He vivido dos felices reencuentros en 2010. Al menos algo bueno también ha tenido un año ominoso. Para no 'enojá a Dios' que diría mi abuela, afirmaré que he disfrutado de momentos de mucha felicidad en estos doce meses, de amar incondicionalmente, contrastados con algunos de dolor, de frustración y de impotencia. Imagino que esto será la vida. Pues que vuelva a empezar, que decía Nietzche cuando preguntaba por ella a la muerte.
El retomar el contacto con mis amigos de correrías de infancia y juventud mientras la Federación Antipiratería Española (FAP) nos perseguía por desproteger los juegos del ZX Spectrum haciéndonos llamar 'Sirius' fue algo que supera el año que ahora agoniza. Horas conversando con Juan Ramón Nieto y Kike Mengíbar sirvieron para penetrar a velocidad de vértigo entre los estratos de la memoria de tantos años sin ellos hasta alcanzarlos en una sola noche. Cuando llegas tienes la sensación de que no ha pasado tanto tiempo ni el viaje ha sido tan prolongado. Entonces contemplas desde arriba y recuerdas a Gardel: "Que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en las sombras, te busca y te nombra. Vivir... con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez...".
El otro dulce reencuentro ha sucedido hace apenas unos días, cuando a través de Facebook nos hemos citado los antiguos compañeros de Radio La Isla. Facebook sirve para algo. Red social apasionante, demostrativa de las frustraciones de la gente, de sus verdades y mentiras, celestina de líneas prohibidas, gran hermano universal de buitres y gente sin honor -"No tenéis honor", gritaba el rey troyano a sus enemigos antes de ser vejado-, lugar para destruir y construir sobre mojado,... Mi amigo Daniel Aragón, ahora desempeñando un cargo en Los 40 de la Ser en Sevilla, me dio el aviso y en unos días pudimos encontrarnos para rememorar aquellos finales de los ochenta y la década de los noventa cuando Radio La Isla contaba con profesionales de la talla de José María Romero, Luis Baena, Inma Forja, Salvador Serrano, Charo Aparicio, Fernando Cama, Juan Ochoa y una generación que irrumpe en esta con locutores como Dani Aragón, Toni Castro, María del Carmen Benítez, Alicia de los Santos, Charo Pérez, Víctor Mainé, Charo Pérez, Benjamín Colsa, Javier Egea, Inma Picardo, María José de Alba, Mar Barrera, Benji Montoya, los programas específicos de Alberto Pérez y Paco Tamayo, la profesionalidad de Jesús Serván, y quien escribe. Me he dejado en el tintero a algunos, estoy seguro, pero ellos se verán reflejados en los nombres que he citado.
Fue un reencuentro 'urgente', organizado en pocos días porque nos dio la gana y en fechas difíciles, por lo que no logramos reunir a todos, pero sí contactar con la gran mayoría. No pasarán varios meses sin que se vuelva a reunir la 'canalla' de RLI en su casi totalidad, una vez puestos en aviso. Los que nos vimos el día 26 por la noche disfrutamos de una cena genial, no sólo por las exquisiteces de Casa Bernardo en Chiclana -no dejéis de probar el paté de oca-, sino por los recuerdos atolondrados que afloraban en la mesa por boca de Inma Forja, hoy 'casi dueña' de Radio Chiclana; de los informativos con Paco López y conmigo aquel mediodía del accidente en un balcón del Hotel Salymar, cuando al leer el titular se le ocurre decir "han caído varios casquetes esta noche en el hotel", en lugar de la palabra "cascotes" que habíamos escrito minutos antes. Lógicamente, se quedó sólo en el estudio durante todo el informativo en pleno directo. Recuerdo que el controlista se fue con un ataque y yo no tuve más remedio que largarme al aseo. Eran tiempos en los que en el Ayuntamiento de San Fernando se movilizaban en los despachos para escuchar el informativo de las dos de la tarde. De decenas de llamadas a mi programa 'Último Estreno', sin poder desarrollar la escaleta y el programa previsto ante las entradas de los oyentes para simplemente hablar de cine, opinar, intercambiar puntos de vista; del magazine matinal con infinidad de contenidos, de jornadas temáticas de gran audiencia, desde Santiago Muñoz con su 'Luna de corazones' (mira que eras sinverguenza...) hasta la Semana Santa con 'Candelería', de 'Calles de La Isla' con José Carlos Fernández Moreno; de Salvador Aleu y su programa de flamenco, con sus vinilos y sus lacónicas frases a quien le hiciera los controles: "La dó de la a", "La tré de la b",... Por su memoria brindamos. Y por los que faltaban allí pero los veremos próximamente.
Fue una noche sana, sin acritud hacia quienes puedan ser culpables de que aquello fuera flor de una década. Todos me dan la sensación de estar por encima de anquilosamientos inquinos. Dani en la Ser, al igual que Inma Picardo -qué buena familia-; Forja en la emisora chiclanera, Mar Barrera viviendo un periplo impresionante por Telecinco, Canal Sur, etc. y Juan Ochoa, el más grande sentado esa noche con permiso del actor Manuel Tallafé que se incorporó como invitado, trabajando con el Gran Wyoming. Horas de mirar hacia atrás sin ira, conocedores de lo que fuimos y lo que nos hicieron ser, de sonrisas recordando discos, hasta que Ochoa, en apenas un minuto, habló seriamente de la situación de los medios y de San Fernando, de nombres y apellidos de quiénes tienen la culpa de la crisis en todo de La Isla y por extensión la prensa en la ciudad, y resumió en palabras absolutamente diáfanas cómo se repartieron el pastel para ganar dinero. Y de aquellos polvos vienen estos lodos. No había escuchado jamás a alguien decir lo que ha sucedido en San Fernando en los últimos 25 años con tanta certeza en tan poco tiempo. Sin pelos en la lengua. Tras la reflexión, se dirigió a una camarera y, haciéndome sentir que tenía ante mí a un discípulo de Humphrey Bogart, le dijo:
-"¿Usted sabe quién soy yo?"
-"Pues... la verdad es que no"
-"Entonces póngame un whisky"
Gracias, amigos. Volveremos a encontrarnos.
jueves, 30 de diciembre de 2010
viernes, 24 de diciembre de 2010
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Bruno Coulais, presidente de honor del 7º Festival Internacional de Música de Cine 'Ciudad de Úbeda'
El Festival Internacional de Música de Cine 'Ciudad de Úbeda' en su VII edición ya tiene presidente de honor: el comité organizador ha decidido que ostente este cargo de honor el compositor francés Bruno Coulais.
La decisión adoptada por los integrantes de la Asociación BSOSpirit - organizadora de este relevante encuentro que tiene lugar anualmente en la citada localidad jiennense- se basa primordialmente en varios motivos, entre ellos el prestigio ganado a lo largo de los años de su carrera por Bruno Coulais, uno de los compositores más destacados de la música cinematográfica europea, autor de bandas sonoras como 'Los chicos del coro' o 'Microcosmos', así como el decidido carácter europeísta que desde la próxima edición de 2011 adquirirá el festival, como ya se adelantó por parte de la organización tras la exitosa VI edición.
Bruno Coulais ha aceptado este nombramiento con sumo agrado y responsabilidad, tomando el relevo del oscarizado Michael Giacchino, agradeciéndolo especialmente dado además que el autor de partituras como 'Nómadas del viento' o 'Vidoq' fue uno de los invitados del festival en su segunda edición, por lo que ya conoce el popular 'espíritu de Úbeda' que embarga a este festival desde sus inicios, razón por la que no ha dudado en presidir la VII edición en 2011.
Bruno Coulais es un compositor francés nacido en París en 1954 y ha trabajado tanto para el cine como para televisión. Una vez designado el presidente honorífico, la organización del Festival ya trabaja sin pausa para confeccionar el programa de la VII edición del que es uno de los festivales de referencia mundial en el panorama de la música cinematográfica.
Cabe destacar que, como ya anunció el festival el pasado mes de noviembre, el compositor Christopher Lennertz será el director musical honorífico en la próxima edición en julio de 2011. Tras la gran experiencia que fue para el festival contar con su presencia en la edición de 2010, Chris Lennertz volverá a Úbeda para colaborar con la organización en la elaboración del programa de conciertos de la edición de 2011, especialmente en el homenaje que el Festival rendirá a un compositor aún por ser revelado, pero que la organización está segura será una experiencia inolvidable para todos los asistentes al VII Festival.
La foto es de Úbeda 2006, cuando conocí a Coulais.
La decisión adoptada por los integrantes de la Asociación BSOSpirit - organizadora de este relevante encuentro que tiene lugar anualmente en la citada localidad jiennense- se basa primordialmente en varios motivos, entre ellos el prestigio ganado a lo largo de los años de su carrera por Bruno Coulais, uno de los compositores más destacados de la música cinematográfica europea, autor de bandas sonoras como 'Los chicos del coro' o 'Microcosmos', así como el decidido carácter europeísta que desde la próxima edición de 2011 adquirirá el festival, como ya se adelantó por parte de la organización tras la exitosa VI edición.
Bruno Coulais ha aceptado este nombramiento con sumo agrado y responsabilidad, tomando el relevo del oscarizado Michael Giacchino, agradeciéndolo especialmente dado además que el autor de partituras como 'Nómadas del viento' o 'Vidoq' fue uno de los invitados del festival en su segunda edición, por lo que ya conoce el popular 'espíritu de Úbeda' que embarga a este festival desde sus inicios, razón por la que no ha dudado en presidir la VII edición en 2011.
Bruno Coulais es un compositor francés nacido en París en 1954 y ha trabajado tanto para el cine como para televisión. Una vez designado el presidente honorífico, la organización del Festival ya trabaja sin pausa para confeccionar el programa de la VII edición del que es uno de los festivales de referencia mundial en el panorama de la música cinematográfica.
Cabe destacar que, como ya anunció el festival el pasado mes de noviembre, el compositor Christopher Lennertz será el director musical honorífico en la próxima edición en julio de 2011. Tras la gran experiencia que fue para el festival contar con su presencia en la edición de 2010, Chris Lennertz volverá a Úbeda para colaborar con la organización en la elaboración del programa de conciertos de la edición de 2011, especialmente en el homenaje que el Festival rendirá a un compositor aún por ser revelado, pero que la organización está segura será una experiencia inolvidable para todos los asistentes al VII Festival.
La foto es de Úbeda 2006, cuando conocí a Coulais.
viernes, 26 de noviembre de 2010
Hace veinte años
Carlos Alsina me ha recordado hoy en su programa -lo recomiendo enfervorizadamente, Onda Cero a partir de las 20 horas de lunes a viernes- que hace 20 años se estrenaba Pretty Woman, Desafío Total, Julia Otero era aún una adolescente,... Rememoro también que por entonces aún no habíamos vivido las Olimpiadas de Barcelona, ni la Expo de Sevilla, aunque urgando en internet he podido comprobar que Zapatero ya ejercía la política. La propia Onda Cero empezaba a vivir, y yo hacía ya un año que dirigía y presentaba en la emisora de San Fernando el programa 'Último Estreno'.
Los primeros meses eran en domingo, metidos con calzador en la programación en una franja horaria que nadie quería porque comenzaba a las diez de la mañana. Ir hasta los estudios de la emisora a las nueve y pico de la mañana era un suplicio. Hay que comprender que aún era joven y los sábados estaban para juergas y desmelenes. Dado que 'Último Estreno' empezó a incrementar su audiencia y paulatinamente la ilusión por hacer aquel programa sirvió de gasolina para aportarle calidad, lo pasaron a la parrilla nocturna, y de ahí a varias noches a la semana hasta llegar a tres, en tiempos en los que muchos querían hacer radio porque era una gozada trabajar en ella.
Hace dos décadas, a pesar de mi juventud, con apenas 20 años, tenía esperanzas en muchas cosas: en mi profesión periodística que ya ejercía, en la propia emisora, en el cine, en las amistades, en los compañeros de viaje radiofónico durante años. A algunos les ofrecí la oportunidad de hablar por primera vez en su vida delante de un micrófono, después colaboraron en otras emisoras y me ignoraron desde entonces en un ejercicio de ingratitud y hasta hoy, aunque alguno que otro no puede remediar que se le note lo que aprendió de 'Último Estreno' aun jodiéndole sin que se sepa realmente porqué. A estas alturas es uno de los aspectos que, con 42 años, te percatas de la ingenuidad de lo solícito que eras a los veinte y te importa un carajo que después no hayan tenido ni un gesto. Lo decía Pérez Galdós en boca de uno de sus personajes más admirables, el marqués don Rodrigo de Arista: "La villanía se perdona; la ingratitud, jamás".
Por entonces también confiabas en la política, tenías ilusión y la veías en la gente, aún no habían llegado expoliadores de ayuntamientos, gastadores sinverguenzas de móviles que pagamos todos, publicaciones adeptas a regímenes y amiguismos editadas verbi gratia a nuestros bolsillos, y también creías en las amistades inquebrantables, en los amores inmortales y en los cuatro o cinco polvos sin despeinarte. "Fuimos chicos rebeldes, de futuro prometedor, brillantes ilusiones que han quedado en nada, en una triste canción ...", que entonaba el grupo La Granja.
Hace dos décadas Alemania volvía a unificarse, el diablo seguía siendo la URSS aunque cada vez menos fiero; Nelson Mandela salía de la cárcel tras 27 años en ella, iraquíes y kuwaitíes les dio por jugar a la guerra de verdad y moría Ava Gardner. Curioso, siempre, mirar al pasado, para percatarte de que debes continuar aprendiendo una máxima en tiempos de escasa valía humana y de valores.
Hace veinte años de las dos fotografías de arriba. En ellas, el primer equipo de colaboradores de 'Último Estreno', mi camisa impagable pero se llevaba por entonces. El del polo amarillo es José María Romero, actual técnico de la SER, el de verde el actor, cortometrajista y autor teatral Antonio Labajo, el de rojo su hermano Luis -un grande de todo-, y mis amigos Juani Galán, Jesús Benjumeda y Juan Ramón Nieto, con cuyo extraordinario blog de fotos me deleito frecuentemente, aunque no tanto como cuando nos reunimos para solucionar el mundo, él las matemáticas y yo las letras. Todos buena gente en, insisto, tiempos de ilusiones...
jueves, 18 de noviembre de 2010
sábado, 13 de noviembre de 2010
Luis García Berlanga
Lo conocí en los noventa, creo que a principios, no recuerdo la fecha exacta. Luis García Berlanga asistía a una mesa redonda literaria en El Puerto de Santa María y allá fui para entrevistarle y ofrecer sus palabras en mi programa 'Último Estreno'. A pesar de la rigidez del horario establecido por la organización, pude compartir con él un rato, lo suficiente como para percatarme de que con aquel personaje que venía de vuelta de todo iba a llevarme bien desde entonces. Así fue y en el año 2000 hice las gestiones para que la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de San Fernando contara con él, teniendo como objetivo una mesa redonda de lujo, en la que participaba también Paco Algora, que venía de Vejer con su bolsa de plástico llena de libros para leernos algo.
Tuve la dicha de moderar aquel crisol de visiones sobre el cine, la literatura y algún que otro maravilloso desfase expuesto por estos genios. El salón de la Casa de la Cultura se quedó pequeño. En la mesa redonda era cascarón de huevo Paz Aragón, una actriz a la que Berlanga no le quitó ojo toda la noche. Como siempre, un sinverguenza de los escotes y las cachas.
Antes de venir a La Isla, él me comentaba que si el escenario donde iba a charlar era muy alto. Tenía problemas en sus piernas, para subir escaleras, ya estaba mayor físicamente, por dentro era un roble, lúcido en todo, demoledor, cenamos tras el acto en la Venta los Tarantos donde Gabriel puso un exquisito atún de almadraba en aceite que Berlanga devoró con fruición, mojando sopones de miga en él, feliz mientras compartía con el grupo sus devaneos, las glorias y miserias del cine español y de otros mundanos aspectos.
Al día siguiente quisimos que conociera La Isla profunda. Lo llevamos en coche a diversos enclaves de San Fernando, algo que nadie supo, y creyó que el barrio de la Pastora era un decorado, incluso tocó las paredes de sus casas, de su iglesia, embelesado con la belleza de algunos de sus trazos. Lo despedimos y siempre estuvo ahí. Donde siempre seguirá. En los cachondeos con mis amigos 'cinematográficos', cuando tomábamos las copas de dos en dos, fuera la noche que fuera, brindábamos diciendo "por don Luis García Berlanga. Con dos cojones". Era algo así como él con su palabra fetiche, "austrohúngaro", que la metía solapada en cualquier personaje de sus películas.
La madre que parió, cómo duele que este tipo de gente que tanto te han aportado se vayan...
jueves, 11 de noviembre de 2010
Libertad de prensa o utopía
Agradezco sinceramente los homenajes de estos pasados días. El Ayuntamiento de San Fernando convocó el lunes a todos los medios de comunicación en el Real Teatro de las Cortes para distinguirlos por el doscientos aniversario del decreto de libertad de imprenta que se ha cumplido este miércoles. Una semana antes no tenía pinta de que el Consistorio estuviera pensando en todos los medios ni siquiera de la ciudad, porque organizó una reunión sólo con varios de ellos, dejando fuera a los digitales y a los especializados como SAN FERNANDO COFRADE, que es el que dirijo. A oídos municipales tuvo que llegar la sorpresa de los que nos sentimos en un conjunto vacío, algunos nos encargamos de hacer llegar nuestra 'sugerencia' de que o todos o nadie y los auspiciadores de la iniciativa le dieron la vuelta al acto. Café para todos, diplomas hasta para los medios provinciales y contentos. Mejor así, ¿qué más da fotocopiar diez, quince diplomas más, y que todos tengan su minuto de gloria, ganado no para figurar sino por dignidad? Al menos hablo en mi caso, porque a mí no me agrada salir a recoger nada, lo agradezco pero me da mucha verguenza, pero eso sí, llevo dos años a piñón con mi empresa, la puesta en marcha hace ahora doce meses del periódico SAN FERNANDO COFRADE, un plan de expansión programado hasta el año 2013 y contratando a periodistas desde hace ya meses para cristalizarlo. Y pagando impuestos. Es decir, que tengo CIF, depósito legal de lo que hago, emito facturas, no me zafo de mis declaraciones trimestrales y tratamos con mucho cariño y profesionalidad nuestro periódico, razones todas más que suficientes como para considerarnos un medio de comunicación o una empresa de medios.
Veinticuatro horas después, la Real Academia de San Romualdo también homenajeó a los medios, en esta ocasión locales, y ahí estuvimos. Agradecidos también. A la mañana siguiente se descubrió el monumento a la libertad de expresión realizado por el escultor Alfonso Berraquero, y se han sucedido los actos dedicados a la prensa, como un homenaje a Emilio Morenatti, ese gran tipo y fotógrafo al que ahora babosean algunos que lo trataron como a muchos otros en su día: con la punta del zapato y sin valorar su trabajo.
Una lástima que estos actos relacionados con los medios de comunicación se conviertan en un voluntarista ejemplo institucional de palmada en la espalda a los profesionales de la prensa y en los mismos días en los que se habla de libertad de publicación se sigan admitiendo las sangrías laborales en los medios de comunicación, periodistas que cobran 800 euros trabajando doce horas al día, medios gestionados ilegalmente con políticos que miran para otro lado, sucedáneos que se mantienen de dinero público y también hay que decirlo, tiempos de crisis con periodistas que recortan por la mañana las noticias para archivarlas cobrando al mes 2.500 euros por currar seis horas diarias. No es envidia, es indignación en tiempos dicen que de crisis, aunque creo que para unos cuantos.
Todo esto sucede por aquí cerca, no crean que les hablo de Marruecos, que también podríamos hablar en la semana de tantas alaracas y uso de la prensa para halagos y a escasos kilómetros existe un país donde no dejan entrar a los profesionales de la información al que no le echamos cojones porque está Obama y cía detrás, tanto económicamente como con el cuento de que el país alauita es el "último bastión de defensa de occidente frente a los otros estados musulmanes extremistas". A ver si nos dejamos de cretineces, porque España jamás se ha llevado bien con Marruecos. Ni ganas. Allí van algunos a los chalés de fin de semana pasando los sábados la frontera de Ceuta, el resto viajan por novelerías vacacionales y sus políticos nos caen como una patada en los huevos. A los españoles nos hablan de los moros -no de raza, se me entiende perfectamente- y fruncimos el ceño. Jamás les hemos dado la mano ni queremos. Y ellos nos odian, digan lo que digan. Absténgase de la frase "generalizar conduce al error" porque todos también saben a qué marroquíes me refiero. Los jueces celebran juicios allí con españoles y nos pisotean, las administraciones nos humillan y ahora en el Sahara sólo nos atrevemos a decir que la solución a esta guerra civil en un territorio que aún consta España como administrador es que "se sienten a negociar". No te jode. Eso lo diría Forrest Gump también y no es ministro.
Os dejo una foto del monumento de Alfonso Berraquero que le hice el miércoles. Me gusta mucho, por cierto. En Marbella existe otro ligeramente parecido, con dos ventanas abiertas al exterior en lugar de dos puertas. Os cuelgo también una foto.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Santiago Sierra y su renuncia
No sé si es correcto rechazar un premio de esta relevancia. Pero el regusto y la sonrisa cómplice aparecen cuando conoces esta decisión. Hoy por hoy, hay quien todavia le echa valentía a la lamentable realidad que vivimos. Seguramente, no estaré de acuerdo con Sierra en algunas cosas. Pero prefiero a alguien que me discuta y luche contra mis ideales que a quienes asienten mis arengas y las de los otros por cobardía y apariencia. Si todos fuéramos así...
-http://www.contraindicaciones.net/
-http://www.elpais.com/articulo/cultura/Santiago/Sierra/renuncia/nacional/artes/plasticas/premio/utiliza/beneficio/Estado/elpepucul/20101105elpepucul_12/Tes
-http://www.contraindicaciones.net/
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miércoles, 3 de noviembre de 2010
Obama: había que ser ingenuo para...
No sé de qué se extrañan. Lo escribí ya en enero de 2009. El varapalo al mesías Obama era de esperar por razones obvias...
http://www.elimparcial.es/contenido/73336.html
E insisto: había que ser ingenuo...
http://arrozamargo.blogspot.com/2009/01/nada-puede-cambiar.html
Foto: AP
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E insisto: había que ser ingenuo...
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Foto: AP
viernes, 29 de octubre de 2010
Príncipes vs Hispania...¿Pero quién puñetas gana?
¿Pero quién puñetas ha tenido realmente más audiencia, la serie de Antena 3 'Hispania' o la cosa esa de machacona música sobre Felipe y Letizia?
Cada uno dice una cosa. No hay minuto que no se vea Tele 5 y deje de aparecer una pieza promocional pavoneándose de haber barrido en las noches que emitieron lo de los príncipes. Pero en otros medios hablan de victoria catódica de Antena 3...
-www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/136306/hispania-vence-a-felipe-y-letizia-segun-las-audiencias/1
-www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/138025/hispania-vuelve-a-ganar-a-felipe-y-letizia/1
-www.laguiatv.com/audiencias.php?c=&fecha_aud=27/10/2010
-www.formulatv.com/noticias/16912/audiencias-estreno-hispania-supera-felipe-y-letizia/
-www.telecinco.es/becarios/detail/detail26099.shtml
No entiendo cómo se puede mentir o hacer demagogia -quien sea- tan alegremente sobre los índices de audiencia que imagino tendrán que ser datos oficiales y lo más fidedignos posibles. No comprendo la existencia de todo un ramillete de datos absolutamente dispares y cada corral tirando para lo suyo. ¿Cuáles son los reales? Tampoco es que me vaya la vida en ello, me importa lo mismo la serie de Antena 3 que el peplum lavamonárquico de Tele 5. Pero si esto lo hacen con dos carajotadas, ¿qué no harán con mediciones más trascendentales, con valoraciones de mayor importancia para la vida económica y política del país?
Mientras me responde quien corresponda, he recordado mis festivales de cine con Juanjo Puigcorvé. Ahí estábamos en el de Málaga hace ya años, antes de que él supiera que encarnaría al Rey en televisión. Estaba físicamente mejor y yo obviamente peor...
Cada uno dice una cosa. No hay minuto que no se vea Tele 5 y deje de aparecer una pieza promocional pavoneándose de haber barrido en las noches que emitieron lo de los príncipes. Pero en otros medios hablan de victoria catódica de Antena 3...
-www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/136306/hispania-vence-a-felipe-y-letizia-segun-las-audiencias/1
-www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/138025/hispania-vuelve-a-ganar-a-felipe-y-letizia/1
-www.laguiatv.com/audiencias.php?c=&fecha_aud=27/10/2010
-www.formulatv.com/noticias/16912/audiencias-estreno-hispania-supera-felipe-y-letizia/
-www.telecinco.es/becarios/detail/detail26099.shtml
No entiendo cómo se puede mentir o hacer demagogia -quien sea- tan alegremente sobre los índices de audiencia que imagino tendrán que ser datos oficiales y lo más fidedignos posibles. No comprendo la existencia de todo un ramillete de datos absolutamente dispares y cada corral tirando para lo suyo. ¿Cuáles son los reales? Tampoco es que me vaya la vida en ello, me importa lo mismo la serie de Antena 3 que el peplum lavamonárquico de Tele 5. Pero si esto lo hacen con dos carajotadas, ¿qué no harán con mediciones más trascendentales, con valoraciones de mayor importancia para la vida económica y política del país?
Mientras me responde quien corresponda, he recordado mis festivales de cine con Juanjo Puigcorvé. Ahí estábamos en el de Málaga hace ya años, antes de que él supiera que encarnaría al Rey en televisión. Estaba físicamente mejor y yo obviamente peor...
lunes, 25 de octubre de 2010
Meliá Sevilla, esa "mierda" de hotel...
He querido aprovechar mi vetusto televisor y lo he instalado en mi despacho. Es un poco grande, un philips de aquellos de tubo de hace más de 20 años, pero me resisto a deshacerme de él. Entre otras cosas porque, siendo un auténtico ignorante en electrónica, no entiendo las ventajas de los televisores actuales a la hora de desbancar a los antiguos si de calidad de imagen se trata. Mi viejo aparato es un espejo, y eso sí, ahora con la TDT, la calidad de imagen es aún más extraordinaria. Pero insisto en que veo mejor mi viejo philips que un bravia, es demostrable colocándolos uno al lado del otro. Lo bueno de los plasma y los televisores de ahora son su delgadez y si estás dispuesto a pagar 1.500 euros, entonces es la leche. Ofrece una imagen absolutamente perfecta. Por debajo de ese precio lo que hay es una gran mayoría de pantallas que se ven 'raras', vulgaridades, con el color que Dios le da a entender, provocan dolor de cabeza y no le llegan al tubo catódico a la suela del zapato.
No iba a reflexionar sobre televisores, pero le doy a las teclas y se me va la cabeza. Debe ser demencia senil prematura y que, sintonizando los canales, me topé con Intereconomía y lo ví más minutos de lo que aconseja el buen gusto. En las tertulias políticas de ese canal se dicen las mismas carajotadas que en los panfletos de grupos residuales que aún existen de la extrema izquierda. Los primeros con exabruptos que rozan el golpismo, los segundos oliendo a naftalina. No me parece mal que exista Intereconomía. Unos verán satisfecho el particular fascismo que llevan dentro y no se atreven a proclamar en el bar tomando cañas y otros se partirán de risa escuchando bobadas. Tampoco me parece mal que existan folletos ultras marxistas en el año 2010. De ambas opciones siempre se extrae algo bueno, como tocar las narices a los otros y empieza el marujeo entre ambos. ¿Alguna diferencia con 'Sálvame de luxe'? Ninguna, en realidad.
Hay cosas que sí me parecen escandalosas y dignas de algún tirón de oreja de supervisores de programas. El problema es que probablemente quienes deben controlar las bravuconadas sean peores que los cachorros que salen en la tele desbarrando. El viernes vi la tertulia del programa 'Dando caña', donde se debatía sobre el congreso de especialistas en el aborto celebrado este pasado fin de semana en Sevilla. Se sentaba en ella un chico llamado Gonzalo Bans, que lo califican de periodista. Lo será, si así lo dicen, era la primera vez que oía su nombre. Y casi la única, porque me pongo a buscar en google y no aparece ni en las notas a pie de página, oiga. Está en facebook. pero deben conocerlo en su casa cuando lo llaman a la hora de comer. Su popularidad no debe ir reñida con la calidad en sus tareas, pero siendo joven y sin aparecer en las primeras diez páginas de google (es decir, no eres nadie) debería moderar su lenguaje por mucho que en 'Dando caña' parezca que valga todo.
La providencia me libre de hablar aquí del aborto, no es mi intención ofrecer mi opinión. Pero lo que me alertó el viernes no fue la opinión de todos los participantes en la mesa -imagínensela- sino la comprobación más diáfana de cómo las formas pueden echar por tierra el fondo de los argumentos. Gonzalo Bans dice textualmente en un momento del programa, concretamente a las 13.11 horas del viernes, que "como catalán me hierve la sangre que en una localidad española se celebre este congreso". Hasta aquí nada fuera de lo normal, aunque eso sí, que le hierve lo demuestra claramente cuando continúa sentenciando: "Yo soy sevillano y monto lo que aquí te espero. Declaro el boicot por mucho que digan que es antidemocrático. Animo a todos los sevillanos a que acorralen la mierda del hotel ese donde están...". Al rato, el presentador y algún otro contertulio trataron de arreglarlo matizando que alli nadie estaba invitando a una rebelión violenta, entre otros paños verbales de árnica.
Hombre, Gonzalo, no sé si la cadena Meliá te habrá dicho que gracias a ti jamás aparecerá un anuncio comercial de Meliá en Intereconomía. Tampoco si es denunciable llamarle públicamente "mierda" a una de las cadenas hoteleras más prestigiosas del mundo y que precisamente es española. Que conste que no le hago diseños ni periódicos a Meliá y cuando voy a un hotel pago religiosamente hasta la lata de cacahuetes de las neveras, ya sea Meliá como en una casa rural de Benamahoma. Vociferar "mierda de hotel ese" (si tienen alguna duda, se pueden descargar el programa en la web de intereconomía) por acoger en sus salones un congreso me parece tan desmedido como bisoño. Yo tengo un hotel tal como está la cosa, me vienen unos médicos con pasta y me dicen que celebran un congreso en mis salones pagando sus buenos cuartos y lo normal es que les cobre y santas pascuas. Para eso hago salones en el hotel, digo yo. Si el congreso trata sobre la cría del cangrejo moro en el litoral andaluz o sobre la memoria histórica no es asunto mío. Lo sería si me viene CEDADE desde Barcelona para cantar el 'Deuchstland Uber Alles' con un millar de camisas pardas en el salón de al lado de la piscina ante la atónita mirada de cuatro ingleses y dos alemanes en chanclas bebiendo cerveza en dos mesas de la terraza. Pero no me van a venir por una sencilla razón: CEDADE es una formación ilegal y los médicos del congreso abortista, por mucho que podamos no estar de acuerdo con esa práctica, son legales. Si la justicia permite llevar a cabo estas cumbres, ¿quién puñetas soy yo para juzgar lo que es legal o no? Quizás Gonzalo Bans pretendía pagar a Meliá los beneficios del congreso con lo que gana en Intereconomía. Hubiera sido un buen ejercicio moral, posiblemente demagógico, pero eso sí, una "buena cruzada".
No iba a reflexionar sobre televisores, pero le doy a las teclas y se me va la cabeza. Debe ser demencia senil prematura y que, sintonizando los canales, me topé con Intereconomía y lo ví más minutos de lo que aconseja el buen gusto. En las tertulias políticas de ese canal se dicen las mismas carajotadas que en los panfletos de grupos residuales que aún existen de la extrema izquierda. Los primeros con exabruptos que rozan el golpismo, los segundos oliendo a naftalina. No me parece mal que exista Intereconomía. Unos verán satisfecho el particular fascismo que llevan dentro y no se atreven a proclamar en el bar tomando cañas y otros se partirán de risa escuchando bobadas. Tampoco me parece mal que existan folletos ultras marxistas en el año 2010. De ambas opciones siempre se extrae algo bueno, como tocar las narices a los otros y empieza el marujeo entre ambos. ¿Alguna diferencia con 'Sálvame de luxe'? Ninguna, en realidad.
Hay cosas que sí me parecen escandalosas y dignas de algún tirón de oreja de supervisores de programas. El problema es que probablemente quienes deben controlar las bravuconadas sean peores que los cachorros que salen en la tele desbarrando. El viernes vi la tertulia del programa 'Dando caña', donde se debatía sobre el congreso de especialistas en el aborto celebrado este pasado fin de semana en Sevilla. Se sentaba en ella un chico llamado Gonzalo Bans, que lo califican de periodista. Lo será, si así lo dicen, era la primera vez que oía su nombre. Y casi la única, porque me pongo a buscar en google y no aparece ni en las notas a pie de página, oiga. Está en facebook. pero deben conocerlo en su casa cuando lo llaman a la hora de comer. Su popularidad no debe ir reñida con la calidad en sus tareas, pero siendo joven y sin aparecer en las primeras diez páginas de google (es decir, no eres nadie) debería moderar su lenguaje por mucho que en 'Dando caña' parezca que valga todo.
La providencia me libre de hablar aquí del aborto, no es mi intención ofrecer mi opinión. Pero lo que me alertó el viernes no fue la opinión de todos los participantes en la mesa -imagínensela- sino la comprobación más diáfana de cómo las formas pueden echar por tierra el fondo de los argumentos. Gonzalo Bans dice textualmente en un momento del programa, concretamente a las 13.11 horas del viernes, que "como catalán me hierve la sangre que en una localidad española se celebre este congreso". Hasta aquí nada fuera de lo normal, aunque eso sí, que le hierve lo demuestra claramente cuando continúa sentenciando: "Yo soy sevillano y monto lo que aquí te espero. Declaro el boicot por mucho que digan que es antidemocrático. Animo a todos los sevillanos a que acorralen la mierda del hotel ese donde están...". Al rato, el presentador y algún otro contertulio trataron de arreglarlo matizando que alli nadie estaba invitando a una rebelión violenta, entre otros paños verbales de árnica.
Hombre, Gonzalo, no sé si la cadena Meliá te habrá dicho que gracias a ti jamás aparecerá un anuncio comercial de Meliá en Intereconomía. Tampoco si es denunciable llamarle públicamente "mierda" a una de las cadenas hoteleras más prestigiosas del mundo y que precisamente es española. Que conste que no le hago diseños ni periódicos a Meliá y cuando voy a un hotel pago religiosamente hasta la lata de cacahuetes de las neveras, ya sea Meliá como en una casa rural de Benamahoma. Vociferar "mierda de hotel ese" (si tienen alguna duda, se pueden descargar el programa en la web de intereconomía) por acoger en sus salones un congreso me parece tan desmedido como bisoño. Yo tengo un hotel tal como está la cosa, me vienen unos médicos con pasta y me dicen que celebran un congreso en mis salones pagando sus buenos cuartos y lo normal es que les cobre y santas pascuas. Para eso hago salones en el hotel, digo yo. Si el congreso trata sobre la cría del cangrejo moro en el litoral andaluz o sobre la memoria histórica no es asunto mío. Lo sería si me viene CEDADE desde Barcelona para cantar el 'Deuchstland Uber Alles' con un millar de camisas pardas en el salón de al lado de la piscina ante la atónita mirada de cuatro ingleses y dos alemanes en chanclas bebiendo cerveza en dos mesas de la terraza. Pero no me van a venir por una sencilla razón: CEDADE es una formación ilegal y los médicos del congreso abortista, por mucho que podamos no estar de acuerdo con esa práctica, son legales. Si la justicia permite llevar a cabo estas cumbres, ¿quién puñetas soy yo para juzgar lo que es legal o no? Quizás Gonzalo Bans pretendía pagar a Meliá los beneficios del congreso con lo que gana en Intereconomía. Hubiera sido un buen ejercicio moral, posiblemente demagógico, pero eso sí, una "buena cruzada".
martes, 19 de octubre de 2010
sábado, 9 de octubre de 2010
Segunda temporada en marcha
Anoche presentamos la segunda temporada del periódico SAN FERNANDO COFRADE. Lo hicimos en el Centro de Congresos de San Fernando, ante dos centenares de asistentes que acudieron a un emotivo homenaje de nuestro rotativo al restaurador y conservador isleño afincado en Sevilla Pedro Enrique Manzano Beltrán. Lo dije ayer en su presentación: creo que es de los mejores restauradores de España. En apenas varias semanas, la talla de la Virgen del Carmen de San Fernando, Patrona de la ciudad y de la Armada, será trasladada a su taller, en la trianera calle Pureza de Sevilla, y paralelamente, regresará a La Isla la Virgen de la Caridad, restaurada por él. Su currículum... Más vale que pongan su nombre en el google. Se quedarán obnubilados.
A Pedro Manzano -caballero, atento, en su conferencia acompañada de valientes imágenes de tallas sacras en mal estado demostró ser un gran metódico en su trabajo- lo vemos en la fotografia junto a Pepe Oneto, el periodista isleño que ayer estuvo con nosotros en la Venta de Vargas, y porta un ejemplar de SAN FERNANDO COFRADE en la mano. Qué buen ratito echamos anoche y qué bien servidos por los amigos de la Venta y Lolo. Ya estamos en marcha de nuevo, y hoy puedo suspirar casi relajadamente después de unas semanas en las que he trabajado como jamás lo he hecho en mi vida. Qué gusto da ver los resultados a tu denodado esfuerzo. Y por cierto,...qué buena gente en esa foto, no sólo Manzano y Oneto.
Mañana domingo, en todos los establecimientos de prensa de San Fernando, ya saben: a comprar SAN FERNANDO COFRADE.
Ah. Otra cosita: había más gente en el Centro de Congresos en la presentación de SAN FERNANDO COFRADE que en la entrega del premio Agustín Merello en el Teatro de las Cortes. Es un dato cierto y comprobable, pero sólo lo comento como una pequeña broma, no se me vayan a enfadar algunos. La galería fotográfica de Diario de Cádiz (http://www.diariodecadiz.es/sanfernando/article/galeria/808171/pepe/oneto/recibe/premio/agustin/merello.html#4) sirve para comprobar que había cofrades -y no cofrades- que no pueden estar en dos sitios a la vez, aunque Pedro Manzano hablara una hora y pico más tarde que el acto celebrado en el coliseo isleño y las copitas del mismo fueran en la planta baja del mismísimo Centro de Congresos. Los escuchábamos abajo mascando canapés. Cosas de números, de butacas, sin relevancia, nimiedades futesas,... También había más gente el jueves en la presentación del documental de los Jóvenes Cargadores Cofrades que tuve el honor de glosar que en el acto del periódico cofradiero del viernes. En definitiva, al final fue la cámara de Justo Mata la que pilló juntos a los dos protagonistas de la noche isleña. Ahí los tienen.
A Pedro Manzano -caballero, atento, en su conferencia acompañada de valientes imágenes de tallas sacras en mal estado demostró ser un gran metódico en su trabajo- lo vemos en la fotografia junto a Pepe Oneto, el periodista isleño que ayer estuvo con nosotros en la Venta de Vargas, y porta un ejemplar de SAN FERNANDO COFRADE en la mano. Qué buen ratito echamos anoche y qué bien servidos por los amigos de la Venta y Lolo. Ya estamos en marcha de nuevo, y hoy puedo suspirar casi relajadamente después de unas semanas en las que he trabajado como jamás lo he hecho en mi vida. Qué gusto da ver los resultados a tu denodado esfuerzo. Y por cierto,...qué buena gente en esa foto, no sólo Manzano y Oneto.
Mañana domingo, en todos los establecimientos de prensa de San Fernando, ya saben: a comprar SAN FERNANDO COFRADE.
Ah. Otra cosita: había más gente en el Centro de Congresos en la presentación de SAN FERNANDO COFRADE que en la entrega del premio Agustín Merello en el Teatro de las Cortes. Es un dato cierto y comprobable, pero sólo lo comento como una pequeña broma, no se me vayan a enfadar algunos. La galería fotográfica de Diario de Cádiz (http://www.diariodecadiz.es/sanfernando/article/galeria/808171/pepe/oneto/recibe/premio/agustin/merello.html#4) sirve para comprobar que había cofrades -y no cofrades- que no pueden estar en dos sitios a la vez, aunque Pedro Manzano hablara una hora y pico más tarde que el acto celebrado en el coliseo isleño y las copitas del mismo fueran en la planta baja del mismísimo Centro de Congresos. Los escuchábamos abajo mascando canapés. Cosas de números, de butacas, sin relevancia, nimiedades futesas,... También había más gente el jueves en la presentación del documental de los Jóvenes Cargadores Cofrades que tuve el honor de glosar que en el acto del periódico cofradiero del viernes. En definitiva, al final fue la cámara de Justo Mata la que pilló juntos a los dos protagonistas de la noche isleña. Ahí los tienen.
viernes, 1 de octubre de 2010
U2+otros: Concierto (s) del siglo
Hoy he escuchado un disparate en una emisora de radio. "U2, el concierto del siglo en Andalucía". El tipo que ha dicho semejante burrada debe haber ido a pocos conciertos. No era un colaborador de un programa, era el presentador.
No entiendo ese paroxismo por Bono y sus chicos. Obviamente, no cometeré la bravuconería de restar mérito a la banda, pero me huele a novelería de millones de individuos que les ha dado por ellos. Otros tienen memoria flaca, porque muchas canciones de U2 suenan a otras bandas que ya daban "conciertos del siglo" cuando a Bono le sonaba aún los mocos su abuela.
Yo vi 'The Dark Side of the Moon' de Roger Waters (Pink Floyd) hace dos años en un impresionante escenario y sonido envolvente en todo el estadio y no dije que aquello fuera el concierto del siglo. Claro, era en Atarfe, un pueblo de Granada y no en Sevilla, donde debe ser que se hace todo lo que se queda para la posteridad. Si no es en la capital de Andalucía, no computa. Ya pueda venir el mismísimo John Lennon resucitado.
En Cádiz estuvo Prince hace la friolera de casi veinte años (http://www.elpais.com/articulo/cultura/PRINCE_/MUSICA/Prince/intento/ser/Picasso/pop/elpepicul/19930814elpepicul_3/Tes). Por cierto, el concierto lo gestionó un tío de San Fernando. ¿Era un concierto del siglo?
Sólo un apunte más: Lo que se parece la letra de un conocido álbum de U2 a 'The Wall' de Pink Floyd. En la foto con el montaje que os muestro se observa...
No entiendo ese paroxismo por Bono y sus chicos. Obviamente, no cometeré la bravuconería de restar mérito a la banda, pero me huele a novelería de millones de individuos que les ha dado por ellos. Otros tienen memoria flaca, porque muchas canciones de U2 suenan a otras bandas que ya daban "conciertos del siglo" cuando a Bono le sonaba aún los mocos su abuela.
Yo vi 'The Dark Side of the Moon' de Roger Waters (Pink Floyd) hace dos años en un impresionante escenario y sonido envolvente en todo el estadio y no dije que aquello fuera el concierto del siglo. Claro, era en Atarfe, un pueblo de Granada y no en Sevilla, donde debe ser que se hace todo lo que se queda para la posteridad. Si no es en la capital de Andalucía, no computa. Ya pueda venir el mismísimo John Lennon resucitado.
En Cádiz estuvo Prince hace la friolera de casi veinte años (http://www.elpais.com/articulo/cultura/PRINCE_/MUSICA/Prince/intento/ser/Picasso/pop/elpepicul/19930814elpepicul_3/Tes). Por cierto, el concierto lo gestionó un tío de San Fernando. ¿Era un concierto del siglo?
Sólo un apunte más: Lo que se parece la letra de un conocido álbum de U2 a 'The Wall' de Pink Floyd. En la foto con el montaje que os muestro se observa...
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Homenaje a Pedro Manzano
El periódico SAN FERNANDO COFRADE comenzará su segunda temporada en su edición impresa el próximo domingo 10 de octubre de 2010, fecha en la que el rotativo quincenal dedicado a la Semana Santa de La Isla, sus hermandades y cofradías volverá a estar disponible en todos los establecimientos de prensa y kioscos de San Fernando y varios de la capital gaditana, al precio de un euro el ejemplar.
Paralelamente al inicio del curso cofrade 2010/2011, SAN FERNANDO COFRADE regresa nuevamente para atender la demanda de información existente en la ciudad relacionada con el mundo cofrade, tras la exitosa primera temporada, que terminó a finales de junio. Durante el verano, la web ‘www.sanfernandocofrade.net’ ha ofrecido puntualmente noticias sobre los actos llevados a cabo por las hermandades en estos tres meses. Ahora, el periódico cofrade de La Isla vuelve nuevamente con 24 páginas a todo color, y para presentar su segunda temporada, tendrá lugar un acto que se celebrará el viernes 8 de octubre de 2010, a partir de las 21 horas, en el auditorio del Centro de Congresos ‘Cortes de la Real Isla de León’.
La gerencia, dirección y equipo de redacción de SAN FERNANDO COFRADE han decidido destacar a una personalidad relevante relacionada con la Semana Santa, por lo que en el acto de presentación tendrá lugar un homenaje al restaurador isleño Pedro Enrique Manzano Beltrán, que actualmente lleva a cabo los trabajos de remozado de Nuestra Señora de la Caridad y próximamente acometerá la restauración de la Santísima Virgen del Carmen, patrona de San Fernando y de la Armada Española. En el acto se detallará la trayectoria del prestigioso artista afincado en Sevilla, restaurador de escultura polícroma del departamento de tratamiento del centro de intervención del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, y autor de las restauraciones de imágenes como el crucificado de la Salud o Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado de San Fernando, los titulares de las hermandades de las Tres Caídas (San Isidoro), Santa Marta, Siete Palabras, Aguas, Carretería y Exaltación, de Sevilla, o María Santísima de los Dolores de los Servitas de Cádiz, entre otras.
El profesor Manzano Beltrán ofrecerá, tras recibir el homenaje, una conferencia apoyada en imágenes titulada ‘Factores de deterioro en la imaginería devocional’, en la que expondrá detalles de su experiencia e intervenciones en las obras de arte que ha venido restaurando durante su trayectoria profesional. Finalizará su disertación esbozando las causas por las que es necesario actuar sobre la Santísima Virgen del Carmen, tras los estudios realizados a la venerada imagen, una vez que la hermandad carmelitana encargara esta tarea al prestigioso conservador isleño.
En el acto está prevista la asistencia del presidente y la Permanente del Consejo de Hermandades de San Fernando, hermanos mayores de cofradías de San Fernando, Sevilla y Cádiz, el alcalde de San Fernando y otras personalidades relacionadas con el mundo cofrade y artístico de Andalucía.
Paralelamente al inicio del curso cofrade 2010/2011, SAN FERNANDO COFRADE regresa nuevamente para atender la demanda de información existente en la ciudad relacionada con el mundo cofrade, tras la exitosa primera temporada, que terminó a finales de junio. Durante el verano, la web ‘www.sanfernandocofrade.net’ ha ofrecido puntualmente noticias sobre los actos llevados a cabo por las hermandades en estos tres meses. Ahora, el periódico cofrade de La Isla vuelve nuevamente con 24 páginas a todo color, y para presentar su segunda temporada, tendrá lugar un acto que se celebrará el viernes 8 de octubre de 2010, a partir de las 21 horas, en el auditorio del Centro de Congresos ‘Cortes de la Real Isla de León’.
La gerencia, dirección y equipo de redacción de SAN FERNANDO COFRADE han decidido destacar a una personalidad relevante relacionada con la Semana Santa, por lo que en el acto de presentación tendrá lugar un homenaje al restaurador isleño Pedro Enrique Manzano Beltrán, que actualmente lleva a cabo los trabajos de remozado de Nuestra Señora de la Caridad y próximamente acometerá la restauración de la Santísima Virgen del Carmen, patrona de San Fernando y de la Armada Española. En el acto se detallará la trayectoria del prestigioso artista afincado en Sevilla, restaurador de escultura polícroma del departamento de tratamiento del centro de intervención del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, y autor de las restauraciones de imágenes como el crucificado de la Salud o Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado de San Fernando, los titulares de las hermandades de las Tres Caídas (San Isidoro), Santa Marta, Siete Palabras, Aguas, Carretería y Exaltación, de Sevilla, o María Santísima de los Dolores de los Servitas de Cádiz, entre otras.
El profesor Manzano Beltrán ofrecerá, tras recibir el homenaje, una conferencia apoyada en imágenes titulada ‘Factores de deterioro en la imaginería devocional’, en la que expondrá detalles de su experiencia e intervenciones en las obras de arte que ha venido restaurando durante su trayectoria profesional. Finalizará su disertación esbozando las causas por las que es necesario actuar sobre la Santísima Virgen del Carmen, tras los estudios realizados a la venerada imagen, una vez que la hermandad carmelitana encargara esta tarea al prestigioso conservador isleño.
En el acto está prevista la asistencia del presidente y la Permanente del Consejo de Hermandades de San Fernando, hermanos mayores de cofradías de San Fernando, Sevilla y Cádiz, el alcalde de San Fernando y otras personalidades relacionadas con el mundo cofrade y artístico de Andalucía.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
sábado, 18 de septiembre de 2010
Ángel González Ucelay
Me llama la atención la trayectoria del periodista Ángel González Ucelay. Lo he seguido durante años hasta que hace unos meses fue despedido de Punto Radio y tuve un contacto con él. Se negó a retransmitir el Mundial pegado a un televisor con un micrófono en la mano, que era el estupendísimo sistema que Vocento tenía preparado para ofrecer a sus oyentes los devenires de lo que ocurría en Sudáfrica. Creo que eran recortes presupuestarios o algo similar, con el objetivo de no pagar derechos y otras tasas y salarios propios de un acontecimiento de esta índole. Digo yo que si creas una emisora a nivel estatal y un programa deportivo, tendrás que tener en cuenta que es de obligado cumplimiento emitir acontecimientos relevantes y ello conllevará un presupuesto. Vender duros a cuatro pesetas, incluso a tres, se estila mucho entre los empresarios a los que el periodismo les importa un rábano con bicho dentro.
El hecho es que no sé qué es de Ucelay transcurrido el verano. Tiene un blog, 'El banderín', en el que escribió por última vez en julio. Lo hizo con un testamento encubierto, en el que reconocía que ni siquiera tenía ganas de cumplir con su espacio en internet, aunque advirtiendo por otro lado que contará en él próximamente "el infierno" sufrido en Punto Radio durante estos dos últimos años, emisora que ya no escucho con la excepción de mi admirado Manolo Camacho con su deporte -de vez en cuando- y su Carnaval en temporada -siempre-.
A mí hace tiempo que el deporte como entramado periodístico y empresarial me la sopla. Yo pasé por él durante algunos años y también sé cosas, pero francamente estoy en una etapa mucho más interesante para mí profesionalmente que no me permite lamentarme de puñaladas que tuve que lamerme yo solito en mi espalda. Un periodista me preguntaba hace varios días si el Cádiz CF no me había invitado a la comida del centenario del club organizada dentro de los sonrojantes actos que se han inventado para estos meses. Me lo tomé a guasa, obviamente. Yo no me siento a comer con cualquiera, porque compartir mesa y mantel lo considero un acto de gran importancia para el ser humano. Al parecer, ellos tampoco, así que como yo soy un cualquiera, como crear un departamento que en todo un siglo jamás ha estado como lo estuvo entonces -un periódico, dos revistas, una emisora de radio, nuevos diseños, ocho trabajadores,...- tuvo que ser algo muy desacertado y lo acertado es lo de ahora, pues yo no existo. Las fotos que publican varios medios de esa comida no tienen desperdicio, viendo algunas caras de carnavaleros casposos que van al estadio borrachos de todo, moscones paletos, trepas y otros especímenes. Lo peor de todo es que tampoco vi a Luisa Torralba, jefa de prensa del Cádiz en sus años dorados, por decir un nombre entre otros más. ¿Se les llamó como haría una entidad galante y preparada? En realidad, sentarse en esas mesas los desprestigiaría. Pero todo eso a mí me hace gracia, me resulta anecdótico, entre otras cosas porque el Cádiz CF hace el ridículo diariamente y yo sólo cuando escribo aquí. Me gana por goleada, nunca mejor dicho. Pero ese campeonato sólo lo juego para divertirme. Ellos no. Esa es la diferencia. Tampoco está mal que el Cádiz gane alguna vez.
Decía que Ángel González Ucelay me llamaba la atención porque, a pesar de sus demasiadas y legítimas similitudes con José María García -era su mentor-, es un periodista sin pelos en la lengua. Y esos hoy no interesan. Apenas tiene un par de años más que yo, y se convirtió en toda una institución en las narraciones deportivas. Pero coño, Ángel, te pasa como a mí: te puede el corazón, las ganas de decir las cosas. Y ante millones de potenciales oyentes poner de mafiosos para arriba al Marca y al As entre otras muchas cosas y ejecutivos, es algo prohibido en este país donde se nos llena la boca de libertad sólo para actos institucionales estériles. Llevaba meses diciendo verdades como puños, como la aparición de Cristiano Ronaldo en la portada del Marca en 24 de 31 periódicos de ese mes. No dejaba títere con cabeza en el vomitivo mundo del fútbol, y alguna hay que dejar aunque sea colgando para agarrarte a ella si hiciera falta. Jamás fue un periodista políticamente correcto. Los periodistas políticamente correctos no son periodistas, son cronistas de poblado. Eso también se estila mucho, no meterse en "ná". Así los contratan por 800 euros y de paso los convierten en personajes secundarios de las películas de Disney, esos grotescos y graciosos pegados al hombro del malvado del filme que chivan al oído de su jefe lo que dicen o hacen los demás esperando ganarse su favor.
González Ucelay escribe en 'El banderín' con respecto al futuro momento en el que suelte su lógica bilis acumulada: "A estas alturas no voy a perder el tiempo con ningún becario, bastante he tenido yo con aguantarlos todo este tiempo, y bastante tienen ellos con el milereuista porvenir que les aguarda (el que se han labrado) hasta que por fin cierren el chiringuito. No, no van por ahí los tiros. Ni parecido. Simplemente, quiero que se sepa en manos de quién está el periodismo y, en consecuencia, en manos de quién están todos los que confían en un medio de comunicación. Para ello, nada mejor que la experiencia que he vivido en primera persona en mi última empresa. Cómo llegué, lo que allí me encontré… y mi salida".
Asegura estar ahora pensando en dejar el periodismo. Yo de ti lo haría. Es un consejo. Porque el concepto de periodismo que tienes no se parece en nada a lo que impera hoy día y volverás a estrellarte con el muro pasados unos meses. Da igual en el medio en el que estés. ¿Ves alguna diferencia entre la Ser, la Cope, Onda Cero...? Todos hacen lo mismo. Sus directivos y sus locutores. Unos en sus despachos con el bolígrafo rojo sobre nombres y los otros tratando de imitar a los de la competencia en un círculo vicioso que sólo conduce a la pobreza informativa, la clonación estilística, el paupérrimo lenguaje con palabros inexistentes ante los micrófonos sin que nadie corrija el rumbo,...
No regreses, Ángel. Yo lo prefiero en contra de lo que reclaman el resto de tus seguidores. Tu reino no es de este mundo y sufrirás. Si lo haces, prueba a crear tu propio medio. Yo lo he hecho luchando durante dos años contra los bancos, las zancadillas, y me ha funcionado durmiendo diariamente cuatro horas y trabajando denodadamente. Pero yo estoy loco. Si tú lo estás lo suficiente por el periodismo, crea la alternativa, la iniciativa que encaja en un hueco donde no llegan los otros. Siempre existen porque la maquinaria de aquellos es tan grande y pesada como torpe, por lo que no alcanzan a cubrir las necesidades reales de miles, millones de oyentes, de lectores, que buscan otra cosa. Hazlo. Pero hazlo tú. Sin depender de nadie. Y si alguna vez creo un periódico deportivo -que no se me va a ocurrir-, te llamo para soportarte, que debes tener "cacaruca" como dicen las abuelas. Yo también la tengo, haríamos buena pareja laboral. Un abrazo.
El hecho es que no sé qué es de Ucelay transcurrido el verano. Tiene un blog, 'El banderín', en el que escribió por última vez en julio. Lo hizo con un testamento encubierto, en el que reconocía que ni siquiera tenía ganas de cumplir con su espacio en internet, aunque advirtiendo por otro lado que contará en él próximamente "el infierno" sufrido en Punto Radio durante estos dos últimos años, emisora que ya no escucho con la excepción de mi admirado Manolo Camacho con su deporte -de vez en cuando- y su Carnaval en temporada -siempre-.
A mí hace tiempo que el deporte como entramado periodístico y empresarial me la sopla. Yo pasé por él durante algunos años y también sé cosas, pero francamente estoy en una etapa mucho más interesante para mí profesionalmente que no me permite lamentarme de puñaladas que tuve que lamerme yo solito en mi espalda. Un periodista me preguntaba hace varios días si el Cádiz CF no me había invitado a la comida del centenario del club organizada dentro de los sonrojantes actos que se han inventado para estos meses. Me lo tomé a guasa, obviamente. Yo no me siento a comer con cualquiera, porque compartir mesa y mantel lo considero un acto de gran importancia para el ser humano. Al parecer, ellos tampoco, así que como yo soy un cualquiera, como crear un departamento que en todo un siglo jamás ha estado como lo estuvo entonces -un periódico, dos revistas, una emisora de radio, nuevos diseños, ocho trabajadores,...- tuvo que ser algo muy desacertado y lo acertado es lo de ahora, pues yo no existo. Las fotos que publican varios medios de esa comida no tienen desperdicio, viendo algunas caras de carnavaleros casposos que van al estadio borrachos de todo, moscones paletos, trepas y otros especímenes. Lo peor de todo es que tampoco vi a Luisa Torralba, jefa de prensa del Cádiz en sus años dorados, por decir un nombre entre otros más. ¿Se les llamó como haría una entidad galante y preparada? En realidad, sentarse en esas mesas los desprestigiaría. Pero todo eso a mí me hace gracia, me resulta anecdótico, entre otras cosas porque el Cádiz CF hace el ridículo diariamente y yo sólo cuando escribo aquí. Me gana por goleada, nunca mejor dicho. Pero ese campeonato sólo lo juego para divertirme. Ellos no. Esa es la diferencia. Tampoco está mal que el Cádiz gane alguna vez.
Decía que Ángel González Ucelay me llamaba la atención porque, a pesar de sus demasiadas y legítimas similitudes con José María García -era su mentor-, es un periodista sin pelos en la lengua. Y esos hoy no interesan. Apenas tiene un par de años más que yo, y se convirtió en toda una institución en las narraciones deportivas. Pero coño, Ángel, te pasa como a mí: te puede el corazón, las ganas de decir las cosas. Y ante millones de potenciales oyentes poner de mafiosos para arriba al Marca y al As entre otras muchas cosas y ejecutivos, es algo prohibido en este país donde se nos llena la boca de libertad sólo para actos institucionales estériles. Llevaba meses diciendo verdades como puños, como la aparición de Cristiano Ronaldo en la portada del Marca en 24 de 31 periódicos de ese mes. No dejaba títere con cabeza en el vomitivo mundo del fútbol, y alguna hay que dejar aunque sea colgando para agarrarte a ella si hiciera falta. Jamás fue un periodista políticamente correcto. Los periodistas políticamente correctos no son periodistas, son cronistas de poblado. Eso también se estila mucho, no meterse en "ná". Así los contratan por 800 euros y de paso los convierten en personajes secundarios de las películas de Disney, esos grotescos y graciosos pegados al hombro del malvado del filme que chivan al oído de su jefe lo que dicen o hacen los demás esperando ganarse su favor.
González Ucelay escribe en 'El banderín' con respecto al futuro momento en el que suelte su lógica bilis acumulada: "A estas alturas no voy a perder el tiempo con ningún becario, bastante he tenido yo con aguantarlos todo este tiempo, y bastante tienen ellos con el milereuista porvenir que les aguarda (el que se han labrado) hasta que por fin cierren el chiringuito. No, no van por ahí los tiros. Ni parecido. Simplemente, quiero que se sepa en manos de quién está el periodismo y, en consecuencia, en manos de quién están todos los que confían en un medio de comunicación. Para ello, nada mejor que la experiencia que he vivido en primera persona en mi última empresa. Cómo llegué, lo que allí me encontré… y mi salida".
Asegura estar ahora pensando en dejar el periodismo. Yo de ti lo haría. Es un consejo. Porque el concepto de periodismo que tienes no se parece en nada a lo que impera hoy día y volverás a estrellarte con el muro pasados unos meses. Da igual en el medio en el que estés. ¿Ves alguna diferencia entre la Ser, la Cope, Onda Cero...? Todos hacen lo mismo. Sus directivos y sus locutores. Unos en sus despachos con el bolígrafo rojo sobre nombres y los otros tratando de imitar a los de la competencia en un círculo vicioso que sólo conduce a la pobreza informativa, la clonación estilística, el paupérrimo lenguaje con palabros inexistentes ante los micrófonos sin que nadie corrija el rumbo,...
No regreses, Ángel. Yo lo prefiero en contra de lo que reclaman el resto de tus seguidores. Tu reino no es de este mundo y sufrirás. Si lo haces, prueba a crear tu propio medio. Yo lo he hecho luchando durante dos años contra los bancos, las zancadillas, y me ha funcionado durmiendo diariamente cuatro horas y trabajando denodadamente. Pero yo estoy loco. Si tú lo estás lo suficiente por el periodismo, crea la alternativa, la iniciativa que encaja en un hueco donde no llegan los otros. Siempre existen porque la maquinaria de aquellos es tan grande y pesada como torpe, por lo que no alcanzan a cubrir las necesidades reales de miles, millones de oyentes, de lectores, que buscan otra cosa. Hazlo. Pero hazlo tú. Sin depender de nadie. Y si alguna vez creo un periódico deportivo -que no se me va a ocurrir-, te llamo para soportarte, que debes tener "cacaruca" como dicen las abuelas. Yo también la tengo, haríamos buena pareja laboral. Un abrazo.
martes, 14 de septiembre de 2010
sábado, 11 de septiembre de 2010
Freiduría Sara
Hace apenas unos pocos meses que en mi barrio abrieron una freiduría de esas a las que acudes para comprar, por apenas siete euros, un cuarto de cazón en adobo, otro de chocos y un paquete de picos en las noches que no te apetece cocinar. El establecimiento no era un freidor a la antigua usanza de los de La Isla, ahora los dignifican culinariamente con la venta de pollos asados, churros y escaparates de dudosa decoración.
La familia que lo regentaba ha decidido cerrar el local hace ya unas semanas. El otro día vi cómo desmontaban las máquinas, sacaban las mesas y sillas, y de aquella efímera freiduría -con sus posibilidades de comprar bebidas, chocolate a la taza, con su buzoneo hace dos meses por toda la zona y su carta de precios- sólo quedan los vestigios de sus elementos decorativos en la puerta.
Me invade una extraña sensación de tristeza. No creo que esas espantosas letras en los cristales haya sido el motivo por el que todo un barrio cada vez más poblado haya decidido darle la espalda a la Freiduría Sara. Tiene que haber otra razón. Hacía semanas que caminaba para mi domicilio y pasaba por su puerta. Sentados, en el escalón, observaba al patriarca callado, una mujer con delantal y una chica dando vueltas, pero ni una mesa ocupada, ni nadie en la barra haciendo un pedido. Un mediodía entré para encargar un bocadillo de pinchitos con mayonesa -orgásmico manjar de nosotros los modestos- y una lata de cerveza. Me envolvieron en papel de aluminio una monumental media barra de pan cargada de trozos de cerdo aliñado, por lo que extraje como conclusión que nadie podía quejarse de lo que ofrecía el negocio, ya fuera por defecto o por calidad. No, deben de existir otros motivos para que, durante noches enteras, se barruntara que la Freiduría Sara iba indefectiblemente a cerrar sus puertas.
Así fue. Un día ya no volvieron a abrirse. Lo que son las cosas y el azar (o no) de la vida. Unas calles más allá, lo suficiente como para que coexistieran ambos negocios, existe una modestísima pollería en la que hay que guardar colas para comprar. Freiduría Sara ha durado apenas dos, tres meses. Es amargo ver estas cosas aun siendo ajeno a ellas. Imagino la ilusión con la que esa familia habría decidido montar su local, la inversión inicial, el rosario de impuestos para comenzar, las gestiones para abastecerse del género, los nervios de la primera vez que abrió sus puertas... ¿Quién sería el primer cliente y qué pidió?
Imagino el transcurrir del tiempo y el sangrar de la contabilidad, la hemorragia imparable que los obligó a decidir acabar con la vida de algo creado por ellos, sopena de que la economía familiar se fuera al traste. Formo en mi mente la imagen de ellos dibujando, sobre la cartulina verde y con un rotulador de tosca punta, el sandwich de pollo y su precio que se ve en la puerta de acceso, incluido el efecto humeante. "Súper rico" que estaba todo, asegura el cristal. Lo trazarían con cariño para alentar a la potencial clientela, como reclamo,... La cartulina dibujada se quedó ahí como testigo mudo del fracaso que duele solidariamente. ¿Dónde estará esa familia ahora, en qué noche decidieron cerrar, qué se dijeron al reunirse, qué sintieron cuando apagaron las máquinas de asar y a los escasos días cuando las vieron llevárselas? ¿Quién es Sara: la mujer del pollero, la hija, su anciana madre, un simple nombre que agrada...?
Tiene que haber otros motivos para que Freiduría Sara cerrara. Son cosas de la vida creo, caprichos del destino, como la película. Qué arriesgado es poner un negocio en marcha y qué poco ayudan todos a que todos salgamos adelante...
La familia que lo regentaba ha decidido cerrar el local hace ya unas semanas. El otro día vi cómo desmontaban las máquinas, sacaban las mesas y sillas, y de aquella efímera freiduría -con sus posibilidades de comprar bebidas, chocolate a la taza, con su buzoneo hace dos meses por toda la zona y su carta de precios- sólo quedan los vestigios de sus elementos decorativos en la puerta.
Me invade una extraña sensación de tristeza. No creo que esas espantosas letras en los cristales haya sido el motivo por el que todo un barrio cada vez más poblado haya decidido darle la espalda a la Freiduría Sara. Tiene que haber otra razón. Hacía semanas que caminaba para mi domicilio y pasaba por su puerta. Sentados, en el escalón, observaba al patriarca callado, una mujer con delantal y una chica dando vueltas, pero ni una mesa ocupada, ni nadie en la barra haciendo un pedido. Un mediodía entré para encargar un bocadillo de pinchitos con mayonesa -orgásmico manjar de nosotros los modestos- y una lata de cerveza. Me envolvieron en papel de aluminio una monumental media barra de pan cargada de trozos de cerdo aliñado, por lo que extraje como conclusión que nadie podía quejarse de lo que ofrecía el negocio, ya fuera por defecto o por calidad. No, deben de existir otros motivos para que, durante noches enteras, se barruntara que la Freiduría Sara iba indefectiblemente a cerrar sus puertas.
Así fue. Un día ya no volvieron a abrirse. Lo que son las cosas y el azar (o no) de la vida. Unas calles más allá, lo suficiente como para que coexistieran ambos negocios, existe una modestísima pollería en la que hay que guardar colas para comprar. Freiduría Sara ha durado apenas dos, tres meses. Es amargo ver estas cosas aun siendo ajeno a ellas. Imagino la ilusión con la que esa familia habría decidido montar su local, la inversión inicial, el rosario de impuestos para comenzar, las gestiones para abastecerse del género, los nervios de la primera vez que abrió sus puertas... ¿Quién sería el primer cliente y qué pidió?
Imagino el transcurrir del tiempo y el sangrar de la contabilidad, la hemorragia imparable que los obligó a decidir acabar con la vida de algo creado por ellos, sopena de que la economía familiar se fuera al traste. Formo en mi mente la imagen de ellos dibujando, sobre la cartulina verde y con un rotulador de tosca punta, el sandwich de pollo y su precio que se ve en la puerta de acceso, incluido el efecto humeante. "Súper rico" que estaba todo, asegura el cristal. Lo trazarían con cariño para alentar a la potencial clientela, como reclamo,... La cartulina dibujada se quedó ahí como testigo mudo del fracaso que duele solidariamente. ¿Dónde estará esa familia ahora, en qué noche decidieron cerrar, qué se dijeron al reunirse, qué sintieron cuando apagaron las máquinas de asar y a los escasos días cuando las vieron llevárselas? ¿Quién es Sara: la mujer del pollero, la hija, su anciana madre, un simple nombre que agrada...?
Tiene que haber otros motivos para que Freiduría Sara cerrara. Son cosas de la vida creo, caprichos del destino, como la película. Qué arriesgado es poner un negocio en marcha y qué poco ayudan todos a que todos salgamos adelante...
jueves, 9 de septiembre de 2010
Urbania
Inauguro hoy una sección exclusivamente fotográfica en el blog. Entre las parrafadas que os ofrezco, en frecuentes ocasiones intercalaré una imagen, que dicen vale más que mil palabras, algo que no siempre es así, y menos aún si las he captado yo con la Nikon.
Las imágenes, todas 'al natural' y sin pasar por photoshop -sólo para colocarle la marca empresarial-, os servirán al menos para desentumeceros de tanta verborrea escrita salida de mis dedos. La primera la he titulado Urbania, como el tema de The Alan Parsons Project en su disco Stereotomy. ¿Qué título le pondrías tú?
Las imágenes, todas 'al natural' y sin pasar por photoshop -sólo para colocarle la marca empresarial-, os servirán al menos para desentumeceros de tanta verborrea escrita salida de mis dedos. La primera la he titulado Urbania, como el tema de The Alan Parsons Project en su disco Stereotomy. ¿Qué título le pondrías tú?
lunes, 6 de septiembre de 2010
Casi treinta años después
Creo que entre las dos fotos existen unos veinticinco años de diferencia. La de aquella década de los ochenta, en la que falta Juan Ramón ante la cámara porque obviamente alguien tenía que inmortalizar el momento, muestra a unos jóvenes que nos hemos reencontrado hace escasos días.
Teníamos apenas doce, trece, dieciséis años. La calle Jesús de la Misericordia era el hilo conductor de aquellas vivencias, y con ella la casa de abuela Nina, su cuarto alto y el de los padres de Kike Mengíbar, donde está tomada la foto que muestra un premeditado y maravilloso desorden: nuestros ZX Spectrum, magnetófonos mortificados por destornilladores, el bote de alcohol para los cabezales, cintas de cassette amontonadas con juegos, ensambladores y copiadores grabados, joysticks, televisores sustituidos en el salón del hogar por los modernos de la época -ay, quién intuía el plasma y los HD por aquella época- con los que nos quedábamos para conectar nuestros ordenadores, carteles galácticos en las paredes,...
Años antes habíamos tomado literalmente la casa de mi abuela, que vivía en el número 6, anexa a la de Kike, con K por licencia de quien ostenta el nombre. Allí dábamos rienda suelta a nuestros gustos de niños, influenciados por el carácter cofrade de nuestras familias, montábamos pasos de Semana Santa, procesionábamos con ellos por la calle, chorreábamos la cera por los antiguos aparadores del salón cuando sobre ellos montábamos efímeros altares y bailábamos sevillanas -lo intentábamos- en la habitación de la azotea de Jesús de la Misericordia 6 en la caseta de feria que montábamos en julio, donde un vaso de fanta costaba diez pesetas y una rodaja de pan Bimbo con foiegras no llegaba a cinco duros. Los gastos eran para hacer otras fiestas, pagar las flores de los pasos cuando llegara Semana Santa, encalar el propio cuarto o pintar los zócalos de las paredes de verde primavera, a juego con la añeja barandilla de madera que enlazaba con el inicio de los peldaños de un patio cuajado de geranios, flores de jarro y caliches caídos en invierno.
Si zapateábamos con firmeza en el suelo de aquella 'caseta' de niños camino de la adolescencia era cuestión de segundos que mi santa abuela apareciera por el cuadrilátero del patinillo, alzara la vista y nos reclamara para que dejáramos el jaleo porque en la cocina comenzaba a llover arenilla de entre las vigas. Además, teníamos unas vecinas que las veíamos como brujas de los cuentos con ancianas malvadas que en realidad eran las dueñas de la finca donde abuela Nina vivía alquilada desde hacía cincuenta años y el lema era cualquier cosa menos molestarlas. En realidad, la máxima de Catalina Moreno Romero era sufrir y sacrificar todo por no turbar a nadie, poner su casa a disposición de aquella pandilla de más de un docena de niños que los sábados nos reuníamos en su cuarto alto. Ella era feliz contemplando vida en su hogar y nosotros se la dábamos. Tardes enteras, noches incluso con su madrugada, la madre de Kike tenía que llamar a aquel timbre de palometa como un antiguo reloj al que darle cuerda para recoger a su hijo a la una, dos de la madrugada. La misma que poco tiempo después nos hacía cola-cao en su casa y colocaba con cariño unas galletas en un plato marrón acharolado y transparente para que merendáramos cuando sustituimos los juegos infantiles en casa de abuela Nina por los Spectrum. La otra noche, conversando con Kike, no pude seguir el relato de aquellos platos de galletas porque me empezó a doler la tráquea como cuando una obra maestra cinematográfica nos envuelve en lágrimas calladas. "Mis padres han hecho reformas en la casa, pero desde una parte de arriba creo que aún se ve la escalera que partía de la azotea de tu abuela...", me apostillaba. Uf. Cuánto dolor por el pasado, cuánta añoranza, cuánto cariño por aquellos años...
Serían las cinco de la madrugada, tras una opípara cena y muchas copas rememorando momentos ("cerrando bares" que dice Juan Ramón) cuando la otra noche quise sorprender a mis dos amigos con la guinda al pastel de los recuerdos, al primer pastel de la larga lista de los que nos hemos propuesto saborear desde ahora, una vez que se ha producido el reencuentro tras años ocupados en organizar nuestras vidas, ganarnos el sustento, soportar los envites del día a día. Nos marchamos a un edificio de la calle Méndez Núñez donde durante años vivieron mi tía Adelaida y mi prima. Allí, en la pared, aún se conservan nuestras frases escritas con lápiz, nuestras firmas, dibujos, la hora y el día: 27 de junio de 1983. Teníamos 14 años. Cuánta gente compartirá seguramente ahora momentos y circunstancias de nuestras vidas que no habían ni siquiera nacido en esa fecha... Los casi treinta años que han transcurrido no han logrado borrar las inocentes firmas y saludos escritos en ese muro. Fue un momento muy emotivo porque ni Kike ni Juan Ramón recordaban aquello. Precisamente este último, que es un maestro en el arte de hacer fotografías, quedó tan impactado que regresó al día siguiente con su equipo para recoger con su Canon la pared garabateada y enviarnos la fotografía.
No me agrada la gente aduladora con los amigos. La vida te abre los ojos cuando de valorar el concepto amistad se trata, pero de eso te percatas con la edad, no cuando aún queda mucho camino por recorrer. Pero ahora lo hago de corazón, de verdad. En este momento toca porque el reencuentro con estas dos personas no ha sido tal, ya que durante estas décadas -nada menos- siempre estuvieron presentes en mi vida. No ha habido ocasión que escuchara una canción de Alan Parsons, Pink Floyd o la ELO y no me haya acordado de ellos. Y los escucho mucho. Conservo con cariño papeles, documentos de aquellos años desperdigados en casa de mi abuela -hemos quedado para volver a verlos-, un compendio de sentimientos y objetos que no deben usarse para dar golpes de pecho, sino para custodiarlos y que vuelvan a ver la luz en el momento adecuado: el reencuentro de un encuentro que nunca dejó de ser eterno.
sábado, 4 de septiembre de 2010
'El hijo de Satán'. La verguenza de la justicia y de la televisión
El sujeto que aparece en la fotografía ha salido de la cárcel recientemente. En este enlace podemos recordar algo de lo que sucedió en su día...
http://www.lavozdigital.es/cadiz/20091017/ciudadanos/arrancaron-pelo-amenazaron-enterrarme-20091017.html
Aparte de las mamarrachadas y barbaridades cometidas, su concesionario de coches fue un lugar al que muchos acudieron para comprar su vehículo, entregaron el dinero y jamás lo recibieron. Tengo un amigo que aún espera el juicio. Aquí podemos leer también al respecto...
http://www.lavozdigital.es/jerez/20071223/jerez/empresario-fernando-prision-estafar-20071223.html
Esta noche zapeo ante el televisor y me veo al individuo en el programa 'Sálvame de luxe' como una estrella, asegurando que muchos famosos acuden a él para librarse del mal de ojo. Lo hace porque es 'El hijo de Satán', pero asevera que es un pan bendito. O maldito, ya no sé cómo calificarlo. Hace varios días, en una entrevista, aseguraba que él no se ha autodenominado jamás como el vástago del mismísimo diablo. Pero en el rótulo que aparece en Telecinco debajo de su rostro se le califica así. Imagino que él lo sabe, porque además lo están catalogando de esa manera toda la noche...
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20100827/ciudadanos/viese-jesucristo-hubiera-prision-20100827.html
Al amigo que mencioné del coche al fin y al cabo le ha costado dinero, poco más. A otras personas -una de ellas la conozco- le ha destrozado la vida. Y cuando la miré a los ojos por aquel entonces era perfectamente comprobable.
Me parece repugnante e indignante que este individuo esté cobrando en televisión y se le permita impunemente decir las chorradas que está bramando ahora mismo en un plató. La telebasura no está mal que entretenga con frikis, pero no con timadores que han destrozado hogares. ¿La justicia no actúa de oficio ante estos casos? ¿Alguien condenado, demostrada su bajeza, puede pasearse por los estudios de televisión como si tal cosa? ¿Qué habrán pensado las familias engañadas y con miembros que fueron encerrados en una chalet en Chiclana para hacerles rituales demoníacos a las que se les robaba su dinero? ¿Traerá consecuencias esta aparición en Telecinco?
Ahora mismo, el sinverguenza este acaba de decir "no voy a admitir ninguna llamada" en cuanto el presentador ha mencionado la palabra "teléfono". La que tiene que llamar es la fiscalía. Y la policía. Qué lamentable ejemplo de indefensión ante los afectados y qué sensación de imbéciles se nos queda a los que tratamos de ser honestos en la vida...
http://www.lavozdigital.es/cadiz/20091017/ciudadanos/arrancaron-pelo-amenazaron-enterrarme-20091017.html
Aparte de las mamarrachadas y barbaridades cometidas, su concesionario de coches fue un lugar al que muchos acudieron para comprar su vehículo, entregaron el dinero y jamás lo recibieron. Tengo un amigo que aún espera el juicio. Aquí podemos leer también al respecto...
http://www.lavozdigital.es/jerez/20071223/jerez/empresario-fernando-prision-estafar-20071223.html
Esta noche zapeo ante el televisor y me veo al individuo en el programa 'Sálvame de luxe' como una estrella, asegurando que muchos famosos acuden a él para librarse del mal de ojo. Lo hace porque es 'El hijo de Satán', pero asevera que es un pan bendito. O maldito, ya no sé cómo calificarlo. Hace varios días, en una entrevista, aseguraba que él no se ha autodenominado jamás como el vástago del mismísimo diablo. Pero en el rótulo que aparece en Telecinco debajo de su rostro se le califica así. Imagino que él lo sabe, porque además lo están catalogando de esa manera toda la noche...
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20100827/ciudadanos/viese-jesucristo-hubiera-prision-20100827.html
Al amigo que mencioné del coche al fin y al cabo le ha costado dinero, poco más. A otras personas -una de ellas la conozco- le ha destrozado la vida. Y cuando la miré a los ojos por aquel entonces era perfectamente comprobable.
Me parece repugnante e indignante que este individuo esté cobrando en televisión y se le permita impunemente decir las chorradas que está bramando ahora mismo en un plató. La telebasura no está mal que entretenga con frikis, pero no con timadores que han destrozado hogares. ¿La justicia no actúa de oficio ante estos casos? ¿Alguien condenado, demostrada su bajeza, puede pasearse por los estudios de televisión como si tal cosa? ¿Qué habrán pensado las familias engañadas y con miembros que fueron encerrados en una chalet en Chiclana para hacerles rituales demoníacos a las que se les robaba su dinero? ¿Traerá consecuencias esta aparición en Telecinco?
Ahora mismo, el sinverguenza este acaba de decir "no voy a admitir ninguna llamada" en cuanto el presentador ha mencionado la palabra "teléfono". La que tiene que llamar es la fiscalía. Y la policía. Qué lamentable ejemplo de indefensión ante los afectados y qué sensación de imbéciles se nos queda a los que tratamos de ser honestos en la vida...
jueves, 26 de agosto de 2010
Faro de Trafalgar
Anoche asistí al concierto de Miguel Poveda en la plaza de toros de San Fernando. Fui a fotografiarle para subir la noticia y las imágenes a la web de SAN FERNANDO COFRADE. Tras escuchar varias canciones del repertorio, salí dispuesto a continuar usando la Nikon D3000. Tenía ganas y recordé el paraje del Faro de Trafalgar, a escasos metros de Los Caños de Meca. Jamás había subido hasta la pequeña colina de aquel cíclope a las doce de la noche, así que pillé el Megane, mis cds de Sabina y Serrat y tiré millas tras cargar el trípode en el maletero.
Fueron dos horas maravillosas y del álbum de fotos os ofrezco esta de hoy. El resto las subiré al facebook en próximas horas. Parece estar captada apenas llegada la noche, pero está hecha sobre la una y media de la madrugada. Veinticinco segundos de exposición entre otros detalles y objetivos y salió una imagen que me gusta por lo que transmite a a los ojos de quien la visiona.
Regresé caminando por la playa gracias a la viva luz que ofrecía la luna. Pasé por rincones olvidados, lugares a los que no todos llegan a pesar de la masificación de la zona, y al fondo de la cuña océana penetrando en la arena, las titilantes luces de Los Caños. Regresé pasadas las tres de la madrugada. No son horas, lo admito. Si no sois ejemplo de locura como yo, os recomiendo un lugar bajo el faro, una piedra que como mascarón de proa sirve para ir delante del mundo, navegando sobre el aire y sobre el mar, un poco antes de las nueve de la noche. A la derecha veréis morir el sol y a la izquierda salir la luna. La noche y el día, al alcance de tus brazos extendidos. Con qué poco soy feliz, coño...
Fueron dos horas maravillosas y del álbum de fotos os ofrezco esta de hoy. El resto las subiré al facebook en próximas horas. Parece estar captada apenas llegada la noche, pero está hecha sobre la una y media de la madrugada. Veinticinco segundos de exposición entre otros detalles y objetivos y salió una imagen que me gusta por lo que transmite a a los ojos de quien la visiona.
Regresé caminando por la playa gracias a la viva luz que ofrecía la luna. Pasé por rincones olvidados, lugares a los que no todos llegan a pesar de la masificación de la zona, y al fondo de la cuña océana penetrando en la arena, las titilantes luces de Los Caños. Regresé pasadas las tres de la madrugada. No son horas, lo admito. Si no sois ejemplo de locura como yo, os recomiendo un lugar bajo el faro, una piedra que como mascarón de proa sirve para ir delante del mundo, navegando sobre el aire y sobre el mar, un poco antes de las nueve de la noche. A la derecha veréis morir el sol y a la izquierda salir la luna. La noche y el día, al alcance de tus brazos extendidos. Con qué poco soy feliz, coño...
viernes, 13 de agosto de 2010
El balneario de Torregorda ya no existe. ¿Y ahora qué?
El balneario de Torregorda, en el término municipal de Cádiz aunque estrechamente relacionado con San Fernando, ha dejado de existir. El año pasado por estas fechas escribía sobre las sensaciones que me causaba regresar al menos un par de veces cada verano al lugar donde durante los años de mi adolescencia me daba mis chapuzones, jugaba al fútbol con mis amigos de la época, íbamos andando hasta aquella playa y nos zafábamos de los controles militares de la entrada y en el interior.
Hace ya algunos años que la Armada decidió ceder la explotación del bar restaurante del balneario a una empresa privada, pero este verano ya no está abierto. Desconozco si Defensa no lo ha permitido, si ya no se vendían hamburguesas, raciones y cervezas y no era rentable, o simplemente, se trata de la crónica de un muerte anunciada desde que comenzó el ocaso del poder militar en esa franja del litoral, los altos mandos desmontaron sus casetas, las leyes medioambientales dejaron claro que la playa es de todos y en resumidas cuentas, Torregorda se convirtió en un símbolo más del declive de lo castrense en la zona.
Signo de los tiempos, es indefectible. Y así debe ser. Pero esa decadencia de conceptos ya caducos en muchos aspectos -hoy resulta inconcebible que te reclamen una tarjeta militar por el mero hecho de pasear por una orilla de playa- debe dar paso a iniciativas que permitan extraer los recursos que nos pueden prestar esos enclaves. Anteayer viví una experiencia desagradable no sólo por ver el balneario asqueroso, sucio, derruido en sus techos, abandonado, cuando disfruté allí de momentos inolvidables. Mi sensación fue negativa cuando me pregunté qué va a suceder ahora. Hace casi ocho años, cuando mi profesión periodística me hacía escudriñar diariamente los despachos de los políticos del Ayuntamiento gaditano en busca de noticias exclusivas para el medio en el que trabajaba, mantuve una prolongada conversación con la alcaldesa Teófila Martínez sobre aquel balneario que, no se olvide, se sitúa en término municipal capitalino. Por entonces me comentaba que no descartaba recuperar la zona para la ciudad, y parecía enterada de lo que ya comenzaba a ser un declive de la presencia militar en aquella característica localización.
En una provincia necesitada de equipamientos turísticos, reflexiono al respecto y me pregunto si no ha llegado la hora de negociar con Defensa, recuperar aquello en sus tres cuartas partes -la torre militar seguiría desempeñando su labor obviamente, pero es una mínima parte de todo el terreno allí existente- y habilitar un complejo hotelero con aparcamiento, piscinas, acceso a la playa, adecuado a las características del lugar, llamémosle si es necesario 'con encanto' y generar riqueza en Torregorda. De lo contrario, volveremos a asistir a un declive de algo que todos criticábamos pero que no somos capaces de sustituir por un proyecto reactivador de la economía tan maltrecha que tenemos. Y lo que tenemos es precisamente una zona costera que aún desconoce lo que puede rentabilizar sus paisajes naturales en armonía con las iniciativas humanas en materia de turismo.
Hace ya algunos años que la Armada decidió ceder la explotación del bar restaurante del balneario a una empresa privada, pero este verano ya no está abierto. Desconozco si Defensa no lo ha permitido, si ya no se vendían hamburguesas, raciones y cervezas y no era rentable, o simplemente, se trata de la crónica de un muerte anunciada desde que comenzó el ocaso del poder militar en esa franja del litoral, los altos mandos desmontaron sus casetas, las leyes medioambientales dejaron claro que la playa es de todos y en resumidas cuentas, Torregorda se convirtió en un símbolo más del declive de lo castrense en la zona.
Signo de los tiempos, es indefectible. Y así debe ser. Pero esa decadencia de conceptos ya caducos en muchos aspectos -hoy resulta inconcebible que te reclamen una tarjeta militar por el mero hecho de pasear por una orilla de playa- debe dar paso a iniciativas que permitan extraer los recursos que nos pueden prestar esos enclaves. Anteayer viví una experiencia desagradable no sólo por ver el balneario asqueroso, sucio, derruido en sus techos, abandonado, cuando disfruté allí de momentos inolvidables. Mi sensación fue negativa cuando me pregunté qué va a suceder ahora. Hace casi ocho años, cuando mi profesión periodística me hacía escudriñar diariamente los despachos de los políticos del Ayuntamiento gaditano en busca de noticias exclusivas para el medio en el que trabajaba, mantuve una prolongada conversación con la alcaldesa Teófila Martínez sobre aquel balneario que, no se olvide, se sitúa en término municipal capitalino. Por entonces me comentaba que no descartaba recuperar la zona para la ciudad, y parecía enterada de lo que ya comenzaba a ser un declive de la presencia militar en aquella característica localización.
En una provincia necesitada de equipamientos turísticos, reflexiono al respecto y me pregunto si no ha llegado la hora de negociar con Defensa, recuperar aquello en sus tres cuartas partes -la torre militar seguiría desempeñando su labor obviamente, pero es una mínima parte de todo el terreno allí existente- y habilitar un complejo hotelero con aparcamiento, piscinas, acceso a la playa, adecuado a las características del lugar, llamémosle si es necesario 'con encanto' y generar riqueza en Torregorda. De lo contrario, volveremos a asistir a un declive de algo que todos criticábamos pero que no somos capaces de sustituir por un proyecto reactivador de la economía tan maltrecha que tenemos. Y lo que tenemos es precisamente una zona costera que aún desconoce lo que puede rentabilizar sus paisajes naturales en armonía con las iniciativas humanas en materia de turismo.
viernes, 6 de agosto de 2010
'Invictus' en San Fernando en la 'Noche blanca'
Este sábado 7 de agosto se proyecta 'Invictus', la última película de Clint Eastwood, en el Centro de Congresos de San Fernando. El Ayuntamiento de la localidad gaditana ha organizado lo que viene a denominarse una 'Noche blanca', en la que permanecerán abiertos museos, teatros, centros culturales, etc. hasta altas horas de la madrugada, tendrán lugar conciertos de diversos estilos musicales en diversos puntos de la ciudad al aire libre y se ha tenido la feliz y acertada idea de recuperar las proyecciones cinematográficas veraniegas que tanto éxito obtuvieron hace algunos años. En esta ocasión se ofrece en un lugar que esta mañana, realizando la prueba de imagen y sonido, me trajo recuerdos gratísimos de mi niñez y juventud. Ese edificio congresual fue en su día el añorado Cine Almirante, y en la sala donde hemos proyectado unos minutos del filme protagonizado por Morgan Freeman hemos visionado cientos de películas hasta que la empresa de José Luis Ballester decidió cerrarlo a principios de la década de los noventa. Ahora es un extraordinario edificio domotizado, pero el auditorio principal tiene la misma forma que aquel cine. Y viendo una pelicula en la pantalla, la primera que se proyecta desde que el centro fue inaugurado como punto neurálgico congresual en el corazón de la ciudad, me han venido a la mente tantas y tantas cintas vistas allí.
La película se proyecta a la una de la madrugada. Os la recomiendo enfervorizadamente, en especial para los amantes de Clint Eastwood como director. Dos nominaciones a los Oscar y un historia real sobre la superación del 'apartheid' en Sudáfrica gracias al deporte. Freeman hace del presidente Nelson Mandela. Se ha querido proyectar un filme relacionado con los valores humanos, la igualdad y solidaridad y el ímpetu del pueblo, como elementos relacionados asimismo con el espíritu del Bicentenario de las Cortes de 1810 que se celebra en San Fernando este año. La entrada es gratuita. Y si antes quieres ambientarte con la música de cine, la Banda Municipal ofrece un concierto de bandas sonoras en el atrio del Ayuntamiento, a escasos metros del Centro de Congresos, con temas tan extraordinarios como 'Las trece rosas', 'Parque jurásico' o 'Silverado'. Será a las 23.45 horas.
La película se proyecta a la una de la madrugada. Os la recomiendo enfervorizadamente, en especial para los amantes de Clint Eastwood como director. Dos nominaciones a los Oscar y un historia real sobre la superación del 'apartheid' en Sudáfrica gracias al deporte. Freeman hace del presidente Nelson Mandela. Se ha querido proyectar un filme relacionado con los valores humanos, la igualdad y solidaridad y el ímpetu del pueblo, como elementos relacionados asimismo con el espíritu del Bicentenario de las Cortes de 1810 que se celebra en San Fernando este año. La entrada es gratuita. Y si antes quieres ambientarte con la música de cine, la Banda Municipal ofrece un concierto de bandas sonoras en el atrio del Ayuntamiento, a escasos metros del Centro de Congresos, con temas tan extraordinarios como 'Las trece rosas', 'Parque jurásico' o 'Silverado'. Será a las 23.45 horas.
jueves, 5 de agosto de 2010
Días torcidos
Hay días que suceden cosas inexplicables y surgen preguntas que no tienen respuesta. Entonces más vale que las horas transcurran rápidas y ya mañana... aparecerán otros interrogantes que tampoco sabrá nadie contestar. Porque, veamos,... Llevas unas fotos en un lápiz óptico a que una maquinita automática te las imprima en Carrefour, que cierra a las diez de la noche, y cuando vas a darle al aparatito, está apagado.
-"Oiga, ¿la máquina de fotos...?"
-"No, es que se apaga a las diez menos cuarto".
-"Ah, entonces ustedes cierran a las diez menos cuarto".
-"No, no, a las diez".
-"¿Pero no me está diciendo que la máquina se apaga a menos cuarto?".
-"Sí, pero el local se cierra a las diez".
-"¿Y no ponen ustedes un cartel advirtiendo de que la máquina se apaga antes?"
-"No, es que cerramos a las diez...".
Y así sucesivamente. Conversación de besugos, de manera que ya saben. Si quieren sacar algunas fotos de la maquinita del Carrefour, caso omiso al horario porque un cuarto de hora antes te la fulminan.
Es como ir al banco y tratar de pagar en un ingresador. Jamas creí que pudiera fallar un mecanismo para darle dinero a un banco, eso es lo último para sus intereses que puede joderse del sistema informático o como queramos llamarlo que controla todo eso de organizar los cuartos de una entidad financiera. Pues falla. Y tanto. Media mañana por lo menos, calculé yo.
Después vas a entregar un pantalón a la lavandería rápida (je) de otro centro comercial para una boda este sábado. Lo llevas el martes, pero te dicen que hasta el jueves de la siguiente semana no puedes recogerlo sin la pamplina de mancha que tiene en un pernil, fruto de una gamba rebozada saltarina en un acto reciente. Es decir, que para lavar un pantalón, diez días. Y eso que es tintorería rápida. He cambiado de traje para el casorio de la pareja que ha tenido la gentileza de invitarme.
Lo mejor es que, después de ir al edificio de Hacienda en Cádiz para recoger un certificado de estar al corriente de pago con ellos y hacerlo dos veces por un error de la administración, se te quede el coche tirado porque la batería ha ido por tabaco. En Renault dicen que un coche con capota es que chupa mucha energía si la quito algunas veces y esas cosas. O sea, que el (carísimo) coche, ese que me tiene con el agua al cuello unos añitos, es la repolla de vacilón y bonito, pero la batería es como para un Mini Morris. Pregunto en mi ignorancia si es que no se hacen baterías potentes para estos coches y así evitamos mi cara de gilipollas esperando una grúa. Pero no, no hay respuesta convincente.
Para completar la jornada, creo que ya encontré el motivo por el que Orange te regala un Nokia no recuerdo ahora el modelo exacto, con cámara de 5 megapixels y todo lo que quieran vendernos, por el simple hecho de cambiarte de compañía. Yo lo hice en marzo pasado, dejé Movistar tras muchos años y me fui a los naranjas. Y como decía, ya sé porqué regalan un terminal: resulta una auténtica mierda y la pantalla se ha ido también a comprar tabaco. No veo nada, ni puedo llamar, ni ver quién me telefonea, ni manejar el menú,... Y no me he bañado en la playa con el móvil encima, que conste.
A ver mañana qué toca, porque insisto: hay días en los que la humanidad se levanta torcida.
-"Oiga, ¿la máquina de fotos...?"
-"No, es que se apaga a las diez menos cuarto".
-"Ah, entonces ustedes cierran a las diez menos cuarto".
-"No, no, a las diez".
-"¿Pero no me está diciendo que la máquina se apaga a menos cuarto?".
-"Sí, pero el local se cierra a las diez".
-"¿Y no ponen ustedes un cartel advirtiendo de que la máquina se apaga antes?"
-"No, es que cerramos a las diez...".
Y así sucesivamente. Conversación de besugos, de manera que ya saben. Si quieren sacar algunas fotos de la maquinita del Carrefour, caso omiso al horario porque un cuarto de hora antes te la fulminan.
Es como ir al banco y tratar de pagar en un ingresador. Jamas creí que pudiera fallar un mecanismo para darle dinero a un banco, eso es lo último para sus intereses que puede joderse del sistema informático o como queramos llamarlo que controla todo eso de organizar los cuartos de una entidad financiera. Pues falla. Y tanto. Media mañana por lo menos, calculé yo.
Después vas a entregar un pantalón a la lavandería rápida (je) de otro centro comercial para una boda este sábado. Lo llevas el martes, pero te dicen que hasta el jueves de la siguiente semana no puedes recogerlo sin la pamplina de mancha que tiene en un pernil, fruto de una gamba rebozada saltarina en un acto reciente. Es decir, que para lavar un pantalón, diez días. Y eso que es tintorería rápida. He cambiado de traje para el casorio de la pareja que ha tenido la gentileza de invitarme.
Lo mejor es que, después de ir al edificio de Hacienda en Cádiz para recoger un certificado de estar al corriente de pago con ellos y hacerlo dos veces por un error de la administración, se te quede el coche tirado porque la batería ha ido por tabaco. En Renault dicen que un coche con capota es que chupa mucha energía si la quito algunas veces y esas cosas. O sea, que el (carísimo) coche, ese que me tiene con el agua al cuello unos añitos, es la repolla de vacilón y bonito, pero la batería es como para un Mini Morris. Pregunto en mi ignorancia si es que no se hacen baterías potentes para estos coches y así evitamos mi cara de gilipollas esperando una grúa. Pero no, no hay respuesta convincente.
Para completar la jornada, creo que ya encontré el motivo por el que Orange te regala un Nokia no recuerdo ahora el modelo exacto, con cámara de 5 megapixels y todo lo que quieran vendernos, por el simple hecho de cambiarte de compañía. Yo lo hice en marzo pasado, dejé Movistar tras muchos años y me fui a los naranjas. Y como decía, ya sé porqué regalan un terminal: resulta una auténtica mierda y la pantalla se ha ido también a comprar tabaco. No veo nada, ni puedo llamar, ni ver quién me telefonea, ni manejar el menú,... Y no me he bañado en la playa con el móvil encima, que conste.
A ver mañana qué toca, porque insisto: hay días en los que la humanidad se levanta torcida.
miércoles, 28 de julio de 2010
De toros y uso a la conveniencia
Corren tiempos difíciles para los que tratamos de reflexionar sobre las cosas y los hechos sin utilizarlos para la conveniencia personal o ideológica. A estas alturas es lógico que muchos nos aburramos y tiremos por la calle de enmedio, es decir, lo que en gaditano se llama "no meterse en ná". Pero entonces, a ver quién pone los puntos sobre las íes.
El debate nacional se centra ahora en la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Surgen los pareceres, las antítesis en los planteamientos, los pros y los contras de decisiones de este tipo,... Y yo con las narices hinchadas de tanta utilización de las cosas por unos y por otros. Porque, a ver, es obvio que el espectáculo del toreo con toda su parafernalia arroja elementos artísticos que siempre hemos debido tener en cuenta, y ello ha influido en otras artes que han bebido de la estética, la música o el léxico taurino. Me gusta un pasodoble bien escrito, las filigranas, los trajes y hasta ese instrumento tan repugnante como es una banderilla, aunque me agradan más las picantes enlatadas terminadas en un trozo de pepinillo. Me gusta el lenguaje taurino, tan rico y concreto, las crónicas de los periódicos con su argot particular... Pero coño, tantos elementos de valor o de oropel en función de su valía no debe ocultarnos la vista del trasfondo del espectáculo, así que seamos claros y digamos que todo eso se centra en martirizar a un animal de la manera más salvaje que podamos imaginarnos, con saña además, que para eso se utilizan a lo largo de una faena y estratégicamente elementos casi mortales destinados a joder al toro y desangrarlo. Y aunque las bandas de pueblo toquen bien lo de 'Manolete' y las niñas estén muy atractivas de mantilla luciendo palmito, abajo, sobre el albero, un ser vivo se mueve a trompicones mientras la sangre le chorrea por sus manos y patas, vomita por la boca, se le clava un estoque que ríase usted de Vlad el empalador y la gente aplaude tan paradójico espectáculo.
Yo comprendo a los defensores de lo que llaman fiesta nacional, aunque deberían no utilizar más este término, porque ya no sabemos qué es nacional y qué no. Lo entiendo por tradición, por el arte anteriormente descrito, por ese rabioso y sentido surrealismo del ser humano que irrefrenablemente nos lleva a manifestaciones racionalmente infundadas pero que están ahí, véase también la Semana Santa o sentimientos interiores reflejados en fiestas o expresiones espirituales. Los comprendo menos cuando dicen que hay que mantener el toreo porque si no es así las plazas habrá que cerrarlas y los empresarios quebrarán. Pues mire usted, tienen un periodo para ir adaptándose a ofrecer otra cosa, porque si mantenemos ese ejemplo, entonces habrá que legalizar el tráfico de drogas, del que viven lo que no podemos imaginar de personal, o la prostitución tal y como está concebida. Son dos casos por decir algo, no se me escandalice nadie. Tampoco vale aquello de alertar demagógicamente sobre la necesidad de matar brutalmente al toro porque si no se practica esta actividad desaparece la especie. Lo de 'La maté porque era mía' o la creación de Frankenstein y hago con él lo que me sale de los huevos no vale en una sociedad moderna. De modo que a lo mejor hay que hacer algo intermedio, reinventar el toreo sin matar al animal salvajemente en unos tiempos ya teóricamente menos primitivos, no sé... Porque comprendo también a los antitaurinos.
La cosa es que resulta imposible analizar con frialdad el asunto porque, como todo en España, se utiliza torticeramente en beneficio de políticos o interesados. Dicho a las claras: una corrida (de toros) me parece una salvajada, así de tajante, pero me indigna que unos politiquillos de tres al cuarto de Cataluña utilicen este argumento para atacar al espectáculo porque 'huele a España'. Es como el Estatut. Todos son ganas de tocar los cojones. Que sí, que mire usted, que los toros son espectáculos brutales y Cataluña es una nación, para usted la peseta, me importa un rábano con bicho dentro como quieran ustedes llamarse. España es un país enfrentado a sí mismo porque lo coyuntural que se proyectó nada más llegada la democracia se ha hecho ley y no hay quien se atreva a tocarlo. Vivimos en una república federal con monarquía, en la que cada autonomía tiene paulatinamente más competencias desproporcionadas en el crecimiento de todo el territorio y la aceleración de cada una de ellas va a su puñetera bola, de manera que el debate sobre lo que somos continuará presente mientras no haya narices de definir con valentía qué puñetas es España política y administrativamente y desaparezcan los tocapelotas. Como los políticos catalanes que utilizan las corridas (de toros) para dar por saco a España. Y eso me jode. Igual que la derecha creando correos en internet anunciando la catástrofe de que España se rompe por cosas como las corridas (de toros) o Rajoy replicando con otro mal uso del asunto, porque hombre, don Mariano, comprendo que como conservador defienda la fiesta ¿nacional?, porque usted y algunos de los suyos son mucho de mujer al brazo con pinta de sumisa, camisas con iniciales, pisacarbatas y gemelos con escudos reales y flor de lis, puro, copa y otros elementos estéticos casposos, pero de ahí a decir que pedirán que el toreo sea declarado "fiesta de interés cultural"... Insisto en que le admito los elementos -siempre secundarios- que anteriormente describí, pero de ahí a llegar a decir que la muerte paulatina de un animal provocada exprofeso y de manera estratégica es "cultura", pues va un trecho, oiga. Pertenecer a un país que como fiesta de interés cultural nacional tiene el ensartar a un animal me sabe mal, para qué le voy a engañar. Como lo de la caza del zorro de los angloamiguetes y otras burradas repartidas por el mundo. Preferiría que usted se ocupara de declarar de interés cultural otras cosas realmente hermosas y sin la presencia de seres vivos destrozados de por medio. Si quiere le digo unas cuantas, aunque seguro que usted las sabe. Pero como se trata de usar a su conveniencia el tema... Justo lo que hacen los otros. Y así estamos, con la casa, el país, la nación o como quieran ustedes llamarlo, sin barrer.
El debate nacional se centra ahora en la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Surgen los pareceres, las antítesis en los planteamientos, los pros y los contras de decisiones de este tipo,... Y yo con las narices hinchadas de tanta utilización de las cosas por unos y por otros. Porque, a ver, es obvio que el espectáculo del toreo con toda su parafernalia arroja elementos artísticos que siempre hemos debido tener en cuenta, y ello ha influido en otras artes que han bebido de la estética, la música o el léxico taurino. Me gusta un pasodoble bien escrito, las filigranas, los trajes y hasta ese instrumento tan repugnante como es una banderilla, aunque me agradan más las picantes enlatadas terminadas en un trozo de pepinillo. Me gusta el lenguaje taurino, tan rico y concreto, las crónicas de los periódicos con su argot particular... Pero coño, tantos elementos de valor o de oropel en función de su valía no debe ocultarnos la vista del trasfondo del espectáculo, así que seamos claros y digamos que todo eso se centra en martirizar a un animal de la manera más salvaje que podamos imaginarnos, con saña además, que para eso se utilizan a lo largo de una faena y estratégicamente elementos casi mortales destinados a joder al toro y desangrarlo. Y aunque las bandas de pueblo toquen bien lo de 'Manolete' y las niñas estén muy atractivas de mantilla luciendo palmito, abajo, sobre el albero, un ser vivo se mueve a trompicones mientras la sangre le chorrea por sus manos y patas, vomita por la boca, se le clava un estoque que ríase usted de Vlad el empalador y la gente aplaude tan paradójico espectáculo.
Yo comprendo a los defensores de lo que llaman fiesta nacional, aunque deberían no utilizar más este término, porque ya no sabemos qué es nacional y qué no. Lo entiendo por tradición, por el arte anteriormente descrito, por ese rabioso y sentido surrealismo del ser humano que irrefrenablemente nos lleva a manifestaciones racionalmente infundadas pero que están ahí, véase también la Semana Santa o sentimientos interiores reflejados en fiestas o expresiones espirituales. Los comprendo menos cuando dicen que hay que mantener el toreo porque si no es así las plazas habrá que cerrarlas y los empresarios quebrarán. Pues mire usted, tienen un periodo para ir adaptándose a ofrecer otra cosa, porque si mantenemos ese ejemplo, entonces habrá que legalizar el tráfico de drogas, del que viven lo que no podemos imaginar de personal, o la prostitución tal y como está concebida. Son dos casos por decir algo, no se me escandalice nadie. Tampoco vale aquello de alertar demagógicamente sobre la necesidad de matar brutalmente al toro porque si no se practica esta actividad desaparece la especie. Lo de 'La maté porque era mía' o la creación de Frankenstein y hago con él lo que me sale de los huevos no vale en una sociedad moderna. De modo que a lo mejor hay que hacer algo intermedio, reinventar el toreo sin matar al animal salvajemente en unos tiempos ya teóricamente menos primitivos, no sé... Porque comprendo también a los antitaurinos.
La cosa es que resulta imposible analizar con frialdad el asunto porque, como todo en España, se utiliza torticeramente en beneficio de políticos o interesados. Dicho a las claras: una corrida (de toros) me parece una salvajada, así de tajante, pero me indigna que unos politiquillos de tres al cuarto de Cataluña utilicen este argumento para atacar al espectáculo porque 'huele a España'. Es como el Estatut. Todos son ganas de tocar los cojones. Que sí, que mire usted, que los toros son espectáculos brutales y Cataluña es una nación, para usted la peseta, me importa un rábano con bicho dentro como quieran ustedes llamarse. España es un país enfrentado a sí mismo porque lo coyuntural que se proyectó nada más llegada la democracia se ha hecho ley y no hay quien se atreva a tocarlo. Vivimos en una república federal con monarquía, en la que cada autonomía tiene paulatinamente más competencias desproporcionadas en el crecimiento de todo el territorio y la aceleración de cada una de ellas va a su puñetera bola, de manera que el debate sobre lo que somos continuará presente mientras no haya narices de definir con valentía qué puñetas es España política y administrativamente y desaparezcan los tocapelotas. Como los políticos catalanes que utilizan las corridas (de toros) para dar por saco a España. Y eso me jode. Igual que la derecha creando correos en internet anunciando la catástrofe de que España se rompe por cosas como las corridas (de toros) o Rajoy replicando con otro mal uso del asunto, porque hombre, don Mariano, comprendo que como conservador defienda la fiesta ¿nacional?, porque usted y algunos de los suyos son mucho de mujer al brazo con pinta de sumisa, camisas con iniciales, pisacarbatas y gemelos con escudos reales y flor de lis, puro, copa y otros elementos estéticos casposos, pero de ahí a decir que pedirán que el toreo sea declarado "fiesta de interés cultural"... Insisto en que le admito los elementos -siempre secundarios- que anteriormente describí, pero de ahí a llegar a decir que la muerte paulatina de un animal provocada exprofeso y de manera estratégica es "cultura", pues va un trecho, oiga. Pertenecer a un país que como fiesta de interés cultural nacional tiene el ensartar a un animal me sabe mal, para qué le voy a engañar. Como lo de la caza del zorro de los angloamiguetes y otras burradas repartidas por el mundo. Preferiría que usted se ocupara de declarar de interés cultural otras cosas realmente hermosas y sin la presencia de seres vivos destrozados de por medio. Si quiere le digo unas cuantas, aunque seguro que usted las sabe. Pero como se trata de usar a su conveniencia el tema... Justo lo que hacen los otros. Y así estamos, con la casa, el país, la nación o como quieran ustedes llamarlo, sin barrer.
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