La noticia ha llegado a través de varios cauces, pero en las redes sociales ha sido el perfil del Museo de Nerja el que ha lanzado una triste novedad tanto para el municipio de Nerja como para los seguidores de la serie VERANO AZUL. La cafetería bar Cavana, situada en la plaza del mismo nombre, ha cerrado sus puertas el domingo 2 de noviembre de 2025.
Este céntrico establecimiento no solo ha sido punto de encuentro de generaciones de nerjeños y de visitantes foráneos por su privilegiada ubicación, sino también un lugar activo para la vida social y cultural de la localidad. Museo de Nerja recuerda en su perfil de Facebook que, a lo largo de su extensa trayectoria, además de su actividad estrictamente hostelera, «el establecimiento se convirtió —junto a la recién inaugurada Librería Europa y el colegio XXV Años de Paz— en un referente de las inquietudes político-culturales de la Nerja de los años setenta en Nerja. En sus instalaciones era habitual la celebración del Torneo Local de Ajedrez, las “12 Horas de Parchís” o exposiciones con obras de artistas como Pepe Carneros o el homenaje a Som Cerezo en 1975, así como muestras de los fotógrafos Juan Carlos Piovano en 1976 y Paco García en 1977, acuarelas de David Kenning en 1994, pinturas de Liza Bolinguer en 1996 o collages de Roberto Díaz en 2006. En un artículo publicado en SUR el 27 de marzo de 1975, titulado `Promoción cultural de la Sala Cavana´, Juan Palomo señalaba que desde su inauguración, en 1973, se habían celebrado doce exposiciones, destacando una organizada por el colegio XXV Años de Paz, correspondiente a la Escuela de Pintura Infantil. Los propietarios, los hermanos Salvador y Rafael Pérez Bueno, manifestaron a Palomo que su principal propósito «era fomentar el arte y la cultura en Nerja y en la Costa del Sol».
Pero los amantes de VERANO AZUL la recordarán por ser una de las localizaciones de la serie que aún permanecían en activo, visitables y ademas prácticamente igual, ya que la cafetería Cavana conservaba su sabor añejo. Su fachada aparece en varios momentos de las andanzas de los chicos protagonistas de la serie, al igual que la plaza Cavana -actualmente muy cambiada con respecto a hace 45 años-, y sobre todo el local es recordado especialmente por el capítulo «Beatriz mon amour», en cuyo interior discurre el simpático episodio de Bea, Rafa, Tito y Desi como testigo de la desternillante secuencia en la que Bea y el personaje guaperas interpretado por Clipper Ledgard se encuentran en la barra del Cavana y Tito interrumpe varias veces para trasladarles los mensajes de la pandilla, que aguarda en el exterior esperando acontecimientos… y preparando la gamberrada de la motocicleta de Clipper a la que dejan sin gasolina.
La cafetería Cavana fue además lugar donde se gestionaron algunos trámites relacionados con el rodaje de la serie, como las contrataciones de extras, a los que se les citaba en su interior. Cabe reseñar también que, durante los años en los que Miguel Joven 'Tito' realizó las rutas de localizaciones de VERANO AZUL, Cavana era una de las localizaciones que visitaban los componentes de los grupos en la que mostraban mayor interés, antes de visitar el hotel anexo que también ostenta el nombre de la plaza, donde se hacía un receso para tomar un refresco y en el que Miguel explicaba algunos detalles incluso tras la barra de la zona interior al fondo, como puede verse en la fotografia que encabeza esta noticia. Allí también se firmaban fotografías dedicadas y autógrafos a quienes realizaban esta ruta.
VERANO AZUL desaparece sin que nadie registre su historia en una producción profesional
El cierre de la cafetería Cavana de Nerja es una
consecuencia más, indefectible, del paso del tiempo por los lugares en los que
vivimos o donde hemos sido felices en nuestra vida. La desaparición de
emplazamientos simbólicos que han formado parte de nosotros nos provoca
tristeza, desazón, aún entendiendo que nada es para siempre y que los enclaves,
los pueblos y ciudades, van transformándose y lo hacen de una manera francamente
acelerada, a veces de una forma tan apresurada que resulta difícil valorar si
son los cambios que necesitan nuestros lugares de cabecera. Este fenómeno
resulta aún más frecuente en el caso de los negocios, muchos de ellos puntos de
encuentros de generaciones pero siempre pendientes del debe y el haber, de la
estacionalidad de su clientela, de la necesidad de adaptarse a los tiempos y a
las modas, y cuando sus responsables llevan décadas luchando con sus negocios,
y como un suspiro, alcanzan la edad de la jubilación y, en muchos casos, no hay
relevo para una profesión tan sacrificada como es el comercio, la hostelería y
su gestión.
La cafetería Cavana se une a muchas otras localizaciones de
VERANO AZUL que, en estos 45 años, han desaparecido. El inmueble de la lechería
de Pancho, el abandono de la Casa de Julia ante la incomprensible indolencia de
su propiedad o del Ayuntamiento nerjeño, los exteriores de la casa del Mago
Massip, los recreativos, varios comercios,… otros emplazamientos se han visto
muy alterados aunque sigan en su sitio porque así lo han requerido los tiempos:
los merenderos de Ayo y la Barca, en general el entorno de Burriana, por
ejemplo, donde también se encontraba el barco de Chanquete, los jardines del
Parador, pendientes ahora de una nueva y amplia reforma. De las calles del
centro, ya sabemos. Y algunos siguen conservando su magia, como la cala de Maro
que en la serie conocimos como Calachica, o el Bar El Molino/Tasca de Frasco,
gracias a la sensibilidad de su responsable, el artista Fernando del Paso.
Sea como fuere, y sin entrar en la discusión sobre si los
cambios corresponden a las necesidades reales de Nerja o producto de la
turistificación, que no es el objetivo de estas letras, lo cierto es que los
escenarios de VERANO AZUL van desapareciendo paulatinamente sin que camino de
conmemorar el 50 aniversario del rodaje de la serie en 2029, hayan quedado
inmortalizados más allá de fotografías de aficionados de la serie o en algunos
que otros vídeos caseros grabados especialmente en la última decada, habiéndose
perdido la oportunidad de recoger audiovisualmente vestigios desaparecidos nada
menos que desde 1979 a ya metidos en la segunda década de los años 2000.
Resulta bastante triste que una serie tan popular, que forma
parte de la historia de la televisión de nuestro país, exportada a decenas de
otros países y que aún sigue viva como se demuestra en cada reposición, además
de haber dando tanto a Nerja y siendo santo y seña de importantes nombres del
cine y de la pequeña pantalla, no haya tenido jamás un documental televisivo en
el que quedaran reflejadas sus localizaciones, cómo se rodó la serie y, un
factor también fundamental del que no nos estamos percatando: el humano. Porque
quienes han seguido vivos entre nosotros que hicieron posible VERANO AZUL hace
años están falleciendo por lógicas razones de edad. Desde técnicos que
participaron en el rodaje que podrían contar muchas cosas del día a día, a sus
propios creadores, pasando por gente anónima del pueblo que participó como
extras, o estuvieron allí y vieron cómo se hizo una producción catalogada como
de las mejores de la historia de este país.
Los lugares desaparecen, la gente se muere y nadie ha rodado
el documental de VERANO AZUL. Muchos programas televisivos han hablado de lo
mismo, Miguel Joven mantiene viva la esencia en Nerja, todo el mundo cuenta
siempre lo que ya sabemos, hay cientos de fotos mejor o peor captadas de
anónimos seguidores. En regresoaveranoazul.com y #UltimoEstreno hicimos dos
capítulos sobre las localizaciones en 2018 y 2019, de dos horas de duración, y
cuál fue nuestra sorpresa que hasta esa fecha, es decir, 40 años después del
rodaje de la serie, no existía ni siquiera en redes sociales reportajes
audiovisuales sobre VERANO AZUL. Les reto a encontrarlos. Muchas fotos y
textos, en gran parte gracias a la estupenda labor de la web veranoazul.org
durante tantos años, pero vídeos escaleteados y planificados sobre los lugares
de rodaje es imposible encontrarlos porque, sencillamente, no existen. Como
también resultó increíble que no hubiera productora discográfica que, en 40
años, apostara por grabar la banda sonora que compuso el maestro Carmelo
Bernaola para la serie. Todo el mundo silba la melodía del tema principal,
todos recordamos esos temas emblemáticos de cabecera o el acordeón de
Chanquete… pero no fue hasta 2018 cuando se grabó el primer trabajo
discográfico con la banda sonora. Otro ejemplo más del maltrato global a VERANO
AZUL. Y aún hay quien dice que «somos unos pesados» quienes reivindicamos esta
serie…
Transcurre el tiempo y seguimos sin el documental de VERANO
AZUL. Oficial o no. RTVE ha tenido la oportunidad, en este casi medio siglo, de
haber rodado un trabajo magnífico profesional al respecto. Recoger testimonios,
captar enclaves, localizar a personas… Una producción audiovisual que estoy
convencido hubiera sido seguido masivamente por el público de la televisión
estatal, que después se hubiera editado en formato casero y hoy tendríamos
inmortalizado lo que poco a poco está desapareciendo. Si RTVE no lo ha hecho
porque no ha tenido esa sensibilidad o miopía en el ámbito de la producción,
¿por qué una productora privada no ha optado por ello? A todo lo más, algunos
hemos grabado -como he comentado- reportajes caseros, que incluso cuando lo
hicimos no pudimos imaginar que, algunos años después, sus visualizaciones
alcancen los dos millones de clickeados, lo que denota la demanda que estamos
exponiendo. Pero lejos de que podamos hacer con voluntarismo es necesario un
proyecto sólido, una producción, un presupuesto y unos equipos profesionales
que hagan realidad algo que aún no se hecho?
Hoy día, que se hacen documentales por todo e incluso con
las temáticas o motivos centrales en ocasiones sin interés alguno -está de moda
hacer documentales-, aún sigue pendiente el trabajo que muestre cómo se hizo
VERANO AZUL, lo que supuso y cómo viven hoy la serie sus millones de
seguidores. Si desde luego RTVE o alguien está pensando en ello esperando el 50
aniversario, conviene recordarles que el tiempo avanza inexorablemente y nos
vamos quedando sin patrimonio material y humano. Para entonces puede ser tarde
porque ya, de hecho, en 2025, lo es. Y mucho.
Fuente original: www.regresoaveranoazul.com



