lunes, 29 de diciembre de 2008

Reencuentro

Siempre es bueno el reencuentro con los que fueron compañeros de trabajo durante años y por ende convertidos en amigos gracias a la buena sintonía que existió (y existe) entre nosotros. Por eso no podía faltar esta vez a la cita con Luisa, Patete, Álex y Nuria. Con el trancurso del tiempo se han ido cayendo algunos, sus razones tendrán o quizás ninguna de peso pero sí de cambio de perspectivas de vida y amistad, y otros como mi buen amigo David, que ¡me cachis!, no hay manera de que coincidamos de sarao porque, o estás liado, o lo estoy yo.

Recordar frases antológicas, personajes de aquellos años noventa con los que lidiamos y comprobar que hay futuro mientras degustamos comida asiática y después un par de copas en Medina con los estupendos dulces de Sobrina de las Trejas constituyeron una alegría navideña para mí en tiempos de difícil sonrisa.

Os quiero y hasta la próxima. Mientras, sed felices.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Carta al Rey 'Mago'

Mi querido y no admirado monarca:

Usted sabe sobradamente la escasa admiración que le guardo a la Corona y mis sólidas dudas a la hora de admitir a la Monarquía como sistema de gobierno en mi país. No obstante y por encima de predilecciones e ideologías, considero el respeto como un elemento consustancial a la democracia, a pesar de que los republicanos aún tenemos que soportar miradas despreciativas por el mero hecho de creer que usted llegó a la Zarzuela por la gatera, como heredero de un sistema de alargada sombra, o simplemente reflexionar sobre el hecho de que usted es un claro ejemplo de anacronismo estatal en pleno siglo XXI.

No obstante, ahí está sentado, cada Nochebuena, dirigiéndose al país como manda la tradición, y a mí me basta con apagar el televisor si lo tengo encendido, aunque jamás lo hago a esa hora porque escucho mientras me preparo para la cena un recopilatorio muy adecuado para la efeméride con las bandas sonoras de Ben Hur, El Cid, Los diez mandamientos y alguna canción de Horner de las de sus buenos tiempos.

Le reconozco que en esta ocasión relegué a Miklos Rosza y otros a un segundo plano para escucharle. La actual situación mundial y la acuciante crisis podían ser asuntos que, en su boca a modo de reflexión, le admito que me daban morbo. Así que, tras tragarme su soporífera alocución, no me resisto a escribirle mi carta al Rey, que no es precisamente la que he enviado a los Reyes Magos, porque sencillamente la que se remite a los monarcas orientales se cumple en numerosas ocasiones y la que le escribo a usted debe ser que tiene el remite equivocado cada año y no recibo contestación.

La informática avanza que es una barbaridad, así que como internet llega a todos los rincones y me satisface mucho decirles cuatro cosas a algunos desgraciados a través de mi blog (no va por usted, don Juan Carlos) hoy voy a hacerle, con su permiso, un ramillete de puntualizaciones a su discurso. Sin ánimo alguno de acritud, pero colocando una serie de puntos sobre las íes que los españoles necesitamos ver completas, con su puntito y todo, para leer mejor las palabras de nuestro idioma.

De manera que me gustaría que se expresara con mayor claridad cuando dice que "hay que tener capacidad para resolver problemas y alcanzar nuevos objetivos" en relación a la Constitución de 1978. ¿Se refiere a modificar de una vez por todas un documento a todas luces obsoleto por su carácter intrínsicamente transitorio? Entonces, ¿por qué no deja de emplear eufemismos y nos dice claramente que tenemos que solucionar los problemas territoriales (incluyendo no sólo la organización de las autonomías, sino el destino del Senado) o los judiciales amparados más allá de un Código Penal? ¿Le da miedo conmocionar al PP, por ejemplo, al decir que tenemos que mejorar las reglas del juego?

¿Qué son "planteamientos integradores y solidarios" con "cultura política de ilusión"? ¿Me lo explica? En minuto y medio de discurso, no ha dicho usted nada, Don Juan Carlos...

Habla usted del terrorismo y sus consecuencias, pero se limita a decir que "se encuentra cerca de las familias" afectadas y que nuestros "derechos y libertades no pueden ser violados y amenazados por profesionales del terror, por lo que debemos seguir luchando para derrotar al terrorismo". Pero eso lo digo yo y el Gran Pitufo vestido de colorado y con barbas (sospechosamente similar a Papá Noel) en su alocución navideña en Pitufilandia. Y cada español, cada ser humano, también lo suscribe. La piedra angular está en decir precisamente cómo se hace eso o sugerir los métodos a una sociedad cuya exposición de lo que sucede, sin medidas para paliar sus problemas, se convierte en palabrería estéril e incluso a veces barata por su contenido.

Llegados al asunto de la crisis, le ruego ya finalmente que no me tome el pelo. Yo he sufrido la patada de un empresario impresentable y fracasado y nadie me ha amparado desde el punto de vista legal. Dice usted que "me preocupan muy especialmente las personas que han perdido su empleo". Pues ha tenido ya una treintena de años para hacer del trabajo un derecho fundamental y constitucional para los españoles. Podríamos hablar de ello también cuando al inicio reflexionábamos sobre la Carta Magna. Entérese de una vez, pero mejor reconózcalo junto con su presidente del Gobierno, que los empresarios ya han sobrepasado la barrera de lo permisible y que los tiempos en los que largaban a la calle a sus empleados sin darles un duro pasaron. Ahora te echan y te pagan lo máximo permitido para que no puedas maniobrar legalmente contra ellos. Tienen dinero, procedente de no se sabe dónde, o amasado durante meses para revolver la empresa, y no les duelen prendas al pagar 45 días por año a padres de familia o jóvenes recién embarcados en una hipoteca. Saben que indemnizando con apenas diez mil y quince mil euros no hay ley que les meta el diente y prescinden del trabajador aun siendo indefinido. En España, Don Juan Carlos, el trabajo no es un derecho constitucional y te largan cuando le salga de las narices al explotador. Si semejante sujeto se viera obligado a mantener blindado al empleado indefinido sopena de tener que pagarle cantidades tan astronómicas como las que se manejan en el fútbol para traspasar futbolistas, entonces otro gallo cantaría. Pero hacer fijo a un trabajador sólo beneficia hoy día al empresario, que recibe subvenciones y ayudas por ello, y a las cinco años, si desea prescindir de él, en una mañana cualquiera le pone un cheque por delante admitiendo la improcedencia del despido y con apenas seis mil euros para que lo cobre cuando quiera. Y carpetazo al tema. Así que no me venga con preocupaciones y exiga en su discurso que se pongan en marcha las fórmulas necesarias para proteger al trabajador haciendo de su empleo, base económica y sustancial del ser humano hoy día, un derecho inalienable y constitucional.

Tenga usted, Don Juan Carlos, un venturoso año nuevo y un 2009 para contemplar desde la atalaya de su palacio las sangrías judiciales, políticas y laborales que vamos a padecer durante los próximos doce meses.

La foto es de Ángel Díaz (EFE).

Si quieres escuchar el discurso del Rey, pincha en este enlace de la SER:

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Aquellas cajas

Recuerdo aquellas cajas de cartón desgastadas en algunas de sus aristas por el paso de los años. Permanecían guardadas hasta que llegaba diciembre cuando, por espacio de varios días, se quedaban colocadas estratégicamente en alguna discreta esquina de la habitación que había sido la elegida para montar el Nacimiento. En ocasiones era el aseo pequeño, que apenas se utilizaba porque sólo eramos tres en casa, en otras mi propia habitación cuando aún era un niño de muy corta edad, una parte del salón alguna que otra Navidad,...

En varias de esas cajas aún se podía leer, adivinando entre celofanes apelmazados de año en año, la marca comercial de las viandas o bebidas que en su día se encontraron en su interior: vinos de Sandeman, algún surtido de pasteles de gloria de mazapanes Corroto, juguetes que surgieron de ellas relucientes ante mis perplejos ojos y que los años y el manoseo de niño les habían restado ya brillo e interés,...

En esas cajas que yo esperaba abrir con delicadeza en diciembre y casi con mayor ansia que las de la madrugada del seis de enero ya no había botellas, dulces, ni coches teledirigidos, ni vagones de Electrotren. Ante una mirada vigilante que trataba de contrarrestar tanta torpeza fruto de mi impaciencia, suprimía el precinto colocado once meses antes para encontrarme, en el interior de ellas, desordenados montones de virutas entre los que rebuscar con mis manos como la travesura cometida cuando el pequeño de la casa deforma con el dedo el rosco de reyes porque ha visto una oquedad sospechosa entre la nata tras repartirse los primeros trozos del dulce, buscando una bolsita que parece contener una diminuta figurilla de un Rey Mago.

Con mis manos pescaba entre virutas y me detenía cuando palpaba los pequeños paquetes. Los extraía con sumo cuidado entre advertencias y, nada más tenerlos ante mis ojos y a pesar de estar envueltos en papeles blancos para protegerlos, ya adivinaba el contenido. "Esta es la mula... Y esta es el pastor que tira del burro".

Comenzaba entonces el ritual. En una solapa de las cajas se leía, a rotulador, el supuesto contenido: "Pastora con niño. Pastor con tinaja. Buey. Pozo. Leñador...". Nunca había que confiar en ello, las leyendas podían ser de años anteriores y las figuras no siembre iban en las mismas cajas. Algunas había que sustituirlas porque el cartón se deterioraba, otras parecían haber encogido en un año,... Era, de todas maneras, la inconfundible letra de mi padre, preludio del contenido que ambos comenzábamos a desembalar con paciencia y a comprobar si en el corto traslado o en el desempolvo, alguna manita, alguna peana, habían sufrido desperfectos.

Aquellas figuras que mi padre colocaba ordenadamente en una estantería antes de seleccionar las que en pocos días serían las protagonistas del Belén de cada año, forman parte ahora de mi patrimonio personal. Algunas tienen mi edad y aún se adivina el precio de San José, algo más caro que las otras por su capa de brillo. Aquellos pastores andantes con cabeza gacha para seguir el camino hacia el portal sin perder comba; aquella mujer que curiosea observando hacia la derecha la estampa del pesebre mientras posa su mano sobre un niño que mira inocentemente al espectador; el hombro desnudo del adorante con barba cana y túnico morado; el majestuoso camello de Baltasar; el escorzado y azabachado caballo de Gaspar; la espigada pastora con su velo que perdió hace años su cántaro de barro, sustituido por ramitas de pino... todas conforman mi estampa imborrable de mis cuarenta navidades, de cada una de ellas, con sus cambios y balances, con sus sonrisas y sus desvelos, sus recuerdos y esperanzas. Todas me contemplan cada diciembre mientras lustro con mimo los recovecos de sus ropajes de pasta madera. Y una indefectible y emotiva sensación me viene a la memoria y a los sentidos cada vez que las coloco en mi Nacimiento, ya sea en mi hogar o en mi hermandad de la Misericordia: la que experimentaba al desprecintar cada año, junto a mi padre, aquellas cajas que guardaban tanta ilusión cuando era un niño.

Feliz Navidad.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Navidad en la APC

Como en Cádiz no sabemos si la Navidad es una función preliminar del Carnaval o el Carnaval es un villancico crepuscular de la Navidad, los compañeros de la directiva de la Asociación de la Prensa gaditana nos han deleitado hoy no sólo con unas estupendas viandas que nos ha permitido compartir un ratito en la sede de la entidad, sino que hemos comprobado a través de un video cómo se las gastan los dirigentes de esta organización cantando un tango cachondeándose de ellos mismos. Joder, pues sonaba francamente bien, yo de vosotros me presentaba al COAC del año 2010. Ya para el inmediato como que no, porque el plazo está cerrado, o tendréis que inventaros algun pase de pecho como el del cartel del Carnaval y sus 'detalles de fechas' para entrar por la rendija de los colaos...

Gracias de veras por la invitación para compartir en la APC este momento con los compañeros periodistas y tomar el pulso a algunos que en un año que ahora termina han sido maltratados y a otros que compruebo siguen en la lucha diaria de su trabajo, su esfuerzo y su tesón por defender los derechos de la profesión.

Días antes de que expire el 2008 hablaremos de un año en el que en algunos medios de comunicación han echado a la calle o han aburrido hasta a veinte periodistas de un solo golpe en varios meses en determinados medios. Por eso no creo que haya nada que celebrar en ninguna cena ni comida de esas empresas celebradas esta semana. Pero ya se sabe que el muerto al hoyo y el vivo... El vivo, por ahora, claro. Otra manida frase es aquella de "te puede pasar a ti" y de corazón espero que no le suceda a nadie más.

Posiblemente esté equivocado, lo admito, pero mejor cometer errores que ser un arrastrado. Yo no me siento con trepas, sicarios, explotadores o maleducados ni a tomarme un vaso de agua. Allá los que lo hagan, pero recordad que los pequeños detalles y gestos son los que, juntos, mueven el mundo. Aunque en realidad hay muchos que no tienen ganas de moverlo. Claro que, o lo mueves, o te pueden mover, y entonces vendrán las lamentaciones...

Basta de jeroglíficos paradójicamente diáfanos. Hoy he disfrutado en la APC e insisto en agradecer el gesto de Fernando Santiago y su directiva hacia los que hemos sufrido el desprecio de determinados sujetos este año, al hacernos partícipe de la fiesta navideña de la prensa. El año que viene llevo yo el turrón.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Premio para la música de cine en Úbeda

El Ayuntamiento de Úbeda acogerá este jueves una rueda de prensa en la que el director del Festival Internacional de Música de Cine Ciudad de Úbeda, David Doncel, acompañado del alcalde de esta localidad jiennense, Marcelino Sánchez, presentarán el premio que el pasado noviembre recibió en Francia la asociación BSOSpirit como organizadora del citado evento desde hace cuatro años y su relevante labor promocional de las bandas sonoras cinematográficas.

Os muestro una fotografía de David Doncel, Inma y Sergio en la ceremonia celebrada en París en el momento de recoger el premio en nombre de todos los que formamos parte de la organización de este Festival, un acto en el que no faltaron compositores de gran relevancia en la música cinematográfica internacional y concretamente europea, entre ellos Patrick Doyle (Frankenstein, Sentido y Sensibilidad, Mucho ruido y pocas nueces, Indochina).

El director del Festival Internacional de Música de Cine Ciudad de Úbeda ofrecerá detalles de la próxima edición, que se celebrará en julio como las anteriores. Y atentos, porque los pelotazos van a ser este año aún más sonados que en anteriores, en los que pudimos disfrutar en directo de conciertos sinfónicos y corísticos con la presencia de compositores como Basil Polidouris, John Debney, Roque Baños, Ángel Illarramendi, John Scott, David Arnold o Bruce Broughton.

Que no se me olviden varias maritatas de última hora, independientemente del acontecimiento ubetense:

1.- La portada de La Razón mañana. Escucho en estos momentos De costa a costa en Punto Radio y hay cachondeo con ella. No me extraña. Comentan que la foto de primera plana a toda pastilla es la felicitación de la familia real con los vástagos correspondientes. Sí señor, eso es una portada interesante. Vaya tela.

2.- ¿La crisis inventada en determinadas empresas de ¿comunicación? les impedirá dar a sus periodistas un pequeño detalle por la Navidad y alguna comida? ¿Permitirá algún que otro empresario cutre al menos un intercambio publicitario con un restaurante para que sus profesionales pasen un rato agradable aunque algunos de los que asistan no merezcan ni un rábano con bicho dentro, o terminará cabreándose e insultando para variar?