jueves, 12 de mayo de 2016

H. R. Giger, dos años de su muerte


El 12 de mayo de hace dos años fallecía H. R. Giger, el visionario que creó Alien.

Cuando a lo largo de tantos años he compartido opiniones sobre la saga cinematográfica dedicada a esta criatura, siempre dije lo mismo: jamás debió existir secuela alguna. Ridley Scott logró, con la que ha sido su obra maestra, conceptuar de tal manera su película que Alien era un ser único, un dios espacial intangible, invisible y perfectamente descrito en su concepto filosófico por Ash antes de que Parker friera su cabeza mientras el resto de la tripulación del Nostromo trataba de saber a qué se enfrentaban.

Más allá del suspense, del efectista hilvane -eliminando cualquier sentido peyorativo al emplear el término- de la supresión gradual de personajes, 'Alien' fue una película única para un único ser. Pero llegó Cameron después y puso a una pandilla de marines matando a réplicas de aquel dios, devaluando el mayor monoteísmo espacial jamás creado, con permiso de Kubrick y su monolito, hacia una vulgarización sin retorno.


Único fue Giger. Único fue Alien. Único fue Jerry Goldsmith que, como siempre, entendió el concepto eterno de la criatura y lo demostró en su musica.



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