miércoles, 27 de agosto de 2008

Plataformas (in)útiles

Desconozco el objetivo de determinados sectores que han hecho del castellano -o español, como prefieran- el nuevo cañón con el que disparar al Gobierno de Zapatero y a cualquier resquicio de pluralidad lingüística en España. Crean una plataforma para defender nuestro patrio idioma de los ataques que sufre, de su discriminación en algunas comunidades autónomas y el peligro de que desaparezca bajo los vocablos de los idiomas autonómicos, nacionalistas o como quieran llamarlo.

El español está en peligro, los bárbaros acaban con el milenario idioma cervantino. Todos a sus puestos, bandera en alza, también aprovechada por los defensores de, al fin y al cabo, otro nacionalismo exacerbado.

No sé a ciencia cierta si mi idioma está en peligro debido a los politiquillos que juegan a caciques con trozos de España o si el castellano va a desaparecer porque en la estación de Reus exista un cartel turístico en catalán, inglés, francés e italiano y se obvie el castellano. También somos miles los que viajamos a Francia cuando podemos y las cartas de los restaurantes vienen en tres idiomas menos el nuestro. Y nadie dice nada.

Sí estoy convencido de que, a este paso, el castellano desaparece y se convierte en un idioma plagado de expresiones mal dichas y frases inadecuadamente construidas. Y la culpa la tenemos especialmente los medios de comunicación y, obviamente, los periodistas.

Yo crearía una plataforma realmente útil, para defender el español de los verdaderos ataques que está sufriendo y que no son precisamente políticos. Sólo así podremos alzar la voz y proteger nuestro rico idioma de los disparates que se escuchan en las emisoras de radio a todos los niveles, se les oye a los locutores televisivos o se lee en los periódicos, desde el del pueblo de al lado hasta el mismísimo El Mundo, por poner un ejemplo que pueden ustedes sustituir por otro rotativo de relevancia.

A mí me resulta escandaloso escuchar " la gerenta de la empresa" en un magacine matinal de una emisora a nivel nacional, o la propia vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, argumentando que "hemos cosechado un resultado muy positivo", entre otras cosas porque, mal que le pese a Bibiana Aído, el término 'gerenta' no existe hoy por hoy y la manera 'consuetudinaria' de imponerlo no es la de su uso por la fuerza, sino la de la explicación racional etimológica hasta que la Academia lo considere argumentado. Y lo de 'cosechar' es otro delito lingüístico, porque no se puede cosechar una elemento, sino varios que conforman la cosecha en sí. Es, por tanto, imposible "cosechar una victoria" en un partido de fútbol. Y también lo oí anoche en una emisora en un programa deportivo.

Podemos crear una plataforma ante la barbaridad que supone leer en los periódicos las expresiones "temas a tratar", con el incorrecto a+infinitivo, o la sustitución de palabras tan españolas y andaluzas como "casapuerta" por "hall", o Champions por Liga de Campeones. Podemos proponer eliminar STOP de las señales por el PARE del continente americano.

¿Acaso hay algo más repugnante que leer en una citación para una reunión que vamos a hacer una "Brain Storming" como sinónimo de sentarnos a exponer lo que a cada cual se le pase por la cabeza? ¿Quién le escribe a los presentadores de los telediarios sus textos, plagados de barbarismos y tiempos verbales inadecuadamente empleados? ¿Quiénes ponen los titulares de prensa, sin verbos, con los complementos de lugar y tiempo antepuestos a los verbos, con sus sujetos en donde le da a entender al ignorante o donde la caja de texto le permite para no calentarse la cabeza? ¿Por qué se empeñan en escribir 'alcalde' con mayúsculas y sale publicado? ¿Quién emplea hoy días las comas correctamente y las coloca en su lugar? ¿Por qué una emisora a nivel nacional tiene el lema "la única emisora de radio para escucharte a ti". ¿No te jode? ¿Va a ser para "escucharte a mí?". ¿Por qué esa permisividad de redundancias? ¿Y la carencia de colocación de tildes? ¿Y los mensajes de móviles?

Esos foribundos ataques al español sí me preocupan. Más que los que quieren ver política en la lengua y la usan como arma arrojadiza. A ellos les invito a que, si realmente aman su lengua, se unan a mi plataforma.

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