miércoles, 26 de febrero de 2020

La banda sonora para despedir el día...'Carmen'/'Montoyas y Tarantos'/'La venganza'. PACO DE LUCÍA


Tal día como hoy, 26 de febrero, pero de 2014, fallecía uno de los músicos españoles más virtuosos con un instrumento, en este caso la guitarra. 
Paco de Lucía sentía una sensación extraña en la playa mexicana de Cancún -allí caía la tarde, en España era de madrugada- mientras jugaba con su hijo más pequeño. Sus manos jamás volvieron a transformar aquellas cuerdas en elixir musical emanado de un dios del flamenco. 
Lo cierto es que Paco de Lucía tuvo una estrecha relación con el cine que incluso le propició un reconocimiento mundial. Es obvio cuál era su estilo, lo que no fue óbice para que, además de ponerle música a películas relacionadas con el cante jondo, también experimentara y fuera contratado por directores extranjeros. El caso más, digamos, pintoresco, fue cuando en 1984 lo llamó el cineasta británico Stephen Frears, director años después de 'Las amistades peligrosas' para que le pusiera música a su nueva película, 'The Hit', llamada en España 'La venganza', un tutum-revolutum de cine negro con localización en nuestro país en el que aparecían nada menos que John Hurt y Terence Stamp como protagonistas, charlando a los sones de la guitarra de Paco de Lucía. En el vídeo que os ofrezco esta noche para recordar al guitarrista y compositor os lo muestro en tercer lugar. 
En los dos primeros tenemos varios momentos de 'Carmen', la película que en 1983 dirigió Carlos Saura basada en la famosa historia que escribiera Prosper Mérimée versionada desde la perspectiva del flamenco, con Antonio Gades, Laura del Sol y Cristina Hoyos en los principales papeles. 
Saura embauca al espectador con la saga de musicales étnicos que dirigió en aquellos años -Flamenco, Sevillanas, Tango, Fados, etc.- y aquí contó con Paco de Lucía tanto como actor -es un miembro de la compañía de Gades- como músico y compositor. Desde el inicio de ‘Carmen’ hay una poderosa mescolanza de músicas, la grandiosidad de Bizet en los créditos da paso a un intercambio auditivo con la composición de De Lucía y su virtuosismo interpretativo. ¡Canta Marisol en esta secuencia en la penúltima película de su carrera en la que apareció! En otra secuencia nos recuerda una lapidaria frase sobre las mujeres y los gatos y posteriormente escuchamos un delicado tema que acompaña a los dos protagonistas frente a un espejo. 
La película de Saura y la música expresamente escrita por Paco de Lucía para 'Carmen' no pasaron desapercibidas. Fue nominada al Oscar a mejor cinta de habla no inglesa representando a España, al Globo de Oro, a los Bafta y a otros galardones más. 
Ya en 1989, Paco de Lucía compone la banda sonora de 'Montoyas y Tarantos', que vuelve a optar al Oscar sin lograrlo. En los Goya aspiró a siete apartados y precisamente los dos 'cabezones' que se llevó fue a mejor sonido y música original. Creo que el desarrollo fílmico que De Lucía logró en 'Carmen' no está tan presente en la película de Vicente Escrivá, donde en numerosas ocasiones su música no posee valor narrativo alguno sino de acompañamiento a lo visual. En la secuencia que os ofrezco en el vídeo lo podéis comprobar al servir como ejemplo. 
Ya en otras películas de distintos directores, temas previamente compuestos o tocados a la guitarra por Paco de Lucía han sido utilizados en numerosas ocasiones. 
(Texto del libro en imprenta 'Las bandas sonoras para despedir los días')

martes, 25 de febrero de 2020

La banda sonora para despedir el día... 'Picnic'/'De aquí a la eternidad'


El 25 de febrero de 1908 nació George Duning, un compositor al que a día de hoy no se le ha reconocido como se merece. 
Durante casi dos décadas fue el compositor que musicalizaba las películas de la Columbia y se introdujo en el mundo de la televisión en su última etapa. Aun siendo un músico de exquisitas partituras que se desenvolvía extraordinariamente en los románticos melodramas de la Columbia, su versatilidad se demuestra a lo largo de los años cuando en su última etapa compuso para series de televisión. Duning pasó de crear música para clásicos como 'Salomé (1953) a componer para capítulos de la serie de TV 'Ster Trek', siempre con satisfactorios resultados. Falleció en el año 2000 a los 97 años.
Fue nominado al Oscar en cinco ocasiones, pero nunca lo logró. Dos de ellas fueron sendos trabajos para grandes películas: 'De aquí a la eternidad' (1953) y 'Picnic' (1955). A la primera le ganó 'Lili', de Bronislau Kaper y a la segunda 'La colina del adiós', de Alfred Newman. En el vídeo que os adjunto hoy hago un repaso por las bandas sonoras de ambas películas. Comienzo por 'Picnic' debido a su gran interés. 
Es muy probable que una buena parte de los millones de jóvenes que se tragan decenas de subproductos seudorománticos contemporáneos o películas encumbradas hasta haber sido distinguidas con la vitola de intocables no hayan visto jamás 'Picnic'. Se trata de una película demostrativa de que en el cine de entonces -y hablamos de los años cincuenta del pasado siglo- existían menos complejos, incluso mayor libertad, para tratar determinados temas como todo lo referente a lo sexual. Si 'Lolita' de Kubrick ya lo demostró algunos años después, Joshua Logan consigue con 'Picnic' una película perturbadora en la que el sexo está presente de manera constante.
En resumidas cuentas, la cosa va de un chulo que no sabe qué hacer en el mundo, llega a un pueblo sureño de USA donde encontrará a un antiguo compañero de estudios y la dulce novia de éste se enamorará del cachas recién aparecido. Argumento de adolescentes sino fuera porque, junto con esto, la hermana (aun más) pequeña también se siente atraída por él, una profesora amargada que se emborracha y aborrece a su novio intenta hasta violar al tipo durante un baile e incluso la actitud de la madre de las dos chicas es a veces ambigua cuando contempla al musculoso protagonista. Si para colmo el papel se lo dieron a William Holden, que por entonces tenía 37 años, y el de la chica enamorada a Kim Novak, que tenía 22, el morbo está servido.
Hay para mucho de que hablar sobre esto, pero no es el objetivo de este post, sino destacar que George Duning compone una partitura con un grandioso tema principal que en vídeo lo podéis escuchar en los créditos iniciales, acompaña perfectamente con su composición a la 'presentación' del personaje de Hal Carter (W. Holden) ante el grupo de mujeres y se da en este filme algo que en pocos, a lo largo de la historia del cine, se ha hecho tan estupendamente: en el memorable baile de Holden con Kim Novak en el picnic y cuya tragedia se masca (la aparición de Novak y su contorneo es algo extraordinario), la secuencia se inicia con el tema 'Moonglow' compuesto en 1933 por Will Hudson, Irving Mills y Eddie DeLange, para paulatinamente ir introduciéndose el tema de George Duning para la película con los violines de la orquesta.
Finalizamos 'Picnic' con los momentos finales de la película y la marcha de Kim Novak-Madge de su hogar. 
Para terminar el vídeo, os recuerdo la famosa secuencia de la playa de 'De aquí a la eternidad', otra estupenda banda sonora de Duning que acompaña de manera romántica la secuencia y se amolda al momento de tensión que provoca Burt Lancaster censurándole a Deborah Kerr sus relaciones amorosas anteriores. Escuchad cómo la música se vuelve grave, después se silencia, apostillando el cambio anímico de ambos, y el regreso al romanticismo de violines tras las explicaciones de la chica. "Vuelve aquí, sargento. Te contaré toda la historia".

domingo, 23 de febrero de 2020

Los patinetes eléctricos en San Fernando


El galimatías sobre el uso de los patinetes en San Fernando está muy claro, permitidme estos apuntes después de que en estos días se haya incrementado el debate a raíz de unas declaraciones radiofónicas de un representante de la Policía Local.

1. El agente lleva razón, a pesar de los 'piropos' que está recibiendo en las redes sociales: los patinetes eléctricos NO PUEDEN CIRCULAR por San Fernando POR NINGÚN SITIO. Aunque parezca mentira, así lo prohíbe la Ordenanza Municipal de Circulación vigente. Lo especifica claramente el artículo 180 de esta normativa, que se puede leer en su totalidad en el apartado correspondiente en la web del Ayuntamiento. En la imagen adjunta a este texto os reproduzco ese texto concreto.

2. En ENERO de 2019, es decir, hace ya UN AÑO Y UN MES, el Gobierno municipal anunció el inicio de las gestiones para adaptar esta ordenanza a las necesidades actuales de un sector de la ciudadanía que ha optado por el uso de este vehículo. Eso es innegable, son muchos isleños e isleñas y están además representados por asociaciones de usuarios. Tanto es así que se produjeron por entonces reuniones al respecto entre estas organizaciones y el concejal de turno. El Ayuntamiento emitió una nota de prensa, el 19 de enero de 2019, anunciando la regulación del uso del patinete. Textualmente se expuso en la nota lo siguiente: "El gobierno local viene trabajando en una modificación global de la Ordenanza Municipal de Circulación con el objetivo de adaptarla a la nueva normativa vigente, si bien el fenómeno del uso del patinete eléctrico está creciendo de tal manera que se ha considerado que es necesario adelantarse a este cambio generalizado de la norma con una modificación puntual (...) En ello estamos, para poner en vigor esa modificación en breve". Este es el enlace a la noticia: https://www.diariodecadiz.es/…/San-Fernando-regulara-patine… 

3. No solo se aseguró que se modificaría puntualmente la ordenanza, sino que además se hablaba de las bondades del uso del patinete: "Se trata -dice el concejal- de un vehículo que no contamina al evitar el uso del combustible, elimina atascos de tráfico, problemas de aparcamiento e incluso de robos puesto que suelen ser objetos plegables que portan sus propios usuarios, y ofrece la oportunidad de trasladarnos de un lugar a otro evitando las aglomeraciones de los vehículos privados, con lo que ello supone para continuar idealizando San Fernando de cara a su transformación en una ciudad de alto valor medioambiental".

4. Si actualmente está prohibido circular por toda la ciudad, la conclusión es clara: no han sido capaces ¡EN TRECE MESES! no ya de cambiar la normativa completa con el lógico tiempo que ello supone y los trámites administrativos, sino ni siquiera de modificar UN SOLO ARTÍCULO -el 180- y con ello cumplir con lo prometido en su momento, es decir, "adelantarse a este cambio generalizado de la norma" como el mismo comunicado anunciaba que sucedería. La presumible excusa de la complejidad del cambio en el articulado debido a las peculiares características de la calle Real y otras justificaciones son solo eso: excusas que contradicen lo que en la nota de HACE UN AÑO Y UN MES se contemplaba como factible.

5. CONCLUSIÓN: Cientos de usuarios no tienen cobertura legal para circular con sus patinetes por la ciudad, la Policía Local no tiene culpa y en un gesto de buena voluntad hace la vista gorda -si no lo hace la cantidad de sanciones pondría en pie de guerra a muchos usuarios y a las asociaciones, que demasiada paciencia tienen- y San Fernando está a la cola de numerosos municipios, muchos de ellos en la propia provincia, entre ellos la capital, que sí tienen ya actualizada la ordenanza respecto a estos vehículos.
¿Qué hacer? Nada. Esperar a que, tras TRECE MESES, esta gente preocupada por el cambio climático y que pierden el tiempo en pijadas que no voy a enumerar aquí actúen de una puñetera vez y demuestren ser capaces de atajar una realidad en beneficio de la seguridad de los usuarios y de los peatones.
O sí, hacer algo...

sábado, 22 de febrero de 2020

La banda sonora para despedir el día...'Los gritos del silencio', de Mike Olfield


Tal día como hoy, 22 de febrero, pero de 1985, se estrenaba en España 'Los gritos del silencio', absurdo título en castellano de la película 'The Killing Fields'. 
Dos años antes de rodar 'La misión' -aclamada mundialmente y con una de las bandas sonoras con los fans más coñazos sobre la faz de la tierra que nos la recuerdan casi diariamente-, el director Roland Joffé rodó esta cruda película sobre la guerra civil de Camboya y las barbaridades cometidas en el país por los jemeres rojos. Lo hizo desde la perspectiva de un periodista occidental con el que colabora un fotógrafo nativo y que juntos sufren distintas adversidades a lo largo del filme, sus caminos se distancian y se produce un reencuentro posterior al conflicto bélico. 
Siete nominaciones a los Oscars para un filme que se llevó tres estatuillas a actor de reparto, fotografía y montaje. 
¿Y la música? La curiosidad de la banda sonora de 'Los gritos del silencio' es que se trata de la única BSO que ha compuesto en su carrera el músico multinstrumentista Mike Oldfield. Lo más seguro es que estéis ya poniendo el grito en el cielo pensando en que precisamente lo más universalmente conocido de Oldfield es la música que se utilizó en 'El exorcista', por lo que no es correcta mi afirmación sobre la exclusividad de 'Los gritos del silencio'. Os lo explico: En 'El exorcista' se utiliza la música de Oldfield del disco 'Tubular Bells', pero esta pieza no se compuso expresamente para la película. En el caso de 'Los gritos del silencio' sí estamos hablando de un score original para el filme, no de un uso posterior a su composición. 
Dicen que a Mike Oldfield se le quitaron las ganas de volver a componer para el cine tras 'Los gritos del silencio' y que por ello no ha hecho nada más para la pantalla. Su música en principio no gustó nada al director, tuvo entonces que introducir cambios cuando además Oldfield había estudiado la música étnica camboyana, transformarla en más nimimalista, y posteriormente los cortes de secuencias decididos por el director afectaron mucho a lo que el compositor había escrito, de manera que se vio obligado a mutilar su música en el filme. Es probable que ello fuera una de las consecuencias de una discreta presencia de ésta en la película y una extensa obra en el disco cuando se editó el score, con temas que no se oyen en el filme o mucho más desarrollados que en éste. 
A lo largo de la película, la banda sonora desempeña un discreto papel que acompaña a determinadas secuencias de relevancia. El vídeo contiene cinco secuencias que sirven para distinguir su papel.
Comienza con el tema que acompaña al periodista y a su ayudante recogidos por un buque policial que los lleva al meollo de la cuestión, unas notas largas acordes a la amplitud del paisaje. Posteriormente os ofrezco la extensa secuencia de la evacuación de la zona americana. Es uno de los temas musicales más conocidos del filme, su continuo ritmo de alerta resulta muy apropiado para una situación de emergencia como la que contemplamos y el tema se desarrolla posteriormente con platillazos incluidos de dudosa utilidad musical cuando los helicópteros van a despegar. 
La tercera secuencia del vídeo muestra el éxodo de la población con un tema elegíaco acompañado de coros, más en la línea de las bandas sonoras que acostumbramos a escuchar. 
La cuarta secuencia corresponde a la llegada del fotógrafo Dith Pran precisamente a un 'campo de la muerte' camboyano, donde descubre cientos de cadáveres semiahogados en el agua. Llama la atención que para este instante culmen en el filme, Oldfield eligiera un golpe de efecto vocal en un momento determinado pero no aprovechara la potencia de las imágenes para una composición de mayor protagonismo que redondeara la secuencia. 
Finalmente, os ofrezco la escena concluyente de la película, el reencuentro de los dos protagonistas, para lo que el director eligió, muy desacertadamente, colocar la canción 'Imagine' de John Lennon en lugar de música original de Oldfield. El momento meloso que provoca debido a la música resulta totalmente disonante con la naturaleza del filme. Ya en la aparición de los créditos suena 'Etude', versión de Mike Oldfield de 'Recuerdos de la Alhambra' del español Francisco Tárrega y que desconozco qué puñetas tiene que ver con Camboya ni nada que pueda rimar.

viernes, 21 de febrero de 2020

La banda sonora para despedir el día... 'Malcolm X', de Terence Blanchard



"Los miles de guardas de seguridad contratados por la productora Warner para vigilar las salas donde se proyecta la película Malcolm X no presenciaron ningún conflicto el día del estreno".
Así comenzaba Emma Roig, corresponsal de El País en Nueva York por entonces, el artículo que firmaba el 20 de noviembre de 1992 tras el estreno del filme dedicado al activista defensor de los derechos de los negros en Estados Unidos, asesinado en atentado el 21 de febrero de 1965. Spike Lee acababa de presentar al mundo su película más ambiciosa, destinada a convertirse en una película dentro del selecto grupo de biopics monumentales del Séptimo Arte. Hablaban de la nueva 'Gandhi', de 'Lawrence de Arabia'... Pero la cinta, aun siendo estimada por la crítica y el público que la vio, se quedó a medio camino en sus objetivos.
Personalmente comprendo que Martin Scorsese calificara 'Malcolm X' como una de las mejores películas de la década de los 90. Su dirección es asombrosamente similar al estilo del realizador de 'Taxi Driver', cuya tendencia a eternizar el metraje de sus películas también contagia a Spike Lee en este caso, que prolonga la historia sobre Malcolm X a casi tres horas y media. Demasiado larga, a pesar de las reconocidas bondades que valoro de una película impecable en muchos aspectos.
Uno de ellos es su banda sonora. Para musicalizarla, Spike Lee volvió a fichar a Terence Blanchard. Así, el director, de reconocida ideología en defensa de los derechos de la población negra estadounidense, contaba con una eminencia musical de color con el que ha trabajado en la mayoría de las ocasiones. Blanchard, afamado jazzista y trompetista, tiene en su haber cinco Grammys y en 'Malcolm X' nos presenta una brillante banda sonora que huye de lo más fácil, que era recurrir a sones jazzísticos o de blues y construir una música étnica tirando de discografías de autores de color en sus géneros más identificativos.
Blanchard hace una música eminentemente americana que bien pudiera pasar, en algunos momentos del filme, por estar compuesta por John Williams en su colección de scores para películas históricas americanas, caso de 'JFK' o 'Rosewood'. El compositor ya nos lo deja claro nada más comenzar el filme, en los impactantes créditos en los que, durante algo más de dos minutos, aparece la bandera de la barras y estrellas ardiendo paulatinamente hasta permanecer en pantalla la letra X. La trompeta como elemento característico americano se erige en protagonista del tema principal con una percusión dramática de ritmo continuo y un desarrollo donde los violines van aportando intensidad, los coros contribuyen a ello y finaliza con unas notas que sí nos recuerdan al estilo de la música jazz-blues, siempre sin perder la naturaleza elegíaca del tema. Lo podéis comprobar en la primera secuencia del vídeo que os ofrezco. 
La segunda secuencia corresponde al enfrentamiento con la policía en la calle tras la agresión sufrida por el hermano Johnson, una vez que Malcolm X ya ha adquirido influencia sobre la población negra. Aquí impera la música marcial, Blanchard impregna la secuencia de ritmo militar con tambores y trombones, desarrolla el tema principal posteriormente con otros instrumentos, entre ellos poderosas cuerdas que vienen como anillo al dedo a la creciente tensión que se vive. Digna de mención es la manera de rodar de Spike Lee y el peso adquirido por el protagonista, interpretado brillantemente por Denzel Washington. 
En la tercera secuencia volvemos a oír el tema principal, con la llegada de Malcolm X al despacho de Elijah Muhammad. Las cuerdas se interrumpen a la entrada del activista y una trompa recoge el testigo del tema, dándole a la secuencia no solo un halo de inquietud y misterio, sino también de profunda identificación de la causa de los protagonistas con su propio país. 
Os ofrezco también la llegada de Malcolm X para ir por vez primera a La Meca, secuencia en la que Blanchard transforma el tema dándole sones de música árabe, otra secuencia del protagonista viendo el televisor en la que el compositor sí da rienda suelta al blues y finalmente el tristísimo y acertadísimo tema con clarinete que acompaña al lamento de la muerte de Malcolm X en el atentado en pleno encuentro con sus seguidores. Blanchard no coloca música en esos minutos de discurso ni en la secuencia de los momentos de terror vividos en el tiroteo tras los balazos que recibe Malcolm X, piensa que las imágenes son suficientemente poderosas y prefiere aguardar al instante del llanto de su mujer para desarrollar con su música el trágico final.
Una gran banda sonora, seria, sobria y cuya filosofía es un claro ejemplo de que Blanchard y Lee consideraron que la historia de Malcolm X no fue un fenómeno limitado a lo étnico y político sino algo intrínseco al país en el que se desarrolla.

jueves, 20 de febrero de 2020

La banda sonora para despedir el día...'Los Aristogatos' y 'Cats' en el Día Internacional del Gato


La conmemoración del Día Internacional del Gato el 20 de febrero nos ofrece la posibilidad de tratar de recordar en cuántas películas hemos visto a un felino doméstico –que son innumerables- o han sido protagonistas absolutos de ellas. 
Se me vienen dos a la mente de la manera más inmediata: ‘Los Aristogatos’ y las distintas versiones de Cats, aun siendo una obra teatral y no una película, pero el tema tiene miga y os contaré el motivo.
‘Los Aristogatos’ se estrenó en 1970. Fue el primer largometraje en el que Disney ya no estuvo presente, puesto que falleció en 1967, y de hecho al propietario del imperio de animación más importante en la historia del cine le sobrevino la muerte cuando supervisaba ‘El libro de la selva’, el filme justamente anterior a ‘Los Aristogatos’. 
Aunque hay quien dice que desde 1970 Disney comenzó a arrastrar problemas en la calidad de sus producciones y en sus cuentas que desembocaron en una crisis de la que se salvó décadas después gracias a ‘La sirenita’ (1989), nada más lejos de la realidad, al menos en el plano económico. ‘Los Aristogatos’ costó cuatro millones de euros y solo en los cines recaudó 60 millones. ‘Robin Hood’ (1973) sextuplicó en taquilla su presupuesto y ‘Los rescatadores’ (1977) consiguió sólo en USA 48 millones de euros cuando la película costo apenas algo más de un millón. Solo ‘Taron y el caldero mágico’ (1975) supuso un fuerte varapalo, cuando el presupuesto se disparó hasta los 44 millones y ni siquiera logró recaudar la mitad. Posteriormente volverían los números positivos y ya, lo sucedido en 1989 con ‘La sirenita’, todos lo sabemos. 
A lo que iba. ‘Los Aristogatos’ era una deliciosa película para la que Disney, en el aspecto musical, quiso repetir la exitosa fórmula de su predecesora en el tiempo, ‘El libro de la selva’. Contó con el mismo director y compositor, George Bruns, y un puñado de canciones entre las que llamaban la atención las compuestas por los hermanos Richard y Robert Sherman, especialistas en hacer letras para cine animado y familiar. Bruns ya demostró su buen hacer en ‘La bella durmiente’, adaptando y enriqueciendo la música original del ruso Tchaikovski, y si vais a Eurodisney, a la atracción ‘Piratas del Caribe’, la música que escucharéis incluida las canciones son de este compositor. 
En el vídeo que os ofrezco os muestro unas pinceladas de ‘Los Aristogatos’ y de las canciones de los Sherman -de un marcado estilo parisino por la localización de los historia- que dieron en la diana en su carrera como compositores cuando escribieron la música de ‘Mary Poppins’, por la que se llevaron el Oscar en 1964. Y como joya, en el vídeo, los propios hermanos Sherman al piano interpretando la canción de los créditos iniciales.
Lo de ‘Cats’ es más peculiar. La obra teatral original es de Andrew Lloyd Webber. Su nombre está en el olimpo de la composición teatral, con títulos como ‘Evita’, ‘El fantasma de la Ópera’, ‘Jesucristo Superstar’...y ‘Cats’. Esta última, la historia de los gatos callejeros, ha sido llevada a la pantalla en dos ocasiones. Aunque muchos piensen que solo ha existido la desastrosa versión de 2019, ya antes, en 1998, el propio Webber produjo un telefilme directamente vendible en vídeo que nos convertía en espectadores de butaca ante la propia obra teatral.
Os ofrezco en el vídeo la interpretación de la canción ‘Memory’, una de las más bellas, cantada por Elaine Paige, que había encarnado este mismo papel durante las representaciones de la obra en Londres. Posteriormente, os muestro un fragmento de la vapuleada ‘Cats’ dirigida por Tom Hopper en 2019.
En realidad, y sin que sirva de excusa para defenderla, lo cierto es que es la obra de Webber menos adaptable al cine y más estrafalaria estéticamente. ¿Acaso un montón de gente disfrazada de gato puede quedar bien en una pantalla de cine?

Día Internacional del Gato


Llegó a casa en una caja de cartón atada en mi antigua Yamaha para que, desde Cádiz y por la autovía, pudiera mantenerse sobre el tanque delantero de gasolina. 
Esa misma tarde, lo encontró el personal de mantenimiento del Estadio Carranza junto con otros cuatro hermanos suyos y su madre, en un cuarto donde solo había trastos, en la ya desaparecida antigua tribuna. Al entrar, la camada salió despavorida. Tenían pinta de haber sido paridos recientemente, a lo sumo un par de semanas antes. Dos eran grises, uno de ellos estaba arrinconado y en la recepción de las oficinas del estadio hablaban de ello en esos momentos, como una mera anécdota, como una curiosidad. 
Me acerqué al cuarto al enterarme y lo salvé de terminar en la calle, supongo que de una muerte segura. Fue el primer impulso, sin que tuviera intención alguna de quedarme con él. ¿Cómo iba a cuidar yo de un animal trabajando trece o catorce horas diarias, ya fuera en un periódico antes o en un club de fútbol en aquellos años? Pero no lo pensé, lo metí en la caja y lo subí en mi moto al rato, cuando ya era de noche, al final de la jornada laboral. Era mediados de octubre de 2006.
Se pasó dos días escondido tras un mueble de la cocina apareciendo solo para pillar algo de comida y bebida que le puse al lado, pero enseguida que escuchaba un leve ruido, volvía a refugiarse, atemorizado. Era además una mierdecilla de gato y como acercaras los dedos te bufaba, y eso que te sobraba una mano para cogerlo de lo pequeño que resultaba.
Varios días después, escuché maullidos -tan enanos como él, claro- y bajé desde el despacho de mi casa a la planta baja. El nuevo 'inquilino' protestaba porque había sido valiente, pero se topó con una empinada escalera que aun no podía saltar para subir hasta donde yo me encontraba. Se dejó coger, lo llevé arriba y se echó en mi mesa, al lado, quieto, aun sin fiarse mucho, observándolo todo con los ojos abiertos como platos, con orejas superlativas y apenas sin poder mantenerse. Se sentó en mi teclado y desde ese instante, diariamente, lo subía y bajaba de la habitación, en la palma de mi mano, cada vez que en mis horarios nocturnos me situaba frente al ordenador. Si no lo hacía, emitía un lastimero maullido de advertencia. Entonces comprendí que aquel animal había llegado a su hogar para siempre... 
Hoy, este 'personaje' pasa la mayor parte del día en su cesta, sobre su manta, en un pequeño patio interior donde disfruta del sol, viene cada vez que él quiere -como buen gato- a hacerte unos cuantos cariños y regresa plácidamente a su lugar donde, tras catorce años, cada vez tiene mayor dificultad para correr como antes cuando llega la noche, incluso para subirse a su cesta. Va costándole casi como cuando aquellos escalones eran gigantes para él. Su pelo acharolado va perdiéndose dejando entrever los huesos de su columna vertebral. Su pecho, antaño prominente, se oculta cada vez más, en cada enrosque de su cuerpo con el frío. Sus bigotes y sus cejas son canas, y observa como una persona anciana, eso sí: muy digno él. 
A mi lado desde una década y media, tiempo en el que han cambiado mucho las cosas. Él solo lo ha hecho en su físico, en sus capacidades, en sus carreras alocadas pegándose tortazos con las puertas por calcular mal las frenadas, como un dibujo animado. En todo lo demás, sigue siendo el mismo: el fiel compañero que jamás deja de buscar caricias diariamente y que nunca volvió a bufar tras encontrar a su alter ego humano y su casa para siempre. 
En el Día Internacional del Gato...