martes, 13 de enero de 2009

Resistencia

Tenía ganas de ver la nueva película del director Edward Zwick. La temática me pareció teóricamente manida, sobre todo viniendo de un cineasta que logró interesar con la historia del batallón de hombres negros en Tiempos de gloria (su mejor película sin duda alguna y una de las mejores bandas sonoras de James Horner) o la eficiente El último samurai. En ambos, Zwick demostró sus cualidades para rodar secuencias de acción o batallas, y Resistencia se prestaba a otro nuevo ejemplo de pulcritud bélica. Tampoco conviene olvidar Traffic y Diamantes de sangre.

En definitiva, un eficiente director que en esta ocasión narra la historia de un grupo, paulatinamente más numeroso conforme avanzan los hechos, conformado por judíos bielorrusos perseguidos por los nazis, con el hilo conductor de tres hermanos y Daniel Craig llevando la batuta de la historia.

No me defraudó Ed Zwick en el aspecto que esperaba de él, aunque la tijera tendría que haberla aplicado en pleno corazón del filme y haber dejado 20 minutos para la edición especial en DVD de esas que no me explico porqué tienen tanto interés al incluir lo cortado por el director si precisamente lo ha suprimido porque sobra. El filme remonta, logra media hora final notable y en general constituye un pulcro ejercicio cinematográfico con exceso de metraje como principal defecto pero con un conjunto de virtudes, aunque demasiado técnicas como para que lleguen directamente al espectador, que creo que olvidará la película a las dos semanas de verla.

No obstante, os la recomiendo, siempre que nos olvidemos de comparar a Craig en determinadas secuencias con Robin Hood o con el mismísimo William Wallace. Y disfrutar de la excepcional fotografía de Eduardo Serra. No puedo decir lo mismo de la banda sonora, compuesta por mi admirado James Newton Howard. El tipo que hizo joyas como El príncipe de las mareas, Viven o El protegido ha recurrido a un estilo demasiado identificado con este tipo de filmes, recuerda con sus cuerdas indefectiblemente a John Williams y La lista de Schindler apostillado por la temática del filme y, aunque en ocasiones deja muestras de su gran manejo de la armonía y su inclusión en las escenas es más que notable, su score no aporta nada nuevo.

domingo, 11 de enero de 2009

Festival de Úbeda: comienza la cuenta atrás

Quedan aún seis meses para su celebración, pero el V Festival Internacional de Música de Cine Ciudad de Úbeda no se puede organizar en unas cuantas semanas. Es labor de todo el año, aunque cuando llega el inicio de cada uno de ellos, la sangre comienza a hervir por los casi medio centenar de miembros que conformamos la organización de un evento único en España y que nació gracias a la inquietud, especialmente, de David Doncel, al que el hervor en su RH se lo provocan las notas de John Debney, John Williams o Jerry Goldsmith.

Ya hemos comenzado a trabajar firmemente para que todo esté preparado el 16 de julio y el Hospital de Santiago sea el centro neurálgico de las bandas sonoras a nivel internacional durante cuatro días. De aquella idea surgida hace más de cinco años y del primer año de este evento a ahora han cambiado mucho las cosas, y no siempre para bien. Organizar este delicioso y sacrificado mamotreto y además hacerlo sin cobrar un duro -nadie de la organización recibe un euro por ello- es amar mucho el mundo del cine y de las bandas sonoras, sobre todo cuando te das cuenta de que el 'niño' que creaste crece y necesita más inversión para continuar su trayectoria. Y eso parece que algunas empresas no lo entienden, así que ahí estamos, especialmente el 'alma mater' del Festival, David Doncel, buscando que dos y dos euros no sumen cuatro, sino cinco...

En la rueda de prensa ofrecida en el Ayuntamiento de Úbeda el pasado 19 de diciembre y acompañado por el alcalde, Doncel no tuvo reparos en decir que, o se apuesta por este evento en Úbeda, o nos vamos a otras ciudades donde están locos por acogerlo y cuyos equipos de Gobierno y alguna que otra entidad bancaria se muestran dispuestos a soltar lo que cuesta traer a los compositores de renombre mundial, las orquestas, las publicaciones, el material promocional,... La alarma ha saltado y parece que Úbeda se ha tomado en serio esta filosofía puesta sobre el tapete por BSO Spirit, la asociación encargada de organizar el Festival, y tanto el Consistorio como las empresas que ya son patrocinadoras han iniciado una campaña para buscar nuevas firmas. Lógico, se han percatado de la relevancia de un encuentro que no existe en ningún otro lugar y que deja en Úbeda más de 200.000 euros de beneficios en sólo cuatro días.

En estas semanas ya estamos preparando todo. No me preguntéis por los compositores que vendrán este año, porque eso no lo llevo yo, cada uno tiene su tarea y la mía es la de ser el jefe de prensa y comunicación del Festival. Algo sí os puedo ya adelantar que muchos sabéis, como que están confirmados nombres como el de Christopher Young, el excepcional compositor de Homicio en primer grado o Atando cabos, así como nuevamente el de Patrick Doyle, presidente de honor del festival. En la foto de la edición Úbeda-2008 me acompaña Brouce Broughton. Quién me iba a decir en aquellos años ochenta de producciones entrañables de Steven Spielberg que iba a conocer al compositor de una de las bandas sonoras que se nos quedó a los adolescentes ochentones más marcadas en la mente, como fue El secreto de la pirámide, una joya que costó mucho esfuerzo y dinero encontrar editada en su momento. Escuchar a una orquesta sinfónica interpretar este score en Úbeda fue emocionarme, rememorando los tiempos de Gremlins, Legend, Los Goonies, Poltergueist,...

Y para los impacientes...¿Quién dice que quizás no podamos conocer este año a Thomas Newman, que ha compuesto para Wall-E una de las mejores partituras del año y ya ha demostrado con creces su valía gracias a Camino a la perdición, Mujercitas, Esencia de mujer o American Beauty?

Anteayer envié una nota de prensa sobre el inicio del trabajo 'de verdad' de cara al V Festival. Os la reproduzco íntegramente:

BSOSpirit ya trabaja en el V Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda

- Medio centenar de aficionados a las bandas sonoras conforman la organización de un evento que reclama mayores apoyos institucionales y empresariales ante su constante crecimiento

La Asociación BSOSpirit ya trabaja a pleno rendimiento para hacer realidad una nueva edición del Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda’. En esta ocasión, el evento alcanzará su V edición y con numerosas novedades, entre las principales el cambio de concepto, al pasar de ser ‘congreso’ a ‘festival’ para responder así a las expectativas y abrir el género a un mayor número de aficionados a las bandas sonoras en concreto y al cine en general.

Un equipo conformado por medio centenar de personas que trabajan sin remuneración económica alguna capitaneados por el director del festival, David Doncel Barthe, comienzan el año con reuniones tanto personales como ‘virtuales’ para coordinar aspectos que en estos siete meses deben quedar perfectamente controlados antes de que llegue el mes de julio, que será nuevamente la fecha en la que Úbeda acogerá el evento. Invitados, compositores, programa de conciertos, conferencias, atención a los congresistas, promoción y medios de comunicación, cartelería, etc. son algunos de los aspectos que están ya tratándose en estas reuniones que se producen además gracias al interés de los organizadores, ya que el equipo está conformado por aficionados de numerosos puntos de España, lo que conlleva una doble dificultad a la hora de la organización.

No obstante, la ilusión es enorme, sobre todo después de que BSOSpirit fuera premiada en Francia el pasado mes de diciembre, cuando la asociación recibió un premio europeo concedido por la UCFM (Union of French Film Music Composers) y la FFACE (Federation of Film and Audiovisual Composers of Europe), que vino a reconocer la incesante labor de promoción del mundo de las bandas sonoras cinematográficas de la que hace gala BSOSpirit. Este premio fue dado a conocer con mayor detalle en una rueda de prensa celebrada el pasado 19 de diciembre en el Ayuntamiento de Úbeda, en el que el director del Festival, David Doncel, solicitó una mayor implicación de instituciones y especialmente firmas comerciales para mantener el evento con su patrocinio, dado el carácter único en España de este festival y la notable repercusión económica y social que para Úbeda supone la llegada de los congresistas y la repercusión mediática de un acontecimiento que deja en la ciudad unos beneficios que superan los 200.000 euros. Como se reflejó en los medios de comunicación, Doncel no descarta la posibilidad de continuar creciendo en otras localizaciones si de diera el caso, si bien desde BSOSpirit se agradece el esfuerzo que está realizando el Ayuntamiento de Úbeda, que ha comenzado a trabajar conjuntamente con la organización para buscar apoyos económicos alternativos. BSOSpirit destaca asimismo la labor de los actuales patrocinadores del Festival, que estuvieron presentes en la rueda de prensa celebrada en Úbeda, y que además también están colaborando en la búsqueda de más vías económicas para que el evento se siga celebrando en esta localidad jiennense.

Adjuntamos algunos enlaces de la referida rueda de prensa o el premio que recogieron los medios y fotografías.

http://www.ideal.es/jaen/20081219/ubeda-baeza/festival-musica-cine-busca-20081219.html
http://www.fantasymundo.com/noticias/8981/bsospirit_premiada_difusion_musica_cinematografica
http://www.ubedaenlared.com/?p=688
http://www.rfi.fr/actues/articles/107/article_9836.asp
http://www.grancine.net/noticia_detalle.php?id_prensa=1293

jueves, 8 de enero de 2009

Nada puede cambiar

La era de Bush gobernando Estados Unidos y por extensión el planeta ha sido tan nefasta (no lo digo yo, lo reflejan las cifras en cualquier ámbito y el mapa político mundial) que todos hemos esperado como agua de mayo el siguiente nombre para presidir el gigante americano que, cuando estornuda, toda Europa se resfría. La esperanza de que la administración norteamericana cambie de filosofía ha sido tal que hemos terminado por crearnos falsas expectativas y dibujar un iluso panorama futuro. Y como ejemplo de modestia hablo en la primera persona del plural, pero ni por asomo he creído nunca que las cosas vayan a cambiar con Obama lo suficiente como para que veamos hechas realidad todo el compendio de medidas que son necesarias aplicar en un mundo patas arriba.

Ganó Obama y se creó un delirio mesiánico no por el propio protagonista, sino por el resto del mundo. Como si su llegada fuera la de un propio salvador universal que en apenas un año adoptaría medidas para arreglar el desaguisado del descerebrado de Bush. Van listos si así lo creen. La maquinaria económica y política estadounidense está concebida sobre unos pilares tan miméticos y que les funciona a ellos de una manera tan acertada para mantener el sistema actual imperante en el mundo occidental que, gobierne quien gobierne, son absolutamente intocables. El capitalismo salvaje impuesto por este sistema no puede ser cambiado por presidente alguno y ellos son conscientes, así como determinadas decisiones adoptadas hace décadas en política internacional que mantienen a EEUU en su cuota de poder.

Sirva un ejemplo en este aspecto. ¿Cómo puede ser alguien tan ingenuo como para creer que la llegada al poder de Obama va a suponer un cambio en la política internacional norteamericana en el conflicto entre palestinos e israelíes? Esas cartas están marcadas desde 1948 y ningún presidente, sea republicano o demócrata, las barajará para jugar partida alguna distinta. De hecho, ya tienen una primera prueba que corrobora lo que les digo. Vemos en televisión y en las imágenes captadas por los reporteros gráficos el holocausto perpetrado por los judíos en Gaza y lo que a todas luces es una guerra ilegal. La tibia respuesta de Obama ha sido significativa. Es cierto que aún no gobierna, pero se le ha preguntado hasta la saciedad y ha mantenido un silencio sepulcral que, también seríamos ingenuos si creyéramos que calla para no influir en la política de la administración saliente. Nada va a cambiar porque el sistema político internacional con su conflicto de intereses en la zona llevado a cabo por EEUU jamás podrá mover un ápice en un mapa político que ellos mismos crearon hace sesenta años, cuando impusieron el estado de Israel. Ante ello, una manirrota ONU, consciente de que quien manda en el asunto es EEUU, apenas alza su voz, mientras decenas de niños y mujeres son masacrados por los misiles israelíes. Nadie niega que Hamas también ha usado sus cohetes contra objetivos judíos, pero la respuesta del Gobierno hebreo es muy propia de la mentalidad de Bush, que en su día quiso talar kilómetros enteros de bosques... para evitar los incendios. Es decir, que arrasamos con los árboles y así no habrá fuego. Para morirse de pena. Ahora, los judíos sufren en algunas bases militares la caída de varios proyectiles y, como respuesta, deciden arrasar y entrar por tierra en una zona con una desproporción cercana a la barbarie de los nuevos nazis que, paradójicamente, ahora no lucen esvásticas en sus chaquetas, sino estrellas de seis puntas.

Las estrategias de los gigantes del mundo, desde China al Vaticano además de EEUU, están tan marcadas y tan contaminadas que ningún presidente puede tocar nada. Reajustar nimiedades, pequeños asuntos económicos, alguna que otra prestación para determinado tipo de población,...futesas permitidas con mucho marketing. Pero la política en EEUU, la que se hace con mayúsculas, se marcó desde hace dos siglos y medio y es inamovible en su concepto.

viernes, 2 de enero de 2009

Debe ser la fiebre

Vaya entradita de año. Tres días en cama con una gripe monumental, sólo aliviada por los gratos momentos familiares en Nochevieja y por Cuatro, que me alegra con sus películas (el 30 de diciembre emitieron la extraordinaria Pesadilla antes de Navidad) o me sorprende y me deja con el cuerpo en fuera de juego con sus reportajes.

Entre mantas y pañuelos trato de acomodarme en el sofá para ver una peli en la primera noche del año, pero Cuatro me ofrece un reportaje sobre lo que venden las tiendas de lujo o empresas de servicio en España. Y así me veo a una chica luciendo un abrigo con mucho pelo en un establecimiento de Madrid que lo vende a 42.000 euros. Pues vale.

En otra tienda de Barcelona te dan masajes relajantes con un potingue de oro de 24 kilates (mentira cochina si se empeña la propietaria en decirnos que te rocía los muslos con oro de esa calidad) cuyas sesiones cuestan 150 euros. El quid de la cuestión está en que, para relajarte del todo, son necesarias al menos diez sesiones. Ya entiendo...

Otra, otra. Bolsos de piel de cocodrilo a 14.000 euros y en una tienda de relojes un tipo que muestra a la cámara uno de 600.000 euros de titanio y no sé qué filigrana más. La reportera le pregunta si esos relojes se venden realmente. Con una obvia naturalidad, el inmaculado dependiente le replica "pues claro. Si no, no los tendríamos aquí". O sea, que una puñeta con manecillas puede llegar a costar cien millones de pesetas. Me empieza a subir la fiebre.

Una empresa vende barcos por nueve millones de euros, con camarotes que son la repera y otros lujos que una pija en vaqueros va explicando a la cámara ganándose cada vez más mis arcadas. No por el faluchito en cuestión, sino por ella misma. De cada tres palabras, una es en inglés, porque parece que hacer el cateto llamando a las cosas por su nombre en uno de los idiomas más pobres del mundo en lugar de hacerlo en nuestro rico español viste mucho y te da caché. Así que allá van un rosario de "coutching", "flybridge" y no sé qué más, hasta tal punto que la propia reportera la dice a la pija que explique al vulgo lo que está diciendo con esa jerga, a lo que recibe por respuesta: "Bueno, los que saben de barcos conocen lo que estoy diciendo, jo". Su problema, entre otros que obviaré detallar, es que se le olvidó que Cuatro es un canal para todos los mortales, no específico para marineros con pedigrí estratosférico. Mecachis...

En otro momento vi un probador de un establecimiento de ropa de lujo reservado para clientes de alta estofa. En él te puedes probar (nosotros no, ellos sí) una camiseta interior o una tanga mientras tienes un bar a tu disposición con champán, varias delicatessen,... Decía el dependiente que había sido emocionante haber recibido a Paulina Rubio, David Bisbal o Bustamante. Quién lo iba a decir, Bustamante, toda su vida cagando en una lata de carne de membrillo, y ahora en un probador degustando caviar...

Y llega el momento-demagogia; venga, destripadme...

-Con 42.000 euros de un abrigo de pelos de animales asesinados comen miles de niños en África durante tres años.

-Con nueve millones de euros de un barco se reflota no un yate, sino un país entero de Asia o del continente negro sumido en la miseria.

-Con 600.000 euros de un reloj teníamos cena para todos los pobres de España en Nochebuena.

Se me olvidaba: Con el coste de un solo misil de los que está lanzando Israel para hacer su holocausto particular en Palestina, podríamos apadrinar a un millón de niños en el mundo.

La fiebre me hace comparar y escribir tonterías, ¿verdad? Debe ser eso. Feliz 2009.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Reencuentro

Siempre es bueno el reencuentro con los que fueron compañeros de trabajo durante años y por ende convertidos en amigos gracias a la buena sintonía que existió (y existe) entre nosotros. Por eso no podía faltar esta vez a la cita con Luisa, Patete, Álex y Nuria. Con el trancurso del tiempo se han ido cayendo algunos, sus razones tendrán o quizás ninguna de peso pero sí de cambio de perspectivas de vida y amistad, y otros como mi buen amigo David, que ¡me cachis!, no hay manera de que coincidamos de sarao porque, o estás liado, o lo estoy yo.

Recordar frases antológicas, personajes de aquellos años noventa con los que lidiamos y comprobar que hay futuro mientras degustamos comida asiática y después un par de copas en Medina con los estupendos dulces de Sobrina de las Trejas constituyeron una alegría navideña para mí en tiempos de difícil sonrisa.

Os quiero y hasta la próxima. Mientras, sed felices.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Carta al Rey 'Mago'

Mi querido y no admirado monarca:

Usted sabe sobradamente la escasa admiración que le guardo a la Corona y mis sólidas dudas a la hora de admitir a la Monarquía como sistema de gobierno en mi país. No obstante y por encima de predilecciones e ideologías, considero el respeto como un elemento consustancial a la democracia, a pesar de que los republicanos aún tenemos que soportar miradas despreciativas por el mero hecho de creer que usted llegó a la Zarzuela por la gatera, como heredero de un sistema de alargada sombra, o simplemente reflexionar sobre el hecho de que usted es un claro ejemplo de anacronismo estatal en pleno siglo XXI.

No obstante, ahí está sentado, cada Nochebuena, dirigiéndose al país como manda la tradición, y a mí me basta con apagar el televisor si lo tengo encendido, aunque jamás lo hago a esa hora porque escucho mientras me preparo para la cena un recopilatorio muy adecuado para la efeméride con las bandas sonoras de Ben Hur, El Cid, Los diez mandamientos y alguna canción de Horner de las de sus buenos tiempos.

Le reconozco que en esta ocasión relegué a Miklos Rosza y otros a un segundo plano para escucharle. La actual situación mundial y la acuciante crisis podían ser asuntos que, en su boca a modo de reflexión, le admito que me daban morbo. Así que, tras tragarme su soporífera alocución, no me resisto a escribirle mi carta al Rey, que no es precisamente la que he enviado a los Reyes Magos, porque sencillamente la que se remite a los monarcas orientales se cumple en numerosas ocasiones y la que le escribo a usted debe ser que tiene el remite equivocado cada año y no recibo contestación.

La informática avanza que es una barbaridad, así que como internet llega a todos los rincones y me satisface mucho decirles cuatro cosas a algunos desgraciados a través de mi blog (no va por usted, don Juan Carlos) hoy voy a hacerle, con su permiso, un ramillete de puntualizaciones a su discurso. Sin ánimo alguno de acritud, pero colocando una serie de puntos sobre las íes que los españoles necesitamos ver completas, con su puntito y todo, para leer mejor las palabras de nuestro idioma.

De manera que me gustaría que se expresara con mayor claridad cuando dice que "hay que tener capacidad para resolver problemas y alcanzar nuevos objetivos" en relación a la Constitución de 1978. ¿Se refiere a modificar de una vez por todas un documento a todas luces obsoleto por su carácter intrínsicamente transitorio? Entonces, ¿por qué no deja de emplear eufemismos y nos dice claramente que tenemos que solucionar los problemas territoriales (incluyendo no sólo la organización de las autonomías, sino el destino del Senado) o los judiciales amparados más allá de un Código Penal? ¿Le da miedo conmocionar al PP, por ejemplo, al decir que tenemos que mejorar las reglas del juego?

¿Qué son "planteamientos integradores y solidarios" con "cultura política de ilusión"? ¿Me lo explica? En minuto y medio de discurso, no ha dicho usted nada, Don Juan Carlos...

Habla usted del terrorismo y sus consecuencias, pero se limita a decir que "se encuentra cerca de las familias" afectadas y que nuestros "derechos y libertades no pueden ser violados y amenazados por profesionales del terror, por lo que debemos seguir luchando para derrotar al terrorismo". Pero eso lo digo yo y el Gran Pitufo vestido de colorado y con barbas (sospechosamente similar a Papá Noel) en su alocución navideña en Pitufilandia. Y cada español, cada ser humano, también lo suscribe. La piedra angular está en decir precisamente cómo se hace eso o sugerir los métodos a una sociedad cuya exposición de lo que sucede, sin medidas para paliar sus problemas, se convierte en palabrería estéril e incluso a veces barata por su contenido.

Llegados al asunto de la crisis, le ruego ya finalmente que no me tome el pelo. Yo he sufrido la patada de un empresario impresentable y fracasado y nadie me ha amparado desde el punto de vista legal. Dice usted que "me preocupan muy especialmente las personas que han perdido su empleo". Pues ha tenido ya una treintena de años para hacer del trabajo un derecho fundamental y constitucional para los españoles. Podríamos hablar de ello también cuando al inicio reflexionábamos sobre la Carta Magna. Entérese de una vez, pero mejor reconózcalo junto con su presidente del Gobierno, que los empresarios ya han sobrepasado la barrera de lo permisible y que los tiempos en los que largaban a la calle a sus empleados sin darles un duro pasaron. Ahora te echan y te pagan lo máximo permitido para que no puedas maniobrar legalmente contra ellos. Tienen dinero, procedente de no se sabe dónde, o amasado durante meses para revolver la empresa, y no les duelen prendas al pagar 45 días por año a padres de familia o jóvenes recién embarcados en una hipoteca. Saben que indemnizando con apenas diez mil y quince mil euros no hay ley que les meta el diente y prescinden del trabajador aun siendo indefinido. En España, Don Juan Carlos, el trabajo no es un derecho constitucional y te largan cuando le salga de las narices al explotador. Si semejante sujeto se viera obligado a mantener blindado al empleado indefinido sopena de tener que pagarle cantidades tan astronómicas como las que se manejan en el fútbol para traspasar futbolistas, entonces otro gallo cantaría. Pero hacer fijo a un trabajador sólo beneficia hoy día al empresario, que recibe subvenciones y ayudas por ello, y a las cinco años, si desea prescindir de él, en una mañana cualquiera le pone un cheque por delante admitiendo la improcedencia del despido y con apenas seis mil euros para que lo cobre cuando quiera. Y carpetazo al tema. Así que no me venga con preocupaciones y exiga en su discurso que se pongan en marcha las fórmulas necesarias para proteger al trabajador haciendo de su empleo, base económica y sustancial del ser humano hoy día, un derecho inalienable y constitucional.

Tenga usted, Don Juan Carlos, un venturoso año nuevo y un 2009 para contemplar desde la atalaya de su palacio las sangrías judiciales, políticas y laborales que vamos a padecer durante los próximos doce meses.

La foto es de Ángel Díaz (EFE).

Si quieres escuchar el discurso del Rey, pincha en este enlace de la SER:

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Aquellas cajas

Recuerdo aquellas cajas de cartón desgastadas en algunas de sus aristas por el paso de los años. Permanecían guardadas hasta que llegaba diciembre cuando, por espacio de varios días, se quedaban colocadas estratégicamente en alguna discreta esquina de la habitación que había sido la elegida para montar el Nacimiento. En ocasiones era el aseo pequeño, que apenas se utilizaba porque sólo eramos tres en casa, en otras mi propia habitación cuando aún era un niño de muy corta edad, una parte del salón alguna que otra Navidad,...

En varias de esas cajas aún se podía leer, adivinando entre celofanes apelmazados de año en año, la marca comercial de las viandas o bebidas que en su día se encontraron en su interior: vinos de Sandeman, algún surtido de pasteles de gloria de mazapanes Corroto, juguetes que surgieron de ellas relucientes ante mis perplejos ojos y que los años y el manoseo de niño les habían restado ya brillo e interés,...

En esas cajas que yo esperaba abrir con delicadeza en diciembre y casi con mayor ansia que las de la madrugada del seis de enero ya no había botellas, dulces, ni coches teledirigidos, ni vagones de Electrotren. Ante una mirada vigilante que trataba de contrarrestar tanta torpeza fruto de mi impaciencia, suprimía el precinto colocado once meses antes para encontrarme, en el interior de ellas, desordenados montones de virutas entre los que rebuscar con mis manos como la travesura cometida cuando el pequeño de la casa deforma con el dedo el rosco de reyes porque ha visto una oquedad sospechosa entre la nata tras repartirse los primeros trozos del dulce, buscando una bolsita que parece contener una diminuta figurilla de un Rey Mago.

Con mis manos pescaba entre virutas y me detenía cuando palpaba los pequeños paquetes. Los extraía con sumo cuidado entre advertencias y, nada más tenerlos ante mis ojos y a pesar de estar envueltos en papeles blancos para protegerlos, ya adivinaba el contenido. "Esta es la mula... Y esta es el pastor que tira del burro".

Comenzaba entonces el ritual. En una solapa de las cajas se leía, a rotulador, el supuesto contenido: "Pastora con niño. Pastor con tinaja. Buey. Pozo. Leñador...". Nunca había que confiar en ello, las leyendas podían ser de años anteriores y las figuras no siembre iban en las mismas cajas. Algunas había que sustituirlas porque el cartón se deterioraba, otras parecían haber encogido en un año,... Era, de todas maneras, la inconfundible letra de mi padre, preludio del contenido que ambos comenzábamos a desembalar con paciencia y a comprobar si en el corto traslado o en el desempolvo, alguna manita, alguna peana, habían sufrido desperfectos.

Aquellas figuras que mi padre colocaba ordenadamente en una estantería antes de seleccionar las que en pocos días serían las protagonistas del Belén de cada año, forman parte ahora de mi patrimonio personal. Algunas tienen mi edad y aún se adivina el precio de San José, algo más caro que las otras por su capa de brillo. Aquellos pastores andantes con cabeza gacha para seguir el camino hacia el portal sin perder comba; aquella mujer que curiosea observando hacia la derecha la estampa del pesebre mientras posa su mano sobre un niño que mira inocentemente al espectador; el hombro desnudo del adorante con barba cana y túnico morado; el majestuoso camello de Baltasar; el escorzado y azabachado caballo de Gaspar; la espigada pastora con su velo que perdió hace años su cántaro de barro, sustituido por ramitas de pino... todas conforman mi estampa imborrable de mis cuarenta navidades, de cada una de ellas, con sus cambios y balances, con sus sonrisas y sus desvelos, sus recuerdos y esperanzas. Todas me contemplan cada diciembre mientras lustro con mimo los recovecos de sus ropajes de pasta madera. Y una indefectible y emotiva sensación me viene a la memoria y a los sentidos cada vez que las coloco en mi Nacimiento, ya sea en mi hogar o en mi hermandad de la Misericordia: la que experimentaba al desprecintar cada año, junto a mi padre, aquellas cajas que guardaban tanta ilusión cuando era un niño.

Feliz Navidad.