miércoles, 18 de junio de 2008

El género y sexo de Bibiana Aído

Conozco a Bibiana Aído. Es de ese tipo de mujeres con los que cuentan partidos políticos como el PSOE que da gusto comprobar su empeño en hacer valer los valores que, durante años, muchos retros se dedicaron a enterrar.

La diferencia entre una política teóricamente progresista y defensora de la igualdad y una feminista recalcitrante es que la primera conoce cierto refrán chino y la otra no, concretamente aquél que dice que todo el mundo es tonto durante cinco minutos al día y que el secreto radica en no pasarse de ese tiempo. Obviamente, sustituyamos el insulto por cualquier otra labor capaz de realizar el ser humano.

De manera que llega el momento en que la feminista ve las mismas conspiraciones que en su día creían sufrir los fascistas, ella urdida por todo hombre que la rodee, y aquellos por los rojos judeomasones. En definitiva, son tan grotescos unos como otros, porque entre los muchos motivos despreciables que ostenta la radicalidad se encuentra lo ridículo de sus formas y lo estentóreo de sus ademanes.

Está claro que una ministra no puede ser estentórea ni grotesca, porque entre otras cosas va a venir a darles la razón a los que dijeron que para qué puñetas fue nombrada. Pero a Bibiana le pierde situarse en Madrid y continuar con la misma forma de hacer política que en su provincia, en su ciudad, en su barrio o entre sus vecinos. No es lo mismo tener un puntito de radicalidad feminista en una conversación en un bareto de la calle Muñoz Arenillas de Cádiz, o incluso en un evento de difusión provincial cultural en el que se puede lanzar algún exabrupto reivindicativo como algo pintoresco. Una presentación de un acto en un centro cultural o social de un pueblo de mediana población en la provincia gaditana en el que de la boca de Aído como estrella invitada salga el palabro “miembras” resulta todo un ejemplo de simpatía que no va más allá de una gracia anecdótica bien entendida o una reivindicación casera. Pero emplear esta forma de hacer política como ministra en Madrid termina siendo escandalosa por razones obvias. Y a la buena de Bibiana aún nadie le ha explicado esa diferencia, seguramente porque los propios ideólogos de la cúpula de ZP darán por sentado que la gaditana ya traerá esa lección aprendida. Si a ese cambio de chip que aún tiene pendiente Aído le unimos un recalcitrante feminismo…

La metodología radical es propia para los que no tienen el poder, y Bibiana debe saber que ahora ya lo tiene en sus manos, no hay razón para seguir un discurso radical de defensa de la mujer cuando puede actuar con políticas a base de iniciativas que ella misma rubrica con su firma desde el despacho. “Eso es poder”, que decía Oscar Schindler en la extraordinaria película de Steven Spielberg

Yo le recomiendo que ejerza de lo que ya es y deje los modos localistas reivindicativos. Todo ello desde el punto de vista político, porque si entramos en el lingüístico con el famoso femenino de "miembros", entonces le ponemos la guinda a un pastel mal horneado desde el principio.

La propuesta de Aído se fundamenta en la creencia de que las palabras que acaban en –a han de ser femeninas y las acabadas en –o, masculinas. Pero es que la ministra confunde sexo con género. Las cosas en la vida, en la realidad, tienen sexo o no. En particular, la mayor parte de los seres vivos perceptibles pertenecen a especies con sexo, como la nuestra. De ahí que haya sexo mujer o hembra o sexo varón o macho, con independencia de las tendencias sexuales y demás. Pero es obvio que las cosas no tienen sexo, porque como acertadamente dice el lingüista Igor Iglesias, ¿dónde tienen la picha un martillo, un coche o un puente? No haría falta decir que tampoco tienen sexo mesa, moto o farola. Sin embargo, en la lengua estas palabras que carecen de sexo en la realidad, son sustantivos masculinos y femeninos, respectivamente. Por tanto, sexo y género no es la misma cosa, por mucho que coincidan en la mayor parte de los casos donde el referente sí posee sexo.

Puestos a exigir el desdoblamiento genérico, podemos proponer que a la caballa macho a partir de ahora se le llame el caballo. Pero esa –a, con la que acaba "caballa", no es una –a femenina solamente, sino que además es masculina.
También será interesante conocer qué hacemos con la palabra víctima, puesto que de seguir las consideraciones exacerbadas de los que quieren cambiar el lenguaje confundiendo género y sexo, yo sería “víctimo” de un ataque de tos, o en otro caso más llamativo, “periodisto”.

¿Y qué hacemos con la RAE en el caso de juez y jueza? El diccionario define “jueza” como “mujer que desempeña el cargo de juez”. ¿Habría que pedir que se eliminara esa catalogación probablemente machista y tenerlo como prioridad, antes que inventarse “miembra”?

martes, 17 de junio de 2008

"Killo.. Que te he mandado la escupiderita, joé"

Pablo tendrá que aprender a utilizar pronto lo que ven en la imagen. O sus padres, que empiezan ya a conocer los hábitos y las obligaciones (también las satisfacciones) de ser progenitores.

Un mundo nuevo para una pareja a la que aprecio, Israel J. Poveda y Vanesa Perondi, el primero un excepcional fotógrafo capaz de captar con su cámara no sólo la foto de hoy, con la que me sorprendió en mi correo hace varios meses y hemos tenido nuestras risas, sino también momentos cotidianos con una extraordinaria viveza (si alguien tiene dudas puede comprobarlo en http://www.fotosijpoveda.blogspot.com/). Vanesa, por su parte, es una brillante periodista ex compañera en mi periódico.

Muchas felicidades y a disfrutar de vuestro hijo en tiempos duros...

domingo, 15 de junio de 2008

¡Enhorabuena!

Mi más efusiva felicitación al Málaga CF, un equipo que ha realizado un campeonato en el que, a pesar de algún que otro punto perdido sin que estuviera previsto, se ha merecido el ascenso a Primera División. Su historia, su estadio, su calle Larios, su Teatro Cervantes, sus rincones y su provincia,... Málaga es un maravilloso lugar en donde tengo buenos amigos y que hace años se convirtió en mi segunda ciudad como patria después de Cádiz.

Me alegro mucho por este ascenso tratándose además de un equipo andaluz, al igual que la permanencia del Córdoba en Segunda División. Y extiendo mi enhorabuena al Club Deportivo San Fernando y a la Balompédica Linense, dos clubes gaditanos que han logrado también el ascenso a 2ª B.

viernes, 13 de junio de 2008

El alcalde de Morón, nada nuevo bajo el sol

No sé a qué viene tanta escandalera con la decisión del Ayuntamiento de Morón de la Frontera, auspiciada por su alcalde Manuel Morilla y pretorianos que comen del pesebre, de nombrar alcaldesa honoraria de la localidad sevillana nada menos que a la Virgen María Auxiliadora. Por lo visto, esta advocación mariana tiene mucha tradición entre los vecinos del pueblo y el primer edil, perteneciente al Partido Popular, ha tratado de emular al mismísimo Luis García Berlanga con una serie de preparativos y reuniones con su camarilla para celebrar un pleno parafernálico, atacar a los concejales de Izquierda Unida que se opusieron a tamaño dislate y culminar la sesión con unos exabruptos contra las 'hordas rojas' y un cántico religioso acompañado de las beatas del pueblo, todas sentadas entre el público. Lo dicho, que María Auxiliadora ya es ilustre prócer de Morón.

A pesar del disparate, de las bochornosas formas utilizadas por Morilla en el Pleno (encuentren el vídeo en cualquier buscador de internet) y de preguntarme sin saber la respuesta por qué el PSOE sospechosamente no asistió a esa sesión, no comprendo la que se ha liado en toda España. Quiero concienciarme de que quizás haya sido la actitud payasa y propia del alcalde emulando al personaje de don Senén en plena salsa en Amar en tiempos revueltos lo que ha crispado a miles de ciudadanos, más que en realidad el fondo del asunto. Porque si en lo más profundo de la polémica lo que se halla es la cesión de un nombramiento magno a una advocación mariana o la mezcla de la religión con la política, entonces vamos a poner todas las cartas sobre la mesa y dejar de satanizar al alcalde de Morón.

¿Alguien puede decirme qué diferencia existe entre nombrar alcaldesa de una ciudad a María-no-sé-qué y llevar años tratando de que se apruebe un expediente que declara Regidor Perpetuo de una localidad a una imagen, como sucede en muchas otras ciudades españolas?

La escultura de Jesús Nazareno de la capital gaditana es alcalde, y además perpetuo, (con la grima que me entra nada más escuchar esta palabra), de Cádiz. Teófila Martínez va todos los Jueves Santo y le deja el bastón de mando de la ciudad agarradito como el pobre de Cristo puede para que no se le caiga durante las horas de procesión por la ciudad. En San Fernando, hace años que un sector de la población viene desarrollando una iniciativa con el fin de transformarla en decreto de Alcaldía para que la imagen de Jesús Nazareno sea nombrado también regidor perpetuo. En muchas otras ciudades sucede tres cuartos de lo propio. Y nadie publica esa necesidad de separar la religión de lo civil. Es más, ¿qué sentido tiene que en los desfiles procesionales participe la Corporación municipal?

Los socialistas, representantes de la izquierda más moderada, son perfectos conocedores de la relevancia del patrimonio cultural de las hermandades y están en muchos sitios locos por medio utilizarlos como atractivo turístico. Con esa idea podemos ponernos todos de acuerdo. Tú utilizas en tus rutas mi simpecado, mi bambalina frontal y mi paso dorado, te atraigo guiris al pueblo, y tú me das a conocer como hermandad señera y cuando necesite restaurar unas lascas del dorado de la canastilla te voy a pedir un pellizco de lo que ganas con las rutas turísticas que has inventado. Vale la canasta. Seguro que también le suena a triple además a Fernando López Gil, alcalde moral de San Fernando, que hace varias semanas visitaba la casa de hermandad del Nazareno de La Isla para “comprobar el gran patrimonio de esta cofradía”.

Pero de eso a malutilizar las advocaciones, a obligar a ateos a desfilar delante de los santos o ellos mismos a llevar a cabo actos incongruentes y a nombrar a cualquier Virgen como mandamás de una ciudad va un trecho. Y eso no sólo ha sucedido en Morón. Y parece que seguirá ocurriendo, a pesar de que la propia Constitución lo dice taxativamente. Pero aquí aún queda mucho por aprender a distinguir y más aún por respetar las cosas y cada una en su contexto.

miércoles, 11 de junio de 2008

La jornada de 65 horas semanales

Mi reino no es de este mundo, como dijo el otro. Por eso siempre he pensado que el personal debería comenzar a trabajar a los veinte años, dejar de hacerlo a los cincuenta y desde ese momento descansar en el sofá, viajar a Egipto, leer mucho o ver cine para digerir sin sofocos la buena cultura y disfrutar de una vida familiar que se le niega reiterada y sistemáticamente durante la mayor parte de la vida. Eso de sentirse inútil porque te vas a tu casa me parece una enorme estupidez, porque el inútil es el que tiene sesenta y tantos y está haciendo en canelo por algo más de mil euros. O menos. Así, los cincuentones comenzarían realmente a vivir y el desempleo se acabaría, porque muchos jóvenes vendrían a sustituirlos en sus puestos de trabajo.

Treinta añitos currando no está nada mal. ¿Que quién paga a esos jubilados? No me hagan reír. Son preguntas dentro de un sistema actual abocado, por lo que veo, al retroceso que tan bruto pone a algunos gobernantes fascistas europeos, como Berlusconi, uno de los principales auspiciadores de esa gracia que supone ampliar la jornada laboral a las 65 horas. Es decir, que si ya ahora con cuarenta una buena parte de los currantes le echan una decenita más de horas a la semana sin que existan en los papeles, en la nómina, en la vida laboral y sólo presentes en el costillar y la mente del explotado, cuando impongan este nuevo desvarío ya serán setenta y cinco y ochenta horitas dándole al trabajo. Y demos gracias al Señor, que tenemos un empleo.

Un inciso etimológico-histórico para los que ponen cara de creer que estar jubilado es una enfermedad y que, curiosamente, coincide con mis planteamientos. "Jubilado" viene del latín iubilāre, cruzado con jubileo. La jubilación se daba al cabo de cincuenta años de servicios, espacio de tiempo del jubileo, en tiempos de la historia antigua.

El Gobierno español se va a negar a ampliarnos las horas en el turno de intervenciones durante la sesión que tendrá lugar en el Parlamento europeo para aprobar (o no, que diría Esperanza Aguirre) la propuesta salida de algún cretino. Seguramente que cuando el parlamentario español acceda a la palestra, el bareto de la cámara estará a reventar de tipos que cobran seis mil euros al mes y ya tienen decidido lo que van a votar.

Así que, en lugar de debatir cómo paga un trabajador su coche, su hipoteca, la universidad de sus hijos, su semanita de vacaciones en algún hotelito cuando el calor aprieta, los combustibles, el butano, el internet en casa, la comida propia y la del perro, el teléfono y la cuota de hermano de la cofradía más la asociación de vecinos y la Comunidad, lo que ahora pretenden discutir es si los empresarios van a tener más margen de maniobra para putear.

Gobierno, sindicatos, asociaciones profesionales y partidos políticos españoles se han negado a admitir esta propuesta. La iglesia no sé si está por la labor o sigue ocupada en declarar anatema a todo aquel que se meta en la cama con gente del mismo sexo, algo que les debe de tener muy pendientes para no salir a la calle y echar cojones ante la crisis de los pescadores, los transportistas y los que no lo somos, que también tenemos que gastar un buen pellizco en gasolina para ir a trabajar diariamente. Y entre los partidos siempre está el que se señala o el que coquetea con Berlusconi y compañía. El Partido Popular dice que se está manipulando la propuesta de las 65 horas porque sólo es aplicable a “un problema puntual” que padece el gremio sanitario en Europa. Claro, oé. A ver si le ponen una inyección de democracia en vena a algún pepero y la faena la lleva a cabo un ATS a jornada completa, de 65 horitas, para pincharlo mejor,…

En realidad, hagámonos a la idea de que todo tiene solución. ¿Quieren verlo? Me pregunto que para qué quieren tener coche. ¿Hipoteca? Hágase europeo, hombre, alquile una casa donde vivir, nada de tener en propiedad, que en España somos muy egoístas. No mande a sus hijos a la Universidad, si finalmente no van a tener salida laboral. Mejor, ¿ha pensado seriamente si no es más positivo y moderno no tener hijos? Tampoco se le ocurra irse de vacaciones a un hotel, familia que reza unida permanece unida (padre Peyton dixit) en el propio hogar o remojándose en la playa más cercana, que ‘afuera’ no hay nada bueno,… No tenga mascota, que además echa pelos o araña los sofás, déjese de tener canales privados por satélites ni zarandajas televisivas cuando lo mejor es la pública (gratuita y patria) y dése de baja de cualquier hermandad, que eso es un falserío ‘tó’. ¿Lo ve? Ya puede vivir perfectamente. Y si además va a emplear más tiempo en trabajar, ¿para qué quiere más?

martes, 10 de junio de 2008

Ataos los machos

Un ceutí que trabaja en una oficina de extranjería de Almería ha resultado imputado por un delito de calumnias contra Mohamed Alí (en la fotografía) efectuado durante las pasadas elecciones en un foro de internet. La investigación llevada a cabo por la unidad de delitos informáticos de la Policía Nacional ha servido para localizar el lugar desde el que se emitió un comentario en el que se acusaba al líder de UDCE, Mohamed Alí, de estar vinculado a la yihad. Así, tras una infructuosa labor, se pudo saber que dicho comentario se había efectuado desde un ordenador de una oficina de la administración central, averiguándose que el mismo estaba situado en la oficina de extranjería de Almería.

Hasta allí se desplazaron agentes de la Policía para analizar cada ordenador, localizando la IP desde el que se produjo el comentario, conociendo así el titular del mismo que ha confesado que realizó dichas valoraciones como tantas otras al estar continuamente participando en los foros internautas sobre Ceuta, ciudad en la que nació. Tras prestar declaración, el juez ha decidido imputar al citado un delito de calumnias que viene marcado por una connotación más grave: el hecho de que dicho comentario se produjera en periodo electoral. En un principio se intentó archivar la denuncia presentada por el diputado de la UDCE, pero el recurso interpuesto por el mismo evitó que se aceptara la decisión de la primera instancia judicial. Delitos de este tipo pueden ser sancionados con una cantidad económica además de una necesaria rectificación pública.

Lo cierto es que no hay más que echar un vistazo al vigente Código Penal para darse cuenta de que hay muchas formas de meterse en líos a través de un ordenador, ya sea consciente o inconscientemente. Desde violaciones del derecho a la intimidad por realizar accesos a cuentas de correo electrónico ajenas (hasta cuatro años de prisión y multa), hasta el sabotaje informático, que consiste en entrar ilegalmente en sistemas telemáticos para alterar o destruir datos (de uno a tres años de prisión y multa), las injurias o calumnias a través de la red (fuertes multas económicas) o las violaciones del derecho de propiedad intelectual -la denominada piratería informática- que se castiga con prisión de seis meses a dos años y multa. Los expertos advierten que muchos adolescentes consideran estas conductas como meros juegos, mientras que otros se sienten a salvo tras la falsa seguridad de la pantalla del ordenador.

También quedan tipificados los actos consistentes en apoderarse, utilizar, modificar, revelar, difundir o ceder datos reservados de carácter personal que se hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos. El artículo 197.2 castiga con prisión de 1 a 4 años para el caso de acceso, utilización, etc. y de 2 a 5 años si los datos se difunden, revelan o ceden a terceros. Cuando dichos actos afectan a datos de carácter personal que revelen la ideología, religión, creencias, salud, origen racial o vida sexual, o la víctima fuere un menor de edad o un incapaz, se impondrán las penas previstas en su mitad superior.

El artículo 211 establece que los delitos de calumnia e injuria se reputarán hechas con publicidad cuando se propaguen por medio de la imprenta, la radiodifusión o cualquier otro medio de eficacia semejante. Puede incluirse perfectamente en este supuesto la difusión de mensajes injuriosos o calumniosos a través de Internet, en especial, en el entorno www que es el más similar a la prensa tradicional. Las penas establecidas pueden llegar a los 2 años de prisión en el caso de la calumnia, y multa de hasta 14 meses en el caso de la injuria. El artículo 212 establece la responsabilidad solidaria del propietario del medio informativo a través del que se haya propagado la calumnia o injuria. En el caso de internet, la responsabilidad civil solidaria alcanzaría al propietario del servidor en el que se publicó la información constitutiva de delito, aunque debería tenerse en cuenta, en este caso, si existió la posibilidad de conocer dicha situación, ya que el volumen de información contenida en un servidor no es comparable al de una revista, un periódico o un programa de TV o radio.

lunes, 9 de junio de 2008

Testamento cofrade

El viernes finalizaba una etapa de mi vida. Tal y como están las cosas, empeoradas verbi gratia a los propios interesados que poco están colaborando en preservar esta expresión plástica de fe, a muchos les resultará poco interesante que decida abandonar temporalmente mi actividad en primera fila como cofrade de la hermandad sacramental de la Misericordia de San Fernando. Supongo que les resultará más sustancioso –si es que algo les agrada de mi blog- conocer mis elucubraciones sobre qué sucederá con Rajoy, el futuro de Obama, mis enfrentamientos con internet o las lacerantes críticas al nefasto cine que se rueda hoy día. Pero ya lo decía Ortega y Gasset, cada uno somos nosotros y nuestras circunstancias, y la cofradía de la Misericordia me viene acompañando a lo largo de mi existencia desde que nací, hace ya casi cuarenta años.

No reniego ahora de ella ni del mundo de las hermandades. Si lo hiciera sería un ingrato y además me engañaría. Pocas cosas llevas en la maleta de la vida, en la que en cuatro décadas portas consigo como bajage y equipaje, que realmente te hayan acompañado durante todo este tiempo. Mi hermandad ha sido una de ellas. ¿Cómo rechazar esa satisfacción? También debo matizar que esta despedida no significa un abandono total del mundo cofrade ni un cambio de camino para acometer otros derroteros, aunque ganas no han faltado en ocasiones ante la vertiginosa y alarmante denegeración que están sufriendo estas instituciones en particular y la iglesia en general.

Pero sobre cualquier creencia escrita y dictaminada por la teoría, y por encima de la carencia de personas preparadas para encauzar un mundo que se pierde entre ufanos de gloria, niños y descerebrados de chateo escondidos tras cobardes seudónimos, sacerdotes insolidarios o sepulcros blanqueados, prima el cariño florecido con la dilatada experiencia de los años, lo vivido en la hermandad y la herencia familiar de un admirable cofrade como es mi padre. Así que me retiro de la primera fila, de los diecisiete elegidos para regir los destinos durante cuatro años, cedo el testigo a otros, algunos y algunas de ellas jóvenes con ansias, de espíritu limpio e ímpetu idéntico al que yo tuve con 23 años, y llega el momento de que sean ellos los que dirijan una institución en San Fernando como es la Misericordia, una gran cofradía con 51 años de historia que logró reunir, en el cabildo celebrado este pasado viernes, a 372 hermanos para elegir entre las dos candidaturas presentadas.

Ahora toca descansar de estos años, de estas pasadas semanas, y aguardar tiempos mejores para la Semana Santa y las hermandades en general, esperar el momento en el que se ponga freno a tanta proliferación de procesiones sin sentido a lo largo del año, de tanta escasa preparación, de directores espirituales como directos responsables de los desmanes que estamos viviendo, que parece tendrán su culminación en 2010, con una procesión magna que hará que contemplemos a nuestros titulares por las calles como modelitos de la pasarela Cibeles, uno tras otro, para ser comparados, criticados, como una fiesta auspiciada además por parte de la clase política de San Fernando, que recurre a la Semana Santa y a sus hermandades para utilizarla como moneda de cambio de votos. Y nosotros, cayendo en la trampa. O participando del escarnio conscientemente. Ya veremos qué sucede cuando la gente se canse de ver santos por la calle a todas horas, especialmente en una sociedad abocada a sufrir una crisis de proporciones gravísimas de aquí a dos años, en la que se pierde empleo constantemente, se desangra de valores, no se llega a fin de mes, no hay recursos para pagar la gasolina del coche, para pagarle a los hijos sus estudios,...

Sea como fuere, prefiero quedarme con lo bueno, que en las últimas horas han sido varias cosas: la voz soberana de los hermanos de la Misericordia y la noche del viernes, tras el cabildo, rodeado de buenos amigos, los que ven en la foto, que no son cualquier cosa. Ahí, copa en mano, compartiendo momentos inolvidables, experiencias y opiniones, están tres hermanos mayores de la Misericordia en décadas pasadas, antiguos dirigentes, próximos miembros de Junta de Gobierno,... escucharnos nuestras historias hasta la madrugada no tiene precio. Ahí aprendes y aún más te reafirmas en que deberán volver los tiempos en los que sucedían las cosas que hoy deseo plasmar aquí como ideas inconexas, como varios ejemplos de las decenas de anécdotas que hacen que merezca la pena vivir 40 años en el seno de una hermandad.

Una parte de ellos llevan más que yo, toda una vida en su cofradía, a sus sesenta y pico de años,... Ahí están. Algunos descerebrados los quieren relegar. Cuánta ignorancia y carencia al no saber valorar el patrimonio humano, mucho más relevante que el material. Otros quieren aprender en círculos menos enjundiosos y proclaman el derecho de estar a la altura de los que ven en la imagen menospreciando la esencia del momento, del lugar, del grupo donde se encuentra la piedra filosofal de esta hermandad para saber dirigirla...

Antes de plasmar el cúmulo de anécdotas que muchos apenas entenderán, es mi deseo elevar un consejo a los nuevos dirigentes de la Misericordia. Lo primero que debéis hacer es gobernar. Decidir. Para eso estáis. Ahora tenéis plena legitimidad para ello. Podéis errar en algunas decisiones, acertar en otras, pero debéis decidir. Gobernar es lo más difícil, lo más complicado en esta vida. Por eso los que no valen abandonan cuando sienten el vértigo del lugar que ostentáis. O hay que relegarlos por su manifiesta incompetencia. Que no os tiemble el pulso. Con decisión, pero con templanza. Sin dudar, pero con serenidad. Con conocimiento, pero siempre rodeados de quienes conocen más que vosotros. Como hermano os lo demando y así os lo exigiré desde mi 'exilio voluntario' para descansar y quizás regresar con más fuerza. Eso lo determinará el tiempo.


"Al padre Arenas no le gustaba ir a Cádiz con su coche. Se detenía en los STOP porque siempre veía llegar uno por los espejos colocados en las esquinas de las calles. Allí se quedaba durante minutos y minutos, aguardando a que el vehículo que observaba cada vez más cerca circulara por delante suya. El problema era que el coche que veía en los espejos era el suyo...".

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"Aquellos jóvenes habían logrado reservar la piscina municipal para celebrar un baile. Era el verano de 1967 y las ilusiones pasaban por conseguir algo de dinero para la hermandad. Prepararon las bebidas, en número suficiente de reservas como para abastecer al público que se esperaba, que era numeroso en este tipo de eventos. Por aquellas fechas, los bailes de verano eran encuentros casi obligados para divertirse en una sociedad en la que apenas existían otras opciones de evasión. Decoraron lo que permitía la modesta economía y abrieron las puertas a la hora prevista. Tras una larga espera, sin que un alma atravesara el dintel de entrada al recinto de la piscina municipal, apareció por la puerta un marinero, que para colmo se pidió una mirinda. Se sentó y se puso a mirar alrededor, seguramente esperando lo mismo que aquellos jóvenes que aguardaban un éxito en un baile que jamás llegó. Pasaron las horas y sólo había entrado el marinero. Se le devolvió el precio de la entrada, que era de 25 pesetas,... y el de la mirinda".

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"Pedro Pérez se había comprado un coche. Era un Seat 600 celeste, hacía pocos días que lo había estrenado. Pedro llevaba a Tito, Diego y Pepe Ponce para una gestión de la hermandad en Cádiz. En la esquina de Manuel Rancés creyó que le daba tiempo a girar para incorporarse a Plaza Mina. Y mira que Pepe se lo dijo, que por allí viene un coche, que se ve en el espejo... El seíta se quedó con un bollo monumental".

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"Volvían de Sevilla en una furgoneta que se había agenciado Jesús Noriega. Bajo una maraña de mantas y telas, colocado horizontalmente para que no sufriera daños, metieron la imagen del Señor tras la restauración de Castillo Lastrucci y emprendieron camino para San Fernando. Por aquella carretera medio infernal, aún lejos de la autopista de peaje que hoy conocemos, comenzó el viaje hacia la iglesia de la Pastora desde el taller del escultor sevillano. En aquellas horas, la Guardia Civil había recibido el aviso de que un peligroso preso se había escapado de una cárcel sevillana y que su búsqueda era prioritaria. La Benemérita desplegó sus agentes por distintos puntos del extrarradio de Sevilla y, lógicamente, por las carreteras que el recluso podía estar utilizando para escapar. En una de las curvas, dos agentes ordenador detenerse a la furgoneta. Cuando les obligaron a abrir la parte trasera, descubieron lo que parecía ser el cuerpo de un hombre oculto y envuelto en mantas. Encañonaron a Noriega y al resto de la expedición, les hicieron ponerse de cara al vehículo, y cuando los guardias civiles creyeron que ya habían descubierto dónde estaba el preso gracias a sus compinches...Apareció debajo de las mantas, la imagen de Jesús de la Misericordia. "Pero esto...¿Qúe coño es?" "Pues ya ve, agente... es que somos cofrades de San Fernando y venimos de ver a Castillo Lastrucci por..." "Lárguense de una puta vez".