Una baja temporal es un eufemismo.
Un preservativo picado, un
chubasquero de porexpán chorreado de aguarrás;
un maquillaje de Bette
Davis en San Sebastián.
Un contigo por el bulevard y sin ti por calle
Real.
Te marchas por la puerta de delante para subir por detrás
mientras te prohíben hablar con el conductor.
"Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?" suena en un bar
con servilletas llenas de ilusiones rotas por tarjetas black.
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