miércoles, 29 de junio de 2011

Bernard Herrmann (29/06/1911-24/12/1975)


Hoy se cumple el centenario del nacimiento de Bernard Herrmann, a mi modesto entender el compositor de música cinematográfica más grande entre los clásicos, junto con Miklós Rozsa. Si Hitchcock no hubiera confiado en él para sus películas más notables, el cine del maestro del suspense no hubiera sido el mismo. De hecho, 'Psicosis' sin sus notas, no es prácticamente nada. Su protagonista huye tras el robo, pero lo que suena inquieta al espectador, que asiste incómodo a una secuencia de varios minutos en la que sólo se observa una mujer en coche que incluso sonríe. Sin el score de Herrmann, bien podría conducir camino del supermercado. Pero algo va a suceder. De la misma manera que los violines agudos de la secuencia de la ducha permanecen en directa y cómplice relación con el graznido de los pájaros. ¿Y a qué se dedica Norman Bates en su motel? A disecar pájaros. Qué bien entendió en este sentido la psicología y el papel de la música maestros a los que enseñó Herrmann con su obra como Jerry Goldsmith en impresionantes scores como 'Instinto básico'...

Herrmann era un sieso. Un malas pulgas. A los ocho años recibía clases de violín y su profesor le dijo que no servía para ello. Acto seguido, le partió el instrumento en la cabeza a su instructor y se fue a su casa tan fresco. Herrmann no tenía amigos, hablaban perrerías de él. Pero era grande para lo que hacía. Su última obra, 'Taxi Driver', deja en solfa a los que defienden la idea de que su música quedó anquilosada en un género, en un estilo. En el Festival Internacional de Música de Cine 'Ciudad de Úbeda' en julio de 2008, asistí a un apasionante mano a mano entre el productor discográfico Robert Townson y el compositor Joel McNeely en el que ambos desgranaron la obra de Herrmann con la proyección de varias de sus partituras para facilitar la comprensión de su manera de escribir su música. Os dejo textualmente mi crónica de aquel acto escrita a los pocos días después...

"Joel McNeely ha recuperado un buen lote de partituras de este maestro para remasterizarlas o volverlas a dirigir editando los cds para que así los aficionados puedan conocer más exactamente la obra del gran autor de Marnie la ladrona, La batalla del río Neretva o Vértigo. Ha dirigido sus partituras y sus comentarios merecieron la pena tanto como el titular que nos dio a los escasos minutos de comenzar su alocución: "La música de Herrmann es engañosamente sencilla". Continuaba reflexionando al respecto, apuntando que "a veces veo las partituras y digo 'aquí no hay nada'. Pero no es así...".
Momento brillante la proyección de una secuencia de Con la muerte en los talones en la que Cary Grant espera en una parada de autobús de carretera, antes del famoso tiroteo de la avioneta. Para esa secuencia, Herrmann compuso música que Hithcock jamás quiso utilizar. Vimos la secuencia sin el score incidental, tal y como ha pasado a la historia, y después con la música que finalmente pudo grabar el tándem McNeely-Townson en 2007.
Se produjo un interesante debate y una votación auspiciada por los disertadores: la mitad del auditorio era partidario de la supresión de la música y la otra mitad de que el filme se hubiera quedado tal y como musicalizó Herrmann. El propio Joel era partidario de esto último y Robert de aprovechar el silencio de la secuencia como preludio de la próxima escena con la avioneta.
Particulamente le hice una pregunta capciosa a Townson: Si era defensor de suprimir aquella música que aportaba un constante pero casi imperceptible ritmo de timbal y de suspense ideal para la espera del protagonista, también lo sería para suprimir el frenético tema que Herrmann compuso para la huida en coche de la protagonista de Psicosis ya anocheciendo y diluviando, ya que el caso era muy similar. Cuestión de globalidad y uniformidad de cada película, me contestaron ambos, de ver realmente qué viene después de cada secuencia o previa a ellas para darle ritmo a cada filme. Pues vale.
Townson dijo frases interesantísimas, como en él es habitual. "El propio Hitchcock escribía en escenas de Vértigo textos que decían "Dejamos este escena para el señor Herrmann", indicando que "tenía una forma y estilo que, escuchando varias notas, sabemos que es él. Abarcó una diversidad de estilos y con Ciudadano Kane introdujo un sonido radicalmente nuevo en Hollywood".

Herrmann el arquitecto

Se mostraron en la pantalla las partituras originales de puño y letra de Herrmann para varias bandas sonoras, entre ellas el tema del asesinato de Psicosis. McNeely aseguró que "seguramente él se divertía componiendo sobre la forma de su música en el papel. En Psicosis, las notas conforman triángulos. Creo que componía de forma arquitectónica". Townson apostilló esta reflexión. "Sus notas se apelmazaban cuando llegaba al final del papel, era como un nió cuando se le acaba la hoja", para aseverar McNeely a modo de broma que "antes de leer las partituras de Herrmann yo tenía la vista perfecta y ahora uso gafas".

Os dejo también arriba los créditos iniciales de 'Marnie', todo un exponente de cómo hacer música cinematográfica y manejar las escalas admirablemente.

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