martes, 17 de noviembre de 2009

'Vinagre y rosas'

Tengo que comprarme el nuevo trabajo de Joaquín Sabina, Vinagre y rosas, siguiendo el maravilloso ritual que me impongo cada vez que el ubetense presenta un disco.

En estos días lo sigo en algunos programas de televisión. Juan Ramón Lucas lo entrevistó el jueves pasado, y anoche Buenafuente. Sabina disfraza su timidez, entremezclada con un cierto resquemor a lo catódico, finalizando sus frases -ocurrentes o no, aunque mayoritariamente lo primero- con esa sonrisa de dientes impropios de su vida, esmalte engañoso sin las muescas dejadas por balas de nicotina y alquitrán.

"-¿Tú eres más de Campanario o de Belén Esteban?", le pregunta el presentador catalán para buscarle las cosquillas distendidas al que fue capaz de escribir Contigo, una de las letras que marcan mi vida. Sabina contesta: "...Yo soy más de cuernos".

Grande entre los grandes. A Lucas le reconoció la otra noche que su pareja le acompaña en las giras. "Después de los conciertos hay bares, alcohol, chicas,...Más vale que venga ella para no caer en la tentación", dijo. Estoy seguro que lo ama con locura, y no por el hecho de permitirle controlarlo, sino precisamente por ser difícil de domar. Ahí radica, con mucha probabilidad, uno de sus encantos.

A Sabina y a Serrat tuve la fortuna de verlos en el concierto que ambos ofrecieron en Jerez en 2007, durante la gira de Dos pájaros de un tiro. Varias horas deliciosas, tanto como probablemente la mezcla culinaria-olorosa de su nuevo trabajo, Vinagre y rosas, y su primer sencillo, Tiramisú de limón. A lo largo de sus catorce temas, algunos títulos y frases de sus letras son tan extraordinarias como siempre. En Embustera nos dice:
"Contigo que he comprendido
que la humedad es algo que se seca y se olvida
gracias a ti he sabido
que la verdad es sólo un cabo suelto de la mentira.
Por eso sé que perderte no era quedarse sin nada,

la muerte es sólo la suerte con una letra cambiada".

En el aparentemente gélido título Parte meteorológico, y escrito junto con su amigo Benjamín Prado, cuenta..:
"Se anuncia entre los dos tiempo inestable
asoman a tus ojos las tormentas,
por la noche es probable que el viento sea variable, que me quieras…
y luego te arrepientas.
Las isóbaras ven hielo en tus venas
y en tu pañuelo un mar que se sofoca y auguran las antenas
que harán falta cadenas
para subir al puerto de tu boca".

Ya en tono cáustico, en su tema Crisis, no deja títere con cabeza, y empieza:
"En el vencindario a la hora del rosario
ni carne ni pescao,
dame otra pastilla de Apocalipsis Now
mientras se apolilla el libro rojo de Mao".

No seríamos justos si no mencionáramos a Pancho Varona y Antonio García de Diego a la hora de componer. Las letras entran por el corazón, pero ellas abren la puerta para dejar pasar a la música que, en el caso de los cantautores y concretamente en el que nos ocupa, pone el broche de oro a un artista excepcional.

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