viernes, 9 de abril de 2021

'Cuéntame': ¿Pandora Box 3 en 1992?



'Cuéntame cómo pasó' es una serie que me ha acompañado prácticamente durante todos los años de su emisión. Conforme avanzaban las temporadas se rizaba el rizo y dejaba de tener aquella frescura que la caracterizaba, pero de todas maneras siempre le di la oportunidad. Era paradójico que una serie localizada en unos años tan casposos fuera fresca, es probable que lo consiguieran tanto el dinamismo interpretativo de los Alcántara y compañía como el cariño puesto por la productora en mostrarnos lo retro donde mirarnos generaciones que vivimos aquellos años paralelamente en edad a la de Carlitos, el pequeño más protagonista de estas andanzas catódicas.

Ana Duato aprendió a no exagerar, Imanol Arias le pilló el punto a un personaje insoportable cuyo atractivo radicaba precisamente en su egoísmo, María Galiana estaba por encima de todo -también sobreactuaba en ocasiones- y el resto era un cosmos que siempre entretenía.

No obstante, y a pesar del esfuerzo por ser lo más realista posible, los anacronismos siempre se escapan si no se vigilan bien las producciones de época. Yo hice en la radio programas que duraron horas, muy divertidos, sobre romanos que mostraban relojes en peplums, aviones sobre cielos medievales, modelos de coches inexistentes en años previos a su salida al mercado y esas cosas que te ríes mucho por las que no vas a denostar una buena película. De hecho, hasta las más obras obras maestras tienen sus errores de esta índole. Lo curioso es que hoy día no es como antes y los responsables de esta labor lo tienen más fácil gracias a los accesos a archivos más organizados y por supuesto a internet.

Hay verdaderos especialistas -y gente quisquillosa- en buscar anacronismos en las películas. Otros, entre los que me incluyo, no pueden pasar por alto errores que se ponen ante los ojos porque pertenecen a temáticas que nos interesan o sabemos algo del asunto.

En el último capítulo de 'Cuéntame' emitido el jueves 8 de abril de 2021 me llamó la atención una secuencia en la que María, la hija de los Alcántara -el personaje más insoportable de la familia tanto cuando era niña como ahora- telefonea desde el antiguo Bistró y aparece en plano corto la máquina recreativa del local. En pantalla podemos ver que, en lugar de algún juego de los de la época -estamos en 1992- aparece un menú con un listado de juegos a la izquierda encabezados por un nombre: 'Pandora Box 3'.

Y es que en aquellos años era impensable que existieran las Pandora Box, que son inventos posteriores y recientes de simulación de los juegos de aquella época organizados como cartuchos, cada uno de ellos con numerosos juegos a disposición del usuario, que elige a través de ese menú. Es obvio que los responsables de producción de la serie han utilizado un mueble antiguo genérico, concretamente el Video Vip -creo que ya en 1992 sí existía este genérico- al que le han colocado una Pandora Box 3, un sistema que apenas fue creado hace varios años. Era muy fácil 'abrir' uno de los juegos y dejarlo 'corriendo' para hacerlo más creíble, ya puestos uno que existiera por entonces, claro está. Puede parecer una tontería, pero no lo creáis porque hay miles de seguidores de máquinas recreativas que incluso tienen alguna en su casa, así como consolas para TV con el sistema Pandora, etc.

Lo sucedido con esta recreativa me recordó a aquel otro error en la misma serie hace ya bastantes temporadas, cuando la familia visita el pueblo de Sagrillas en Semana Santa y en la procesión la banda interpreta varias veces la marcha 'Hermanos Costaleros', que compuso Abel Moreno... en 1985, cuando el capítulo está ambientado a mediados de los años 70. ¡Con lo fácil que hubiera sido utilizar 'Soleá dame la mano' o 'Amarguras'!

AMPLIACIÓN: Me comenta un lector, David Bueno Cantos, que el teléfono público de pared que María está utilizando también es un anacronismo. Me he puesto a investigarlo y efectivamente, se trata exactamente del modelo TRMA de Alcatel cuyo uso fue aprobado por el BOE del 9 de junio de 1995. Es imposible que en 1992 estuviera en un local público y ni siquiera fabricado.

miércoles, 7 de abril de 2021

Coppola cumple 82 años



Francis Ford Coppola cumple hoy 82 años. Id cruzando los dedos, porque quien fuera capaz de rodar la saga de 'El padrino', 'Apocalypse Now' -aunque se le desmadrara- y aquel extraordinario homenaje al cine de Murnau que fue 'Bram Stoker Dracula' va cruzando el río de una década cuya siguiente orilla es casi improbable de alcanzar.

Coppola pertenece a una generación cuyos cineastas han demostrado tener una impronta propia que, unidas, han creado un sello propio: la de la casta de aquellos directores que, entre los setenta y noventa, fueron capaces de hacer un cine que hoy día no tiene herederos porque, entre otras cosas, ni hay casta, ni sello ni ostias.

Así que sigamos con el dolor de dedos, apretando al cruzarlos, porque Brian de Palma cumple 81 años en pocos meses, Clint Eastwood 91, Martin Scorsese va camino de los 79 y Spielberg de los 75.

"Creo que es mejor ser demasiado ambicioso y fracasar que ser poco ambicioso y tener éxito de una manera mundana. He sido muy afortunado. ¡Fallé hacia arriba en mi vida!" (F. F. Coppola)

sábado, 27 de marzo de 2021

'Nomadland'



Además de interminables y áridos paisajes, una buena parte de ellos feos de narices, ‘Nomadland’ también te ofrece la oportunidad de ser timado bajo la premisa de una historia existencial, la de una mujer víctima de las putadas económicas con las que nos hace sufrir el sistema. En realidad, el papel que interpreta Frances McDormand –que vuelve a hacer de ella una vez más- es de una desarraigada social más rara que un perro verde y que prefiere cagar en una furgona que en su casa. Porque que no se olvide nadie que la protagonista de esta plasta de película tenía familia y hogar. Como conviene no olvidarse de que ‘Nomadland’ es de Disney, la directora está forrada y vienen a hacer cine social con la cara de cemento armado: de la manera más floja posible, con cuatro piojosos impostados y con el cuento del semidocumental.
Basura de primera categoría, especialmente por el engaño.

lunes, 15 de marzo de 2021

'Minari' y aprovechamos para analizar las nominaciones a los Oscar 2021



Quería subir hoy la videocrítica de 'Minari', y dado que ha coincidido con el día en el que se han conocido las nominaciones a los Oscar, en el canal #UltimoEstreno tenéis un único trabajo que incluye al principio los comentarios sobre la película y después ya entro en materia con las nominaciones, detallando cosas curiosas de cada categoría.

Unas claves del nuevo videorreportaje en #UltimoEstreno:

-'Minari' es un truño de narices. Estamos asistiendo al peligroso concepto de que hacer 'películas sociales' debe ser serio, sin mover la cámara, sin música tan solo de ascensores para separar secuencias unidas larguísimas y con menos pulso que ET cuando está jodido. Los personajes van pasando por delante, no hay nada, no hay dinamismo, solo un campo con una casa de madera sobre ruedas y llega una abuela zombi para completar el cuadro con un loco que lleva una cruz de un lado a otro. La vieja intenta hacerle gracietas a un niño con el que el director trata de sostener, infructuosamente, una película aburridísima.
-En las nominaciones: Os cuento en qué plataformas o en cines podéis ver las nominadas, aun quedan por visionar unas cuantas que no se han estrenado. De lo visto, 'Mank' tiene diez nominaciones y debería tener once por el guión, trabajado por el padre de David Fincher durante años y francamente sabroso. Sus competidoras más cercanas tienen todas seis. De las bandas sonoras, lo más justo es premiar a James Newton Howard por 'Noticias del gran mundo', que sí es una banda sonora, el resto son cortinillas ambientales, os lo explico en el vídeo.
Que disfrutéis. Ah, media hora. Lo siento. Con un par de cervezas entra mejor.
https://www.youtube.com/watch?v=yubuXG4qozs

domingo, 14 de marzo de 2021

Veinte años de la desaparición de 'la mili'



Diario de Cádiz recuerda hoy que hace 20 años se suprimió el servicio militar, con especial impacto en una ciudad como San Fernando por razones que todo el mundo conoce.

Yo tuve que hacer la mili, sí. Había agotado ya todas las prórrogas posibles, en septiembre de 1994 iba camino de cumplir los 26 años y llevaba trabajando en esto del periodismo desde 1989. Es decir, que a los cinco años de estar metido en el mercado laboral, hablar y escribir de películas, recorrer no sé cuántos festivales de cine, hacer informativos en radio, redactar y pertenecer al equipo que puso en marcha un nuevo periódico diario en San Fernando, tenía que detenerme para lo que llamaban servir a la patria.
Los nueve meses comenzaron creo que con 28 días aislado en el Cuartel de Instrucción, ese complejo que a algunos parece que les entra nostalgia al verlo en vivo o en fotografías pero que a mí, en aquellos tiempos que se había estrenado 'La lista de Schindler', le encontraba más similitud a Auschwitz que a otra cosa. Con sus barracones, sus enormes patios, una barbería y otras dependencias por las que parecía que no había pasado el tiempo, murales gigantes sobre paredes con lemas espeluznantes... Había un salón con máquinas recreativas, eso era lo único agradable.
Como yo iba camino de los treinta años y los del rancho (creo que se llamaba así a cada grupo de diez idiotas que éramos apilados en los camastros con las taquillas) apenas llegaban a los veinte, varios de ellos hicieron el payaso alguna que otra noche, por lo que venían los cabos pegando porrazos contra las chapas metálicas de las taquillas como si te fueron a llevar a las cámaras de gas y te sacaban al patio en calzoncillos a dar vueltas. Juro que lo he vivido. Entonces pensabas en los años que llevabas ya currando, haciendo cosas, trataba de entender cómo era posible que aquello sucediera en plenos años noventa y, sobre todo, la degradación que estabas padeciendo.
Recuerdo a un cabo con bigotito al estilo del personaje del comisario Emilio Bretón en 'Cuéntame' y casi siempre oculto tras unas gafas de sol, un tarado mental que se creía alguien en la vida porque daba berridos. A ese le dije un día que a mí no me sacaba más al patio de madrugada, que con los demás hiciera lo que le saliera del carajo, pero que si volvía a intentarlo me iba a buscar a Juan Vargas, que por entonces trabajaba en el CIM siendo un mando militar y yo lo conocía porque era el presidente de la peña Colorín Colorao. Vamos, como si Vargas fuera el almirante, pero el farol resultó porque el bigotitos creyó que yo debía ser alguien de familia militar, cuando entre los míos no ha habido nadie con galones en nuestra vida.
Luego llegó lo de la jura de bandera, a la que nadie de mi familia asistió por expreso deseo mío. Terminadas las vueltas aquellas por el patio vestido de blanco al paso de la oca, me cambié tras una puerta antes de salir, metí aquello en el saco ese como de arpillera que nos daban donde el mes antes teníamos que escribir en grande un número para identificarnos (otra más de sensación de ir al exterminio) y me fui a comer a mi casa. A los pocos días, o al siguiente, no lo recuerdo, regresé al CIM, donde nos dejaron durante horas en el patio a la espera de que un camión nos recogiera. Me dieron destino en la antigua Capitanía, en una oficina que llamaban de Las Damas del Carmen, donde una entrañable señora se dedicaba a obras dadivosas con los huérfanos de la Armada o algo similar y a poner flores a una capilla que yo tenía que limpiar. El resto del tiempo me sentaba en una silla con un escritorio que podía ser atrezzo de 'Mientras dure la guerra' con una máquina de escribir indescriptible. Ya por entonces venía yo de años con ordenadores, pero aquello no se estilaba allí. A esta buena mujer le dieron unos cuantos disgustos por no sé qué tonterías, solo recuerdo uno de ellos porque un día entró la señora del almirante de la ZME por entonces y yo no me cuadré, y la pusieron a caldo por no amaestrarme bien. Se tuvo que ir a su casa de baja un par de días y todo.
En Capitanía estaban destinados dos amigos, el brigada Juan Vidal, secretario de mi hermandad de la Misericordia, y un subteniente pequeño, redondete, que tenía por costumbre coger de las orejas a los marineros como los maestros del régimen. Antonio Ruiz me recordaba a Carlos Pumares y enseguida hicimos migas. Sus hijas eran además hermanas de la Misericordia. Supe que, a pesar de todo, era un buen tipo, que tenía un especial feeling con los reclutas que no querían problemas y con el que mantuve muchas charlas. Me dio días libres porque me 'ordenó' montar el Nacimiento de Capitanía en las navidades de 1994 para ganar el concurso de belenes que se organizaba entre dependencias militares. Como quedamos segundos, creo que me tiró de las orejas. Cuando me marché en junio de 1995, le ví los ojos vidriosos. "Don Antonio, ¿qué le ocurre?", le pregunté: "Lo de siempre. Que cuando os váis, uno no es de piedra", me dijo. Después lo he visto por la calle algunas veces, con su mujer. Dos encantos de personas.
En Capitanía llevé una vida surrealista. Me dejaban salir al mediodía tras las mañanas de oficinista y limpiando un sagrario. Almorzaba dos veces, en el 'destino' y en mi casa, por lo que me puse como un zollo. Por las tardes me iba al San Fernando Información, a currar. Al rato a la radio, y volvía por las noches, donde frecuentemente me tocaban guardias en horas jodidas, como a todo el que hacía la mili. Puerta 'A', Puerta 'B', Puerta 'C'... Te levantaban a las dos o tres de la madrugada para sentarte en una mesa frente a una de las puertas de acceso al edificio, para vigilar no sé qué porque si entraba un yihadista majarón yo solo llevaba un bolígrafo para escribir mis apuntes que se me ocurrían sobre películas. Lo peor era la guardia en el aparcamiento, ese en la calle Arias de Miranda con garita. Allí te pelabas de frío sin pasar ni las moscas.
Recuerdo la noche de los Oscar de 1995. Me dejaron salir por permiso de trabajo para retransmitirlos, como venía haciendo desde años atrás en la radio, pero a las ocho en punto tenía que estar allí uniformado. Fue el año que la ceremonia más se prolongó en el tiempo, y eran las 07:50 h. y acababa de terminar. Como recordaréis, esos programas especiales se hacía con mis colaboradores en el estudio, e intercalaba telefónicamente a gente del cine: directores, actores, otros críticos de renombre, etc. Las nueve horas en el estudio daban para mucho pero especialmente para proveernos de bebidas para refrescar el gañote, por lo que a las siete de la mañana ya estábamos algo tocados. A las 07:55 h puse el tema principal de 'El Rey León' que se había llevado el Oscar a la mejor banda sonora y a las ocho en punto llegaba yo a Capitanía bastante achispado. Qué lucha...
En definitiva: la mili me dejó el sueldo a la mitad, me hizo perder el tiempo, montar un belén que no era el de mi hermandad, aprender a no cuadrarme jamás ante nadie por mucho que le dé un síncope a una buena mujer, me impidió ir al Festival de Sitges en 1994 y no tengo contacto alguno con quienes compartí aquella imbecilidad vestido de marinerito.
Y así es como algunos decían que yo me hice un hombre.

jueves, 11 de marzo de 2021

Manuel Alejandro, Hijo Predilecto de la Provincia de Cádiz

Creo que no tiene compuesta ninguna banda sonora cinematográfica, me refiero a trabajos instrumentales hechos especialmente para películas. Otra cosa es que sus canciones, interpretadas por otros, muchos de ellos artistas de primer orden, hayan aparecido en muchas de ellas.

Una lástima, es un autor de una gran formación instrumental y su padre era un gran maestro. Estoy convencido de que Manuel Alejandro hubiera musicalizado imágenes extraordinariamente.

Todos los reconocimientos son pocos para él. Enhorabuena.

lunes, 8 de marzo de 2021

Diez películas, diez conceptos para el 8 de Marzo



Diez películas, diez conceptos para el 8 de marzo: mujer/lucha política, mujer/rebeldía, mujer/machismo, mujer/frustración, mujer/arte, mujer/maltrato, mujer/libertad, mujer/lucha y familia, mujer/derechos civiles, mujer/derechos laborales.

Un repaso por una decena de títulos cinematográficos que reflejan esta relación que rescato del canal #UltimoEstreno en Youtube con motivo de este día y que dedico a todas las mujeres del mundo. Incluye una entrevista al cineasta Benito Zambrano, director de 'Solas'.