lunes, 26 de octubre de 2020

Todo es absorbente en 'La voz humana'...



Pedro Almodóvar vuelve por los fueros de la narrativa interior atormentada como lo hizo en ‘Dolor y Gloria’, personajes defenestrados por los fracasos del pasado, por la pugna que aun mantienen con esas situaciones que los han llevado al límite.

En este caso, con el papel encarnado por una impoluta Tilda Swinton en plenitud interpretativa formando la dupla que mantiene en la cima este bellísimo ejercicio de Almodóvar: porque a Swinton se suma Alberto Iglesias, el compositor, capaz de condensar en los apenas 30 minutos de la película toda su capacidad para entender el universo de Almodóvar desde que musicaliza sus obras y en este caso no abandonar a la protagonista al silencio, sino conducirnos no solo a las situaciones sino también a los estados de ánimo de una mujer que espera la llegada de su pareja a recoger las maletas para marcharse para siempre entre amargos pero bellísimos temas musicales o indispensables para los momentos más angustiosos de la protagonista.

Tilda Swinton es físicamente esa versión femenina de David Bowie que llena de blancura la pantalla, contrastada por los tonos enormemente vivos que siempre gusta utilizar a Pedro Almodóvar y tratados por el estupendo director de fotografía que es José Luis Alcaine. Con la excepción de algunas apariciones fugaces de Agustín Almodóvar y otros familiares del cineasta manchego, la película es de Tilda que sostiene una historia que Jean Cocteau escribió en 1930 y después sería llevada a la ópera en los años cincuenta y en 2013 al cine con un cortometraje con Sophia Loren de protagonista. Ya Anna Magnani ('Roma cita aperta') había hecho lo mismo a las órdenes nuevamente de Rossellini y también Ingrid Bergman (Casablanca) bajo la curiosa dirección de Ted Kotcheff, solvente realizador que años después rodaría 'Acorralado' con Stallone.

Un único pero a tanta belleza de planos picados, de estética que nos recordará a Von Trier y su 'Dogville', del fuego apresurado calcinando el pasado tortuoso de la protagonista: que el corto se hace corto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario