jueves, 30 de diciembre de 2010

Reencuentro

He vivido dos felices reencuentros en 2010. Al menos algo bueno también ha tenido un año ominoso. Para no 'enojá a Dios' que diría mi abuela, afirmaré que he disfrutado de momentos de mucha felicidad en estos doce meses, de amar incondicionalmente, contrastados con algunos de dolor, de frustración y de impotencia. Imagino que esto será la vida. Pues que vuelva a empezar, que decía Nietzche cuando preguntaba por ella a la muerte.

El retomar el contacto con mis amigos de correrías de infancia y juventud mientras la Federación Antipiratería Española (FAP) nos perseguía por desproteger los juegos del ZX Spectrum haciéndonos llamar 'Sirius' fue algo que supera el año que ahora agoniza. Horas conversando con Juan Ramón Nieto y Kike Mengíbar sirvieron para penetrar a velocidad de vértigo entre los estratos de la memoria de tantos años sin ellos hasta alcanzarlos en una sola noche. Cuando llegas tienes la sensación de que no ha pasado tanto tiempo ni el viaje ha sido tan prolongado. Entonces contemplas desde arriba y recuerdas a Gardel: "Que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en las sombras, te busca y te nombra. Vivir... con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez...".

El otro dulce reencuentro ha sucedido hace apenas unos días, cuando a través de Facebook nos hemos citado los antiguos compañeros de Radio La Isla. Facebook sirve para algo. Red social apasionante, demostrativa de las frustraciones de la gente, de sus verdades y mentiras, celestina de líneas prohibidas, gran hermano universal de buitres y gente sin honor -"No tenéis honor", gritaba el rey troyano a sus enemigos antes de ser vejado-, lugar para destruir y construir sobre mojado,... Mi amigo Daniel Aragón, ahora desempeñando un cargo en Los 40 de la Ser en Sevilla, me dio el aviso y en unos días pudimos encontrarnos para rememorar aquellos finales de los ochenta y la década de los noventa cuando Radio La Isla contaba con profesionales de la talla de José María Romero, Luis Baena, Inma Forja, Salvador Serrano, Charo Aparicio, Fernando Cama, Juan Ochoa y una generación que irrumpe en esta con locutores como Dani Aragón, Toni Castro, María del Carmen Benítez, Alicia de los Santos, Charo Pérez, Víctor Mainé, Charo Pérez, Benjamín Colsa, Javier Egea, Inma Picardo, María José de Alba, Mar Barrera, Benji Montoya, los programas específicos de Alberto Pérez y Paco Tamayo, la profesionalidad de Jesús Serván, y quien escribe. Me he dejado en el tintero a algunos, estoy seguro, pero ellos se verán reflejados en los nombres que he citado.

Fue un reencuentro 'urgente', organizado en pocos días porque nos dio la gana y en fechas difíciles, por lo que no logramos reunir a todos, pero sí contactar con la gran mayoría. No pasarán varios meses sin que se vuelva a reunir la 'canalla' de RLI en su casi totalidad, una vez puestos en aviso. Los que nos vimos el día 26 por la noche disfrutamos de una cena genial, no sólo por las exquisiteces de Casa Bernardo en Chiclana -no dejéis de probar el paté de oca-, sino por los recuerdos atolondrados que afloraban en la mesa por boca de Inma Forja, hoy 'casi dueña' de Radio Chiclana; de los informativos con Paco López y conmigo aquel mediodía del accidente en un balcón del Hotel Salymar, cuando al leer el titular se le ocurre decir "han caído varios casquetes esta noche en el hotel", en lugar de la palabra "cascotes" que habíamos escrito minutos antes. Lógicamente, se quedó sólo en el estudio durante todo el informativo en pleno directo. Recuerdo que el controlista se fue con un ataque y yo no tuve más remedio que largarme al aseo. Eran tiempos en los que en el Ayuntamiento de San Fernando se movilizaban en los despachos para escuchar el informativo de las dos de la tarde. De decenas de llamadas a mi programa 'Último Estreno', sin poder desarrollar la escaleta y el programa previsto ante las entradas de los oyentes para simplemente hablar de cine, opinar, intercambiar puntos de vista; del magazine matinal con infinidad de contenidos, de jornadas temáticas de gran audiencia, desde Santiago Muñoz con su 'Luna de corazones' (mira que eras sinverguenza...) hasta la Semana Santa con 'Candelería', de 'Calles de La Isla' con José Carlos Fernández Moreno; de Salvador Aleu y su programa de flamenco, con sus vinilos y sus lacónicas frases a quien le hiciera los controles: "La dó de la a", "La tré de la b",... Por su memoria brindamos. Y por los que faltaban allí pero los veremos próximamente.

Fue una noche sana, sin acritud hacia quienes puedan ser culpables de que aquello fuera flor de una década. Todos me dan la sensación de estar por encima de anquilosamientos inquinos. Dani en la Ser, al igual que Inma Picardo -qué buena familia-; Forja en la emisora chiclanera, Mar Barrera viviendo un periplo impresionante por Telecinco, Canal Sur, etc. y Juan Ochoa, el más grande sentado esa noche con permiso del actor Manuel Tallafé que se incorporó como invitado, trabajando con el Gran Wyoming. Horas de mirar hacia atrás sin ira, conocedores de lo que fuimos y lo que nos hicieron ser, de sonrisas recordando discos, hasta que Ochoa, en apenas un minuto, habló seriamente de la situación de los medios y de San Fernando, de nombres y apellidos de quiénes tienen la culpa de la crisis en todo de La Isla y por extensión la prensa en la ciudad, y resumió en palabras absolutamente diáfanas cómo se repartieron el pastel para ganar dinero. Y de aquellos polvos vienen estos lodos. No había escuchado jamás a alguien decir lo que ha sucedido en San Fernando en los últimos 25 años con tanta certeza en tan poco tiempo. Sin pelos en la lengua. Tras la reflexión, se dirigió a una camarera y, haciéndome sentir que tenía ante mí a un discípulo de Humphrey Bogart, le dijo:

-"¿Usted sabe quién soy yo?"
-"Pues... la verdad es que no"
-"Entonces póngame un whisky"

Gracias, amigos. Volveremos a encontrarnos.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Bruno Coulais, presidente de honor del 7º Festival Internacional de Música de Cine 'Ciudad de Úbeda'

El Festival Internacional de Música de Cine 'Ciudad de Úbeda' en su VII edición ya tiene presidente de honor: el comité organizador ha decidido que ostente este cargo de honor el compositor francés Bruno Coulais.

La decisión adoptada por los integrantes de la Asociación BSOSpirit - organizadora de este relevante encuentro que tiene lugar anualmente en la citada localidad jiennense- se basa primordialmente en varios motivos, entre ellos el prestigio ganado a lo largo de los años de su carrera por Bruno Coulais, uno de los compositores más destacados de la música cinematográfica europea, autor de bandas sonoras como 'Los chicos del coro' o 'Microcosmos', así como el decidido carácter europeísta que desde la próxima edición de 2011 adquirirá el festival, como ya se adelantó por parte de la organización tras la exitosa VI edición.

Bruno Coulais ha aceptado este nombramiento con sumo agrado y responsabilidad, tomando el relevo del oscarizado Michael Giacchino, agradeciéndolo especialmente dado además que el autor de partituras como 'Nómadas del viento' o 'Vidoq' fue uno de los invitados del festival en su segunda edición, por lo que ya conoce el popular 'espíritu de Úbeda' que embarga a este festival desde sus inicios, razón por la que no ha dudado en presidir la VII edición en 2011.

Bruno Coulais es un compositor francés nacido en París en 1954 y ha trabajado tanto para el cine como para televisión. Una vez designado el presidente honorífico, la organización del Festival ya trabaja sin pausa para confeccionar el programa de la VII edición del que es uno de los festivales de referencia mundial en el panorama de la música cinematográfica.

Cabe destacar que, como ya anunció el festival el pasado mes de noviembre, el compositor Christopher Lennertz será el director musical honorífico en la próxima edición en julio de 2011. Tras la gran experiencia que fue para el festival contar con su presencia en la edición de 2010, Chris Lennertz volverá a Úbeda para colaborar con la organización en la elaboración del programa de conciertos de la edición de 2011, especialmente en el homenaje que el Festival rendirá a un compositor aún por ser revelado, pero que la organización está segura será una experiencia inolvidable para todos los asistentes al VII Festival.

La foto es de Úbeda 2006, cuando conocí a Coulais.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Hace veinte años


Carlos Alsina me ha recordado hoy en su programa -lo recomiendo enfervorizadamente, Onda Cero a partir de las 20 horas de lunes a viernes- que hace 20 años se estrenaba Pretty Woman, Desafío Total, Julia Otero era aún una adolescente,... Rememoro también que por entonces aún no habíamos vivido las Olimpiadas de Barcelona, ni la Expo de Sevilla, aunque urgando en internet he podido comprobar que Zapatero ya ejercía la política. La propia Onda Cero empezaba a vivir, y yo hacía ya un año que dirigía y presentaba en la emisora de San Fernando el programa 'Último Estreno'.

Los primeros meses eran en domingo, metidos con calzador en la programación en una franja horaria que nadie quería porque comenzaba a las diez de la mañana. Ir hasta los estudios de la emisora a las nueve y pico de la mañana era un suplicio. Hay que comprender que aún era joven y los sábados estaban para juergas y desmelenes. Dado que 'Último Estreno' empezó a incrementar su audiencia y paulatinamente la ilusión por hacer aquel programa sirvió de gasolina para aportarle calidad, lo pasaron a la parrilla nocturna, y de ahí a varias noches a la semana hasta llegar a tres, en tiempos en los que muchos querían hacer radio porque era una gozada trabajar en ella.

Hace dos décadas, a pesar de mi juventud, con apenas 20 años, tenía esperanzas en muchas cosas: en mi profesión periodística que ya ejercía, en la propia emisora, en el cine, en las amistades, en los compañeros de viaje radiofónico durante años. A algunos les ofrecí la oportunidad de hablar por primera vez en su vida delante de un micrófono, después colaboraron en otras emisoras y me ignoraron desde entonces en un ejercicio de ingratitud y hasta hoy, aunque alguno que otro no puede remediar que se le note lo que aprendió de 'Último Estreno' aun jodiéndole sin que se sepa realmente porqué. A estas alturas es uno de los aspectos que, con 42 años, te percatas de la ingenuidad de lo solícito que eras a los veinte y te importa un carajo que después no hayan tenido ni un gesto. Lo decía Pérez Galdós en boca de uno de sus personajes más admirables, el marqués don Rodrigo de Arista: "La villanía se perdona; la ingratitud, jamás".

Por entonces también confiabas en la política, tenías ilusión y la veías en la gente, aún no habían llegado expoliadores de ayuntamientos, gastadores sinverguenzas de móviles que pagamos todos, publicaciones adeptas a regímenes y amiguismos editadas verbi gratia a nuestros bolsillos, y también creías en las amistades inquebrantables, en los amores inmortales y en los cuatro o cinco polvos sin despeinarte. "Fuimos chicos rebeldes, de futuro prometedor, brillantes ilusiones que han quedado en nada, en una triste canción ...", que entonaba el grupo La Granja.
Hace dos décadas Alemania volvía a unificarse, el diablo seguía siendo la URSS aunque cada vez menos fiero; Nelson Mandela salía de la cárcel tras 27 años en ella, iraquíes y kuwaitíes les dio por jugar a la guerra de verdad y moría Ava Gardner. Curioso, siempre, mirar al pasado, para percatarte de que debes continuar aprendiendo una máxima en tiempos de escasa valía humana y de valores.

Hace veinte años de las dos fotografías de arriba. En ellas, el primer equipo de colaboradores de 'Último Estreno', mi camisa impagable pero se llevaba por entonces. El del polo amarillo es José María Romero, actual técnico de la SER, el de verde el actor, cortometrajista y autor teatral Antonio Labajo, el de rojo su hermano Luis -un grande de todo-, y mis amigos Juani Galán, Jesús Benjumeda y Juan Ramón Nieto, con cuyo extraordinario blog de fotos me deleito frecuentemente, aunque no tanto como cuando nos reunimos para solucionar el mundo, él las matemáticas y yo las letras. Todos buena gente en, insisto, tiempos de ilusiones...

sábado, 13 de noviembre de 2010

Luis García Berlanga



Lo conocí en los noventa, creo que a principios, no recuerdo la fecha exacta. Luis García Berlanga asistía a una mesa redonda literaria en El Puerto de Santa María y allá fui para entrevistarle y ofrecer sus palabras en mi programa 'Último Estreno'. A pesar de la rigidez del horario establecido por la organización, pude compartir con él un rato, lo suficiente como para percatarme de que con aquel personaje que venía de vuelta de todo iba a llevarme bien desde entonces. Así fue y en el año 2000 hice las gestiones para que la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de San Fernando contara con él, teniendo como objetivo una mesa redonda de lujo, en la que participaba también Paco Algora, que venía de Vejer con su bolsa de plástico llena de libros para leernos algo.

Tuve la dicha de moderar aquel crisol de visiones sobre el cine, la literatura y algún que otro maravilloso desfase expuesto por estos genios. El salón de la Casa de la Cultura se quedó pequeño. En la mesa redonda era cascarón de huevo Paz Aragón, una actriz a la que Berlanga no le quitó ojo toda la noche. Como siempre, un sinverguenza de los escotes y las cachas.

Antes de venir a La Isla, él me comentaba que si el escenario donde iba a charlar era muy alto. Tenía problemas en sus piernas, para subir escaleras, ya estaba mayor físicamente, por dentro era un roble, lúcido en todo, demoledor, cenamos tras el acto en la Venta los Tarantos donde Gabriel puso un exquisito atún de almadraba en aceite que Berlanga devoró con fruición, mojando sopones de miga en él, feliz mientras compartía con el grupo sus devaneos, las glorias y miserias del cine español y de otros mundanos aspectos.

Al día siguiente quisimos que conociera La Isla profunda. Lo llevamos en coche a diversos enclaves de San Fernando, algo que nadie supo, y creyó que el barrio de la Pastora era un decorado, incluso tocó las paredes de sus casas, de su iglesia, embelesado con la belleza de algunos de sus trazos. Lo despedimos y siempre estuvo ahí. Donde siempre seguirá. En los cachondeos con mis amigos 'cinematográficos', cuando tomábamos las copas de dos en dos, fuera la noche que fuera, brindábamos diciendo "por don Luis García Berlanga. Con dos cojones". Era algo así como él con su palabra fetiche, "austrohúngaro", que la metía solapada en cualquier personaje de sus películas.

La madre que parió, cómo duele que este tipo de gente que tanto te han aportado se vayan...

jueves, 11 de noviembre de 2010

Libertad de prensa o utopía



Agradezco sinceramente los homenajes de estos pasados días. El Ayuntamiento de San Fernando convocó el lunes a todos los medios de comunicación en el Real Teatro de las Cortes para distinguirlos por el doscientos aniversario del decreto de libertad de imprenta que se ha cumplido este miércoles. Una semana antes no tenía pinta de que el Consistorio estuviera pensando en todos los medios ni siquiera de la ciudad, porque organizó una reunión sólo con varios de ellos, dejando fuera a los digitales y a los especializados como SAN FERNANDO COFRADE, que es el que dirijo. A oídos municipales tuvo que llegar la sorpresa de los que nos sentimos en un conjunto vacío, algunos nos encargamos de hacer llegar nuestra 'sugerencia' de que o todos o nadie y los auspiciadores de la iniciativa le dieron la vuelta al acto. Café para todos, diplomas hasta para los medios provinciales y contentos. Mejor así, ¿qué más da fotocopiar diez, quince diplomas más, y que todos tengan su minuto de gloria, ganado no para figurar sino por dignidad? Al menos hablo en mi caso, porque a mí no me agrada salir a recoger nada, lo agradezco pero me da mucha verguenza, pero eso sí, llevo dos años a piñón con mi empresa, la puesta en marcha hace ahora doce meses del periódico SAN FERNANDO COFRADE, un plan de expansión programado hasta el año 2013 y contratando a periodistas desde hace ya meses para cristalizarlo. Y pagando impuestos. Es decir, que tengo CIF, depósito legal de lo que hago, emito facturas, no me zafo de mis declaraciones trimestrales y tratamos con mucho cariño y profesionalidad nuestro periódico, razones todas más que suficientes como para considerarnos un medio de comunicación o una empresa de medios.

Veinticuatro horas después, la Real Academia de San Romualdo también homenajeó a los medios, en esta ocasión locales, y ahí estuvimos. Agradecidos también. A la mañana siguiente se descubrió el monumento a la libertad de expresión realizado por el escultor Alfonso Berraquero, y se han sucedido los actos dedicados a la prensa, como un homenaje a Emilio Morenatti, ese gran tipo y fotógrafo al que ahora babosean algunos que lo trataron como a muchos otros en su día: con la punta del zapato y sin valorar su trabajo.

Una lástima que estos actos relacionados con los medios de comunicación se conviertan en un voluntarista ejemplo institucional de palmada en la espalda a los profesionales de la prensa y en los mismos días en los que se habla de libertad de publicación se sigan admitiendo las sangrías laborales en los medios de comunicación, periodistas que cobran 800 euros trabajando doce horas al día, medios gestionados ilegalmente con políticos que miran para otro lado, sucedáneos que se mantienen de dinero público y también hay que decirlo, tiempos de crisis con periodistas que recortan por la mañana las noticias para archivarlas cobrando al mes 2.500 euros por currar seis horas diarias. No es envidia, es indignación en tiempos dicen que de crisis, aunque creo que para unos cuantos.

Todo esto sucede por aquí cerca, no crean que les hablo de Marruecos, que también podríamos hablar en la semana de tantas alaracas y uso de la prensa para halagos y a escasos kilómetros existe un país donde no dejan entrar a los profesionales de la información al que no le echamos cojones porque está Obama y cía detrás, tanto económicamente como con el cuento de que el país alauita es el "último bastión de defensa de occidente frente a los otros estados musulmanes extremistas". A ver si nos dejamos de cretineces, porque España jamás se ha llevado bien con Marruecos. Ni ganas. Allí van algunos a los chalés de fin de semana pasando los sábados la frontera de Ceuta, el resto viajan por novelerías vacacionales y sus políticos nos caen como una patada en los huevos. A los españoles nos hablan de los moros -no de raza, se me entiende perfectamente- y fruncimos el ceño. Jamás les hemos dado la mano ni queremos. Y ellos nos odian, digan lo que digan. Absténgase de la frase "generalizar conduce al error" porque todos también saben a qué marroquíes me refiero. Los jueces celebran juicios allí con españoles y nos pisotean, las administraciones nos humillan y ahora en el Sahara sólo nos atrevemos a decir que la solución a esta guerra civil en un territorio que aún consta España como administrador es que "se sienten a negociar". No te jode. Eso lo diría Forrest Gump también y no es ministro.

Os dejo una foto del monumento de Alfonso Berraquero que le hice el miércoles. Me gusta mucho, por cierto. En Marbella existe otro ligeramente parecido, con dos ventanas abiertas al exterior en lugar de dos puertas. Os cuelgo también una foto.