
Entre mantas y pañuelos trato de acomodarme en el sofá para ver una peli en la primera noche del año, pero Cuatro me ofrece un reportaje sobre lo que venden las tiendas de lujo o empresas de servicio en España. Y así me veo a una chica luciendo un abrigo con mucho pelo en un establecimiento de Madrid que lo vende a 42.000 euros. Pues vale.
En otra tienda de Barcelona te dan masajes relajantes con un potingue de oro de 24 kilates (mentira cochina si se empeña la propietaria en decirnos que te rocía los muslos con oro de esa calidad) cuyas sesiones cuestan 150 euros. El quid de la cuestión está en que, para relajarte del todo, son necesarias al menos diez sesiones. Ya entiendo...
Otra, otra. Bolsos de piel de cocodrilo a 14.000 euros y en una tienda de relojes un tipo que muestra a la cámara uno de 600.000 euros de titanio y no sé qué filigrana más. La reportera le pregunta si esos relojes se venden realmente. Con una obvia naturalidad, el inmaculado dependiente le replica "pues claro. Si no, no los tendríamos aquí". O sea, que una puñeta con manecillas puede llegar a costar cien millones de pesetas. Me empieza a subir la fiebre.
Una empresa vende barcos por nueve millones de euros, con camarotes que son la repera y otros lujos que una pija en vaqueros va explicando a la cámara ganándose cada vez más mis arcadas. No por el faluchito en cuestión, sino por ella misma. De cada tres palabras, una es en inglés, porque parece que hacer el cateto llamando a las cosas por su nombre en uno de los idiomas más pobres del mundo en lugar de hacerlo en nuestro rico español viste mucho y te da caché. Así que allá van un rosario de "coutching", "flybridge" y no sé qué más, hasta tal punto que la propia reportera la dice a la pija que explique al vulgo lo que está diciendo con esa jerga, a lo que recibe por respuesta: "Bueno, los que saben de barcos conocen lo que estoy diciendo, jo". Su problema, entre otros que obviaré detallar, es que se le olvidó que Cuatro es un canal para todos los mortales, no específico para marineros con pedigrí estratosférico. Mecachis...
En otro momento vi un probador de un establecimiento de ropa de lujo reservado para clientes de alta estofa. En él te puedes probar (nosotros no, ellos sí) una camiseta interior o una tanga mientras tienes un bar a tu disposición con champán, varias delicatessen,... Decía el dependiente que había sido emocionante haber recibido a Paulina Rubio, David Bisbal o Bustamante. Quién lo iba a decir, Bustamante, toda su vida cagando en una lata de carne de membrillo, y ahora en un probador degustando caviar...
Y llega el momento-demagogia; venga, destripadme...
-Con 42.000 euros de un abrigo de pelos de animales asesinados comen miles de niños en África durante tres años.
-Con nueve millones de euros de un barco se reflota no un yate, sino un país entero de Asia o del continente negro sumido en la miseria.
-Con 600.000 euros de un reloj teníamos cena para todos los pobres de España en Nochebuena.
Se me olvidaba: Con el coste de un solo misil de los que está lanzando Israel para hacer su holocausto particular en Palestina, podríamos apadrinar a un millón de niños en el mundo.
La fiebre me hace comparar y escribir tonterías, ¿verdad? Debe ser eso. Feliz 2009.