lunes, 4 de febrero de 2008

Esto NO es Carnaval


Admito que soy mucho de COAC y me incluyo un poco como Vicente, (no el concejal) donde va la gente, cuando participo del Carnaval en la calle. Me interesan mucho más los repertorios copleros que la fiesta callejera, especialmente tal y como la ciudad la está sufriendo desde hace algunos años.Huyo de la noche del sábado despavorido lanzando alaridos tanto como los componentes de la chirigota del Yuyu y mi buen amigo Sánchez Reyes, al que felicito efusivamente por su actuación en la final y especialmente la ofrecida 24 horas antes.
Me refugio en el domingo de coros. ¿De coros? ¿De agrupaciones? Los botellones imperan desde primeras horas de la tarde, las borracheras ya se prodigan aún de día y las calles empiezan a apestar a orín sin que haya caído la noche. Lo de ayer fue francamente lamentable. Traté de buscar el Carnaval, ya ni siquiera su esencia en la calle porque esa se perdió hace tiempo, no pierdo el tiempo escudriñando las esquinas para saber de su perfume (al hilo del nombre de cierta agrupación este año), sino siquiera el 'agua de colonia' de la fiesta, lo más barato, lo que al menos me dejara en la pituitaria el olor y sabor de algo del Carnaval que debemos desear todos los gaditanos...
Vano intento. La fiesta se ha convertido en la calle en un gran macrobotellón horrendo, con disfraces grotestos y ridículos, con la anuencia de las agrupaciones que apenas aparecen cuando termina la cabalgata y un barrio de La Viña asqueroso y convertido en un gran WC donde vaciarse.
¿Qué diferencia existe entre un botellón de fin de semana de jóvenes y una noche de Carnaval gaditana actualmente? Sólo dos: el número de participantes y el alcohol ofrecido en cada esquina. Barras cutres de pizarras mal escritas y mostradores de Cruzcampo vendiendo lotes de alcohol, refresco, hielo, vómitos en casapuertas, droga a raudales y, curiosamente, sólo jóvenes en las calles, cuando el Carnaval es de todos. Hemos relegado a sus casas a generaciones a las que les espanta un esperpento que, como gaditano, me hace sonrojar.
Tengo amigos del gremio periodístico, del cine, etc. de distintos lugares de España a los que me cuesta trabajo convencerlos para que no vengan al Carnaval de Cádiz e incluso algunos creen que no deseo cargar con la responsabilidad de atenderlos. Hasta que contemplan reportajes fotográficos que les envío. Me da verguenza este Cádiz cutre que hemos inventado.

viernes, 1 de febrero de 2008

Yo quisiera preguntar

Yo quisiera preguntarles a qué saben los manjares de la gula mientras la gente se muere por la infamia y la perfidia; aclaradme, santidades, si para Dios fue motivo de burla las mujeres maltratadas, niños sin pan y hombres sin justicia.
Yo quisiera preguntarles si han bajado de sus altares indecentes para salir a la calle contra un Gobierno que eligió el sufragio universal, cuando tras siglos de lucha el hombre ya ha logrado ser valiente para relegaros a vuestras poltronas manchadas de sangre inocente y del mal.
Yo quisiera saber porqué no desplegáis vuestras sotanas al viento, delante de tanques y misiles, para repeler las balas y el aliento de los señores de la guerra y visires que disfrutan con el tormento.
Mirad aquella foto del niño escuálido y el buitre acechando, con sus alas tan negras como vuestras plegarias condenando lo que el hombre se ha ganado tras siglos deseando apartar una religión que condena al hombre por desear su libertad y sobre el alma su mando.
¿Qué pedís? ¿A quién representáis? Escuchad bien de lo que hablo, ¿vendéis el oro para saciar el hambre humana o saciáis el hambre humana de oro y os vendéis al diablo? ¿Pedís no votar a los partidos que negocien con ETA? ¿También váis a ordenarnos que no votemos a los partidos que nos metieron en guerra?
Condenáis el divorcio cuando lo practicáis con la sociedad, echáis al fuego el sexo cuando lo hacéis hasta la saciedad; exorcizáis las parejas de hecho pero no al demonio de la deslealtad. Deslealtad a Jesucristo, a sus fieles mandatos, a la sangre derramada por miles de Pilatos que hoy veo con mitras y tiaras en la cristiandad.

jueves, 31 de enero de 2008

Hagan apuestas


Hagan sus apuestas. Es noche de cuchillos largos en Cádiz. En realidad, odio esa expresión hecha. Tanto como otras que suelen utilizar algunos en los medios de comunicación y que no puedo con mi vida cuando las leo o escucho, caso de "pistoletazo de salida", "de poder a poder", "temas a tratar", "decir que"...
No entiendo porqué cuesta tanto trabajo evitar las frases hechas, sobre todo cuando son de tan mal gusto como la colección de bichos esos que ofrece un periódico en Cádiz. ¿Cómo puede alguien querer tener un escorpión metido en un taco de cristal encima del televisor de su casa? Si nada más abrir las páginas dobles donde se puede observar la promoción dan ganas de tirar las hojas a la papelera más cercana porque te empieza a picar todo el cuerpo...
El mal gusto es algo innato en la sociedad actual. La colección de La Voz es tan desagradable a la ética y la armonía como salir el sábado con chándal, llevar pendientes agitanados, rabillos pintados en los ojos, decir shosho al final de cada frase, lucir musculitos con camisetas de tirantes al estilo baloncestístico (qué pestilencia), ver televisiones locales cutres o flipar con poemas de Bécquer.
Esperemos que el jurado del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz no tenga mal gusto esta noche a la hora de elegir a los finalistas. Viendo cómo se las gasta, parece que apostará por lo de siempre, sin resquicio para renovar el COAC. Lo decía Vera Luque hace varios días, tras haber sido denostado en favor de momias y de cosas caducas (por cierto, mal gusto es también el tipo de la chirigota de Manolo Santander y esa nariz al fondo, me recuerda al culo de la agrupación 100% de raza mora y nadie se ha metido con el Santander...).
Puede ocurrir que volvamos a tener lo de siempre y las apuestas de Kike Remolino o Juan Carlos Aragón se queden fuera para dar paso a muermos oliendo a naftalina. Veremos. Por lo pronto, suerte (que la van a necesitar) para las agrupaciones que cantan hoy, especialmente para La banda del capitán Veneno y a su octavilla Carlos Mera (en la foto), un buen tío que, junto con sus compañeros comparsistas, tendrán que darlo todo esta noche.

martes, 29 de enero de 2008

¿Ahora pedís perdón?


Israel ha pedido perdón oficialmente a los Beatles por prohibirles el concierto que en su día se anunció hace 43 años. Por entonces, los gobernantes judíos consideraron que aquellos cuatro chicos melenudos y con ese ritmo rockero eran poco menos que enviados del diablo y tenían serias posibilidades de corromper a los jóvenes del estado hebrero. Ahora, los judíos han sacado tiempo para pedir disculpas entre lo muy ocupados que están en bombardear a los palestinos y arrebatarles su tierra, dar patadas a los derechos humanos, aislar a niños y mujeres y dejar sus hospitales sin energía eléctrica e ir de la manita de Estados Unidos en el Age Of Empires particular en el que ambos han convertido el mundo. Ya no sé a quién van a pedir perdón a estas alturas de la película, al parecer a los Beatles que quedan vivos, y quieren además que Ringo y Paul ofrezcan un concierto en Israel para resarcir lo sucedido en aquél momento. A buenas horas mangas verdes.
Según las noticias debatidas en las últimas horas en emisoras de radio y páginas publicadas en los periódicos, Israel está dispuesta a gastarse una pasta en organizar un concierto con los dos Beatles aún operativos sin escatimar recursos. En escasas ocasiones he visto a los judíos tener mala conciencia, porque ni eso siquiera, y parece que en el caso de la famosa banda de Liverpool les ha entrado.
Es una buena oportuna de Ringo y Paul para darles una patada a esta gentuza. Es el momento ideal para decirles que, o dejan de torturar al pueblo palestino, y van a tener que poner un disco de vinilo en una gramola si quieren escuchar Help!Lo que aún no entiendo, entre tantos desmanes que comete Israel, es porqué este país está en Eurovisión si no es europeo, porqué sus equipos de diferentes deportes participan en competiciones europeas si, insisto, no lo son, porqué no se les veta además por sus actitudes contra la comunidad internacional cuando sí se lleva a efecto contra otros estados, y algo que me indigna: cómo es posible que algunos supermercados de al lado de mi casa me vendan patatas cuya procedencia es israelita, cuando en Conil se plantan unas papas que saben a gloria.
Estoy harto de los judíos. Lo siento. No soy antisemita, es más, yo no soy anti nada, pero estoy cansado de su lloriqueo internacional basado en las persecuciones históricas de las que han sido objeto cuando basta repasar la historia y contemplar la actual desde una perspectiva objetiva para comprobar los millones de víctimas que han provocado tanto siendo pueblo desde el punto de vista de su raza como estado desde la década de los cuarenta.
Y como estamos en Carnaval, ya en una brillante letra de Juan Carlos Aragón de 'Los ángeles caídos' (2002), el autor se preguntaba cosas como esta...: "Oh pueblo americano, judío y luterano, en nombre de qué dioses reventáis las voces de los palestinos...".

viernes, 25 de enero de 2008

"Eso es poder"

Hay líneas en las que resulta difícil mantener el equilibrio. Entre ellas está la de la perspectiva trenzada con la inteligencia.No frunzas el ceño, es fácilmente reconocible en nuestro interior. Se da en los casos en los es necesario mandar a alguien al carajo, decirle cuatro verdades a quienes te tocan los cojones o hacen daño a personas y entidades a las que quieres.

Hay gentuza convertida en chinitas de zapato que, aun sin poder para desestabilizar porque apenas significan nada ni nadie, no dejan de provocarte una minúscula herida en el dedo meñique de alguno de los pies. Así que siempre es bueno descalzarte para expulsar la puñetera piedra. Pero como se pega al zapato, tienes que meter la mano, y entonces te encuentras que al final puede oler a pie y remover los olores ya se sabe... Es más, ¿y si el hedor no es tuyo y ni te explicas cómo ha llegado hasta tus peanas? Está claro, la chinita apesta. También sirven para apestar, eso sí. ¿O no era eso lo que me contaron?

Caminar sobre la línea de la inteligencia es no subestimar el poder de la indiferencia y dar el golpe de gracia donde debe darse, no practicar lo del elefante en la cacharrería por mucho que te jodan las cosas que se dicen y se leen, que sin que ustedes se den cuenta, resulta que también las leen los demás, las moscas atraídas por la peste del zapato y la mierda y se regocijan entre tanta bronca. Pero debe ser la edad por una parte, la falta de cerebro por otra, la mala leche en ambas y el carajotismo en general lo que provoca que, finalmente, la gente no se percate de lo que pueden llegar a perjudicar.

Cuando yo escuchaba el ‘disco del penitente verde’ no habían ni nacido, y desde tiempos remotos mi padre me enseñó a no hacer daño a lo que se ama. No he seguido las enseñanzas de mi progenitor en alguna que otra ocasión, sobre todo en el caso de las mujeres, pero como también a mí me han jodido, pues equis en la quiniela. Pero en 39 años de edad cumplidos el pasado 9 de enero, hay cosas e instituciones que me han acompañado desde que nací. Mi padre me habló de una de ellas hace ocho meses, y quiso compartirla con terceros. En ocasiones soy tan orgulloso que me creí que me estaba leyendo aquel discurso magistral sólo a mí, como las lecciones en EGB que trataba de meterme en la cabeza. Otros se la perdieron, pero quieren ocupar unos sitios que no les corresponden, porque para eso tienen que comer muchos picos. O escuchar a los que saben. O ir a los actos. A las reuniones. O ir por derecho. Si se quiere estar de verdad.

Yo aconsejo siempre ser inteligente, guardar el equilibrio, aunque te cueste, sobre todo cuando tienes poder. En ‘La lista de Shindler’, el protagonista del gran filme de Steven Spielberg mantiene una charla con el sanguinario Amon Goeth. Para culminar la conversación, Oscar Schindler le espeta: “Un hombre roba algo, le conducen ante el emperador, se hecha al suelo ante él, le implora clemencia... él sabe que va a morir, pero el emperador le perdona la vida, a ese miserable y deja que se vaya. Eso es poder, Amón... eso es poder. Yo…te perdono”.

El poder está en manos de quienes lo tienen en silencio, y sus actos son infinitos. El resto chilla en la calle o se queda en el zapato. O toman de chupa de dómine al máximo dirigente. Suerte tienen de que algunos mandatarios no son como yo, que pegaba dos puñetazos en la mesa y me duraban 0,2 segundos en un cónclave en el que se les ve el odio y la niñería en los ojos. Pueden aspirar a tener el poder, pero para conseguirlo legítimamente hay que reunir cuatro condiciones indispensables: heterogeneidad de grupo, valía personal, fidelidad y capacidad de sacrificio. Lo primero me suena a risa cuando los veo, lo segundo ni me paro a estudiarlo, lo tercero es imposible entre tanto cambio de opinión y lo cuarto es la virtud más alejada de sus nombres.Así que a joderse. Y a seguir siendo torpes. Ya aprenderéis.

¿Alguien ha entendido algo? Pues eso.