gusta' y esas cosas no es que te indigne. Más bien provoca risa por lo ridículo. Eso sucede mucho, por ejemplo, en la política actual, donde los falderos corren a escribir en las redes sociales para pelotear al gurú de turno. Es divertido, pero sobre todo placentero si compruebas que esa gente triste no está en tu nómina de 'amigos' de facebook porque muchos de ellos los eliminaste para desintoxicarte de la mierda.

Aparte de este comentario sin la mayor trascendencia, lo importante de hoy es que hace 17 años falleció uno de los más grandes compositores del siglo XX y alguien que, como pocos, transformó la música cinematográfica en un discurso narrativo de primer orden lejos de aderezar imágenes con notas musicales como complemento secundario. El 21 de julio de 2004 nos dejaba el gran Jerry Goldsmith, que solo ganó el Oscar por 'La profecía'. Una de sus obras maestras es 'Acorralado', como os conté en un videorreportaje en el canal #UltimoEstreno hace ya tiempo, cuyo enlace os dejo a continuación por si queréis repasarlo o verlo por vez primera:

martes, 20 de julio de 2021

Gerardo Garrido: “Del personaje de Quique en Verano Azul aprendí todo lo que no se debe hacer en la vida, en la que no hay que callar como hacía él"



Gerardo Garrido, quien fuera el popular Quique en la serie televisiva 'VeranoAzul', se ha puesto tras las cámaras para dirigir un documental titulado ‘Futuro azul’, en el que reflexiona sobre la evolución -o involución- que la sociedad actual ha mostrado durante los últimos cuarenta años, desde que se estrenara la citada serie dirigida por Antonio Mercero hasta la actualidad.

Expertos en sociología, ecologismo, economía, etc. y antiguos compañeros de Garrido que participaron en 'Verano Azul' desfilan por la pantalla expresando sus reflexiones al respecto. El documental ya está finalizado y a la espera ahora de ser estrenado en alguna de las plataformas televisivas.

Gerardo Garrido nos habla en 'Último Estreno' y en exclusiva, durante más de una hora, de su experiencia no solo durante el rodaje de ‘Futuro azul’, sino también de su trayectoria profesional, su pasión por la fotografía y lo que supuso encarnar a un personaje, Quique, del que asegura “aprendí todo lo que no se debe ser en la vida, en la que no hay que tener miedo como tenía él, en la que no hay que callarse como se callaba él. Si practicas aquel tipo de bondad, al final no vivirás tu vida sino la de los demás”.

Así mismo, Garrido -en referencia a ‘Futuro Azul’- hace especial hincapié en la necesidad de concienciar sobre “siete ámbitos fundamentales para que el mundo sea mejor”, admitiendo que su documental -el primero de otros que ya está preparando- es “un espejo” en el que la sociedad debe mirarse para alertar sobre la actuación situación social y económica que padecemos. El director afirma que, a pesar de ello, ‘Futuro Azul’ “abre una puerta a la esperanza con un mensaje positivo para que entre todos busquemos la solución”. 

En este trabajo participan, exponiendo sus reflexiones, sus compañeros de serie Juanjo Artero (Javi), Miguel Joven (Tito) y Ayo Ortega entre otros, y cuenta con la especial participación de Iñaki Mercero, cineasta e hijo del director de VERANO AZUL, Antonio Mercero.

viernes, 16 de julio de 2021

Fernando del Paso: "El Molino de Nerja seguirá teniendo la esencia y el encanto de Verano Azul y del flamenco"



El popular Bar El Molino de Nerja no es solo un templo del flamenco en Nerja y uno de los lugares más pintorescos de la hostelería nerjeña. Para los millones de seguidores de VERANO AZUL es la famosa Tasca de Frasco, la taberna donde Chanquete hacía sus recesos para compartir los chatos de vino y las partidas de dominó con otros lobos de mar.

En el mes de mayo se anunció el cierre de este local y la conmoción fue muy grande. Parecía perderse un sitio que durante décadas había sido cita obligada de flamenco en Nerja y además una de las localizaciones de VERANO AZUL que se conservaban casi tal cual cuarenta años después del rodaje y estreno de la serie. Tras distintas conversaciones, El Molino-La Tasca de Frasco cuenta con nueva gerencia. El artista y empresario Fernando del Paso se ha hecho cargo del local y ha sido tajante en la entrevista concedida al canal #UltimoEstreno: "El Molino seguirá teniendo la esencia y el encanto de Verano Azul y el flamenco".

En esta larga conversación nos cuenta anécdotas del bar, cómo no pasa el día que no acudan familias al local preguntando por la serie televisiva y la activa presencia que El Molino-La Tasca de Frasco tendrá en los actos del 40 aniversario del estreno de la serie, previsto a partir de septiembre.
Hasta un sueco ha querido no solo arrendar, sino comprar la finca entera ubicada en la céntrica calle San José en estos dos meses, con lo que quizá hubiera supuesto a la hora de perder una de las localizaciones más recordadas de VERANO AZUL, donde el personaje encarnado por Valentín Paredes en el capítulo 'La navaja' siempre será recordado o la famosa expresión de Miguel Joven Braun 'Tito': "¡Chupa del carrasco, Frasco!".

miércoles, 7 de julio de 2021

Richard Donner (1930-2021)



Sucede que hay directores de cine que son ellos y nuestras circunstancias. Es decir, que cuando los recordamos se acumulan en la memoria no solo los títulos de las películas que han rodado, sino también todo lo que a nosotros nos rodeaba cuando se estrenaron porque llegaron a nuestra vida en unos momentos en los que crecíamos viendo cine. De siempre estaban John Ford, Frank Capra, Curtiz… Sí, ellos fueron los maestros, pero para la generación que empezó a vivir el cambio de la infancia a la adolescencia en los emblemáticos años setenta y ochenta y el cine ya empezaba a formar parte de nuestras vidas, existían por un lado las obras maestras clásicas de una época dorada y por otro las pelis que íbamos a ver contemporáneas, de las que sabíamos que sus directores harían otras más y también iríamos a verlas, los actores los veíamos en la tele tal y como aparecen en ellas y salían los discos con las bandas sonoras de aquellos John Williams, Dave Grusin o Bruce Broughton que tenían algo más de cuarenta años. Toda una vida aun por componer puñados de obras maestras. Por eso, cuando hablamos de Richard Donner no solo lo hacemos de Superman, sino del cine en el que la vimos, de los padres con sus niños diciendo en su apabullante inicio aquello de “¡qué largo es lo de las letras, a ver si empieza la película!”. Cuando hablamos de Donner no solo lo hacemos de ‘Los Goonies’, sino de con quién fuimos a verla, con aquellos amigos de la pubertad, con las amigas para que captaran la indirecta pandillera besos incluidos. Cuando hablamos de Donner nos lleva al terror creado por la música de Golsmith y cuántas veces la oímos y la utilizamos para grabaciones de adolescentes. Cuando hablamos de Donner lo hacemos de ‘Lady Halcón’ y de la carrera de Alan Parsons, ‘alma mater’ de su peculiarísima banda sonora aunque esté firmada por Andrew Powell, que por aquellos ochenta barría con su rock progresivo y nos marcó a muchos hasta hoy día. Y así podríamos seguir. Es seguro que, para quienes ya están jubilados por decir algo para determinar su edad, Richard Donner sea ese que hizo pelis que tuvieron que ver porque sus hijos no paraban de pedirles que les llevaran al cine, y para la actual generación veinteañera, el nombre del cineasta no les diga nada porque no saben ni quiénes eran los goonies. Pero para muchos, millones de amantes del cine de una generación que tuvo la dicha de ver en pantalla grande aquellos estrenos de los ochenta y noventa, Donner es un director de cabecera porque son sus películas y nuestras circunstancias. Películas que, además, junto con las de los clásicos, nos moldearon nuestros ojos y nuestra visión cinematográfica para aprender a amar el cine y tener el concepto actual de lo que es una cojonuda película y lo que no lo es. Y eso se lo debemos, entre otros como Spielberg o Scorsese, a Donner. Te lo cuento en este video homenaje al director, fallecido hace varios días, que está a vuestra disposición en el canal #UltimoEstreno de Youtube.

domingo, 4 de julio de 2021

'Mi legado nazi', película documental para reflexionar en tiempos de radicalismos y odio


 

El comentario que publicó el amigo Conrado Xalabarder hace varios días en Facebook sobre la película documental 'Mi legado nazi' ('What Our Fathers Did') me ha animado a ver esta producción del año 2015 disponible en Filmin.

Para los que nos desazona desde siempre el surgimiento y el auge del nazismo y las consecuencias que ello provocó en la Europa del siglo XX, visionarla es obligatorio, aunque a decir verdad, debería serlo para todos.

El escritor y abogado judío Philippe Sands reúne en determinados lugares estratégicos de la barbarie nazi -el guetto de Cracovia, una sinagoga calcinada, una carretera donde 3.500 judíos fueron tiroteados para caer en una fosa y cuyos cuerpos aun se encuentran bajo tierra- a dos hijos de jerarcas nazis que fueron partícipes directos de aquellas matanzas. El documental invita a ambos a mirarse al espejo a través de sus progenitores para trasladar al espectador los sentimientos que guardan en su interior dos ancianos con visiones diferentes. Mientras que uno de ellos se resiste a incluir a su padre en las responsabilidades directas de tanta barbarie, el otro muestra un profundo desprecio por el suyo y conmina a su colega a admitir lo que sucedió con la anuencia de ambos ascendientes.

‘Mi legado nazi’ penetra y escuece, porque es duro ver a dos hijos hablar así de sus padres, pero una visión más allá nos sigue perturbando o debería hacerlo. La visión que nos proporcionó Maximilian Schell en su papel de abogado defensor en ‘Vencedores o vencidos’ cuando, en su alegato final, dijo una lapidaria frase: “La culpa de Alemania es la culpa del mundo”. Aquí, la culpa de dos hijos es, por extensión, la del mundo que permitió el holocausto y lo más preocupante aun: los honores que uno de ellos recibe cuando los tres protagonistas de la película visitan una concentración en Ucrania de la que no quiero desvelar más detalles.

En esta videocrítica que os dejo en el canal #UltimoEstreno de Youtube os cuento mis impresiones sobre 'Mi legado nazi' y os aliento a ver este documental en unos tiempos en los que es necesario reflexionar sobre el peligroso regreso de las posturas radicales y los mensajes de odio.