lunes, 10 de agosto de 2020

Antonio Banderas cumple hoy 60 años


Antonio Banderas cumple hoy 60 años.

Hay que felicitarlo por muchas cosas. Jamás se me ocurriría hacerlo por haber sido un buen actor. Nunca me interesó Banderas como intérprete desde aquellas primeras apariciones en las que el encorsetamiento que mostraba dio paso durante años a un histrionismo con el que trataba de disimular sus limitadas dotes para el oficio. Gesticulaba, modulaba la voz como un locutor de radiofórmula y no sabía qué hacer con las manos, con el cuerpo.

A pesar del titánico esfuerzo que suponía, siempre traté de discernir entre el actor y el papel que encarnaba en sus películas. Cuando lo lograba conseguía disfrutar de ellas, porque el personaje siempre era mucho más interesante que quien lo hacía realidad.

Pero Banderas se fue convirtiendo en un admirable -e inteligente- hombre del renacimiento del cine. Se pulió como intérprete hasta llegar al sublime papel de 'Dolor y gloria' y durante estas pasadas décadas ha tenido culo inquieto y ojo con buena vista. Se lo ha currado, que conste. Acertó en el complicado mundo de la producción acercándose a quienes debía y eligiendo bien dónde poner el dinero. En 1999 su productora me invitó a la presentación de 'Locos en Alabama', su primera película como director. Por entonces Melanie Griffith era su mujer y las horas posteriores al pase de prensa matutino de la película -brillante debut tras las cámaras, por cierto- me dio la oportunidad de charlar con él y conocerlo mejor, gracias a aquella invitación que nos hizo a quienes nos quedamos allí de su círculo y varios de prensa a unas fresas bañadas en chocolate en forma de bombones con champán. Melanie estuvo encantadora, por cierto.

Hollywood le ha dado fama, prestigio y trabajo. Pero lo maravillosamente curioso de todo esto es que su talento interpretativo, por el que todo el mundo habla de él, se abre y se cierra en España, su país, y en torno a un nombre: Pedro Almodóvar. Él fue quien le dio la oportunidad y el hilo conductor de su afinación interpretativa hasta culminar con ese magistral ejercicio final en el que Banderas le ha devuelto al cineasta manchego todo lo que éste ha hecho por él. Una relación más allá de lo artístico, románticamente humana, un rabioso ejercicio de gratitud, que a mí me emociona y me hace llorar. Y eso es lo que hay.

Luego está el Banderas afable, el tío andaluz, que no es impostado, que le sale así porque es fiel a sus orígenes, a él mismo. Y gente así en el cine hay que quererla. El humanista que pone proyectos en marcha en su tierra, que hace suyo el Soho con el mismo entusiasmo que si, en lugar de cumplir sesenta tacos, llevara la mitad vividos. El Banderas que coincides con él después de las fresas y el champán y te reconoce charlando como tu vecino. Pero no, no es el que pone la radio a horas puteantes que vive al lado tuya. Es Antonio Banderas, joder. El icono andaluz, español, del triunfo en un mundo de lobbys y de mafias que él se ha puesto por...bandera. Y sin saber mover las manos.

Felicidades, Antonio Banderas. Hay que quererte y mucho. Nos vemos por Málaga.

ATENCIÓN: Antonio Banderas ha comunicado, en la mañana de este 10 de agosto, que padece coronavirus. Ha explicado en las redes sociales que aprovecha su cumpleaños para informar de esta circunstancia. Este es textualmente su mensaje:

"Un saludo a todos.

Quiero hacer público que hoy, 10 de Agosto, me veo obligado a celebrar mi 60 cumpleaños siguiendo cuarentena al haber dado positivo de la enfermedad COVID-19, causada por el coronavirus.

Me gustaría añadir que me encuentro relativamente bien, solo un poco más cansado de lo habitual y confiado en recuperarme lo antes posible siguiendo las indicaciones médicas que espero me permitan superar el proceso infeccioso que sufro y que a tantas personas está afectando alrededor del planeta.

Aprovecharé este aislamiento para leer, escribir, descansar y seguir haciendo planes para comenzar a darle significado a mis recién estrenados 60 años a los cuales llego cargado de ganas y de ilusión.

Un fuerte abrazo a todos.
Antonio Banderas"

domingo, 9 de agosto de 2020

90 aniversario de Betty Boop, "cabeza sí y cuerpo no"


El 9 de agosto de 1930 aparecía por vez primera en pantalla el peculiar personaje femenino de Betty Boop, "cabeza sí y cuerpo no", que se decía en España por aquellas décadas de vigencia de la creación de los hermanos Max y David Fleischer, máximos competidores de Disney en los inicios del sonoro.

Betty Boop no surge como protagonista estelar de aquellos cortos que a los Fleischer les produjo la Paramount bajo la denominación de Talkartoons, juego de palabras en inglés que podría traducirse como 'dibujos que hablan'. En realidad aquellas deliciosas piezas de algunos minutos estaban dedicadas a Bimbo, un curioso personaje con indefinida forma entre humana y perruna al que posteriormente acompaña el payaso Koko.
En el corto 'Dizzy Dishes' surge la nueva idea de una chica que se llamaría Betty Boop que más bien parecía Ofelia, la secretaria de la agencia TIA de Mortadelo y Filemón. Obesa y fea de cojones. El trazo fue evolucionando hacia una joven de piernas sinuosas con liga incluida, rasgos faciales de mayor belleza y grandes ojos, con pecho marcado, hasta convertirse en una pin-up animada con morbo incluido.
La censura envió a Bimbo a por tabaco, porque los cortos se encaminaban a una amistad demasiado estrecha entre él y la Boop. Las mentes del Código Hays pensaron que allí había tomate sexual entre la chica cabezona y el personaje antropomorfo, y aquello era inmoral. Lo demás ya es historia de Betty Boop, "cabeza sí y cuerpo no".
Os dejo el corto 'Dizzy Dishes', 90 años después del día de su estreno. #UltimoEstreno

jueves, 6 de agosto de 2020

Entrevista a Iván Palomares, compositor de 'La desgracia de Ron Hopper' y 'En las estrellas', nominada al Goya a mejor banda sonora


La entrevista que este jueves le he hecho a Iván Palomares nos ha servido para hablar no solo de la música que el compositor ha realizado para la película 'La desgracia de Ron Hopper' (2020), sino también adentrarnos en este impactante filme dirigido por el tinerfeño Jaime Falero y que tenía previsto su estreno en las pantallas norteamericanas en marzo, siendo una de las producciones afectadas por la pandemia del COVID-19 en este sentido.
'La desgracia de Ron Hopper' se puede ver en la plataforma de Amazon Prime Vídeo, y es una de las cintas más interesantes del último año, de temática fantástica, con una historia en la que se mezclan el amor, la muerte y la mitología representada en la figura de Caronte, el barquero que conduce las almas al inframundo de Hades. Todo ello a través de Vinnie Jones y Alyssa Lozovskaya acompañados de otros actores como Franky Lankester.
Iván Palomares, nominado al Goya por 'En las estrellas', ha compuesto una brillante banda sonora que transita, como el filme, entre los mundos del misterio y del arrebatador romanticismo en el que desemboca una película que, aun contando con un director y un equipo técnico español, ha sido calificada de norteamericana y está rodada en inglés.
El compositor nos cuenta secretos y curiosidades del filme, como la intención original de que el protagonista fuera Rutger Hauer, que falleció antes de iniciarse el rodaje.
Puedes ver la entrevista pinchando en la imagen siguiente:



domingo, 2 de agosto de 2020

Buen viaje, fiel amigo

Aquella tarde de octubre de 2006, los hombres de Mantenimiento del Estadio Carranza abrieron una puerta de la antigua tribuna que llevaba tiempo cerrada. En el interior de la habitación encontraron una gata con cinco gatitos que, a pesar de haber nacido apenas varias semanas antes, salieron despavoridos ante el jaleo.
Yo había bajado de mi oficina y andaba por allí. De todos los pequeños mininos, dos se quedaron rezagados y con un futuro bastante oscuro. Eran los dos grises completamente. Antes de que terminaran sabe Dios donde, pillé uno de ellos, el que tenía un pequeño mechón blanco en uno de sus lados, lo metí en una pequeña caja de cartón y, cuando terminé mi jornada laboral, la amarré al tanque delantero de por entonces mi Yamaha de 250 cc haciendo equilibrio con ella hasta llegar a mi casa, a San Fernando.
Aquella micurria asustada se escondió tras un mueble de la cocina durante dos días y solo salía para devorar un poco de comida blanda y beber agua. Al tercer día, escribiendo en mi despacho en la planta alta de mi hogar, me sorprendió asomando sus dos orejas por uno de los últimos escalones. Le había costado una barbaridad ir subiéndolos de uno en uno, eran más grandes que él, pero había decidido perder el miedo y, definitivamente, buscarme para que yo fuera su 'nuevo amigo'.
Desde entonces, se hizo dueño de ‘su’ hogar, y en él ha vivido durante estos catorce años.
No he conocido un ser vivo más noble en mi vida. Dicen que los gatos son ariscos, demasiado independientes, oscuros y no sé cuantas idioteces más. El ‘Bichito’, como desde siempre lo ha llamado Aurora, jamás ha dado muestras de enfado, de descontento, de antipatía hacia nosotros. Ni un mal gesto, ni un bufido, ni una ‘mirada felina’ amenazante. Durante todos estos años solo ha dado amor, mucho amor, ha sido incluso tan ‘pesado’ con sus ‘topaítas’ con su cabeza que llegaba a desesperar y a la vez había que quererlo del cariño constante que desprendía.
No he conocido ningún, insisto, ser vivo, que en catorce años no se haya enfadado alguna vez o incluso haya fallado, incluido yo como es lógico. Él jamás. No existía ese impulso, esa reacción, en su interior.
Renqueante por una infección interna desde hace semanas, anoche se dejaba caer sobre el suelo de su pequeño patio, sin moverse, tan solo levemente su cola como único gesto posible de respuesta de su frágil cuerpo cuando lo llamábamos para que nos sintiera cerca. Era cuestión de horas…
Se me ha ido mi compañero más fiel en década y media. Lo he querido muchísimo y estoy seguro que él a mi. A nosotros. Y yo tengo que seguir aquí, en este puñetero mundo, luchando día tras día y comprobando diariamente cómo la imbecilidad del ser humano no tiene límites.
Buen viaje, ‘Bichito’.


sábado, 1 de agosto de 2020

Fallece Julio Diamante y recuerdo de nuevo a Gabriel Blanco...


Hace tan solo unas horas que se nos ha ido Julio Diamante. El cineasta gaditano fue mucho más trascendental de lo que se ha difundido en la lucha por la libertad durante la censura franquista y algunas de sus películas pueden visionarse hoy con total frescura. Por otras sí ha pasado el tiempo.
'Los que no fuimos a la guerra', 'Sex o no sex' o 'La memoria rebelde' son obras intemporales que hoy pueden-deben ser vistas entre tanta mierda en la gran pantalla y en las de nuestras casas.
Diamante era gaditano y el claro ejemplo de lo poco que, no ahora, sino desde hace muchos años, importa la cultura cinematográfica por esta geografía. Ahora vendrán muchos acongojados a lamentar su fallecimiento, cuando el cineasta recibió cariño del Festival de Málaga y personalmente del propio alcalde malagueño y Cádiz perdió el legado del director en favor de la capital costasoleña. De esa polémica basta con tirar de archivo en internet.
Yo conocí a Julio Diamante en varias ediciones del moribundo Alcances. Charlaba por los codos, era imposible pararlo. La mayoría de lo que decía era muy interesante y se le permitía, por su entrañabilidad, repetir las cosas que contaba.

La ignorancia supina de quienes se les supone deben conocer el paño me recuerda a lo que ocurre con el director isleño Gabriel Blanco, que ganó incluso la Concha de Oro del Festival de San Sebastián con 'La edad del oro'. La última vez que en San Fernando se habló de él fue en 2011, en un festival de efímera existencia llamado 'Un mar de cortos' en el que estuve haciendo la programación y propuse una mesa redonda sobre Blanco. Su familia asistió y mostró al público algunos de sus premios, entre ellos la Concha de Oro. Por no sé cuántas veces, volvió a prometerse que Gabriel Blanco tendría una calle en San Fernando. Han pasado casi diez años, tres gobiernos distintos y nadie, absolutamente nadie, ha vuelto a recordar a este hombre. Es más importante quitar los rótulos de momias de aprendices de fascistas de las calles o dárselas a nombres populacheros y organizar actos de tres al cuarto que llaman 'culturales'.

En fin... A ver si se va al mismísimo carajo ya este año de mierda.