lunes, 3 de febrero de 2020

Consecuencias de los putos móviles: Lola Herrera abandona un escenario en Zaragoza


La drástica pero necesaria solución ante la estupidez de la gente es echarla del teatro, del cine, y ponerla de patitas en la calle. Y además, que estos recintos lo contemplen en sus normas, lo reflejen en el reverso de sus entradas, para darle marco legal a una medida que es la única que entienden los subnormales que viven pegados al teléfono móvil las 24 horas al día.
En los miles de años de su existencia, el ser humano jamás ha estado más idiotizado que ahora. El instrumento creado para mejorar nuestras vidas se ha convertido en una mierda de invento para que millones de sujetos sean incapaces de apagarlo durante hora y media de una película o de una obra de teatro. Y no porque la mayoría de estos tarados sean ministros de un gobierno o ni siquiera concejales de pueblo, sino porque el amigo le dice que ha cagado duro, la amiga ha colgado una autofoto vulgo 'selfie' en el cuarto de baño en el que se ven los tampax encima del wáter o un familiar te da el coñazo porque está aburrido y te manda una imbecilidad en cadena.
Terminas de trabajar 14 horas diarias y el-la imbécil de tu jefe-a, que vive constantemente amargado-a (se me vienen nombres a la mente) le da por joderte a las doce de la noche con carajotadas que puede decirte en horario laboral, apenas ocho horas más tarde. Pero lo hace por estar enganchado-a como buen-a amargado-a, por sentirse voluntariamente solo-a aunque esté acompañado-a, y porque quiere fastidiarte tu justo descanso en el sofá, con tu mujer o con tu gato o con tu puñetera soledad.
Y así vivimos, esperando que este ser humano más cretino que nunca no solo termine de atrofiarse mental sino también físicamente de andar jorobado por las calles como zombis viendo una puta pantalla donde cada vez más dicen que incluso ven películas. Mejor, así no van al cine a joderme.
Y se quejaban nuestros padres porque pasábamos horas ante el ZX Spectrum...

Aquí la noticia completa: https://www.heraldo.es/noticias/ocio-y-cultura/2020/02/03/movil-zaragoza-lola-herrera-abandona-escenario-teatro-esquinas-1356767.html?utm_medium=smm&utm_campaign=noticias&utm_source=facebook.com&fbclid=IwAR2EGcdFY_MlA4K6ou0VtIh3pLc6mHHJQM7eCaMpJ6_1DofO7ve2Ez0faG8

'Poltergeist': Jerry Goldsmith sí se lo tomó en serio. Hablamos de su banda sonora


Una niña que le habla a un televisor, un árbol que cobra vida y se lleva a un niño por una ventana, una pareja debatiendo sobre mosquitos poniéndose pomada, una vieja bastante grotesca que posa ante las cámaras y juega con pelotas, unas tumbas de atracción de feria barata... 
En realidad no hay muchos motivos para tomarse en serio 'Poltergeist' ni con mucho es una gran película. Es muy probable que su verdadero padre, Steven Spielberg, solo quisiera reflejar como divertimento las pesadillas que sufría de pequeño mientras dormía como él mismo expuso alguna vez y centrarse especialmente en 1982 en el rodaje de ET, que son palabras mayores. Pero a la gente le dio miedo la película, no se detuvo a pensar en su sonrojante guión y fue uno de los éxitos más sonados en el catálogo de producciones del director de 'Tiburón'. 
Quien sí se tomó en serio 'Poltergeist' fue su compositor, Jerry Goldsmith. El maestro ya venía de una relevante experiencia en el cine de terror, 'La profecía' (1976) de Richard Donner, por cuya banda sonora ganó además el único Oscar que, incomprensiblemente, recibió en toda su carrera. También, tres años antes, había musicalizado 'Alien', la obra maestra de Ridley Scott, con la que 'Poltergeist' tiene ciertas coincidencias que os expongo en el vídeo que os he preparado esta noche como recuerdo a la actriz Heather O'Rourke, la famosa Carol Anna de la película, que con tan solo 12 años falleció como consecuencia de una estenosis. 
Goldsmith compone una extraordinaria partitura basada en dos puntos: su riqueza en los temas incidentales perfectamente dispuestos en el metraje del filme con un gran juego de los silencios y el tema principal, la famosa 'nana de Poltergeist' como la denominamos popularmente, que es el hilo argumental musical del filme. Un tema que aparece al inicio en los créditos, que además del carácter infantil de su estilo compositivo relacionándolo así con Carol Anne, nos adelanta ya que el protagonismo de la cinta recae en una niña en este caso. La presencia de la música en los créditos además nos sirve para comprobar la placidez de aquella urbanización, Cuesta Verde, mostrarnos auditivamente la cotidianidad y jugar incluso con un curioso cambio de ritmo en el tema para acompañar la travesura que la pandilla de niños en la calzada le hacen al tipo que conduce la bicicleta. Esos instantes demuestran que no solo John Williams entiende de bicis en el cine ;-)
Goldsmith refleja con su música los momentos presenciales de Carol Anne aun no estando materialmente en ellos. La transformación de las notas incidentales en el tema principal cuando la madre siente que ella la ha atravesado en la escalera es un buen ejemplo. O la música narrativa-fantástica cuando el hermano de la pequeña recibe explicaciones sobre lo que está sucediendo. Los coros utilizados como apostilla del más allá y los tonos oscuros de las notas en la panorámica de Cuesta Verde cuando se sabe que su subsuelo está lleno de tumbas... 
Son algunos momentos que demuestran que, si 'Poltergeist' era un juguete venido a más, Goldsmith lo consideró un vehículo mayor para hacer lo que más le gustaba: colocar las notas exactas para relanzar las imágenes. Aquí os dejo el vídeo explicativo en mi canal de Youtube, al que os invito a suscribiros.

viernes, 31 de enero de 2020

Cumpleaños de Philip Glass. De 'Las horas' a 'El agente secreto'



Hoy, 31 de enero, cumple años uno de los compositores más apasionantes a la hora de estudiar su participación en el cine.
Philip Glass alcanza los 83 años con dos etiquetas de dispar suerte. Por un lado, la que podríamos definir como positiva: el marcado carácter de su música, su inconfundible estilo. Por otro, abanderado por sus detractores, la consideración de que su música para películas no es en sí descriptiva de lo que sucede en pantalla, sino impostada, ajena a las imágenes y, por lo general, atrayente para los amantes del minimalismo musical pero pobre para quienes prefieren la plena identificación de las bandas sonoras como algo consustancial y relanzador del resto de elementos de un filme, especialmente su sinopsis, sus personajes con sus particularidades y sus entornos.
Es una acusación que generalmente padecen los compositores considerados minimalistas y que, provenientes de estilos como el llamado 'New Age', han incursionado en el cine. El caso más conocido en este sentido ha sido el de Michael Nyman.
Lo cierto es que Philip Glass es, con diferencia, el compositor que ha trabajado para el cine de esta categoría con mayores recursos y comprensión del lenguaje fílmico. Fiel a su estilo ecléctico, repetitivo en notas y compases sin que ello sea peyorativo, -él mismo prefiere ser llamado literalmente repetitivo antes que minimalista-, la estructura de su música y el mantenimiento rítmico y melódico de los temas que escribe son ideales para varios tipos de películas: las de personajes intimistas, incluso atormentados, y para espacios abiertos donde el factor étnico sea relevante.
Estos son los casos de los cinco ejemplos que he elegido para hacer una somera semblanza de su música. Tres de ellos además con nominaciones al Óscar a mejor banda sonora, que se le ha resistido hasta el momento aunque no parece que le importe en absoluto a un tipo bastante introvertido y extraño como es Glass, al que tuve la oportunidad de verlo en un concierto en 2011.
'Las horas' (2002) es una magistral película en la que la música del compositor sirve de ideal hilvane a las tres épocas en las que se desarrollan las historias protagonizadas por Nicole Kidman, Julianne Moore y Meryl Streep. Un patrón pianístico que refleja la obsesión del trío por darle respuestas a sus propias existencias, todas ellas unidas por la obra de Virginia Woolf.
En 'Kundun' (1997), Martin Scorsese relata la historia del Dalai Lama, lo que le ofrece a Glass la oportunidad de lucirse en los espacios abiertos del Tibet con música étnica, coros y un empleo ajustado de su música. Fue nominada al Oscar, pero ese año no había nada que hacer, fue el turno de 'Titanic' arrasando con once estatuillas.
'Diario de un escándalo' (2006) es quizá el trabajo de Glass más 'cinematográfico', en el que la música del autor toma las riendas del personaje negativo del filme, la profesora interpretada por Judi Dench. Y es que la música de Glass es también ideal para, gracias a su estilo, aportar solidez a los personajes insistentes y posesivos.
'Koyaanisqatsi' es un documental de 1983 en el que no hay una sola palabra en todo su metraje y la música cumple excelentemente con la misión de desarrollar fílmicamente lo que vemos. En las secuencias que os ofrezco, un ejemplo de la locura de civilización actual en las asfixiantes ciudades que hemos construido. No os perdáis esas imágenes ;-)
Finalmente, os ofrezco unos segundos de 'El agente secreto', película de 1996 protagonizada por Bob Hopkins y Christian Bale, en la que la conjunción del chelo y el clarinete ofrece una elegantísima obra para una película marcadamente británica en la que, por cierto y como curiosidad, aparece en uno de los papeles Robin Williams pero se decidió que no estuviera acreditado. El querido actor interpreta a un terrorista que explota una bomba y se consideró, de acuerdo con él, que no era muy popular promocionarlo en este rol.

Ravi Shankar en la BSO de 'Gandhi'


La banda sonora para despedir el día... GANDHI Ravi Shankar (en el 72 aniversario del asesinato del Mahatma) 



Cuando a principios de la década de los ochenta la productora Goldcrest y la Columbia decidieron llevar al cine la vida del Mahatma Gandhi, contrataron al director británico Richard Attenborough.
Su mamotrético e interminable biopic fue todo un éxito entre el público y en 1982 se llevó 8 Oscars de los once a los que estaba nominado, recibiendo alabanzas especialmente el actor Ben Kingsley por encarnar tan fidedignamente al líder pacifista de la India. 
Fue una película inglesa que, dada su localización, necesitaba un compositor que conociera la música étnica del país, de manera que Attenborough contó con el músico Ravi Shankar para ello. Ya por entonces era un autor conocido, virtuoso del sitar, nació en 1920 y fallecido en 2012. No se prodigó en el cine, tengo localizadas apenas cinco bandas sonoras suyas, y entre las más conocidas se encuentra precisamente 'Gandhi'. 
Es obvio que a lo largo del filme se sucede la música tradicional india compuesta por Shankar, que en esta película hace una composición muy atinada favorecida además por las facilidades que le aporta el personaje y el entorno en el que se desenvuelve. Paisajes, momentos (teatralmente rodados) emotivos con Gandhi de protagonista y más de tres horas de película le dieron para lucirse y lo aprovechó. 
Dado que los ingleses para esto son muy suyos, en segundo plano contaron con el compositor británico George Fenton, que escribió la música de los momentos más dramáticos en los que los ingleses aparecían en la cinta y otros temas incidentales que se diferencian sustancialmente del estilo de Shankar. La película no parece resentirse mucho de estos estilos dispares. 
En el vídeo que os muestro esta noche tenéis cuatro secuencias de 'Gandhi', la primera corresponde al principio, cuando el Mahatma es asesinado, en la que la música va 'in crescendo' contribuyendo a inquietar al espectador de cara al inminente asesinato. Y es que además, al director le dio por rodar el filme comenzando por el final, es decir, con el tiro mortal que recibe Gandhi al final de su vida por parte de Nathuram Godse. La segunda secuencia tiene música de Fenton, en un momento de tensión de los seguidores del Mahatma con los británicos. Os la ofrezco para que observéis la diferencia estilística. La tercera es descriptiva en un recorrido en tren y la final corresponde a una, en teoría, emotiva escena en la que Gandhi recibe la noticia de que todo el mundo ha prometido no usar la violencia. 
Ravi Shankar, en sus pocas bandas sonoras, casi siempre ha utilizado sones étnicos con instrumentos en ocasiones electrónicos y sonidos vanguardistas, es recomendable escuchar además de Gandhi las BSO del cortometraje 'Viola' o la película 'Chappaqua'. 
El excesivo e injusto número de nominaciones de 'Ghandi' a los Oscar incluyó también la banda sonora, que se quedó ahí. Competía con un peso pesado, con John Williams y 'ET', una de las bandas sonoras más excelsas de la historia del cine. De hecho, el abrumador éxito de 'Ghandi', ante las nueve nominaciones de la película de Spielberg, demostró que la Academia por entonces aun no se tomaba en serio ni el cine fantástico ni el de Spielberg, premiándola solo en aspectos técnicos, cometiendo con ello una incomprensible injusticia en un año en el que los españoles andábamos pendientes de un triunfador Garci con 'Volver a empezar'. Hoy día, resulta obvio que 'ET' es mejor película que 'Gandhi'...

miércoles, 29 de enero de 2020

89 cumpleaños de Lucía Bosé. Huidas en coche: De 'Muerte de un ciclista' a 'Psicosis'


La peculiar actriz Lucía Bosé nacía tal día como hoy, 28 de enero, pero del año 1931. 
Su 89 cumpleaños nos da pie para recordar una de las películas capitales no solo de su filmografía particular, sino del patrimonio cinematográfico mundial: 'Muerte de un ciclista', dirigida por Juan Antonio Bardem en 1955.
Estupenda película de un director incómodo para conciencias y odiado por el franquismo, que no tuvo reparos en agitar mentes hipócritas y rígidas con películas como 'Cómicos', 'Calle Mayor', o 'La venganza'. En el caso de 'Muerte de un ciclista', para unos efectivos en sus papeles Alberto Closas y Lucía Bosé era mucho más importante continuar ocultando su infidelidad que socorrer al ciclista que atropellan. Fue además la primera película rodada bajo el régimen franquista -que no sólo censuró sus películas, sino que apresó en alguna que otra ocasión a Bardem- en la que aparece una manifestación universitaria.
¿Y la música? Un buen puñado de películas de Bardem tienen bandas sonoras compuestas por un compositor argentino de origen español: Isidro B. Maiztegui (1905-1996). Tras musicalizar una treintena de películas en su país natal, Maiztegui decidió asentarse en España entre los años cincuenta y setenta. Fue entonces cuando trabajó para directores como, además de Bardem, José María Forqué o Francisco Rovira Beleta. Posteriormente regresó a Buenos Aires.
El vídeo de esta noche lo he titulado también 'Huidas en coche' porque en él repasamos no solo cómo la música de Maiztegui nos anuncia el atropello en 'Muerte de un ciclista' con sus matices, sino también su aparición en la fuga inmediata y cómo repentinamente hay cosas que me recuerdan a la escapada de Marion en 'Psicosis' de Hitchcock, rodada cinco años después, con el crucial papel de la música de Bernard Herrmann en esa secuencia.
Comparamos ambas y os invito además en el vídeo a algo curioso: visionar esos segundos de ambos fimes, el de Bardem y el de Htchcock, sin su música. Veréis lo que sucede.
Aprovecho para finalizar el vídeo con una brillante banda sonora de Isidro B. Maiztegui: 'La noche y el alba' (1958).

lunes, 27 de enero de 2020

27 de enero de 2020: 75 aniversario del final del horror de Auschwitz


El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas entraban en el macrocomplejo de campos de concentración que era Auschwitz. 
Hoy hace 75 años de aquel momento que no solo supuso el fin para el sufrimiento de quienes aun supervivían a la muerte en aquel horrible lugar. La imagen de la llegada del ejército ruso, plasmada por Steven Spielberg en 'La lista de Schindler', dejó para la historia una icónica liberación y uno de los símbolos -no solo hechos- más diáfanos de que la pesadilla del nazismo que asoló Europa estaba llegando a su final. 
En 2018 estuve en Auschwitz. Realmente mi viaje consistió en visitar las localizaciones del rodaje de 'La lista de Schindler' con el objetivo de grabar el documental 'Cracovia, la ciudad invadida', para lo que Aurora y yo empleamos una semana, y entre estos lugares se encontraba obviamente este campo, al que sumamos Płaszów, donde tienen lugar los acontecimientos que rodearon al sádico de Amon Goeth. Auschwitz concentra la mayor presencia de visitantes, mientras que en Plaszów solo éramos cuatro personas aquel día y prácticamente nadie visita este lugar donde apenas hay vestigios de las infraestructuras del campo, pero algunos lugares ineludibles para comprender el sadismo nazi y por supuesto el filme de Spielberg. 


Es muy complicado explicar lo que se siente al pisar Auschwitz, y aun más hacerlo sin parecer una banalidad, como otros viajes, como otros momentos anecdóticos de tu vida que acompañas con fotografías y los compartes en las redes sociales. De hecho, me cuesta trabajo subir estas imágenes aun siendo de las más 'livianas' que puedan verse públicamente, no muy distantes de las que desde hace tres cuartos de siglo vemos en televisiones, exposiciones, folletos o libros de historia y de texto. Precisamente esos, los libros, y especialmente los de texto desde el punto de vista educacional, son a los que trato de invocar con estas fotografías y con el recuerdo en esta conmemoración. Solo desde la exposición más cercana y real, aun a expensas de la crueldad, a nuestras generaciones que están labrándose para forjar nuestro futuro, de todo lo que sucedió allí, podemos evitar que el ser humano vuelva a caer en semejante atrocidad. Podemos hacer películas, documentales, exposiciones fotográficas... Todo ello contribuirá a no repetir la historia. Pero la conciencia del bien y del mal, conceptos muy claros en determinados aspectos de la vida -este es uno de ellos-, de la ética y del respeto por el ser humano, llega directamente a través de lo que nuestros hijos ven -deben ver- diariamente en sus aulas, cuando ante sus ojos abiertamente receptores perciben lo que ven en esos libros, lo que leen, lo que hay que saber para tan solo llegar a ser un ser humano. Tan solo eso. 
En mayo, meses antes de viajar a Cracovia, visitamos la exposición que, sobre este campo de exterminio liberado hace ahora 75 años, acogió el Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid. Su lema era el siguiente: "Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos". No podía tener leyenda más acertada. 
Y precisamente por eso, porque no hace mucho, porque no fue lejos, y porque parece que lo estamos olvidando, expongo mi reflexión y estas imágenes en las bodas de brillantes del final de un horror inenarrable y de un dolor incicatrizable.


viernes, 17 de enero de 2020

'El Faro'...con mayúsculas


He visto en estos días la película 'El Faro'. Lo escribo con mayúscula porque es un ente propio, particular.
Lo explico. Quienes vean exclusivamente en esta película a dos actores sin la más mínima evolución en el metraje o incluso a solo dos protagonistas se equivocan plenamente. 'El Faro' es un filme sobre un ser viviente, que engendra a sendas víctimas, atrapadas como Jack Torrance en 'El resplandor'. El Overlook se ha transformado aquí en una linterna marítima.
De hecho, no hay contención alguna en el filme a la hora de mostrar las numerosas connotaciones que mantiene con la cinta de Kubrick o '2001'.
 'El Faro' vomita personajes producto de las alucinaciones, sonidos en simbiosis con el mar y un protagonismo casi absoluto utilizando a un binomio actoral absolutamente magistral, al que no le han reconocido en las nominaciones a los Oscar su inconmensurable poderío, atracción y buen hacer.
'El Faro' es una cojonudísima película que si la hubiera hecho Kubrick todo el mundo estaría teniendo orgasmos en los cines, en las redes y en sus paginitas de opinión.
Y ni Phoenix con su Joker ni pollas. Lo de Willem Defoe es una cosa indescriptible. Minutos aguantando el rictus literalmente sin pestañear. No me quiero ni imaginar qué mamarracho hubiera hecho Jack Nicholson en este papel.
Lástima de Academia, tan descerebrada como tanta gente.
Os dejo la videocrítica del canal #UltimoEstreno en Youtube.