jueves, 14 de noviembre de 2019

Roy Webb en la fecha del cumpleaños de Veronica Lake



El 14 de noviembre de 1922 nacía una de las mujeres más perturbadoras -y escasamente soportable por sus 'partenaires' cinematográficos- en toda la historia del Séptimo Arte. Veronica Lake, con su rabiosa belleza, su rubia melena y su crudo humor negro tuvo tantos hombres tras ella como enemigos en la industria del cine. 
Su vida fue un poema, el alcohol acabó con ella, enfrentada a sus hijos y sola, muriendo a los 50 años y con sus cenizas esparcidas en el mar. Lake hizo un puñado de películas maravillosas como 'Me casé con una bruja', dirigida en 1942 por René Clair. Su temática dio pie años después a la popular serie 'Embrujada' y a nosotros nos invita esta noche a recordar con justicia al compositor de esta película, Roy Webb. 
Nominado al Oscar a la mejor banda sonora por 'Me casé con una bruja', lamentablemente Webb no está ubicado en el lugar que le corresponde como creador de música cinematográfica. Parte de esta injusticia fue provocada por su masiva creación de partituras para la RKO, remezclando composiciones anteriores, mermando su capacidad creativa ante la extensa producción de la compañía, tanto que llegó a componer una media de doce bandas sonoras por año en la década de los cuarenta. Ríase usted de Morricone... 
Uno de sus scores más conocidos fue para la película 'Encadenados', de Hitchcock. Pero centrémonos en 'Me casé con una bruja'. 
Deliciosa película y banda sonora de gran interés por varias razones que comparto con vosotros y que podéis comprobar a través del vídeo que he montado con secuencias del filme con cuatro partes diferenciadas. En una primera, los créditos iniciales, en los que Roy Webb juega maravillosamente con la marcha nupcial introduciéndola a modo de guiño en su tema principal, en el que juega con notas que piruetean en tonos 'mágicos'. Una magia 'blanca', como se puede comprobar. En solo un minuto es capaz de ello, y también a mi juicio tengo claro que Webb fue un espectador consumado de 'Fantasía' tan solo dos años antes, en 1940, con especial atención a su aprendiz de brujo... Precisamente el segundo clip del vídeo os da muestras además de una característica del estilo compositivo de Roy Webb: el llamado 'mickeymousing', apelativo -no siempre cariñoso- con el que se le conoce al método por el que los compositores apostillan cada movimiento en escena con su música sincronizados al máximo. No es de extrañar: Webb fue ayudante de Max Steiner, el gran compositor que en su haber posee uno de los ejemplos de 'mickymousing' más diáfanos: su 'King Kong' de 1931. En 'Me casé con una bruja' vemos al gato entrar en la casa, corretear, subirse al sofá con Veronika Lake, la puerta se cierra.. Oid la música y veréis, aunque parezca paradójica la frase. 
Un tercer corte del vídeo nos muestra a Veronica Lake cantando en versión original y el cuarto y final me parece enormemente interesante. Solo lanzo una afirmación sin explicar más allá: estoy plenamente convencido de que Steven Spielberg y John Williams vieron esos minutos finales de 'Me casé con una bruja' antes de rodar y musicalizar 'ET'.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Nueve años sin Berlanga. Recordando 'Tamaño natural'



El 13 de noviembre de 2010 nos dejaba uno de los grandes cineastas de nuestro país: Luis García Berlanga. 
 'El verdugo', 'Bienvenido Míster Marshall', 'Plácido' o 'La escopeta nacional' son algunas de sus obras maestras. Bajo una exposición de motivos que en la mayoría de las ocasiones se basaba en apariencias temáticas grotescas, se encontraba una talentosa y mordaz manera de exponer y criticar situaciones vinculadas a la sinrazón humana, a la política mal entendida, a la insolidaridad, a la obligada desesperanza o al sexo incomunicativo. 
Este es el caso de una de sus películas más retorcidas, 'Tamaño natural'. En las ocasiones en las que compartí con él alguna mesa redonda, cenas y charlas en general, era muy común que habláramos mucho de este filme con el que el maestro se divertía sobremanera recordándolo. No hay que olvidar que era un gran aficionado a todo lo relacionado con el sexo. 
'Tamaño natural' contaba la historia de un dentista perturbado por una muñeca hinchable. Michel Piccoli (que en diciembre cumplirá nada menos que 94 años) encarnaba a un ser capaz de sustituir a su esposa por una muñeca, en la que busca no solo sexo, sino comprensión y ternura, con las consiguientes reacciones de quienes lo rodean al conocer su existencia. Desde su mujer, que en un acto de humillación -y un ejercicio guionístico extraordinario- se hace pasar por otra muñeca para recobrar el cariño de su marido -impagable el plano de ella inmóvil llorando al comprobar la reacción de él- a su familia, que actúa de la misma manera que podemos ver la película en un principio: como una astracanada burda y forzada, cuando en realidad se convierte en un ejercicio de exposición humana de la incomunicación, la soledad y el desencuentro emocional. 
¿Y la música? Aquí tenemos otra curiosidad. El célebre compositor francés Maurice Jarre escribió la banda sonora, siendo la única ocasión en la que hizo música para una película española. Al creador de grandes scores como 'Lawrence de Arabia' o 'Doctor Zhivago' no lo relaciona nadie con Berlanga, pero ya véis... 
La banda sonora de 'Tamaño Natural' no está editada. Creo haber visto una edición pirata hace muchos años que no logré adquirir. Apenas algo más de 17 minutos hizo Jarre con especial dedicación a la aparición de la muñeca en pantalla por vez primera y en el impagable final cuando flota sobre el agua tras la caída del coche. En ambas partes -que os ofrezco en un vídeo que he montado extraído de la copia que tengo de la película- se juega con el mismo leit motiv, un tema sensual para el que lógicamente Jarre emplea el instrumento más sexual que existe, el saxo, acompañado de órgano, sinuoso y que resulta pegadizo. Su perceptivo inicio de corte erótico va dando paso en su desarrollo a una sensación, provocada por la música, de soledad, tristeza y vacío a pesar de lo que contemplamos, revelándonos por lo tanto Jarre que el protagonista involuciona en su insatisfacción aunque no se percate de ello y adelantándonos un final infeliz.


jueves, 7 de noviembre de 2019

Cuarenta años del estreno de 'Apocalypse Now' en España

Hoy, 7 de noviembre, se cumplen 40 años del estreno en España de una obra maestra del cine. Reconozcamos que 'Apocalypse Now' no es una película de fácil digestión. Necesitamos prepararnos para adentrarnos en su historia, adecuarnos a su ritmo y paulatinamente dejarnos cautivar por una película monumental que, cuando de su música hablamos, nos dejamos llevar por dos momentos estelares: el inicio con la canción 'The End' de The Doors y especialmente la utilización que Francis Ford Coppola hizo de la cabalgata de las valkirias de Wagner en su secuencia más famosa. 
Sin embargo, la banda sonora original de 'Apocalypse Now' no es especialmente conocida. Es lógico, porque lo que compuso Carmine Coppola para la película de su hijo es una música absolutamente incidental, atmosférica, que contribuye a adentrarnos en ese viaje iniciático y asfixiante en busca de respuestas a una sorprendente decisión. "El horror...". 
Quince temas originales posee la edición discográfica de la BSO de 'Apocalypse Now'. En el siguiente vídeomontaje os muestro tres momentos: el primero, en el que suena el tema 'The Voyage', que es el que acompaña al capitán Willard en la llegada a su destino. Música átona, influenciada por las tendencias progresivas y experimentales de aquellos años, perfecta para el momento y con percusión final al ritmo de nuestro órgano vital. Llega el momento en el que Willard se adentra en "el corazón de las tinieblas" y la música nos lo corrobora. Las otras dos secuencias corresponden al bombardeo a los sones de Wagner y el olor a Napalm por la mañana. Inolvidable.


miércoles, 6 de noviembre de 2019

La plantilla del Real Teatro de las Cortes



Mi solidaridad, respeto y cariño hacia los trabajadores y trabajadoras del Real Teatro de las Cortes de San Fernando en estos momentos (meses ya) complicados.
Fueron años de trabajo conjunto en su día y siempre con un trato exquisito hacia mi persona, facilitando todas las ideas e iniciativas que surgían en cada instante y desempeñando su labor como he visto en pocos teatros en España.
Los pliegos, las condiciones, etc. que emanan de la administración pública tienen siempre que tener en cuenta dos factores fundamentales: el laboral y el humano, especialmente si la responsabilidad política de esa administración se jacta de defender los derechos de los trabajadores. Las mejoras de los servicios son, en la inmensa mayoría de los casos, compatibles con las personas que ya vienen desempeñando esas mismas tareas sin tacha alguna. Claro que para eso hay que trabajar las cláusulas, siempre dentro de la ley pero protegiendo a quienes dependen de esos puestos... En definitiva, hacer 'política administrativa' proteccionista hacia el trabajador y especialmente hacia el trabajador eficiente. Es obvio que los pliegos -y hablo en todos sitios- se hacen hoy mecánicamente y sin el más mínimo resquicio de humanidad, solidaridad y servicio a la sociedad. Servir a la sociedad también es proteger el trabajo existente. Claro que es más hiriente -y decepcionante- que eso lo practiquen gobiernos que se supone llevan en su ADN la defensa del trabajador.
Un abrazo a todos/as los afectados/as acompañado de esta fotografía de uno de tantos momentos señalados.

miércoles, 30 de octubre de 2019

'La cabina' en HD y su compositor 'desconocido'




TVE emite el mediometraje 'La cabina' a las 00:00 horas de este miércoles, aduciendo su conversión en Alta Definición. Buena oportunidad para volver a ver un filme que tres años antes de que 'Tiburón' causara psicosis global en las playas, hizo -al menos en España- que cuando utilizáramos las cabinas telefónicas las dejáramos abiertas o el pie dispuesto estratégicamente en la puerta para evitar que se cerrara. 
Antonio Mercero rueda, en algo más de media hora, una historia que ya conocemos. Se quiso interpretar como una crítica a la dictadura de Franco, pero el cineasta negó una y otra vez que pretendiera ir más allá de una historia de terror claustrofóbico. Creo, personalmente, que se trata de una reflexión sobre la incomunicación obligada que padece el ser humano, las prisiones que sufre tanto propias como ajenas en todos los ámbitos que rodean nuestras vidas, dejando plasmados en la cinta momentos de brillante subliminalidad. 
¿Y la música? Ocurre una cosa muy curiosa, y lamentable, con ella. No aparece su compositor en los créditos, aun cuando su papel es muy importante puesto que apenas existen diálogos en todo el metraje. Es decir, jamás se le ha hecho justicia al autor. Todo lo más se lee en algunos sitios que la banda sonora es de Carl Orff, el compositor alemán autor del Carmina Burana por poner un ejemplo. Solo hay un tema de Orff en 'La cabina', que es el que Mercero utiliza en el túnel del final del filme, en el desenlace, terminando con un plano de una nueva cabina vacía en el mismo lugar que la que ocupaba la de López Vázquez. Le costó además un litigio a Mercero, ya que no pidió permiso para utilizarlo y Orff lo denunció. Llegaron a un acuerdo después de que el alemán visionara la película del director español y alucinara con ella. 
La banda sonora -en su totalidad- de 'La Cabina' la podemos dividir en seis momentos correspondientes a otros tantos secuenciales de la obra: 
1) El inicio con el montaje de la cabina, con un tema muy de la época, cierto suspense en sus patrones y muy percusionado, como en realidad casi todos los temas siguientes. Parece, en ocasiones, compuesto como sintonía para un informativo radiofónico. 
2) La incursión de López Vázquez en la cabina y su primer intento de salida (5'33''). Con un solo instrumento (oboe, creo identificar), el compositor hace un tema átono, misterioso y desorientador, sincronizado con los movimientos de quien está atrapado, con la colocación de sus manos en los cristales, sus miradas, etc. reflejando con la música lo kafkiano de la situación. 
3) La pesadilla 'viajera' en la camioneta comienza a partir del 18' con un tema marcado por notas que se repiten con cuerdas, saxo, de nuevo percusión y sensación de movimiento y agobio. 
4) Llama la atención el momento macabro del encuentro entre las cabinas de López Vázquez y Agustín González, para lo que Mercero decidió utilizar 'Mambrú se fue a la guerra' cantado por un grupo de niñas que juegan ajenas a lo que sucede. El retorcimiento del director es patente a la hora de generar sensaciones negativas con un coro angelical cantando. 
5) El tema del viaje deriva a motivos más graves sólo interrumpido por otro retorcimiento del director: el encuentro de López Vázquez con los actores circenses (23'30''). Los únicos que no se ríen de él en toda su odisea -curiosamente- y que parecen presagiar el final. Los acompaña lo que parece es un acordeón solista que, tras el encuentro con el niño, se acompaña de otro acordeón para completar la melodía y continuar con un camino musicalmente herrmanniano. 
6) La llegada final al túnel con el ampuloso tema de 'El triunfo de Afrodita'. Creo que Mercero corría el riesgo de que la secuencia le quedara demasiado pretenciosa con esta música, pero también opino que salió airoso del invento. En nuestras retinas y nuestros oídos se quedarán para siempre estos minutos finales y los esqueletos en las cabinas. 
Aunque TVE la ponga esta noche, pero por si leéis esto más tarde o si queréis comprobar lo que os comento, os dejo el enlace a 'La cabina' en la web de RTVE.