lunes, 26 de noviembre de 2007

Dueños del mundo

Hasta hace ahora 32 años, incluso algunos más posteriores, aquí mandaban los curas y los militares. Nadie se atrevía a dudar de los 'ordeno y mando' de los ministros del clero, empeñados toda su vida en decirnos qué es lo que tenemos que hacer y sobre todo qué es lo que no. De los coleccionistas de soldaditos de plomo en las estanterías y en la calle a tamaño natural, para qué vamos a hablar, aunque hay que reconocer que supieron adaptarse paulatinamente a los nuevos tiempos mucho mejor que los que me condenan por usar preservativo, por admitir las parejas de hecho, por incomodarles inquiriéndoles a que defiendan a los humildes, los necesitados de pan y justicia, por rogarles que dejen de una vez de pensar que tienen el monopolio de la educación,...
El asunto es que ya no nos vigilan los curas y los castrenses. Ahora existe otra especie igual que la de aquellos tiempos: los empresarios. Obviamente, no estoy generalizando en ninguno de los casos que expongo. Lo aclaro para que no me vengan los puristas a liármela con demagogias. El empresario es hoy día el dueño del mundo como aseguraba que lo era Leonardo di Caprio en Titanic, con la diferencia de que este se fue a hacer puñetas por culpa de la carajera y la miopía del oficial de turno que no vio a tiempo un iceberg del que se podían extraer todos los cubitos de hielo de los cubatas que me he bedido en mi vida, y los empresarios son los reyes gracias a la permisividad de los gobiernos. Ahí los tienen, haciendo contratos basura cuando contratan; comprando sindicatos; pagando tarde y mal cuando pagan; haciendo indefinidos porque les subvencionan por ello, pero largando a quienes les da la gana gracias a un abaratamiento brutal del despido. Muchos hacen empresas para ganar dinero sin importarles la calidad de lo que ofrecen. Eso en el periodismo está a la orden del día, o en la alimentación, o en la enseñanza,... No respetan días libres, horarios, y están por encima de cualquier ideología política. El soniquete de "estamos creando puestos de trabajo" lo comparten empresarios y gobiernos, los primeros sin que se les pueda preguntar a qué precio y los segundos para venderlo como logro de gestión o promesa electoral, sin importarles tampoco cuál es la calidad y la firmeza del empleo que están auspiciando...

Hoy la empresa te despide aunque seas fijo. Hoy la empresa te traslada aunque te desarraiguen de tu lugar. Hoy la empresa te da patadas aunque la hayas servido durante años. Hoy el empresario no te telefonea si estás enfermo o te han operado, sólo piensa en lo que le va a costar tu baja; se buscan las maneras de despedirte si eres una mujer embarazada o meten topos en los comités de empresa. Sólo hay un especimen peor que ese tipo de empresarios tan abundantes: los trabajadores vendidos al poder, los lacayos hechos sicarios por migajas,... Son impunes. No les mandan las inspecciones de trabajo. Y si llegan, hacen la vista gorda o las sanciones son ridículas. Así están las cosas y os las cuento precisamente el día en el que renuevo, tras tres meses, mi carné de desempleado. Dos horas en la oficina del Inem, entre gente oliéndole el sobaco, marujas bigotudas con niños en los brazos horrorosamente vestidos preguntándose unas a otras si te come bien o hace la caca suelta o amarrada y angangos tratando de vivir del cuento. Y carteles que dicen "Hay que coger número para todo", pero cuando en la pantalla digital aparece mi turno me dice la de la mesa que "para esto no necesitaba usted número". Pues ¿en qué quedamos, alma de cántaro? Como soy parado, ¿le agrada tenerme en su oficina contemplando el bello panorama anteriormente descrito? ¿Me paga usted la zona azul donde tengo el coche?
Bueno, los que compartan conmigo el 'arroz amargo' del desempleo, que tengáis un buen día reivindicando el derecho al trabajo o el puesto que os quitaron por la puta cara como me sucedió. Ya no sé si los que ejecutaron esa decisión fueron peores que los que me están dando largas ahora con una ingratitud pasmosa. Y a los que trabajáis, también os deseo una buena jornada. Estad alertas, que cuando menos os lo esperéis os despiden, os quitan días de la semana, os pagan más tarde del día cuando pasan las deudas mensuales por el banco, no os suben en la nómina el IPC a principios de año,... cualquier putada de esas que hay gente que se la merece porque son unos mantas trabajando (yo he sido gerente y director de grupos humanos y sé que en todos los lados cuecen habas) y otros muchos no.

jueves, 22 de noviembre de 2007

In memoriam

En memoria del más grande de las artes escénicas de España. Interpretó magistralmente; dirigió cine y teatro de manera excepcional; recitó textos y poemas en discos grabados y eventos como pocos lo hacen; escribió libros asombrosos;... No conozco nada mal hecho por don Fernando en vida.
Ha muerto el mejor. Descanse en paz.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

3.600 horas

Ayer por la tarde volvía a mantener esa pelea 'catódica-casi matrimonial' con el mando de Canal Satélite desde mi sofá, con el objetivo de conocer en un par de minutos la programación de los canales que ofrece la televisión digital. Digo pelea porque no he visto una cosa más incómoda que el Plus. Lento, a la hora que a ellos les da la gana y canales que no he visto en mi vida y ustedes tampoco, a no ser que salga un pedante diciendo que ve la cosa esa de caza y pesca. Ese va en el lote, claro, pero el Playboy hay que pagarlo. No te jode...

En TCM Clásico me encontré con Ben Hur, la película que dirigió William Wyler en 1959 y que se llevó once Oscar. Yo dirijo un filme y me dan ese lote de estatuillas, y acto seguido me retiro a mi casa. Claro que si después llegan unos mastuerzos y le dan otros once a Titanic, cambio de profesión. En definitiva, que me hice el firme propósito de ver tan sólo varios minutos de esa bellísima historia del príncipe judío de la casa Hur, que tiene de todo: amores, rencores, odios, acción, religión, actores buenos y menos buenos, música de Miklós Rozsa absolutamente obra maestra,... Me propuse quedarme ante el canal apenas un rato para continuar con otras ocupaciones. Pero fue imposible. No hay manera de que pueda quitar la vista o darle al Off en el televisor. Hay películas que me enganchan a pesar de haberlas visto repetidas veces, analizado en cursos cinematográficos, presentado en proyecciones o escudriñado en críticas. Me pasa con Ben Hur, Memorias de África, ET, La Lista de Schindler, Casablanca, Metrópolis, Moulin Rouge o Las Horas. Como las pille, tengo que quedarme. Y con la epopeya africana de Meryl Streep y Robert Redford (por cierto, vaya muermo Leones por Corderos...) comienzo a llorar como una Magdalena a los tres minutos. Con la ocasión de ayer, que me quedé obviamente hasta el final de la película, en esa secuencia final maravillosa en la que un pastor con su rebaño de ovejas pasa por delante de las cruces ya sin los cuerpos de Jesús y los ladrones mientras suenan los coros de la banda sonora del tema de la resurrección del compositor de origen húngaro, son ya 18 las ocasiones en las que he visto Ben Hur. Hace ahora seis años la pillé en el SAT 1 en alemán... y me la vi entera nuevamente sin quererlo ni beberlo. Y eso que escuchar a Charlton Heston en el idioma teutón manda cojones... Y en su lengua original, en el DVD que adquirí en su momento, imagínense. Y el estuche con el libro de 80 páginas y dos cds con su banda sonora que editó Turner para qué voy a contar, una joya que tenemos en España tan sólo dos mil personas.

Son unas 3.600 horas de mi vida las que habré empleado viendo Ben Hur. Con las emociones a flor de piel, sollozando cuando él recoge a su madre y a su hermana del valle de los leprosos y vuelve a sonar el tema de amor de Miklós Rozsa, emocionado cuando Judá le da de beber a Jesús y suena el órgano de fondo que también escuchamos en la secuencia que, dos horas antes, nos mostraba a ambos protagonistas a la inversa y el galileo ofreciendo agua al príncipe judío; obnubilado con la manificencia del rodaje en la llegada de Quinto Arrio en su carro ante el César; espantado con el carcelero cuando tras cuatro años baja a las mazmorras para descubrir lo que sabemos; con sed de venganza cuando vemos a Mesala recibir el puñal de regalo del joven Arrio-Hur, que le pone su sello en la pizarra...

Qué forma de hacer cine. Este pasado julio estuve en la III edición del Congreso Internacional de Música de Cine de Úbeda, y allí pude asistir a una interesantísima exposición de carátulas de discos de vinilo de chalados coleccionistas como yo. Descubrí en sus paredes un ejemplar de la edición en japonés de Ben Hur, algo inaudito que tiene un enorme valor. En la foto lo podéis ver. Dichoso el que tiene ese ejemplar, porque es una joya (Eriberto, eres un jodido crack...Y mi envidia no es nada sana).

martes, 20 de noviembre de 2007

Hoy salen de las madrigueras

Hoy es 20-N, día ideal para que los ultras salgan de sus madrigueras y den rienda suelta a sus consignas retrógradas. Aprovechan el recordatorio de la muerte del dictador Francisco Franco para reivindicar lo que ya sabemos de una manera aparentemente inofensiva, tan teóricamente estéril como se aprecia en las imágenes que observamos en las televisiones o las fotografías de los periódicos en las que apenas unos grupos de momias instrumentalizan la bandera española o le colocan el escudo preconstitucional, mostrándonos un panorama lastimosamente pintoresco...
Pero conviene estar alerta, porque el ceporro extremista de hoy día no lleva camisa azul tergiversada por la boina roja o cara de ario como en los carteles de la propaganda nazi. Ahí los tienen, infiltrados en la sociedad actual, en los medios, en los partidos, y muchos apenas tienen una veintena de años. Cuando Franco aún rubricaba sentencias de muerte expirando en su lecho no eran ni un proyecto de sus progenitores, pero ahora les pone cachondos los aires marciales y esa pompa y boato que tanto les gusta aparentar a las dictaduras de todos los signos. Es algo semejante a lo que nos atrae Darth Vader, con su brillante y extraordinario traje negro, pero el padre de Luke Skywalker fue un invento de George Lucas y Franco fue totalmente real. Así que nada de espejismos y seamos conscientes de lo que supusieron 40 años de ostracismo y manipulación.

Hablando de tergiversación, hoy es un día también triste porque esta gentuza volverá a manipular la historia. Y muchos no tendrán reparos en mostrar cuadros, fotografías o cualquier signo identificativo de José Antonio Primo de Rivera, el joven abogado que fue parlamentario por Cádiz y que fundó Falange Española. El dictador no entendió nunca de política, pero fue sumamente inteligente para percatarse de que jamás podía perpetuarse en el Gobierno de España sólo con un poder militar de pacotilla como el suyo y sin base política. Y se cargó de un plumazo la organización creada por José Antonio, encarceló a su jefe Manuel Hedilla después de que no moviera un dedo para evitar el fusilamiento del joven y entusiasta político y diluyó el sentimiento revolucionario y progresista de los falangistas al mezclar esta organización con los carlistas y tradicionalistas.

Atrás quedaron discursos de José Antonio en el Parlamento como el de la reforma agraria. O bien oculto han permanecido sus escritos horas antes de morir, titulados bajo el epígrafe Guión de un manifesto político inconcluso, con la finalidad de poner fin de manera inmediata a la Guerra Civil. En él escribe algo que todos suscribiríamos hoy día...:
"-¿Qué va a ocurrir si ganan los sublevados? Un grupo de generales de honrada intención; pero de desoladora mediocridad política. Puros tópicos elementales (orden, pacificación de los espíritus ...).
Detrás:
1º) El viejo carlismo intransigente, cerril, antipático.
2º) Las clases conservadoras, interesadas, cortas de vista, perezosas.
3º) El capitalismo agrario y financiero, es decir: la clausura en unos años de toda posibilidad de edificación de la España moderna. La falta de todo sentido nacional de largo alcance.
Y, a la vuelta de unos años, como reacción, otra vez la revolución negativa.
Salida única:
La deposición de las hostilidades y el arranque de una época de reconstrucción política y económica nacional sin persecuciones, sin ánimo de represalia, que haga de España un país tranquilo, libre y atareado".

En su testamento dejó constancia de su deseo. "Que sea la mía la última sangre española vertida en discordias civiles (...) Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino".

En wikipedia, popular enciclopedia a disposición del internauta, se puede leer de José Antonio lo siguiente: "Mantenía una relación de amistad con varios diputados socialistas, entre ellos Indalecio Prieto, y se entrevistó con militantes anarcosindicalistas como Ángel Pestaña. Dos hermanos del líder de la FAI, Buenaventura Durruti, estaban afiliados a Falange, así como varios cuadros de la CNT, el propio ex-secretario general del PCE madrileño, Manuel Mateo". En la actualidad, se suele ver a comunistas de diversas localidades españolas mantener mesas redondas, debates y almuerzos u horas de copas nocturnas con falangistas, debatiendo animada y amistosamente sobre política, o pactos de gobierno entre ambas fuerzas en varias poblaciones españolas.
Era mejor para el régimen franquista utilizarlo como mártir que salvarlo. Un líder joven con sus ideas ensombrecía al naciente caudillo. Un líder que obviamente, en aquellos años, se dejó llevar en algunos aspectos por la apabullante apariencia del estadio italiano. Como hoy nos hemos dejado llevar por el norteamericano creado por Bush. Pero lejos de muchas de las consideraciones que se le imputan.
Amigo de Federico García Lorca, José Antonio se escapaba de Madrid en secreto para comer con el poeta granadino en numerosas ocasiones como atestiguó posteriormente Luis Rosales. Cuentan que a la cárcel, aguardando su fusilamiento, le llegó la noticia del asesinato del genial escritor granadino, y se mostró impresionado y desolado.

Julio Anguita, Fernando Sánchez Dragó, Manuel Barrios, el profesor Jiménez del Oso y un largo etcétera han tratado de reivindicar o pedir respeto a una apasionante figura de la historia que ya en 1933 llevaba escrita en su frente la palabra "incómodo perdedor".

De todo esto hace muchos años, ahora desconozco si a alguien le interesa, aunque se siguen escribiendo libros e investigando sobre la figura de José Antonio para, con la perspectiva que da el tiempo, colocarla en su justo lugar. Mientras, ahí tiene a los fachas utilizándola, manifestándose vomitivamente por las ciudades, a Falange dividida en tres, cuatro facciones: FE de las Jons, FE Auténtica, La Falange, MFE,...

Si José Antonio volviera ahora mismo, se moría otra vez. Para tranquilidad de muchos.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Escrita por los vencedores

Veo Elizabeth, la edad de oro, y mi primera impresión no es escudriñar el pulcro trabajo visual realizado por el equipo del director Shekhar Kapur, ni las interpretaciones de un elenco actoral de gran valía. Ni siquiera, y a pesar de los logros del filme -ejercicio visual con la justa medida entre el estilo cinematográfico tradicional y la impersonal digitalización, dinamismo en la narración, música de Craig Armstrong,...- me planteo preguntas obvias durante su visionado, entre ellas cómo es posible que para acercarse a un mayor número de espectadores que los obtenidos en la primera parte se sacrifiquen hechos reales para narrar de manera absurda, más acordes con el Titanic de Cameron, las relaciones entre una reina altanera como era Elizabeth con un pirata que llega a la corte como un chulo de putas y terminan montando a caballo juntos o paseando por la Corte como si él fuera un noble consejero real. ¿Por qué esa barata concesión a la relación entre ambos y la cortesana, para enganchar al espectador menos interesado en el ámbito histórico y más en las novelas de Corín Tellado?

Como les decía, no me centro en estos aspectos porque lo primero es la reflexión histórica sobre algo que nos toca de primera mano. Los que me conocen saben que no lanzo exabruptos ultras defendiendo nuestro país ni tampoco soy nacionalista centrífugo. Pero me molesta enormemente ver el maniqueísmo de los ingleses al rodar este filme y más aún me inquieta que los propios españoles caigamos en el error de creer en la gran cantidad de tópicos contra el monarca Felipe II que aglutina la película.

Así que me van a permitir que no entre profundamente en la factura cinematográfica de Elizabeth -sustancialmente inferior que la primera rodada por el mismo director-, sino que les invite a investigar, aunque sea someramente, sobre la realidad de una época histórica apasionante que los ingleses siempre se han encargado de manipular, con el velado apoyo de otros colegas en su momento como los holandeses.
Felipe II era un hombre recto, de apariencia efectivamente lúgubre y distante con su ropa negra, color que decidió no abandonar jamás no por ser un Darth Vader de la época, sino por una firme promesa de guardar luto hacia su esposa, Ana de Austria, una vez fallecida en 1580. Su gota le relegó en los últimos años casi a estar postrado en el lecho, pero no a andar como Chiquito de la Calzada durante los años anteriores. Era católico ferviente, sí, y se cegó con la cruz como tantos otros monarcas lo hicieron en otros tantos países llevados por los condicionantes religiosos del momento. Auspició la labor de la Inquisición, pero las mayores muertes por motivos religiosos derivadas de las persecuciones para defender la ortodoxia católica no se dieron en España. Y a ello cabe añadir que, a pesar de su subyugación al poder religioso, creó un impuesto sobre las parroquias que hizo recaudar hasta el 20% del dinero total que poseía el reinado, lo que provocó la ira de los altos dirigentes eclesiásticos.

Es cierto, fue orgulloso y prepotente en numerosas ocasiones en un imperio "en el que no se ponía el sol", pero amaba la literatura, el arte y especialmente la arquitectura. Gracias a él se construyó El Escorial y Madrid es capital de España y, a diferencia de su padre, Carlos I, se sintió plenamente español. Su ataque a Inglaterra fue una temeridad, aunque de haber logrado su objetivo, ¿qué mapa hubiera tenido hoy día el mundo? ¿Lo hizo motivado realmente por la religión o estaba cansado de las provocaciones de Elizabeth, la reina inglesa, que protegía a los piratas que robaban a los navíos españoles y no precisamente para que el oro y las riquezas fueran devueltas a los indígenas americanos, sino para entregarles a la monarca el resultado de sus saqueos? Si Felipe II no toma partido en Lepanto, probablemente Europa hubiera estado bajo dominio turco durante siglos...

Elizabeth era una reina a imagen y semejanza de Felipe II. La imagen maniquea sobre el rey español que refleja el filme es injusta. Tanto se asemejaban en virtudes y sombras que en realidad 'el Prudente' lo que quiso era casarse con ella, pero la soberbia de la reina, que no conoció varón hasta la muerte, hizo que le diera calabazas. Otro motivo más para el enfrentamiento...

Señala un último texto de la cinta de Kapur antes de los créditos que "Inglaterra vivió una época de prosperidad" tras la victoria sobre los navíos invencibles españoles, pero no cuenta nada de que precisamente los amiguetes holandeses de Elizabeth resquebrajaron ese efímero florecimiento con las revueltas de finales del siglo XVI, ni habla de las graves tramas políticas de la Corte y su corrupción. Por cierto, el puerto de Cádiz fue arrasado por los ingleses en 1596...

Durante la época de Elizabeth escribió William Shakespeare sus obras, protegido por los tentáculos culturales de la monarca; en España, mientras Felipe II gobernaba un imperio 20 veces más grande que el Romano, se hicieron los primeros censos de habitantes, se centralizó la administración en Madrid, se unificó pacíficamente la Península, se fomentó la pintura gracias al interés personal del rey en las obras italianas y holandesas y ordenó emplear en el país la tecnología aprendida de los alemanes para desarrollar la agricultura.

La historia la escriben los vencedores. En aquella ocasión, la "furia de los elementos" se decantó por lo ingleses, que aún siguen manteniendo vestigios de su imperio en pleno siglo XXI. Paradójico resulta que Elizabeth la haya dirigido, precisamente, un director indio, cuyo país ha sufrido la bota opresora del imperialismo británico hasta hace muy poco.

Para otra ocasión les prometo escribir sólo de cine. Pero estoy hasta los cojones de la prepotencia inglesa.

martes, 13 de noviembre de 2007

Los Encuentros de Sevilla

Hasta hace apenas tres años, estas fechas de inicios de noviembre se convertían en todo un acontecimiento para los amantes de la música de cine. Sevilla acogía los denominados Encuentros de Música Escénica y Cinematográfica, que durante una veintena de años trató de mantener el catedrático Carlos Colón como principal auspiciador de un evento de rotundo éxito de público pero dañado de muerte en sus últimas ediciones por la mezcla letal del recorte presupuestario de las administraciones y el hastío del profesor que cada año explicaba en mi programa Último Estreno las razones para ofrecer conciertos de maestros de las bandas sonoras de los que disfrutamos en el Teatro de la Maestranza como Ennio Morricone (en la foto de hoy junto a mí), Jerry Goldsmith, Gabriel Yared, Elmer Bernstein, Howard Shore y otros sin la presencia de sus compositores aunque dedicados a ellos como John Williams o Patrick Doyle.

Los amantes de la música cinematográfica nos hemos quedado huérfanos de esa gran cita en Sevilla en la que se podía intercambiar impresiones con aficionados procedentes de numerosas localidades de España. El Congreso de Música de Cine de Úbeda parece haber recogido el testigo de esos seguidores, inasequibles al desaliento, que vagan por España buscando alguna administración sensible y algún loco que sea capaz de organizar espectáculos relacionados con el mundo de las bandas sonoras, tal maltratado pero paradójicamente presente en nuestras vidas diariamente cada vez que vemos una película, un anuncio o un programa de televisión.

Yo echo mucho de menos en estos días esos viajes a Sevilla de varios días con mis amigos Paco Belizón o José Dopico. Con Paco he pasado momentos inolvidables, de ilusión, de brillarnos los ojos emocionados con el concierto de Jerry Goldsmith en 1998 dedicado a Bernard Herrmann y escuchar en directo Psicosis, Marnie la ladrona o Simbad gracias a la virtuosa Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Hemos partido el libreto en la misma puerta en el descanso del concierto de Michael Nyman indignados con su limitada música mientras nos contemplaban como a dos locos, hemos tapeado en Casablanca (que hoy tampoco existe ya, desgraciadamente) y tomado copas hasta el amanecer mientras discutíamos a gritos sobre Morricone a las cinco de la mañana con dos jóvenes recién conocidos a escasos metros del Ayuntamiento sevillano sobre la capacidad compositiva del maestro italiano... Hemos buscado pensiones a última hora con el WC sin funcionar (eso para vosotros, yo no que desde meses antes me reservaba mi hotel Montecarlo o el Derby) y hemos saboreado los manjares de las chacinas de la taberna justo en la esquina del teatro de la Maestranza, el coliseo donde conocí a Roque Baños o a Howard Shore cuando en 1997 aún sólo lo seguían unos pocos y casi nadie se acercaba a él, antes de componer El Señor de los Anillos, partitura con la que regresó a Sevilla precisamente en los últimos alientos de estos encuentros.

En estos días, Teatro de la Maestranza, te añoro mucho. Cuando la orquesta afinaba cuerdas ante nuestra atenta mirada instantes antes de que el director apareciera en el escenario, mis vellos ya estaban erizados para oir las notas de Georges Delerue, John Barry, Claude Bolling,...y composiciones inolvidables en directo como La lista de Schindler, El planeta de los simios, El primer caballero (qué obra maestra de partitura), Vértigo, Frankenstein, Bram Stoker Drácula y un sinfín de scores que se quedarán grabadas para siempre en el corazón de buenos aficionados e incomprendidos en muchas ocasiones como Paco o yo.

viernes, 2 de noviembre de 2007

La chapuza del tranvía

Padua es una mediana localidad italiana, centro neurálgico del Veneto, similar en extensión a San Fernando, con una población algo superior. Este pasado verano la visité en un viaje a un país de numerosas similitudes con España en cuanto al comportamiento ciudadano. Los italianos son aspaventosos, vivarachos, les gusta vivir la noche y son un auténtico desastre en cuanto al orden en las colas de los taxis, trenes, autobuses,... En definitiva, son latinos, venden frutas en plazas públicas, gritan mucho y la picaresca les puede. Mucho más divertidos, por tanto, que los británicos o daneses...

Padua tiene la plaza más grande del mundo. Ellos al menos así lo aseguran y rechazan de plano que sea San Pedro de Roma la mayor del planeta. Un río y un rosario de estatuas de grandes hombres italianos circunda el Patro della Valle. Como también la rodea un tren tranvía como el que os muestro en la fotografía.

La imagen la capté a sabiendas de la polémica existente en San Fernando y Sevilla con respecto a la puesta en funcionamiento del tren tranvía. Y lo hice para que, una vez más, y a pesar de que Italia se parezca a España y entre sus ciudadanos también podamos establecer esa similitud, aprendamos de las cosas bien hechas. Sobre el turismo y sobre el tranvía tenemos mucho que aprender del país romano.

Los sevillanos ya viven entre una maraña de cables y postes enormes y enlutados de los que se alimentan las máquinas que recorren el casco histórico de la capital hispalense. Hace varios días, uno de los tranvías descarriló. La polémica ha vuelto a la calle, si es que alguna vez desapareció. El faraónico proyecto para cercenar el celaje del cielo sevillano y la vista de su maravillosa catedral lleva ya "comidos" más de 80 millones de euros. Su penoso paisaje de aceros y catenarias ha destrozado la belleza de la luz de la ciudad.

En San Fernando se prevé contar con algo parecido. Demasiado similar. Siempre he conocido por mi profesión periodística, que la intención de los gobernantes municipales en La Isla ha sido peatonalizar la calle Real. Ahora le incluyen un tranvía. De acuerdo. No pertenezco al grupo de los que rechazan la idea porque me gustaría ver el centro neurálgico de La Isla con establecimientos hosteleros y terrazas, paseantes que disfrutan plácidamente de los escaparates, bicicletistas en armonía con los viandantes y el agradable sonido del bullicio humano mezclado con el del piar de los gorriones. Pero de eso a meter un monstruo que enmarañe el cielo isleño como si el mismísimo Spiderman hubiera lanzado su tejido sobre la ciudad hay un abismo.

En Padua tienen la oportunidad para comprobar que es posible un tranvía sin catenarias. Si les pilla lejos, les muestro la fotografía. No es un montaje ni se ha borrado nada con Photoshop. Lo vieron mis propios ojos y así lo plasmo. ¿Cómo es posible que una ciudad universal como Sevilla habilite una red tranviaria sin energía propia en las máquinas y destroce su entorno? ¿Acaso es un pueblo de mala muerte sin dinero ni existen administraciones para que no se produzca este esperpento? El propio alcalde socialista, Alfredo Sánchez Monteseirín, es consciente de lo que sucede. Pinchen en este enlace y verán lo que ha prometido ante la evidencia del error consumado: http://www.20minutos.es/noticia/284321/0/recorrido/utilizar/catenarias/

Y en San Fernando....¡Ay, esta Isla de mis culpas! Algunos cegatos protestan contra el tranvía porque molesta a las procesiones de Semana Santa. Como si eso fuera lo más grave. Se pregunta el porqué de tanto cable previsto y se nos dice que los tranvías con energía propia o a través del raíl "son muy caros". ¿Acaso un proyecto de esta envergadura no bien merece echar el resto y llevarlo a cabo con la perfección que merece la ciudad? ¿Creen que ese impacto visual desaparecerá en un futuro como en Sevilla parece que ocurrirá? Si dudamos de que en la capital hispalense se cumpla lo dicho por su primer edil, ¿vamos a confiar en los políticos de andar por casa del PA y del PP en San Fernando?