José Luis Porquicho me lo confirmaba hoy al mediodía. Será el próximo 1 de julio cuando salga a la calle una edición concreta para Cádiz de Estadio Deportivo, encartada en El Mundo. El periódico tiene su centro neurálgico en Sevilla, y ahora se extiende a la provincia gaditana con información sobre los equipos de fútbol más relevantes y parte de polideportivo. Lo hace con el colchón que supone ir encartado en un rotativo consolidado, en unos tiempos difíciles para sacar adelante un medio impreso. Que me lo digan a mí. Lo que sucede es que especializar la temática y con un contenido idiosincrático con la ciudad en la que aparece es una buena opción por la que apostamos en RDSO Creativos y no nos podemos quejar con San Fernando Cofrade como periódico-piloto. Hasta 2013 tenemos ya plan de expansión,...
Pero no era mi intención hablar de RDSO ni de mí, sino de ED en Cádiz. Me alegra que mi amigo Porqui -como es conocido universalmente- salga adelante con esta iniciativa y lleve la batuta de esta nueva aparición mediática. Por lo que sé lo hará con otros dos buenos tipos, un redactor y un fotógrafo que, como no he hablado con ellos, no creo que sea prudente escribir sus nombres, no vaya a ser que les perjudique en algo. No me pregunten por qué, esto del periodismo es así de jodido,...
Espero que la iniciativa cuaje en un complicado momento para obtener lectores, debido entre otros factores a las convulsiones que sufren clubes emblemáticos como el Cádiz CF o el Xerez. Estando Porqui hay que comprarlo y leerlo, nos guste o no el envoltorio (léase El Mundo), porque el colega es de una escuela de gente en la que me curtí mucho a pesar de que yo era de una generación anterior. Hemos disfrutado con el periodismo que hemos hecho desde hace dos décadas, hemos sufrido, nos hemos sentido impotentes ante muchas cosas, otras orgullosos y hemos hecho portadas de periódicos con cubatas en mano a las tantas que eran las mejores. Nos hemos fotografiado hace muchos años -arriba puede comprobarse- él con pinta de pillo y yo de padre. Hemos vivido concursos del Falla juntos y muchas confesiones, y es un tío que si llega a saber escribir de cofradías y hermandades de La Isla lo hubiera fichado el año pasado sin dudarlo. Sabe también del mundo cofrade, pero le van mejor otras cosas. Para una de ellas, en la que se mueve hasta más acertadamente que en Deportes, lo llamaré el próximo año. Espero que rechace mi oferta de lo bien que le va en ED.
Qué satisfacción da saber que un buen periodista se ilusiona con algo nuevo en lo que pone todo su empeño. Eso sí, seguiré dándole caña en el facebook diciendo que me importa un rábano las copas que se toma en el Café de Levante, lo que ha hecho de comer hoy, que deje de mandarme invitaciones diarias de Los Latinos Tovar y que para qué carajo quiere 1.500 amigos en la red si la mitad son de la gran puñeta y algunos son unos perros. Lo pasamos de bien picándonos con los mensajes privados en el 'caralibro'...
miércoles, 23 de junio de 2010
lunes, 21 de junio de 2010
El Gran Poder, agredido en su basílica
Un individuo atacó al Señor del Gran Poder con violencia en la tarde de ayer, arrancándole el brazo derecho. El suceso ocurrió al finalizar la misa de las 20:30 horas, en torno a las 21:00 horas. Fue entonces cuando un señor joven y alto - de unos 30 años - según describen testigos presenciales subió las escaleras del camarín, puso el pie en la peana del Señor y llegó hasta la imagen. Inmediatamente comenzó a darle patadas a la talla. Posteriormente, se agarró al brazo derecho y tiró de él con violencia hasta el punto de arrancárselo junto a parte de la túnica. El brazo nunca llegó a tocar con el suelo pues quedó pendiendo la articulación y la túnica. En ese momento, dos policías nacionales de paisano que estaban escuchando misa redujeron al individuo consiguéndolo detener.
Retirado del culto
La imagen fue sido retirada del culto y, en breve, será examinada por los Hermanos Cruz Solis. No obstante, ayer noche Luís Álvarez Duarte, ya estuvo visitando al Señor con objeto de evaluar el estado en el que ha quedado la talla tras el ataque. No obstante, ya anoche el hermano mayor del Gran Poder, Enrique Esquivias, reconocía que los hechos se han producido de forma “muy violenta” pero que los daños ocasionados “son reparables”.
Los feligreses que han visto, de primera mano, la agresión al Señor, manifestaban su estupor ante la imagen contemplada. “Finalizó la misa, y cuando me marchaba, escuché a la gente gritar alarmada, me volví y ví que el Señor se estaba tambaleando y que un hombre estaba tirando del brazo. Ha sido horrible", asegura una de las testigos.
“El Hijo de Dios soy yo”
Al ser interrogado por el hecho, el detenido ha reconocido en la Sacristía de la Basílica que “el Hijo de Dios soy yo". Este hecho da muestras que, probablemente, se trate de un enfermo mental que haya podido padecer un momento de crisis.
Solidaridad
El hermano mayor ha recibido la visita del presidente del Consejo, Adolfo Arenas, que le ha mostrado su pesar por tan triste acontecimiento. Igualmente, Esquivias fue telefoneado por el Delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y por la Delegada del Gobierno de la Junta en Sevilla, Carmen Tovar. Ambos le han mostrado su disposición para lo que la hermandad necesite.
Fuente: Pasión en Sevilla
Retirado del culto
La imagen fue sido retirada del culto y, en breve, será examinada por los Hermanos Cruz Solis. No obstante, ayer noche Luís Álvarez Duarte, ya estuvo visitando al Señor con objeto de evaluar el estado en el que ha quedado la talla tras el ataque. No obstante, ya anoche el hermano mayor del Gran Poder, Enrique Esquivias, reconocía que los hechos se han producido de forma “muy violenta” pero que los daños ocasionados “son reparables”.
Los feligreses que han visto, de primera mano, la agresión al Señor, manifestaban su estupor ante la imagen contemplada. “Finalizó la misa, y cuando me marchaba, escuché a la gente gritar alarmada, me volví y ví que el Señor se estaba tambaleando y que un hombre estaba tirando del brazo. Ha sido horrible", asegura una de las testigos.
“El Hijo de Dios soy yo”
Al ser interrogado por el hecho, el detenido ha reconocido en la Sacristía de la Basílica que “el Hijo de Dios soy yo". Este hecho da muestras que, probablemente, se trate de un enfermo mental que haya podido padecer un momento de crisis.
Solidaridad
El hermano mayor ha recibido la visita del presidente del Consejo, Adolfo Arenas, que le ha mostrado su pesar por tan triste acontecimiento. Igualmente, Esquivias fue telefoneado por el Delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y por la Delegada del Gobierno de la Junta en Sevilla, Carmen Tovar. Ambos le han mostrado su disposición para lo que la hermandad necesite.
Fuente: Pasión en Sevilla
domingo, 20 de junio de 2010
José Saramago
miércoles, 16 de junio de 2010
Patadas al diccionario y al lenguaje
La disputa del Mundial de fútbol está castigando aún más el correcto uso del español y del diccionario. Existen palabras que se vienen utilizando entre los locutores y periodistas en general en los medios de comunicación que suponen verdaderas patadas a la adecuada utilización de la sintaxis y la semántica.
No sé cuantos meses llevo escuchando, cada vez con mayor asiduidad, lo de 'favoritismo'. Ahora, con el campeonato del mundo de fútbol, España parte "con claro favoritismo", dicen cada vez más locutores. De la correcta frase "España parte como favorita", que no sólo es la adecuada sino la más corta y concisa, se ha pasado a tratar de demostrar mayor riqueza linguística diciendo eso de "favoritismo". Y no sólo los conductores de programas. Hace varios días escuché una tertulia qe me destrozó los oídos, en la que de cuatro contertulios reflexionando sobre el Mundial, tres de ellos utilizaron varias veces la palabra "favoritismo" para hablar del papel de España en este evento.
Otra barbaridad muy usual también es la de sustituir la palabra "independiente" por "independentista". Me gusta ser independiente, pero la frase de moda es "me agrada vivir solo porque soy muy independentista...".
Ya en la prensa escrita, lo más habitual en estos últimos años es el lamentable uso del indeterminado antes de determinar algo de manera absolutamente concreta. Es decir, leer la ficha técnica de un partido de fútbol -por continuar con el mismo deporte y ejemplo- y asombrarnos con la frase "Asistencia al estadio: unos 45.768 espectadores...", en lugar de "unos 45.700 espectadores" si se quiere apurar la cifra. Pero determinar con un indeterminado delante es fruto de la enorme pobreza que se estila hoy día en el periodismo nacional.
Entiendo pefectamente que estos hechos sucedan en las televisiones, radios o periódicos. Los mandamases de estos infractores de la lengua adolecen igual o más de conocimientos linguísticos que los que comenten los errores, pero es necesario que desde la Academia Española de la Lengua se alerte y se denuncie, sin titubeos, del mal uso de nuestro idioma y de sus expresiones en los medios de comunicación, que de esta manera hacen ley de frases mal construidas y palabras incorrectamente empleadas. Porque una persona independiente es alguien que no tiene dependencia, que no depende de otro. E independentista es otra cosa. Y ser favorito es a quien se le atribuye la mayor probabilidad de ganar en una competición en este caso, pero el "favoritismo" constituye una expresión peyorativa sobre la preferencia dada al favor sobre el mérito o la equidad. Y no creo que, en el Mundial, España necesite 'favores' ni nada por el estilo.
También conviene que vayamos dejándonos de frases rimbombantes o expresiones propias de escribientes que juegan a periodistas o se creen algo barroquizando lo que quieren decir. Ahí tenemos lo de "temas a tratar", ejemplo de 'a+infinitivo' de inadecuada utilización, y aberraciones de cretinos que se creen herederos del mismísimo Cervantes por escribir actas de asociaciones pueblerinas escribiendo 'vos' en lugar de usted a estas alturas o lo más grotesco que he leído en estos últimos meses, en una pseudopublicación apropiada por su ínfima calidad para colgarla en las antiguas puntillas colocadas estratégicamente a la derecha de los retretes: "...Fue aprobado por unanimidad con un voto en contra". Enorme.
No sé cuantos meses llevo escuchando, cada vez con mayor asiduidad, lo de 'favoritismo'. Ahora, con el campeonato del mundo de fútbol, España parte "con claro favoritismo", dicen cada vez más locutores. De la correcta frase "España parte como favorita", que no sólo es la adecuada sino la más corta y concisa, se ha pasado a tratar de demostrar mayor riqueza linguística diciendo eso de "favoritismo". Y no sólo los conductores de programas. Hace varios días escuché una tertulia qe me destrozó los oídos, en la que de cuatro contertulios reflexionando sobre el Mundial, tres de ellos utilizaron varias veces la palabra "favoritismo" para hablar del papel de España en este evento.
Otra barbaridad muy usual también es la de sustituir la palabra "independiente" por "independentista". Me gusta ser independiente, pero la frase de moda es "me agrada vivir solo porque soy muy independentista...".
Ya en la prensa escrita, lo más habitual en estos últimos años es el lamentable uso del indeterminado antes de determinar algo de manera absolutamente concreta. Es decir, leer la ficha técnica de un partido de fútbol -por continuar con el mismo deporte y ejemplo- y asombrarnos con la frase "Asistencia al estadio: unos 45.768 espectadores...", en lugar de "unos 45.700 espectadores" si se quiere apurar la cifra. Pero determinar con un indeterminado delante es fruto de la enorme pobreza que se estila hoy día en el periodismo nacional.
Entiendo pefectamente que estos hechos sucedan en las televisiones, radios o periódicos. Los mandamases de estos infractores de la lengua adolecen igual o más de conocimientos linguísticos que los que comenten los errores, pero es necesario que desde la Academia Española de la Lengua se alerte y se denuncie, sin titubeos, del mal uso de nuestro idioma y de sus expresiones en los medios de comunicación, que de esta manera hacen ley de frases mal construidas y palabras incorrectamente empleadas. Porque una persona independiente es alguien que no tiene dependencia, que no depende de otro. E independentista es otra cosa. Y ser favorito es a quien se le atribuye la mayor probabilidad de ganar en una competición en este caso, pero el "favoritismo" constituye una expresión peyorativa sobre la preferencia dada al favor sobre el mérito o la equidad. Y no creo que, en el Mundial, España necesite 'favores' ni nada por el estilo.
También conviene que vayamos dejándonos de frases rimbombantes o expresiones propias de escribientes que juegan a periodistas o se creen algo barroquizando lo que quieren decir. Ahí tenemos lo de "temas a tratar", ejemplo de 'a+infinitivo' de inadecuada utilización, y aberraciones de cretinos que se creen herederos del mismísimo Cervantes por escribir actas de asociaciones pueblerinas escribiendo 'vos' en lugar de usted a estas alturas o lo más grotesco que he leído en estos últimos meses, en una pseudopublicación apropiada por su ínfima calidad para colgarla en las antiguas puntillas colocadas estratégicamente a la derecha de los retretes: "...Fue aprobado por unanimidad con un voto en contra". Enorme.
viernes, 11 de junio de 2010
Más de perros
Vamos a continuar hablando de perros. Me apetece como fórmula de relajación, otros se desestresan puteando a los demás o tomando coca, por poner dos ejemplos. Yo ahora disfruto de cinco minutitos entre las cosas que tengo que hacer y me da por desentumecerme con mi blog que no lee nadie, así que da igual lo que escriba.
Esta vez no hablaremos de razas peligrosas. Más bien repugnantes. Conozco perros que se las dan de defender la ecuanimidad y van jactándose de ello en sus palabras escritas y habladas, cuando han permanecido callados durante meses porque le iban a dar un puesto de trabajo en un sitio al que no se atrevió a criticar y en el que se estaban-están cometiendo barbaridades laborales. Achanta la mui por si caía el curro, claro. Esos son perros interesados y por extensión cobardes.
Otra raza digna de incluirla en una vomitiva lista de ejemplos negativos es la de sujetos proclives a mover el rabo cuando lo ordena su jefe y pegan dentelladitas a los demás de la manera más grosera posible. Al final, su dueño, tras utilizarlos, les corta el rabo, el cuello y a la puta calle. Ahora a joderos, a morder el mismo polvo que yo sentí en mi rostro humillado y del que ni recuerdo, afortunadamente, su sabor. Degustadlo, por gilipollas.
Otros ejemplares de cánidos ladran poco o nada, no vaya a ser que le zurren y coño, hay que defender a los cachorritos al precio que sea, y por tanto, que le den a los perros que tanto han luchado por protegerte en la manada. Esos son perros ingratos.
Esperad, que hay más. Esos con los que compartiste muchas confesiones, -amistades o han sido parejas incluso-, y dejaron de hablarte un buen día, haciéndote pensar durante mucho tiempo qué puñetas les hiciste para que hayan sido tan injustos. Pero repentinamente descubres que les mueven el rabo de alegría a algunos que sí que les hicieron daño de verdad. Esos perros me importan menos aún que los otros –y eso que el resto me las trae al pairo- porque sencillamente demuestran que nunca merecieron estar a mi lado.
Se me ocurren algunas razas más. Los que ponen velas a Dios y al diablo, por ejemplo. Los que te quitan la mota de polvo de la chaqueta cuando eres medianamente alguien pero caes por culpa de otros perros y le cepillan los hombros al nuevo que viene a sustituirte; el perro envidioso, con el que apenas te cruzaste una vez y te olisqueó para, transcurridos los años, seguir rajando de ti por donde pueda porque sencillamente estaba loco en su día por disfrutar de mi comedero de metal. Vaya mierda de cacharro del pienso que deben tener algunos para aspirar con malas artes a un puesto por el que al parecer había que pedir perdón por desempeñar.
Hay otros mundos, pero están en este. Lo decía Paul Éluard. Que viene a significar en este caso que hay muchos perros y están alrededor hasta que te mueras. Sólo hay que divertirse viendo como sus miserias salen a la luz, tarde o temprano, y terminan colocados en el tablero de la vida en el lugar que les corresponde. Seguro, seguro, que ya estáis pensando en nombres de cada ejemplo de can. Ea, a divertirse con el jueguecito. Buen fin de semana.
Esta vez no hablaremos de razas peligrosas. Más bien repugnantes. Conozco perros que se las dan de defender la ecuanimidad y van jactándose de ello en sus palabras escritas y habladas, cuando han permanecido callados durante meses porque le iban a dar un puesto de trabajo en un sitio al que no se atrevió a criticar y en el que se estaban-están cometiendo barbaridades laborales. Achanta la mui por si caía el curro, claro. Esos son perros interesados y por extensión cobardes.
Otra raza digna de incluirla en una vomitiva lista de ejemplos negativos es la de sujetos proclives a mover el rabo cuando lo ordena su jefe y pegan dentelladitas a los demás de la manera más grosera posible. Al final, su dueño, tras utilizarlos, les corta el rabo, el cuello y a la puta calle. Ahora a joderos, a morder el mismo polvo que yo sentí en mi rostro humillado y del que ni recuerdo, afortunadamente, su sabor. Degustadlo, por gilipollas.
Otros ejemplares de cánidos ladran poco o nada, no vaya a ser que le zurren y coño, hay que defender a los cachorritos al precio que sea, y por tanto, que le den a los perros que tanto han luchado por protegerte en la manada. Esos son perros ingratos.
Esperad, que hay más. Esos con los que compartiste muchas confesiones, -amistades o han sido parejas incluso-, y dejaron de hablarte un buen día, haciéndote pensar durante mucho tiempo qué puñetas les hiciste para que hayan sido tan injustos. Pero repentinamente descubres que les mueven el rabo de alegría a algunos que sí que les hicieron daño de verdad. Esos perros me importan menos aún que los otros –y eso que el resto me las trae al pairo- porque sencillamente demuestran que nunca merecieron estar a mi lado.
Se me ocurren algunas razas más. Los que ponen velas a Dios y al diablo, por ejemplo. Los que te quitan la mota de polvo de la chaqueta cuando eres medianamente alguien pero caes por culpa de otros perros y le cepillan los hombros al nuevo que viene a sustituirte; el perro envidioso, con el que apenas te cruzaste una vez y te olisqueó para, transcurridos los años, seguir rajando de ti por donde pueda porque sencillamente estaba loco en su día por disfrutar de mi comedero de metal. Vaya mierda de cacharro del pienso que deben tener algunos para aspirar con malas artes a un puesto por el que al parecer había que pedir perdón por desempeñar.
Hay otros mundos, pero están en este. Lo decía Paul Éluard. Que viene a significar en este caso que hay muchos perros y están alrededor hasta que te mueras. Sólo hay que divertirse viendo como sus miserias salen a la luz, tarde o temprano, y terminan colocados en el tablero de la vida en el lugar que les corresponde. Seguro, seguro, que ya estáis pensando en nombres de cada ejemplo de can. Ea, a divertirse con el jueguecito. Buen fin de semana.
lunes, 7 de junio de 2010
Prohibir las razas peligrosas en sociedad
Otra persona muerta tras la dentellada de un perro. Y es un niño. Lo siento, pero lo tengo claro. Me gustan los animales, me refiero a los de cuatro patas. Por eso precisamente hay que actuar en defensa de ellos y de los seres humanos. Yo tengo un gato que en estos momentos duerme plácidamente, soportando el calor, a escasos metros de mi mesa. Lo digo para que no me llamen ogro antianimalitos.
No entiendo algo que me parece magnífico para los que, como yo, no fumamos. Es decir, llevar la ley hasta las últimas consecuencias, al extremo más radical, y hacerlo con ahínco desde hace tiempo, cuando otras normativas que deberían implantarse no se llevan a efecto con la misma rectitud. Colocarse un pitillo en la boca es pecado mortal social, pero pasear con pinta de angango con un dogo argentino al lado es cojonudo.
Me parecen absolutamente insuficientes las escasas medidas tomadas tras la catalogación de las razas de perros potencialmente peligrosos. Sigo viendo canes en la playa campando a sus anchas con pequeños alrededor, niñatos con cachorros de pitbull y viviendas en las que los ladridos parecen atentados de ETA. Insisto, lo tengo claro: hay que prohibir tener perros peligrosos en las viviendas. A nadie se le ocurre tener un tigre o un leopardo en el salón de su casa. La demagógica frase aquella de "yo tengo en mi casa lo que me da la gana" no vale desde el momento en el que se convierta en riesgo de afectación al resto de personas. Por algo vivimos en sociedad, y el que no quiera -ojalá pudiera yo hacerlo- que se compre un chalet cerca de la torre del Puerco. Los perros peligrosos no son animales domésticos por razones obvias y no vamos a explicar la etimología latina de la palabra. Y si no son animales domésticos, no se pueden tener en casa. Y menos aún en los espacios públicos comunes. Si se quiere tener un yorkshire o un chucho sin pedigrí no incluido en las razas peligrosas, disfrute usted de su can en su piso. Pero que tenga en su cocina un animal brutal que sale como un toro bravo por la puerta cuando usted se despista y a mi hija la pilla por el cuello y la convierte en jirones mientras paseamos plácidamente es un homicidio por parte de su propietario, así de claro. De manera que para evitar estas situaciones, reclamo que la ley prohíba tener perros potencialmente peligrosos en domicilios afincados en ciudades. Esos animales, al campo.
¿Radical? ¿Imposible de llevar a efecto? Mucho más sencillo que no permitir a un solo bar de España, sala de fiestas, local en general, que alguien se fume un cigarro. Basta con no conceder los permisos para tenerlo, ni chip, ni vacuna, ni pollas en vinagre. Así de sencillo. Y llegará, ya lo veréis. Al tiempo.
No entiendo algo que me parece magnífico para los que, como yo, no fumamos. Es decir, llevar la ley hasta las últimas consecuencias, al extremo más radical, y hacerlo con ahínco desde hace tiempo, cuando otras normativas que deberían implantarse no se llevan a efecto con la misma rectitud. Colocarse un pitillo en la boca es pecado mortal social, pero pasear con pinta de angango con un dogo argentino al lado es cojonudo.
Me parecen absolutamente insuficientes las escasas medidas tomadas tras la catalogación de las razas de perros potencialmente peligrosos. Sigo viendo canes en la playa campando a sus anchas con pequeños alrededor, niñatos con cachorros de pitbull y viviendas en las que los ladridos parecen atentados de ETA. Insisto, lo tengo claro: hay que prohibir tener perros peligrosos en las viviendas. A nadie se le ocurre tener un tigre o un leopardo en el salón de su casa. La demagógica frase aquella de "yo tengo en mi casa lo que me da la gana" no vale desde el momento en el que se convierta en riesgo de afectación al resto de personas. Por algo vivimos en sociedad, y el que no quiera -ojalá pudiera yo hacerlo- que se compre un chalet cerca de la torre del Puerco. Los perros peligrosos no son animales domésticos por razones obvias y no vamos a explicar la etimología latina de la palabra. Y si no son animales domésticos, no se pueden tener en casa. Y menos aún en los espacios públicos comunes. Si se quiere tener un yorkshire o un chucho sin pedigrí no incluido en las razas peligrosas, disfrute usted de su can en su piso. Pero que tenga en su cocina un animal brutal que sale como un toro bravo por la puerta cuando usted se despista y a mi hija la pilla por el cuello y la convierte en jirones mientras paseamos plácidamente es un homicidio por parte de su propietario, así de claro. De manera que para evitar estas situaciones, reclamo que la ley prohíba tener perros potencialmente peligrosos en domicilios afincados en ciudades. Esos animales, al campo.
¿Radical? ¿Imposible de llevar a efecto? Mucho más sencillo que no permitir a un solo bar de España, sala de fiestas, local en general, que alguien se fume un cigarro. Basta con no conceder los permisos para tenerlo, ni chip, ni vacuna, ni pollas en vinagre. Así de sencillo. Y llegará, ya lo veréis. Al tiempo.
martes, 1 de junio de 2010
Israel y su impunidad por cobardía
El barco de la imagen no es el que nos ofrece determinada firma turística propiedad de un sinverguenza que preside una importante institución para que hagamos un crucerito por la islas griegas, aunque lo pueda parecer. Menos similitudes tiene con un acorazado que guarda en sus bodegas toneladas de armas con el objetivo de dispararlas contra el invasor. Se trata de un buque que ha sufrido la desproporcionada reacción de Israel en aguas internacionales porque, al parecer, iban a comportarse como los piratas de las películas: en el momento en el que divisas cualquier perfil de costa judía, y mientras sonríes desde cubierta para que vean tu amabilidad en lontananza, cambias la bandera del país, pones el cráneo y las tibias y atiborras de balazos de cañón cualquier paseo marítimo judío, liándola a la usanza de la huida de Geena Davis y Matthew Modine en aquella gozada de La Isla de las cabezas cortadas.
Una vez más, y digámoslo en gaditano, el estado judío hace lo que le sale de los cojones. La respuesta del Consejo de Seguridad de la ONU, cada vez con mayores concomitancias con aquellas Naciones Unidas en determinados prolegómenos de las guerras mundiales y su tibieza, vuelve a ser ridícula. Una vez más, los intereses y la cobardía -tan presente en nuestro mundo hoy día a todos los niveles- permite y permitirá que se produzcan hechos como estos con total impunidad. No entremos en disquisiciones del Derecho Internacional para no ser pedantes, pero el ataque israelí a un barco extranjero en aguas internacionales es un atentado a la legislación mundial y algo intolerable en política internacional. Si los bestias esos que han atacado al navío turco hubieran sido iraquíes, iraníes o norcoreanos, a estas horas ya no entraba ni una rebanada de pan Bimbo en una establecimiento del centro de Teherán. A estas alturas no voy a defender repúblicas bananeras ni basadas en principios ultrarreligiosos, pero ya toca las narices decir que al menos Israel es el único país con sistema democrático de aquella zona. La propia Irán, con todos sus defectos, que son muchos, cuenta con una cámara de 290 miembros elegidos cada cuatro años en elecciones. El país persa contaba con 40 millones de habitantes en 1988. Ahora, apenas una veintena de años después, su índice demográfico oficial contabiliza un total de 65 milllones de iraníes.
Si Irán ataca un barco extranjero en aguas internacionales, el premio Nobel en el que tanto confiásteis -os remito a mi entrada en el blog de aquella época y mi escepticismo- ya estaría hablando de "terrorismo en aguas comunes". Pero es Israel, que además de participar negativamente en actuaciones importantes, está presente en otros asuntos livianos que, como buen ignorante que soy, jamás entenderé. Y a un país ilegítimo y terrorista de verdad como es Israel me lo tengo que tragar en Eurovisión, cuando Israel no es Europa en ningún aspecto, sólo en el 'técnico' que les interesa a quien convenga. Los tengo que soportar, y a los representantes de sus gobiernos ultraderechistas -ver resultados electorales en internet, por si alguien tiene alguna duda- en juegos olímpicos, en competiciones deportivas, en acontecimientos culturales europeos,...
La impunidad de Israel, la tibieza de la comunidad internacional, la sangre que corre en Palestina,... todo es fruto de nuestra cobardía común. De los que nos atrevemos a darnos golpes de pecho de falsa moral con las cosas y ponemos velas a Dios y con nuestras actitudes al diablo. Como la vida misma actual. Como con tu vecino también. Como con tu hermano de fe que tienes al lado. Qué asco, ¿no?
Una vez más, y digámoslo en gaditano, el estado judío hace lo que le sale de los cojones. La respuesta del Consejo de Seguridad de la ONU, cada vez con mayores concomitancias con aquellas Naciones Unidas en determinados prolegómenos de las guerras mundiales y su tibieza, vuelve a ser ridícula. Una vez más, los intereses y la cobardía -tan presente en nuestro mundo hoy día a todos los niveles- permite y permitirá que se produzcan hechos como estos con total impunidad. No entremos en disquisiciones del Derecho Internacional para no ser pedantes, pero el ataque israelí a un barco extranjero en aguas internacionales es un atentado a la legislación mundial y algo intolerable en política internacional. Si los bestias esos que han atacado al navío turco hubieran sido iraquíes, iraníes o norcoreanos, a estas horas ya no entraba ni una rebanada de pan Bimbo en una establecimiento del centro de Teherán. A estas alturas no voy a defender repúblicas bananeras ni basadas en principios ultrarreligiosos, pero ya toca las narices decir que al menos Israel es el único país con sistema democrático de aquella zona. La propia Irán, con todos sus defectos, que son muchos, cuenta con una cámara de 290 miembros elegidos cada cuatro años en elecciones. El país persa contaba con 40 millones de habitantes en 1988. Ahora, apenas una veintena de años después, su índice demográfico oficial contabiliza un total de 65 milllones de iraníes.
Si Irán ataca un barco extranjero en aguas internacionales, el premio Nobel en el que tanto confiásteis -os remito a mi entrada en el blog de aquella época y mi escepticismo- ya estaría hablando de "terrorismo en aguas comunes". Pero es Israel, que además de participar negativamente en actuaciones importantes, está presente en otros asuntos livianos que, como buen ignorante que soy, jamás entenderé. Y a un país ilegítimo y terrorista de verdad como es Israel me lo tengo que tragar en Eurovisión, cuando Israel no es Europa en ningún aspecto, sólo en el 'técnico' que les interesa a quien convenga. Los tengo que soportar, y a los representantes de sus gobiernos ultraderechistas -ver resultados electorales en internet, por si alguien tiene alguna duda- en juegos olímpicos, en competiciones deportivas, en acontecimientos culturales europeos,...
La impunidad de Israel, la tibieza de la comunidad internacional, la sangre que corre en Palestina,... todo es fruto de nuestra cobardía común. De los que nos atrevemos a darnos golpes de pecho de falsa moral con las cosas y ponemos velas a Dios y con nuestras actitudes al diablo. Como la vida misma actual. Como con tu vecino también. Como con tu hermano de fe que tienes al lado. Qué asco, ¿no?
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