jueves, 19 de mayo de 2011

Valentía versus individuo: 'Democracia ya'

Ninguna colectividad puede tener éxito en sus objetivos si cada individuo que la forma no traslada los propósitos a sus particulares ámbitos. Y menos aún si tanta valentía pública y coherencia con lo expuesto no se practica en el día a día. Por eso me muestro escéptico con los movimientos globales contra el sistema como 'Democracia ya'. Sus auspiciadores me merecen el máximo de los respetos, pero deben saber que tanta gente apoyándolos se puede convertir en un simple escaparate para tratar de cambiar el mundo desde el lado más cómodo.

Ya tengo localizados a un puñado de periodistas -a todos los niveles- partiéndose el pecho por cambiar el mundo que tanto parece oprimirles, defendiendo las concentraciones a la usanza de la de la Puerta del Sol. Lo curioso es que en sus actitudes cotidianas son incapaces de defender el corporativismo que necesita el periodismo para que la profesión no continúe convirtiéndose en un cementerio de amargados haciendo sonrojantes subproductos en cuyos resultados tienen mucho que ver los ¿empresarios? a los que ni les chistan cuando les obligan a escribir esas bazofias. Eso mismo sucede en otros campos profesionales, de manera que mucha igualdad y defensa de los derechos de todos de boquilla pero que no se sepa lo que hace tu otra mano, que está apuntando nombres de a quiénes van-vas a echar a la calle de la redacción porque así te lo exige el propietario de turno del grupo mediático para el que curras.

Es muy fácil pedir justicia social en el anonimato o en las redes sociales, pero no tener cojones para practicarla en el día a día con lo que nos rodea, donde les reímos las gracias a mucho vecino hijoputa suelto, a politiquillos trepas del pueblo o le damos la mano a pregoneros de iglesias que horas antes han repartido cartas de despido de padres de familia o no han tenido bemoles para alzarse contra cercanas injusticias laborales. De igual modo estamos contra el sistema pero locos porque nos metan en una Diputación a darnos un puesto de medio pelo. O decimos que la justicia es un cachondeo en este país pero grabamos en el móvil la cancioncilla de Carlos Carretero dándole tono a aquello de "qué me gusta un sobrecito lleno de billetitos". No dudamos en protestar contra las especulaciones inmobiliarias pero nos damos patadas por ser unos plastas todo el puto día hablando de fútbol, cuando los clubes profesionales se han convertido en piedras angulares de la especulación de la construcción en España, con suelos recalificados, ciudades deportivas y demás ripios que bien tuve que compendiar en un informe de 300 páginas que en su día le hice al presidente del Cádiz CF entre los años 2006 y 2007 cuando quería demostrar con esos datos que su club-empresa no disfrutaba de los privilegios de otros del país porque en sus respectivas ciudades existía suelo con el que hacer negocios. Por alguna carpeta del disco duro de uno de mis ordenadores lo debo tener grabado...

De todas maneras, si las protestas globales sirven para inquietar a tanto culo asentado, bienvenidas sean. Yo secundo la idea de cambiar el mundo, incluso siendo menos globalista, de crear un sistema político de verdad y no esta vergüenza, pero para ello hay que evitar coches oficiales, diecisiete parlamentos, otras tantas televisiones autonómicas -sería curioso ver a los periodistas pisarse cuellos para evitar ir a la calle-, dieciocho tipos de libros de texto y una democracia real que no dependa de un bicolorismo utilizado por la derecha y un tricolorismo ignorante y torpe, porque aun estoy esperando a que me digan porqué puñetas tengo que ser republicano y poner en mi muro de facebook una bandera roja, amarilla y morada. Debe ser que sólo existe un modelo de república, el de 1931, que cometió innumerables fallos que dieron pie a la pandilla de descerebrados que la liaron parda en 1936 empuñando las armas. Pero eso ya es otra historia. ¿O quizás no?

martes, 17 de mayo de 2011

Y es que así...

... no se puede trabajar. Esperemos que aprenda a escribir algo entre sueños y también un poco de maquetación. Mientras no se coma el ratón del ordenador...

jueves, 12 de mayo de 2011

Solidaridad con Lorca

Ocho muertos a esta hora en Lorca por el terremoto y 120 heridos. Dios quiera que no sean más. Qué sensación de impotencia desde tan lejos. Te entran unas ganas irrefrenables de echarte a la calle, irte allá a ayudar a miles de personas que anoche dormían a la intemperie si es que pudieron conciliar el sueño. Muchos lo han perdido todo.

Rezo por ellos y ojalá pudiera estar allí.

sábado, 7 de mayo de 2011

El sindicalista Salvador Mera

Salvador Mera, al que no conozco personalmente ni tengo interés alguno, no es un blasfemo ni probablemente arderá en el infierno. El sindicalista gaditano es un torpe de cojones y un cateto de tomo y lomo. Que insulte a Juan Pablo II calificándole de 'gorfo' (sic) se suma al infinito rosario -nunca mejor dicho- de vituperios que reciben hoy día los hombres y mujeres relacionados con la Iglesia. Uno más hace un poco más fuertes, paulatinamente, a los creyentes. Nada nuevo bajo el sol. Pero que este individuo diga en voz alta y en un acto público que se juega el "barza-barcelona" y no sepa enlazar más de dos palabras sin hacer sangre sobre la gramática española es algo que provoca una vergüenza ajena y un bochorno que raya lo grotesco y que viene a demostrar en manos de quiénes estamos los trabajadores de este país, además de las pocas ganas que pareces tener por granjearte el respaldo de los ciudadanos a los que se supone que les arengabas en un acto que daba pena comprobar el poder de convocatoria que tienes tú y los que te mantienen en esa mediocre poltrona ugetista en la que te han colocado.

Yo de ti pedía perdón. A los creyentes porque toda España sabe quién es realmente un golfo desde el pasado 1 de mayo. A la Real Academia Española de la Lengua por convertir nuestro rico idioma en un compendio de brutalidades salidas de tu viperina lengua. A los trabajadores por tu sonrojante demagogia, y finalmente, al Barsa y al Madrid, qué coño...

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=H7VqIMhe5CA

Por cierto: magnífica respuesta a tus barbaridades la del hermano mayor de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud de Jerez...

http://www.sanfernandocofrade.net/noticias/varios/cartaluiscruz.pdf

viernes, 6 de mayo de 2011

Bildu y la normalización del Estado

Creo francamente que existe un mecanismo de actuaciones concatenadas -sólido, además- encaminado a conceder a Bildu los mismos derechos que a cualquier formación o partido 'democrático', incluida la opción de participar en unas elecciones. Y estoy convencido de que, sin obviamente disponer de pruebas suficientes al ser un anónimo ciudadano de a pie, todo forma parte de acuerdos bajo cuerda y sobre una delgada línea que, sin hacerlo notar demasiado, conducirá a la base de un apretón de manos que pasa por soltar las pistolas en el caso de ellos y por nuestra parte reconocer el derecho a participar de la vida política de este país a los que son partidarios de la independencia vasca.

Esa sensación además intuyo que la tenemos todos. Si la maniobra sale bien, es probable que se acabe con el terrorismo de manera definitiva. Si como en otras ocasiones alguien saca los pies del tiesto, volveremos al punto de partida, si bien no cabe duda de que la presión policial en su momento -es decir, justamente en estos años hasta ahora- y el propio paso del tiempo en un país en el que los independentistas defienden algo que ya está logrado en muchos aspectos, han venido a debilitar las soflamas separatistas. Hoy vivimos en un estado federal con pedigrí monárquico en el que en Cataluña o en Euskadi existen libros de texto distintos a los que se aprenden los niños extremeños, donde todo está en sus idiomas y con mucha mayor autonomía que en los propios cantones suizos. De modo que no sé qué carajo de independencia quieren estos, debe ser porque les pone brutos las ceremonias autóctonas, las fiestas locales y no tener que soportar los colores rojo y gualda en sus balcones, algo que también se da ya desde hace mucho tiempo en un buen puñado de pueblos norteños.

A pesar de ello, no llego a entender el origen del escándalo de muchos al decidir el Tribunal Constitucional que Bildu pueda presentar sus listas a las elecciones del 22 de mayo. Si se trata de que la naturaleza de esta formación es independentista, conviene recordar que en Cataluña hace años que existe un puñado de formaciones políticas que se declaran antiespañolas y cuando nos venden su Lotería de Navidad redactan las papeletas escribiendo "el sorteo que se jugará en el país vecino el 22 de diciembre de...", algo que leo cada diciembre desde tiempos inmemoriales. Algunas con un buen número de diputados son independentistas y republicanas, si yo fuera facha diría que sólo les falta ser rojísimos masones. De modo que si se trata de eso, lo que están ustedes temiendo ya viene sucediendo en Cataluña y no ha llegado el armaggedon apocalíptico. Derecho de los catalanes que también les corresponde a los vascos. Cierto es que la condición para participar democráticamente en las urnas es no matar, pero qué coño, esta gente han dejado de apertar el gatillo. Por lo tanto, la pregunta es si no nos conviene hacerlos partícipes del sistema como opción política más y no dejarlos al margen de la ley, lo que serviría de excusa para que continúen bombardeando los cimientos de una democracia que no lo sería tanto si coartamos la libertad de los independentistas por defender lo que piensan, por muy equivocados que para nosotros puedan estar. Todos sabemos que ni los catalanes ni los vascos van a permitir que estas formaciones políticas lleguen a gobernar porque el grueso social de ambas nacionalidades no quiere desligarse de España ni por asomo.

Me da la sensación que esta es la línea que está marcando el aparato del Estado con todas su armas, desde el Gobierno hasta los jueces que adoptan decisiones que todos sabemos no son independientes en un país en el que los magistrados los ponen los políticos, sin olvidar los medios de comunicación. En El País, en su crónica de los hechos colgada en su web hace apenas unos instantes, se pueden leer frases estratégicamente colocadas que sirven de apoyo a allanar el terreno a una comprensión popular hacia la decisión del TC, apuntándose que "Más allá de que Bildu esté compuesta por dos partidos de intachable trayectoria democrática, la formación ha manifestado su rechazo expreso hacia la violencia, incluida la de ETA. Algo que nunca ocurrió ni con ANV, D3M o Askatasuna".

En definitiva, si lo que a usted le indigna es que un independentista pueda expresar su opinión a través del voto, entonces debe ir contra el sistema, no al cuello de los vascos. Y si le parece lamentable que no se pueda hablar castellano en Lérida o se gasten cuatro millones de euros en un referéndum ilegal, entonces está usted en contra de otra cosa que no es permitir a Bildu expresarse, sino contra un sistema que hace aguas por todos lados y que, entre otras lindezas, mantiene 17 parlamentos, una veintena de ruinosas televisiones autonómicas y permite que una formación política con un millón de votos en toda España tenga menos representación parlamentaria que otra con apenas 200.000 proporcional a su jurisdicción. Entonces enhorabuena, es usted, como yo, otro elemento subversivo en contra de esta democracia. Un antisistema. Casualmente, como los de Bildu, cada uno en su ámbito. ¿Le parecería bien no poder decirlo ni votarlo?